La educación en Finlandia se caracteriza por ser de calidad, con aulas pequeñas y profesores especializados, mientras que la educación ecuatoriana es más tradicionalista con aulas sobrepobladas y profesores que enseñan todas las materias. Aunque el modelo finlandés no puede copiarse directamente debido a las diferencias entre los dos países, ofrece lecciones sobre la importancia de invertir en educación y profesores capacitados.