Este documento analiza el significado y los diferentes símbolos asociados con la cabeza desde diferentes perspectivas como principio, jerarquía, pensamiento, obediencia e impulsividad. Explora cómo la posición y los movimientos de la cabeza pueden expresar estados de ánimo, personalidad y emociones. También discute cómo la educación física puede contribuir a una mayor comprensión corporal y flexibilidad.
3. Con ella se viene empujando y abriendo el cuerpo de la madre para salir de él. La primera acción personal con el medio es ese abrirse paso a la fuerza para iniciar, inaugurar la vida externa. Desde el interior de otro cuerpo, se proyecta la cabeza hacia delante y se rompe con la dualidad, con la dependencia biológica, para empezar a transitar esa nueva experiencia extrauterina de ser una persona única, individual, que vive por sus propios medios.
4. Con la cabeza se inaugura ese camino hacia la identidad, se empieza a "ser uno mismo" con ese movimiento propulsor imparable, sostenido y determinante en dirección hacia fuera, hacia la existencia en esta tierra. Habitualmente se dicen palabras relacionadas con la cabeza para dar idea de inicio o comienzo, como por ejemplo: "encabezamiento" para describir el preámbulo, la introducción o el título de un texto.
5. "Encabeza la hilera“ se anuncia cuando alguien está adelante o es el primero. "Va a la cabeza“ es una forma de aludir a quien aventaja a los demás en velocidad o en inteligencia.
6. LA CABEZA JERÁRQUICA La cabeza también simboliza conducción. Se utiliza el verbo encabezar como sinónimo de acaudillar, capitanear y dirigir: "Encabezaba la banda de delincuentes, de insurrectos, de revolucionarios, etcétera“.
7. La cabeza, su posición y sus movimientos, expresan el estado de ánimo de una persona en un determinado momento, como también un rasgo de su personalidad, como por ejemplo: la cabeza elevada. El mentón levantado y la posición erguida de la cabeza pueden responder a una conducta circunstancial, como el gesto de prestar atención elevándola cuando alguien llama. Pero si se mantiene siempre erguida, puede ser reflejo de un aspecto de la personalidad como altivez, dominación y superioridad, o reflejo de una jerarquía: rey, militar; aquel que representa la autoridad sostiene la cabeza en alto.
8. Michel Foucault detalla cómo se modelan escalafón y grado corporalmente: "La figura ideal del soldado es por principio de cuentas a quien se reconoce de lejos. Lleva en sí unos signos, los signos naturales de su vigor y su valentía, las marcas también de su altivez... actitudes como la posición de la cabeza dependen en buena parte de la retórica corporal del honor... un signo para reconocer a los más idóneos es la cabeza erguida. El soldado se ha convertido en algo que se fabrica, se han corregido poco a poco las posturas... se ha expulsado al campesino y se le ha dado el aire del soldado. Se habitúa a los reclutas a llevar la cabeza alta y derecha... se les enseñará a mantenerse inmóviles aguardando la voz de mando, sin mover la cabeza“.
9. LA CABEZA PENSANTE La cabeza puede equivaler a razonamiento, a proceso mental, análisis, discernimiento y conocimiento. Suele decirse "cabeza hueca" a quien no piensa demasiado las cosas o es frívolo. "Pone cabeza" es una expresión que se utiliza cuando alguien debe concentrarse y entender desde la lógica una situación. La frase "le sale humo de la cabeza" alude a quien calcula, medita, reflexiona y especula, tratando de encontrar la conclusión de algo.
10. Generalmente, la posición de la cabeza o el movimiento que se desarrolla con ella son señales de las emociones que se experimentan en ese momento, son la manifestación de lo que está pasando adentro de la cabeza.
11. Cuando uno asiente o aprueba, la mueve verticalmente de arriba hacia abajo, y cuando niega o rechaza lo hace de un costado hacia otro. La amplitud del movimiento depende de la intensidad de la emoción con que se involucra en la aprobación o el rechazo, es lo que marcará el énfasis del movimiento. Cuando se aprueba a regañadientes, apenas si se mueve la cabeza, cuando se coincide plenamente, el movimiento es ampuloso y enérgico.
12. Cabecear o inclinar indiscriminadamente es sinónimo de sueño. Cabecear con fuerza hacia un lado intencionalmente puede ser un llamado, una invitación a acercarse si se está lejos -como cuando se cabecea para invitar a bailar a quien no está al alcance de la voz-. Inclinar la cabeza hacia un costado puede manifestar cansancio o aburrimiento, como cabecea el alumno ante la extensa y monótona explicación del maestro, pero un leve matiz hacia delante o en la fuerza con que se la sostiene transforma la inclinación en una postura de interés, o de entendimiento -como ese mismo alumno inclina y proyecta hacia delante la cabeza cuando es atraído por las palabras de la exposición-.
13. Muchas veces se combinan postura y movimiento: se inclina la cabeza hacia delante y se asiente continuamente cuando se sigue una conversación que aborda un tema que interesa y se está de acuerdo con la persona que habla.
14. LA CABEZA OBEDIENTE La inclinación hacia abajo es símbolo de sometimiento y de sumisión. En algunas culturas, las mujeres deben mantener la cabeza gacha como signo de obediencia. Existen reglas protocolares, en varios países, que establecen mantenerla inclinada hacia abajo frente a una autoridad, como señal de respeto. También es costumbre religiosa bajarla ante la imagen de un santo o cuando se reza, como manifestación de introspección y entrega.
15. El gesto de bajar la cabeza ante un interlocutor expresa frecuentemente la no coincidencia con lo que él dice. Se baja la cabeza por pudor o vergüenza frente a una situación inescrupulosa o embarazosa, y a veces por impotencia cuando la visión de una situación es inaceptable y abate. Se alude a una "agachada de cabeza" cuando alguien no se jugó por una idea o la traicionó.
16. LA CABEZA IMPULSIVA A veces la contextura de la cabeza simboliza actitudes personales. Es un "cabeza dura" aquel que no flexibiliza su forma de pensar o que insiste en una posición, no permitiéndose reconocer que está equivocado. "Se va a dar la cabeza contra la pared", se comenta de alguien que mantiene una postura rígida en un asunto que derivará en un fracaso abrupto y doloroso.
17. "Sentar cabeza" se asocia con formalizar, responsabilizarse y aquietar una vida impulsiva. "No pierdas la cabeza", se aconseja al enamorado que actúa irracionalmente. "Cabeza de novia", se le dice condescendientemente a la distraída que de todo se olvida. "Enfría la cabeza", se recomienda al que está enojado y quiere actuar sin medir las consecuencias.
18. LA CABEZA PROGRAMADORA Reparar en frases como: "Se me parte la cabeza" o "Me estalla la cabeza", comúnmente utilizadas para disculparse o liberarse de una obligación, así como también en malestares y dolores de cabeza manifiestos en ciertas posturas y movimientos, es comprender el vocabulario corporal. Estas señales pueden responder a sensaciones, sentimientos y emociones tales como el miedo, la autocrítica o la represión.
19. Cuando se comprueba que la corporeidad dispone de un alfabeto a veces verbalizado y otras hablado por sus propios medios, a través de gestos relacionados con conductas de acción o inacción, se puede contribuir a una reprogramación cerebral: "La existencia de un programa cerebral más o menos estable a lo largo de la evolución nos informa de las características de nuestro cuerpo“.
20. Al trabajar las destrezas en educación física, se aprende dominio y habilidad, determinación y audacia. Algunos alumnos se lanzan divertidos a probar; otros se paralizan antes de intentarlo; otros, después de ejecutarla, no quieren volver a repetir la experiencia; otros insisten en hacerla una y otra vez.
21. Sin duda, la corporeidad habla en esta situación de aprendizaje, donde el educador tiene la oportunidad de flexibilizar rigideces, la oportunidad de instalar en la cabeza de sus alumnos el pensamiento de disponibilidad corporal, mediante la vivencia gustosa de esa destreza.
22. Un pensamiento de disponibilidad corporal sería: "Voy a intervenir en esta situación nueva y aunque no tenga la visión clara y nítida de lo que voy a hacer, mi cuerpo, yo mismo, ejecuto y pruebo. Me levanto y avanzo con confianza en que haré algo, aunque no sé nada al respecto y si no lo hago estaré igualmente bien". Viviendo y actuando bajo estas certezas es posible el logro de habilidades y competencias motrices, es posible construir identidad corporal.