1. Criando perros de utilidad
Gustavo j. Onofrio
instructor canino certificado por la escuela de adiestramiento de la facultad de Ccias.
veterinarias (U.B.A)
Muchas veces se plantea la pregunta de si cualquier perro es o seria capaz de llegar a
rendir exámenes de nivel superior en nuestro país. Si bien es cierto que las líneas de
trabajo están genéticamente mejor predispuestas para esto, no es verdad que las líneas
de “belleza” estén tan lejos de alcanzar estos exámenes.
La diferencia fundamental entre estas líneas no esta en su genética, sino en la mano de
sus propietarios. Mientras los que crían perros de “trabajo”, desde el mismo momento
de su nacimiento, los empiezan a preparar para su futuro deportivo o de utilidad, los que
crían perros de “belleza” los amontonan en un canil a la espera de ser vendidos o de ser
presentados en una exposición.
La estimulación temprana de las aptitudes para el trabajo es fundamental, sin esto ni
siquiera los perros genéticamente mas predispuestos van a poder desarrollarse
plenamente.
El comportamiento de un animal es el resultado de dos componentes: su genética, y del
medio ambiente en el que se desarrolla esta genética.
Si a un perro con una buena genética para el trabajo se lo cría en un ambiente pobre en
estímulos, ese potencial genético no tendrá la posibilidad de ser desarrollado.
Es por esto que los perros de trabajo son tan buenos en lo que hacen, porque sus
criadores y futuros propietarios les brindan ese medio ambiente propicio para su
máximo desarrollo.
La finalidad de estos artículos será mostrarles como desarrollar las aptitudes para el
trabajo a temprana edad en los cachorros, obviamente que la genética pone el techo de
lo que es posible alcanzar, pero sin lugar a dudas, para mi, es que los perros que hoy
tenemos en pista no tuvieron la posibilidad de desarrollarse como lo debe hacer un
ovejero alemán, como un verdadero perro de utilidad.
Desarrollo conductual del perro
Las especies animales se las puede clasificar en “altriciales o precociales” en función
del grado de desarrollo sensorial y motor con el cual cuentan al nacer. Tanto los perros
como los canidos salvajes entran en el primer grupo, ya que nacen con un grado de
2. desarrollo sensorial y motor atrasado respecto a los individuos adultos, mientras que en
el segundo estarían animales como los caballos o el ganado bovino.
Esto le posibilita al perro tener una infancia prolongada, lo que trae como ventaja una
mayor capacidad de aprendizaje y adaptación de los individuos a sus condiciones de
vida.
Durante este desarrollo tiene una gran importancia la relación que tiene el cachorro con
su madre y hermanos de camada. Una madre equilibrada y estable es fundamental para
un adecuado aprendizaje de las normas sociales y una correcta jerarquización del
mismo. Cuando la madre va disminuyendo su atención sobre los cachorros estos
enfocan su vida social hacia sus hermanos. Estas relaciones entre la camada son el
fundamento de las relaciones sociales posteriores y de la capacidad de integración de la
estructura social natural del perro, la jauría.
El desarrollo del comportamiento, por tanto, lo podemos dividir en etapas en función de
este desarrollo progresivo de las capacidades neuronales (sensoriales y motoras) y
conductuales.
Fase neonatal
Abarca los primeros 14 días de vida, que es aproximadamente el momento en el que los
cachorros abren los ojos. La micción y defecación se produce por estimulación de la
madre. La motricidad es reducida. En esta etapa la información sensorial proviene del
olfato y del tacto principalmente, el cual se desarrolla incluso antes del nacimiento en el
vientre de la madre, por lo tanto si durante la preñez la perra es acariciada, su camada
será mas dócil (cachorritos manipulados de esta forma muestran mayor tolerancia a ser
tocados que perros nacidos de una madre que no fue acariciada).
También en este sentido, la estimulación temprana (manipulación) de los cachorros
genera una maduración más rápida del sistema nervioso: abren los ojos antes, el
crecimiento es más rápido y muestran mayor precocidad en la coordinación de
movimientos. Además genera que de adultos posean un mayor comportamiento
exploratorio y resistencia al estrés.
Fase de transición
Entre los 14 y 21 días se desarrollan la capacidad auditiva y la visión. La defecación y
micción empiezan a ser autónomas, mayor desarrollo motor y se inicia la actividad
exploratoria y los primeros juegos entre hermanos.
Socialización
Comprende de los 21 días hasta aproximadamente los 4 meses de edad (16ta semana) y
es una etapa critica. Es la fase más importante en el desarrollo de la conducta del perro.
El sistema nervioso se aproxima a los patrones de conducta adultos y comienza el
aprendizaje estable. También esta exacerbada la conducta exploratoria lo que hace que
los cachorros estén mas abiertos para relacionarse con otras especies y ambientes.
Al nacer, el cachorro no tiene un reconocimiento innato de los miembros de su propia
especie; en cierta forma no sabe que es un perro. (¡Esto tiene que ser aprendido!, aunque
parezca un poco loco, esto es así)
3. De la 5ta a la 8va semana, se produce un fenómeno llamado imprinting o impronta, que
es la capacidad de reconocer a sus progenitores (impronta filial) y desarrollar pautas de
interacción social intraespecifica con sus hermanos (impronta fraternal), y las relaciones
que permiten la supervivencia de la especie (impronta sexual).
Durante este periodo de socialización, dos cosas pueden resultar negativas y traer
consecuencias en el normal desarrollo de la conducta del cachorro:
Insuficientes contactos sociales pueden afectar el justo desarrollo emocional,
perjudicando el buen vinculo con sus congéneres y el ser humano. La sobreprotección
materna y humana, en ocasiones impide la suficiente exposición a otros individuos y a
situaciones que tiene influencia en el desarrollo y crecimiento.
La carencia de contacto (estimulación social) con otros caninos y seres humanos,
indefectiblemente afectan el desarrollo psicológico del perro, deviniendo en conductas
inaceptables como agresiones indeseables, miedos y fobias, trastornos sexuales e
indiferencia hacia sus compañeros.
A partir de la 5ta semana comienza el destete de los cachorros (desapego de la madre), la
madre gruñe y muestra sus dientes cuando los cachorros intentan mamar, a lo que los
mismos responden tumbándose sobre sus espaldas (decúbito dorsal) en señal de
sumisión para inhibir la agresión. Esta actitud se extiende hacia otros conflictos madre-
cachorro y se adopta ante la presencia de otros adultos. Por lo tanto la presencia de la
madre es necesaria para el desarrollo de los rituales de apaciguamiento-sumisión y la
jerarquización de los cachorros frente a los demás adultos.
Justamente es durante este periodo que la mayoría de criadores separa a los cachorros de
su madre (el destete coincide con el momento en el que por lo general es adquirido el
cachorro), por lo cual muchas veces el ritual no se adquiere, y los cachorros no
muestran una conducta sumisa frente a otros perros adultos. La falta de estos rituales
conduce a una disfuncionalidad en el comportamiento y las relaciones jerárquicas
posteriores con otros perros e inclusive con sus propietarios.
Además, la tendencia antropomórfica de la relación humano-perro de desarrollarse
como padre-hijo, genera una sobreprotección sobre el cachorro durante esta etapa de
desapego con la madre, trayendo como consecuencia un híperapego, lo cual es la
principal causa del desarrollo del síndrome de ansiedad por separación.
En este periodo además, a partir de la 3ra semana, se desarrolla el juego entre los
hermanos de camada. Es mediante el juego que los cachorros aprenden a controlar la
fuerza de su mordida. Un cachorro mordido con fuerza chilla al sentir dolor y deja de
jugar, esto genera que el mordedor controle la intensidad de la mordida.
Por todo esto es fundamental que los cachorros no sean apartados de su madre y su
camada hasta por lo menos la 8va semana, en donde todos estos aprendizajes ya se
produjeron. La socialización del perro durante este periodo permite que el perro tenga
una conducta social adulta normal.
Por otro lado, durante esta etapa, el ambiente en el que el cachorro es criado tiene un
efecto determinante sobre el sistema nervioso. La cantidad de estímulos y la variedad de
estos juega un papel fundamental en el desarrollo normal del comportamiento futuro del
animal.
4. Si bien en el sistema nervioso el numero de neuronas de un animal esta de alguna forma
determinado desde su nacimiento, durante estas faces del crecimiento (y solo durante un
periodo limitado) las conexiones que estas hacen entre si están en continuo cambio. Este
fenómeno que se llama “plasticidad neuronal” es el que le permite a los animales
adaptarse a la estimulación ambiental que se le presentan durante la fase de desarrollo
de los órganos sensoriales.
Al respecto de esto tenemos que:
“En mamíferos y aves, el desarrollo normal del cerebro y de los órganos sensoriales
requiere del contacto con novedades y estímulos sensoriales variados […]
La crianza de animales jóvenes en entornos despojados, carentes de variedad y de
estímulos sensoriales, tendrá efectos en el desarrollo del sistema nervioso. Podrá hacer
que el animal sea más reactivo y excitable cuando se convierta en adulto. Este es un
cambio persistente, inducido experimentalmente, en la forma en que el sistema nervioso
reacciona a diversos estímulos. Los efectos de las privaciones durante el desarrollo
temprano también son relativamente persistentes. […]
Krushinski (1960) estudió la influencia de las condiciones aisladas de crianza en el
desarrollo de reacciones de defensa pasiva (agresión temerosa) en perros, y encontró
que la expresión de reacciones bien definidas de miedo depende del genotipo del
animal. Perros de razas Airedale y ovejeros alemanes fueron criados en condiciones de
libertad (en hogares) y en aislamiento (en caniles). Este autor descubrió que la reacción
de defensa pasiva se desarrollaba más agudamente, y alcanzaba un nivel superior, en los
ovejeros alemanes que en los Airedale, criados todos ellos en aislamiento. En general,
los animales criados en aislamiento se tornan más susceptibles a los estímulos
sensoriales, porque su sistema nervioso procura readaptarse a la carencia previa de
estimulación. [...]
Melzak y Burns (1965) descubrieron que los cachorros criados en caniles carentes de
estímulos se convertían en adultos híper-excitables. En un experimento, los perros
privados de estímulos reaccionaron con "excitación difusa" y corrieron más alrededor
de un cuarto que los perros del grupo de control, criados en hogares. La presentación de
objetos novedosos también produjo "excitación difusa" en los perros criados en caniles.
Además, el electroencefalograma de estos perros siguió dando resultados anormales
incluso después de haber abandonado el canil.”
En resumen tenemos que considerar de vital importancia para nuestro interés de criar al
ovejero alemán como un perro de utilidad y deporte, de proveer a nuestras camadas de
ambientes ricos en estimulación sensorial (auditiva, visual, etc.) durante estas fases de
crecimiento, de lo contrario tendremos por resultado animales incapaces de
desenvolverse como perros de trabajo o deporte, incluso ni como animales aptos para
cumplir el rol como la mascota de la familia.
Juvenil
La etapa de socialización es sin lugar a dudas la mas importante en lo que se refiere al
desarrollo conductual de nuestro futuro perro. Pero pasada esta comienza una etapa no
menos importante que va de los 4 meses hasta la madures sexual.
5. En esta etapa el cachorro se prepara para la vida adulta. Como veremos en próximos
artículos, la especie canina se rige por relaciones de dominancia-sumisión entre los
miembros del grupo social (en la naturaleza la manada, y en caso del perro la familia) y
es en este momento en el que el cachorro intenta encontrar su lugar dentro del grupo de
pertenencia. Además es en este momento es en donde comenzaremos con el desarrollo
del instinto de presa, trabajo base fundamental para el adiestramiento en cualquier área
del adiestramiento y muy especialmente del Schutzhund.
Bibliografía
• “Desarrollo sensorial, emocional y social del perro joven”, por Dr. Joël
Dehasse (1994) en The bulletin for veterinary clinical ethology, vol 2, No 1-2,
pp 6,29, 1994 Bruselas.
• “Desarrollando grandes logros”, por Carmen L. Battaglia.
• “La genética del comportamiento animal”, por Temple Grandin y Mark J.
Deesing. Publicado en: Temple Grandin (comp.), Genetics and the Behavior of
Domestic Animals. San Diego, California: Academic Press, 1998 (Cap. 1)
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola
• “Adiestramiento cognitivo-emocional” por Carlos Alfonso López García
(2004), editorial Diaz de Santos.