Este documento presenta una serie de reglas sencillas para la vida cotidiana. Estas reglas incluyen cerrar lo que se abrió, apagar lo que se encendió, ordenar lo que se desordenó, limpiar lo que se ensució, arreglar lo que se rompió, pedir permiso para usar algo ajeno, devolver los préstamos, no criticar si no se puede hacer mejor y tratar con cariño lo que nos sirve. La última regla sugiere querer lo que se hace si no se puede hacer lo que se quiere.