1. IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
Puerta delantera de la Plaza Puerta trasera del Pintado
De origen medieval y transformada en los siglos XVI y XVIII, la Iglesia de Nuestra Señora de
la Asunción es la principal obra arquitectónica de Lerín.
Tiene planta de cruz latina cubierta por bóvedas de crucería, un amplio crucero y transepto con
bóvedas baídas y cabecera pentagonal con bóveda de medio cañón.
El coro y la sacristía se añadieron en el siglo XVIII, mientras que la torre campanario, de base
medieval, fue reconstruida en estilo barroco a finales del XVII.
En el exterior muestra un aspecto catedralicio, con muros de sillería, contrafuertes y dos
accesos, ambos protegidos por pórticos de dos pisos.
En su interior, la iglesia alberga una interesante colección de retablos barrocos de los siglos
XVII y XVIII.
Entre ellos destaca el retablo mayor, realizado por Diego de Camporredondo, que constituye
uno de los primeros ejemplos del rococó navarro. Adornado con una cornisa volada que acaba
cerrándose en un óvalo, el retablo sostiene una talla central de la Virgen, de gran tamaño, con
los apóstoles Pedro y Pablo a sus lados.
En otro de los retablos, el de la Vera-Cruz, encontramos un calvario gótico de estilo hispano-
flamenco realizado a finales del siglo XV o principios del XVI y, en la sacristía, una talla de la
Virgen de Gracia de finales del siglo XVI y otra de Nuestra Señora la Blanca, de comienzos del
XIV.
Destaca también la sillería rococó del coro, de autor desconocido, y el órgano barroco,
realizado en el siglo XVIII por tres lerineses: Joseph de Lesaca, Juan Joseph Vélez y Joseph de
Mañeru y Ximénez.