Este poema resume la vida y obra del poeta Antonio Machado a través de 3 oraciones:
1) Machado experimentó diferentes etapas en su vida, desde su juventud en Sevilla hasta su exilio en Francia donde terminó sus días.
2) Sus poemas reflejan temas como la naturaleza, la memoria, y la condición humana a través de versos sencillos pero profundos.
3) Machado creía que el camino de la vida se hace al caminar, rechazando la búsqueda de gloria a favor de una filosofía más
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
Serrat a machado
1. DEDICADO A ANTONIO MACHADO, POETA
LLANTO Y COPLAS RETRATO
Al fin, una pulmonía Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
mató a Don Guido, y están y un huerto claro donde madura el limonero;
las campanas todo el día mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
doblando por él: ¡din, dan! mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
murió Don Guido, un señor
de mozo muy jaranero, Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
muy galán y algo torero; -ya conocéis mi torpe aliño indumentario-
de viejo gran rezador. más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Dicen que tuvo un serrallo
este señor de Sevilla; Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
que era diestro pero mi verso brota de manantial sereno;
en manejar el caballo, y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina
y un maestro soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
en refrescar manzanilla.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
Cuando mermó su riqueza y el coro de los grillos que cantan a la luna.
era su monomanía A distinguir me paro las voces de los ecos,
pensar que pensar debía y escucho solamente, entre las voces, una.
en asentar la cabeza
y asentóla Converso con el hombre que siempre va conmigo
de una manera española, -quien habla solo espera hablar a Dios un día-
que fue a casarse con una mi soliloquio es plática con este buen amigo
doncella de gran fortuna. que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y repintar sus blasones Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto escribo
hablar de las tradiciones a mi trabajo acudo, con mi dinero pago
de su casa, el traje que me cubre y la mansión que habito,
a escándalos y amoríos el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
poner tasa,
sordina a sus desvaríos. Y cuando llegue el día del último viaje,
Gran pagano y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
se hizo hermano me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
de una santa cofradía; casi desnudo, como los hijos de la mar.
el Jueves Santo salía,
llevando un cirio en la mano
-aquel trueno- GUITARRA DEL MESÓN
vestido de nazareno.
Guitarra del Mesón que hoy suenas jota,
Hoy nos dice la campana mañana petenera,
que han de llevarse mañana según quién llega y tañe
al buen Don Guido muy serio las empolvadas cuerdas.
camino del cementerio.
¿Tu amor a los alamares Guitarra del mesón de los caminos
y a las sedas y a los oros no fuiste nunca ni serás poeta.
y a la sangre de los toros
y al humo de los altares? Tú eres alma que dice su armonía
solitaria las almas pasajeras...
¡Oh fin de una aristocracia! Y siempre que te escucha el caminante
La barba canosa y lacia sueña escuchar un aire de su tierra.
sobre el pecho;
metido en tosco sayal Guitarra del Mesón que hoy suenas jota,
las yertas manos en cruz; mañana petenera,
¡tan formal! según quien llega y tañe
el caballero andaluz. las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos
no fuiste nunca ni serás poeta.
JOAN MANUEL SERRAT
2. DEDICADO A ANTONIO MACHADO, POETA
EN COULLIURE DEL PASADO EFÍMERO
Soplaban vientos del sur Este hombre del casino provinciano
y el hombre emprendió viaje. que vió a Carancha recibir un día,
Su orgullo, un poco de fe tiene mustia la piel, el pelo cano
y un regusto amargo fue ojos velados por melancolía
su equipaje. bajo el bigote gris, labios de hastío,
y una triste expresión que no es tristeza,
Miró hacia atrás y no vio sino algo más y menos: el vacío
más que cadáveres sobre del mundo en la oquedad de su cabeza.
unos campos sin color.
Su jardín sin una flor Aún luce de corinto terciopelo
y sus bosques sin un roble. chaqueta y pantalón abotinado,
y un cordobés color de caramelo
Y viejo pulido y torneado.
y cansado
a orillas del mar Tres veces heredó y tres ha perdido
bebióse sorbo a sorbo su pasado. al monte su caudal; dos ha enviudado.
Sólo se anima ante el azar prohibido
Profeta sobre el verde tapete reclinado,
ni mártir o al evocar la tarde de un torero
quiso Antonio ser. la suerte de un tahúr o si alguien cuenta
Y un poco de todo lo fue sin querer. la hazaña de un gallardo bandolero,
o la proeza de un matón, sangrienta.
Una gruesa losa gris
vela el sueño del hermano. Bosteza de política banales
La hierba crece a sus pies dicterios al gobierno reaccionario
y le da sombra un ciprés y augura que vendrán los liberales
en verano. cual torna la cigüeña al campanario.
El jarrón que alguien llenó Un poco labrador, del cielo aguarda
de flores artificiales, y al cielo teme; alguna vez suspira
unos versos y un clavel pensando en su olivar, al cielo mira
y unas ramas de laurel con ojo inquieto si la lluvia tarda.
son las prendas personales, Lo demás, taciturno, hipocondriaco
del viejo y cansado que, prisionero en la Arcadia del presente
le aburre; sólo el humo del tabaco
A orillas del mar simula algunas sombras en su frente.
bebióse sorbo a sorbo su pasado.
Este hombre no es de ayer, ni es de mañana
Profeta sino de nunca; de la cepa hispana.
ni mártir No es fruto maduro, ni podrido,
quiso Antonio ser es una fruta vana
Y un poco de todo lo fue sin querer. de aquella España que pasó y no ha sido
esa que hoy tiene la cabeza cana.
JOAN MANUEL SERRAT
3. DEDICADO A ANTONIO MACHADO, POETA
PARÁBOLA LAS MOSCAS
Érase de un marinero
Vosotras las familiares
que hizo un jardín junto al mar
inevitables, golosas
y se metió a jardinero.
vosotras moscas vulgares
Estaba el jardín en flor
me evocáis todas las cosas.
y el marinero se fue
por esos mares de Dios.
Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril
La España de charanga y pandereta
viejas moscas pertinaces
cerrado y sacristía,
sobre mi calva infantil.
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta
Moscas de todas las horas
ha de tener su mármol y su día,
de infancia y adolescencia
su infalible mañana y su poeta.
de mi juventud dorada
de esta segunda inocencia
Érase de un marinero
quedando creer en nada,
que hizo un jardín junto al mar
en nada.
y se metió a jardinero.
Moscas del primer hastío
Estaba el jardín en flor
en el salón familiar
y el marinero se fue
las claras tardes de estío
por esos mares de Dios.
en que yo empecé a soñar.
Y en la aborrecida escuela
raudas moscas divertidas
perseguidas, perseguidas
por amor de lo que vuela.
ESPAÑOLITO Yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado
Ya hay un español que quiere sobre el librote cerrado
vivir y a vivir empieza sobre la carta de amor
entre una España que muere sobre los párpados yertos
y otra España que bosteza. de los muertos.
Españolito que vienes Inevitables golosas
al mundo, te guarde Dios. que ni labráis como abejas
Una de las dos Españas y brilláis cual mariposas
ha de helarte el corazón. pequeñitas, revoltosas
vosotras amigas viejas
me evocáis todas las cosas.
JOAN MANUEL SERRAT
4. DEDICADO A ANTONIO MACHADO, POETA
LA SAETA HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
Dijo una voz popular: He andado muchos caminos
¿Quién me presta una escalera he abierto muchas veredas;
para subir al madero he navegado en cien mares
para quitarle los clavos y atracado en cien riberas.
a Jesús el Nazareno? En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
Oh, la saeta, el cantar soberbios y melancólicos
al Cristo de los gitanos borrachos de sombra negra.
que siempre con sangre en las manos
siempre por desenclavar. Y pedantones al paño
Cantar del pueblo andaluz que miran, callan y piensan
que todas las primaveras que saben, porque no beben
anda pidiendo escaleras el vino de las tabernas.
para subir a la cruz.
Cantar de la tierra mía Mala gente que camina
que echa flores y va apestando la tierra...
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores Y en todas partes he visto
¿Oh, no eres tú mi cantar gentes que danzan o juegan,
no puedo cantar, ni quiero cuando pueden, y laboran
a ese Jesús del madero, sus cuatro palmos de tierra.
sino al que anduvo en la mar! Nunca si llegan a un sitio
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
A UN OLMO SECO a lomos de mula vieja.
Al olmo viejo, hendido por el rayo Y no conocen la prisa
y en su mitad podrido, ni aún en los días de fiesta.
con las lluvias de abril y el sol de mayo, Donde hay vino, beben vino;
algunas hojas verdes le han salido. donde no hay vino, agua fresca
Son buenas gentes que viven,
El olmo centenario en la colina... laboran, pasan y sueñan,
Un musgo amarillento y en un día como tantos,
le lame la corteza blanquecina descansan bajo la tierra.
al tronco carcomido y polvoriento.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta.
Antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
JOAN MANUEL SERRAT
5. DEDICADO A ANTONIO MACHADO, POETA
CANTARES
Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar ...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...”
golpe a golpe, verso a verso ...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse, le vieron llorar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..”
golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
“Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar...”
golpe a golpe, verso a verso.
JOAN MANUEL SERRAT