Este documento presenta un resumen de la filosofía medieval de Agustín de Hipona y Tomás de Aquino. Explica el contexto histórico del Imperio Romano y la expansión del cristianismo. Luego describe las ideas filosóficas de Agustín sobre la relación entre razón y fe y de Tomás sobre las leyes divina, natural y positiva. Finalmente, resume las corrientes filosóficas del helenismo como el epicureísmo, estoicismo y escepticismo y su influencia en el pensamiento cristiano.
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
Filosofía Medieval: Agustín y Tomás
1. Unidad 3. Filosofía Medieval: Agustín de
Hipona y Tomás de Aquino
Contenidos mínimos
Marco histórico y conceptual
-Agustín de Hipona:
-Helenismo: Filosofía y Cristianismo
-Las nuevas ideas frente al mundo griego
-Tomás de Aquino:
-La noción de Escolástica y el nacimiento de la Universidad
-La recepción de Aristóteles. Averroes y el averroísmo latino
Comprensión
-El problema entre razón y fe en San Agustín y Santo Tomás
-Ley divina, ley natural y ley positiva en Santo Tomás
2. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
0. Contexto histórico: Apogeo y crisis del Imperio Romano y la religión
cristiana
0.1 El contexto histórico del período romano
La ciudad de Roma, en el centro de la península itálica, conquistó y dominó todas las
tierras alrededor del mar Mediterráneo, constituyendo un imperio sin precedentes. Se
extendía desde el desierto de la península arábiga y los montes del Cáucaso hasta la
península Ibérica, y desde el desierto africano hasta las islas británicas y los ríos Rin y
Danubio. Roma dotó toda esta diversidad de pueblos de un alto grado de unificación
política, social y cultural. A través de este proceso de romanización, estos territorios se
fueron integrando, en mayor o menor medida, en un marco de civilización común.
El Imperio de Roma en el
117 d.C.
El Imperio Romano alcanzó su
máxima extensión durante el
gobierno de Trajano (98-117
d.C.)
El período monárquico y republicano: Desde sus orígenes (s. VIII a. C.) hasta el 509 a.
C. Roma fue gobernada por monarcas. Una serie de conflictos terminó con la monarquía
como forma de gobierno y se instauró la República, que perduró hasta el año 27 a.C. En
este largo período se produce la primera expansión conquistadora de los romanos.
El régimen Imperial: Las conquistas hicieron crecer la conflictividad social y llegó un
momento en el que el sistema republicano era ineficaz para gobernar el enorme imperio
que se había creado. Octavio Augusto en el s. I a.C. se hace con el poder e instaura el
régimen Imperial, que duró hasta el s. V d.C. Con el Imperio comienza una época de paz
que permitió la romanización de los pueblos conquistados. Es la “edad feliz” del Imperio.
Crisis y disolución del Imperio: A partir del siglo III comienza la decadencia sobre todo
en la parte occidental. El Imperio acaba al ser dividido tras la muerte de Teodosio. El fin
del Imperio Romano de Occidente se data en el 476.
San Agustín (354-430) vive intensamente esa evolución del Imperio. Le da categoría
teórica y visión histórica en La Ciudad de Dios. En la época en la que vive San Agustín el
Imperio vive presionado por la anarquía, la ruina económica y los bárbaros.
0.2 El Cristianismo
A partir del s. I d.C. en la sociedad romana hay una manifestación de movimientos
religiosos que tratan de dar respuesta a un deseo generalizado de salvación, de
inmortalidad y de liberación de destino. Entre las nuevas religiones llega el cristianismo.
-Origen del cristianismo: El cristianismo surge como una secta en el seno del judaísmo.
Su profeta, Jesús, se erigió en Hijo de Dios y se arrogó autoridad para reinterpretar las
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 1
3. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
Escrituras. Tanto las tradicionales castas judías -que ven peligrar su interpretación de la
antigua Ley- como el poder de Roma -que lo ve como un revolucionario que puede poner
en peligro el poder del emperador- lo miran con recelo, y lo condenan a morir como un
esclavo, crucificado.
-Persecución de los cristianos: Tras su muerte, su figura se acrecienta y sus fieles
crecen, sobre todo entre las clases más bajas, pese a sufrir persecución. La rapidez de
esta expansión queda reflejada en el hecho producido en el año 64, cuando Nerón
decreta la ilicitud de los cristianos. El rechazo del cristianismo por el imperialismo romano
también vino dado por la negativa de los cristianos a aceptar el culto al emperador, el más
fuerte sostén del Imperio. Las asambleas cristianas, a partir de los años 70, ya se
consolidan en todo el ámbito del Imperio y mantenían entre sí una sorprendente unidad.
Será en el siglo II cuando se desenvuelva la jerarquía eclesiástica y vaya
desapareciendo el carácter asambleario del cristianismo inicial.
-Tolerancia religiosa: La influencia social cada vez mayor de la Iglesia cristiana llevará a
Constantino en el año 313 a promulgar el Edicto de Milán que permite la libertad de
culto, poniéndole fin a las persecuciones de los siglos anteriores. Desde este momento
mejora la situación sociopolítica de la Iglesia, ya que su implantación social le permitirá a
la institución imperial obtener una mayor rentabilidad política.
-El Cristianismo como la religión oficial del Imperio: Los cristianos, defendiendo su
religión como la única verdad, desenvolverán una actitud de intolerancia, reclamando la
prohibición y persecución de la religión pagana. Esta postura obtendrá su triunfo cuando
en el año 385 el emperador Teodosio reconozca el cristianismo como religión oficial y
única del Imperio. La posición privilegiada que adquiere la religión cristiana, y con ella la
Iglesia, desde ese momento, en la sociedad, abrirá una nueva etapa en la historia de la
filosofía, que va a estar caracterizada por la incorporación a la reflexión filosófica de las
creencias de la revelación cristiana.
San Agustín es un ejemplo de esta época convulsa en relación a lo religioso: hijo de
padre pagano y madre cristiana, asumió el maniqueísmo durante un tiempo. Tras su
conversión al cristianismo en el 386 escribirá numerosos escritos polémicos contra las
herejías (el propio maniqueísmo, el donatismo y el pelagianismo).
1. Helenismo: Filosofía y cristianismo
Helenismo:
La expedición de Alejandro Magno (334-323 a.C.) determinó un giro radical en el
espíritu de la cultura griega, giro que señaló el final de la era clásica y el inicio de una
nueva era: la época helenística.
Mapa de las conquistas de Alejandro
Magno
Alejandro Magno (356-323 a.C) fue el
artífice de la transformación helenística
La consecuencia de mayor importancia política, provocada por la revolución de
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 2
4. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
Alejandro, fue el hundimiento de la relevancia sociopolítica de la pólis, núcleo sobre el
que giraba la reflexión política de Platón o Aristóteles.
Las características del helenismo van a ser:
1. Propagación del ideal cosmopolita. El pensamiento griego, al no ver una
alternativa adecuada a la pólis, se refugió en el ideal del cosmopolitismo,
considerando al mundo entero como si fuese una ciudad.
2. El descubrimiento del individuo. La pérdida de relevancia de la comunidad hace
crecer la identidad individual.
3. La transformación de la cultura helénica en cultura helenística. Al propagarse
entre los distintos pueblos la cultura helénica se convirtió en helenística,
asimilando elementos de otras tradiciones. Los nuevos centros de cultura,
Pérgamo, Rodas y sobre todo Alejandría –con la fundación de la Biblioteca y del
Museo-, acabaron oscureciendo a la propia Atenas. Alejandría se convirtió en el
centro de florecimiento de las ciencias particulares.
Filosofía:
La Hélade se convirtió en provincia romana en el 146 a.C., y aunque Roma fue
militar y políticamente vencedora, Grecia la conquistó desde el punto de vista cultural, y
por supuesto, también en el campo filosófico.
Platón y Aristóteles siguieron a ser reinterpretados en Roma, ahora en latín.
Pero fueron las escuelas helenísticas las que dieron representantes propios, es
decir, el epicureismo, el estoicismo y el escepticismo. Estas escuelas habían abandonado
la reflexión metafísica, para centrarse en la reflexión ética.
1. El epicureismo había sido fundado por el griego Epicuro (341-270 a.C.). Cultivaron la
lógica, la física y la ética. La primera debe elaborar los cánones según los cuales
reconocemos la verdad, la segunda estudia la constitución de lo real y la tercera, la
finalidad del hombre (la felicidad) y los medios para alcanzarla.
La lógica epicúrea cree encontrar el criterio de verdad en las sensaciones. La física
epicúrea es atomista. En referencia a la ética, los epicúreos son hedonistas al
considerar que hay moral porque los seres humanos buscan el placer y huyen del dolor.
Pero como no todos los placeres y dolores son iguales, piensan los hedonistas que la
inteligencia nos sirven para calcular los medios más adecuados para lograr el mayor
placer posible: es decir, que el intelecto moral es un intelecto calculado. El ideal de
sabiduría es pues el goce calculado, que consiste en la ausencia de dolor en el cuerpo y
la carencia de perturbación en el alma (ataraxia). Para garantizar la ataraxia distinguieron
entre:
a) Placeres naturales y necesarios (aquellos vinculados con la conservación de la vida del
individuo: comer, beber, reposar;...)
b) Placeres naturales y no necesarios (variaciones superfluas de los placeres naturales:
comer bien, beber licores refinados, vestir de manera rebuscada,...)
c) Placeres no naturales y no necesarios (los placeres vanos: deseo de riqueza, poderío,
honores y cosas semejantes).
Hay que huir de los últimos, limitar los segundos y satisfacer los primeros. Hasta aquí la
ética epicúrea resulta individualista e incluso egoísta. Este individualismo se frena a través
de la amistad. Se busca la amistad para conseguir determinados beneficios ajenos a ella
y luego, una vez que surgió, se convierte ella misma en fuente de placer, y por lo tanto,
fin. Esta tendencia se expande a través de círculos concéntricos, alcanzando la
humanidad toda (cosmopolitismo).
El epicureismo encontró en Roma una segunda patria. Destaca Tito Lucrecio Caro (99-
55 a.C.) con su largo poema De rerum natura, donde reproduce la doctrina de Epicuro en
un tono sentimental y poético.
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 3
5. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
2. El estoicismo nace en los pórticos de Atenas (en la Stoa) de la mano de Zenón de
Citio (335-263 a.C.). Los antiguos siempre vieron a la escuela estoica como rival de la
epicúrea, pese a que comparten elementos. Los estoicos crearon la lógica proposicional
que supuso un gran avance con respecto a la lógica de términos aristotélica. La física
estoica es materialista (el ser se identifica con lo corporal), monista (la materia es un
principio pasivo del Universo, que precisa un principio activo formal que es la Razón
divina, el Lógos, o Dios) y panteísta (el Lógos es como una semilla que contiene muchas
semillas -las razones seminales-, de las cuales salen todas las cosas del mundo y el
mundo mismo, por lo que Dios está en todo y todo es Dios). La ética estoica encuentra su
justificación en la física: buscan la felicidad (son eudemonistas) que sólo puede conseguir
el sabio, aquel que tiene una conducta virtuosa capaz de llegar a desear lo que
necesariamente va a ocurrir por designio inmutable del Lógos. Vivir queriendo lo
necesario es vivir asumiendo como propia el orden natural: vivir conforme a la naturaleza.
Debemos liberarnos de las pasiones (placer, tristeza, deseo y miedo) por irracionales, y
cultivar las virtudes (prudencia, fortaleza, justicia y templanza) para preservar al sabio del
mal.
El estoicismo consiguió su máximo esplendor en el ámbito romano, donde continúan con
la búsqueda de la vida buena, esto es, las preocupaciones éticas. Séneca (4 a.C.- 65 d.
C.), Epícteto (50-125 d. C.) y Marco Aurelio (121-180 d. C.) son sus principales
representantes. Se acentúa el sentido cosmopolita que ya aparecía en el mundo griego, al
sentir que existe un vínculo entre todos los seres humanos. Se ocuparán también de
cuestiones teológicas, con lo que influirán en el cristianismo.
3. El escepticismo fue fundado por el griego Pirrón de Elis (365-275 a.C.) y puede
considerarse una reacción contra el dogmatismo. El escéptico sostiene que no podemos
conocer la realidad, pues es cambiante, y tampoco podemos expresar la verdad, por lo
que debemos suspender nuestros juicios (epojé) sobre el mundo.
Sexto Empírico (II d. C.) lleva su madurez al escepticismo en la época romana.
El eclecticismo es un movimiento filosófico propio de la cultura romana. Toma
elementos de diversos autores y corrientes, tratando de conciliarlos habitualmente
mediante una vulgarización de la filosofía. Destaca Cicerón (106-43 a.C.).
El neoplatonismo fue el último "sistema" filosófico helénico. Su fundador fue
Plotino, quien en sus Enéadas va dando explicaciones a los alumnos sobre cuestiones
suscitadas por la filosofía de Platón y Aristóteles, lo que produjo un sistema original que
tendrá una profunda huella en la Edad Media. Defiende un panteísmo emanantista.
Panteísmo porque afirma que todo es divino, todo se identifica con el Uno. Emanantista
porque afirma que todo surge a partir del Uno no por creación, sino por emanación en tres
niveles: cuando el Uno reflexiona sobre sí incluso genera el intelecto; de este emana el
alma del mundo y de ella el mundo corpóreo. El ser humano, practicando el bien y
buscando la verdad puede fundirse en el Uno con el disfrute del éxtasis.
Cristianismo:
El Cristianismo es una religión que tiene como modelo a Cristo y como fin alcanzar
la salvación. Al expandirse esta religión durante los primeros siglos de su existencia, entra
en contacto con la filosofía griega hasta el grado de dar origen a esa síntesis de filosofía y
cristianismo: la filosofía medieval. La filosofía medieval se caracteriza por el esfuerzo de
intentar comprender racionalmente la fe cristiana, lo que le da un contenido
fundamentalmente religioso.
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 4
6. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
Helenismo: Filosofía y Cristianismo
Grecia Roma
Platón e Aristóteles Lógica sensualista Epicuro Tito Lucrecio
Epicureísmo Física atomista Caro
Ética hedonista
Filosofía Escuelas Lógica proposicional Zenón Epícteto
helenística Estoicismo Física materialista monista panteísta Séneca
Ética determinista Marco Aurelio
Cosmopolitismo Escepticismo Pirrón Sexto Empírico
Individualismo Eclecticismo Cicerón
Cultura Neoplatonismo Panteísmo Emanantista Plotino
Helenística
2. Las nuevas ideas frente al mundo griego
Propiamente hablando el cristianismo no es una filosofía sino una religión. Pero
para poder formular y explicar sus dogmas se sirvió de conceptos filosóficos,
especialmente del platonismo, que era la concepción filosófica que más se podía
aproximar al cristianismo (la tradición aristotélica no se asimilará por los cristianos hasta el
s. XIII con Tomás de Aquino). Ahora bien, como el cristianismo va a dominar todo el
pensamiento occidental a lo largo de la Edad Media, prácticamente las únicas
aportaciones filosóficas de este período se corresponden a las cristianas. Entre ellas cabe
destacar las siguientes:
a) Sobre el concepto de Dios: monoteísmo, creacionismo y omnipotencia divina
Monoteísmo: El cristianismo, heredero del judaísmo, se presenta como una religión
monoteísta, afirma la existencia de un sólo Dios, que es el único verdadero, y rechaza el
politeísmo de la mayoría de las culturas, especialmente la grecorromana.
Creacionismo: Otra idea absolutamente novedosa es la de la creación del mundo por
Dios de la nada (creatio ex nihilo). Los griegos consideraban que los principios materiales
existen desde siempre, la diferencia radica al explicar cuáles son y cómo se van formando
todas cuantas cosas hay. La idea de creación cristiana acentúa el poder ilimitado de Dios
y determinará una nueva forma de concebir la realidad. Para empezar implica la
separación radical entre dos clases de entes, Dios y el resto de los seres, estos son
contingentes, aquel existe necesariamente.
Omnipotencia: El Dios de los cristianos es todopoderoso. No hay ninguna otra entidad
que pueda competir con él. La idea de omnipotencia implica un poder absoluto e ilimitado,
por lo que el Dios cristiano puede actuar en contra de las propias leyes de la naturaleza.
Se explica de este modo la creencia en los milagros.
b) Sobre la Historia: encarnación
Otra novedad importante del cristianismo es su peculiar interpretación de la historia.
Según esta doctrina, el propio Dios entró a formar parte activa de la historia de la
humanidad. El dogma de la encarnación supone la creencia en que Dios se hizo hombre
en la figura de Jesús y a partir de ese instante dirige la historia de la humanidad hacia un
fin, la salvación. Desde esta perspectiva la historia tiene un fin concreto y un artífice
absolutamente nuevo. Queda lejos la concepción clásica de los griegos, según la cual la
historia es un proceso cíclico, cerrado en sí mismo, y sin posibilidad de que ningún
elemento externo le preste sentido.
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 5
7. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
c) Sobre la Antropología: inmortalidad, resurrección
También introduce novedades importantes respecto del ser humano. La primera,
heredada de la Biblia, es que fue creado a imagen y semejanza del propio Dios. Esta idea
rompe moldes, ya que tanto los griegos como los romanos no participaban de ella. La
segunda, es la creencia en la inmortalidad del alma, idea que sólo se mantenía en la
filosofía platónica (que había heredado de los pitagóricos, como recordamos, y que
también estaba presente en los ritos órficos). Ésta fue una de las razones por las que éste
fue el filósofo griego más aceptado por los pensadores cristianos. Pero la novedad más
significativa fue la creencia en la resurrección, que, tal como es formulada por el
cristianismo, non tiene paralelismo en otras culturas. La nueva concepción antropológica
cristiana tendrá consecuencias determinantes en la cultura occidental.
d) Sobre el conocimiento: la Verdad
La filosofía griega se caracteriza por insistir en los límites del conocimiento humano. Rara
vez algún filósofo pretendió haber alcanzado la verdad absoluta y total. La convicción de
la imposibilidad de un conocimiento absoluto de la verdad estaba muy extendida entre los
filósofos en tiempos del Imperio Romano. El cristianismo -al proclamar que poseía la
verdad revelada por Dios mismo- venía a chocar con la actitud moderada de los
filósofos al respecto. Al afirmarse de origen divina, la verdad cristiana se presentaba como
la verdad a secas y, por tanto, situaba su fundamento y criterios de justificación en un
plano superior al de las doctrinas filosóficas.
Las nuevas ideas sobre el mundo griego
a) Dios: monoteísta, creacionista, omnipotente
b) Historia lineal
c) Antropología: hombre imagen de Dios, inmortalidad del alma, resurrección
d) Epistemología: el Cristianismo detenta la Verdad
3. La patrística
Se denomina con este término al pensamiento cristiano que se desenvolvió entre
los siglos II y VII-VIII. Es este un período en el cual se van a establecer los dogmas
fundamentales del cristianismo, y por eso la preocupación es más bien teológica que
filosófica.
La actividad de los Padres de la Iglesia fue desarrollada en dos ámbitos
geográficos y también en dos ámbitos lingüísticos diferentes: el Imperio de Occidente o
ámbito del latín, y el Imperio de Oriente o ámbito griego. Este hecho llevó a distinguir
entre la Patrística griega y la Patrística Latina.
Las obras de la Patrística griega presentan un carácter más especulativo, mientras
que la Patrística Latina centran su atención en la formación de los cristianos por medio de
la enseñanza y la predicación. Pero ambas tienen en común la elaboración de una
reflexión de carácter teológica motivada por la necesidad de fijar el dogma y por la lucha
contra las herejías.
La patrística acostumbra a dividirse en los siguientes períodos:
1º período. Comienzo: Los Apologetas
• En Oriente Justino, Ireneo (s. II); Hipólito (s. III)
• En Occidente: Tertuliano (ss. II-III), Lactancia (ss. III-IV)
2º período: Apogeo
• En Oriente los Padres Capadocios: Basilio, Gregorio de Nacianzo, Gregorio de
Nisa (s. IV) y la Escuela de Alejandría: Clemente, Orígenes, Atanasio (s. III)
• En Occidente: Agustín de Hipona
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 6
8. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
3º periodo: Decadencia
• El último padre de Oriente suele considerarse Juan Damasceno (s. VIII)
• En Occidente: Boecio (ss. V-VI) y cierra este período Beda El Venerable (ss. VI-VII)
1º período: LOS PADRES APOLOGETAS. Se caracterizan por la defensa del
cristianismo frente a los ataques de los paganos. Destaca la postura de Tertuliano que
establecerá una radical oposición entre fe y razón. A él se atribuye la famosa expresión
“credo quia absurdum” (creo porque es absurdo). Según Tertuliano, el filósofo y el
cristiano, el hijo de la tierra y el hijo del cielo, el discípulo del error y el amigo de la verdad
se encuentran completamente separados y nada tienen que ver entre sí.
2º período: APOGEO. Las estrictas motivaciones apologéticas fueron perdiendo terreno a
medida que las circunstancias históricas del cristianismo se iban modificando. Se fue
dejando paso a otro tipo de obras que tenían objetivos menos polémicos y respondían
más a la exigencia de sistematizar la doctrina de la Iglesia. En el ámbito griego destaca
la labor de la Escuela de Alejandría con autores como Clemente y Orígenes, este último
es un exponente claro del intento de nacionalización y sistematización del dogma. Gran
parte de la actividad especulativa del s. IV de los Padres griegos fue puesta al servicio de
la discusión contra el arrianismo que defendía la creación de Jesús y negaba su
eternidad e igual naturaleza con Dios. Frente al arrianismo se sostenía la idea con una
sola divinidad, una sola substancia, y tres personas. Los Padres Capadocios mantienen
esta posición, que se convertirá en un dogma fundamental del cristianismo. En el ámbito
latino, la patrística de los ss. III e IV no padeció la problemática dogmática creada en
Oriente por el arrianismo. Su contribución a la especulación cristiana fue mucho menor
antes de Agustín de Hipona. Con Agustín de Hipona en el s. IV, se llega al autor
fundamental del período patrístico. Recoge lo mejor de la patrística precedente, los
conceptos teológicos ya aceptados por la Iglesia y les da una unidad en su obra que
tendrá mucha influencia en el pensamiento posterior.
3º período: La decadencia de la patrística: a partir de la mitad del s. V, la patrística
pierde originalidad. Persiste la actividad erudita, pero se reduce las compilaciones de
extractos y comentarios. Esta labor, sin ser creativa, va a permitir transmitir a la Edad
Media el pensamiento greco-romano.
Patrística
1. Padres apologetas (s. II-III) Occidente: Tertuliano “credo quia absurdum”
Defensa vs. Paganismo Oriente: Ireneo
2. Apogeo (ss. III-IV) Occidente: Agostiño de Hipona
sistematización doctrina de la Iglesia Oriente: Padres Capadocios, Escuela de Alejandría
3. Decadencia (s.V-VIII) Occidente: Boecio
Comentarios Oriente: Juan Damasceno
4. Agustín de Hipona (354-430). Vida y obra
Agustín de Hipona nace en la ciudad norteafricana de Tagaste en el año 354. Su
padre era pagano y su madre una ferviente cristiana. Estudió gramática latina en Madaura
y retórica en Cartago. El ambiente pagano de estas dos ciudades le hizo abandonar la
educación cristiana recibida por su madre. A los 19 años lee el Hortensius de Cicerón, que
era una exhortación a la filosofía. Al impacto que esta lectura le produjo se referirá años
más tarde en sus Confesiones de la siguiente manera: "Todos mis vanos sueños
perdieron de repente su encanto y mi corazón comenzó a suspirar con febril ardor por la
eterna sabiduría". Influido por esta obra, lee las Sagradas Escrituras pero no las entiende.
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 7
9. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
La gran preocupación por encontrar una explicación al problema del mal en el mundo
(¿Por qué existe el mal en el mundo si, según los cristianos, fue creado por un Dios
bueno?) lo lleva a ingresar en la secta maniquea, a la que pertenecerá durante diez años.
Desencantado del maniqueísmo, cae en una fase escéptica. Entre el 374 y el 386 ejerció
de profesor de retórica en Tagaste, Cartago, Roma y Milán. En Milán asiste a los
sermones de san Ambrosio, lee traducciones de las Enéadas de Plotino, del Fedón y del
Timeo de Platón, y relee las cartas de San Pablo. El neoplatonismo cumplirá la función
de liberarlo del escepticismo y de prepararlo intelectualmente para aceptar la verdad
cristiana. Recibió el bautismo a los 33 años, a los 37 fue ordenado sacerdote, y a los 42
consagrado obispo de Hipona. Murió en el año 430 cuando los vándalos sitiaban la ciudad
de Hipona.
Entre su ingente obra destaca Contra los académicos, De la vida feliz, Del orden,
Soliloquios, De la inmortalidad del alma, Del libre albedrío, De la verdadera religión,
Confesiones, De la Trinidad y De la Ciudad de Dios.
San Agustín fue el más importante de los Padres latinos. Con él culmina el esfuerzo
de integrar la filosofía, concretamente el platonismo y el neoplatonismo, en el
pensamiento cristiano. Aunque históricamente Agustín pertenece a la Edad Antigua, su
influencia intelectual hasta el siglo XIII va a ser importantísima. Sin él sería imposible
comprender gran parte del pensamiento medieval.
Vida Obra
Lee el Hortensius de Cicerón Confesiones
Se convierte al maniqueísmo De la ciudad de Dios
Fase escéptica Soliloquios
Conversión al cristianismo
Obispo de Hipona
5. Influencias en Agustín de Hipona
1. El Hortensius de Cicerón: la lectura de esta obra de Cicerón le despierta su
interés por la filosofía.
2. El maniqueísmo: esta secta religiosa debe su nombre a Mani, su líder. Como los
gnósticos, establecían una separación abismal entre la materia (mala por naturaleza) y el
espíritu (los ecos del platonismo son evidentes). Para los maniqueos existen dos reinos: el
de la luz, divino, y el de Satanás o reino de las tinieblas. San Agustín será maniqueo
durante un tiempo. Le llamó mucho la atención el problema del origen y naturaleza del
mal, es decir, cómo puede ser posible que haya mal en el mundo, siendo creado por Dios,
la máxima bondad. La solución maniqueísta, esto es, existen dos principios, uno del bien
y otro del mal, no le convencerá, y buscará su propia solución a este problema.
3. El Neoplatonismo de Plotino: San Agustín conoció el platonismo fundamentalmente a
través de dos obras de Platón, el Fedón (dedicado al tema de la inmortalidad y de su
afinidad con las ideas) y el Timeo (dedicado a exponer el origen y formación del
universo). Conoció también (aunque no sabemos si en su totalidad) las Enéadas de
Plotino. Su contacto con el platonismo le produjo la convicción de que éste es
íntimamente afín al contenido de la fe cristiana. No resulta difícil pensar el que le pudo
interesar a un cristiano de Platón (existencia de otro mundo aparte del sensible; el mundo
sensible fue hecho a imagen y semejanza de las ideas; la inmortalidad del alma, etc.).
Mas el eclecticismo entre el pensamiento cristiano y el platónico ya había sido realizado
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 8
10. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
por Plotino (s. III), dando lugar al surgimiento del Neoplatonismo. Esta corriente afirma
una postura metafísica que se denominó panteísmo emanatista. Panteísmo porque
afirma que todo es divino, todo se identifica con el Uno (Dios=Uno). Emanatista porque
afirma que todo surge a partir del Uno, no por creación, sino por emanación. Es difícil
comprender a San Agustín sin tener en cuenta esta influencia. De hecho algunos autores
consideran al santo como el pensador que tiene una obra que constituye la cumbre de la
filosofía cristiana de inspiración platónica.
Influencias
Hortensius de Cicerón: interés por la filosofía
Maniqueísmo: reacciona contra él
Neoplatonismo de Plotino y Platón (Fedón, Timeo)
Cristianismo
6. El problema de la razón y la fe
La razón y la fe, la filosofía y la religión, son para Agustín de Hipona dos caminos
distintos que conducen a Dios. En cuanto que Dios es la verdad, la filosofía (amor a la
sabiduría) y la religión (amor a Dios) coinciden en sus objetivos. De hecho en el
pensamiento de Agustín resulta imposible separar con nitidez el ámbito filosófico del
religioso. Así pues, dado que sólo existe una única verdad absoluta, de la que es
depositaria el cristianismo, la relación entre la razón y la fe tiene que ser de colaboración
mutua.
La filosofía por sí sola no basta para alcanzar la fe. Su paso por el maniqueísmo y
el escepticismo le hicieron ver las limitaciones de la razón humana. Pero la filosofía es un
instrumento intelectual que prepara para alcanzarla, y una vez recibida, ayuda a hacerla
comprensible. Así, fe y razón colaboran, de ahí su frase: “Intellige ut credas, crede ut
intelligas” (Entiende para creer, cree para entender). Sólo tienes que comparar esta frase
con la de Tertuliano para darte cuenta del avance que supone la postura agustiniana con
la de otros autores patrísticos en el problema fe-razón.
Esta colaboración entre la razón y la fe se pone de manifiesto en la propia
trayectoria intelectual de San Agustín: el neoplatonismo le ayudó a prepararse
intelectualmente para recibir la fe cristiana, y posteriormente tratará de comprenderla
utilizando la filosofía neoplatónica.
El problema fe-razón
Tertuliano (s. II-III): credo quia absurdum Agustín de Hipona: intellige ut credas,
crede ut intelligas
Fe Razón Fe Razón
Colaboran: buscan Verdad=Dios
7. Teoría de la verdad: interiorismo e iluminación
El objetivo de la obra de San Agustín (como de los pensadores clásicos) es la
búsqueda de la felicidad, mas ésta sólo se puede encontrar mediante la sabiduría.
Alcanzar la verdad conduce a la felicidad, de ahí que tenga tanta importancia en su obra.
Su concepción es difícil de entender si no tenemos en cuenta ciertos aspectos biográficos:
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 9
11. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
• San Agustín inicia su andanza intelectual en el maniqueísmo, pero acaba por
descubrir que Fausto, su cabeza visible, es un enredador. El maniqueísmo no
conduce a la verdad.
• También pasó por una etapa escéptica. Cicerón, importante influencia en San
Agustín, como hemos visto, había sido un simpatizante de Carnéades (un
escéptico), quien decía que no se podía conocer la verdad. Lo correcto para los
escépticos era mantener la duda. ¿Qué hacer en una situación que precisa una
decisión urgente? Seguir lo más probable o verosímil. El de Hipona pronto se da
cuenta de que esta teoría es absurda. A nivel teórico existen verdades eternas e
indudables –como los principios de las matemáticas- a nivel práctico, al no tomar
una decisión, es indiferente actuar bien o mal en el campo moral, lo que supone
una inmoralidad.
San Agustín desecha el escepticismo, pues cualquiera que dude, sabe que duda y eso
es ya una certeza: “si enim fallor, sum” (si dudo, soy). La conclusión es que a pesar de
las limitaciones de nuestro conocimiento, en él hay verdades y, por lo tanto, el
escepticismo queda desechado. [Descartes, ya en la modernidad, recuperará el proceso
de duda agustiniano para su método].
San Agustín afirma que la finalidad de su investigación es conocer a Dios y el alma.
Pero este conocimiento no supone investigaciones diferentes, sino que desde el
conocimiento del alma se puede llegar a Dios.
El interiorismo: El punto de partida para procurar la verdad está en nuestro interior.
Buscar a Dios significa, para San Agustín, buscar en el alma; y buscar en el alma quiere
decir autoconocimiento de nuestra vida interior. La interiorización le permite al ser humano
erigirse hacia la verdad, pero como la verdad está en Dios, la interiorización es un
transcendimiento desde el interior del alma.
La cuestión de la interioridad no es original de San Agustín, pues ya estaba presente en el
neoplatonismo y en algunos autores gnósticos. Así para el neoplatonismo y para San
Agustín, el volverse hacia el interior del alma, el buscar nuestra conciencia es el camino
que nos permite captar el principio que da sentido a la realidad. Y cuando ese principio,
Dios, es transcendente, el conocimiento de la verdad aparece como una ascensión, un
transcender más allá de uno mismo.
El iluminismo: el proceso de ascensión comienza descubriendo en nosotros mismos las
verdades eternas que, al igual que las ideas platónicas, son verdades inmutables y
necesarias. Pero, ¿cómo explicar que se encuentre en nuestra alma el objeto propio del
conocimiento verdadero, siendo la naturaleza humana una realidad mutable? San Agustín
rechaza la reminiscencia platónica y la transmigración. Defiende la teoría de la
iluminación divina: las ideas están en la mente de Dios como arquetipos o modelos de
las cosas (como había afirmado el neoplatonismo) y el ser humano llega a conocerlas
gracias a una iluminación divina en el alma. Esta teoría de la iluminación sigue la imagen
que Platón usó en la República cuando compara la Idea de Bien con el Sol. La idea del
Bien en el mundo inteligible es como el Sol en el mundo sensible porque al iluminar las
cosas las hace visibles.
Así mismo Dios, con la iluminación, permite descubrir las verdades eternas. De este
modo, San Agustín salva la contradicción entre la interioridad y la transcendencia de la
verdad (el fundamento de las Ideas está en la realidad transcendente de Dios), pero va a
suponer establecer una total dependencia respecto de Dios en el conocimiento.
Epistemología: conocer la Verdad
Verdad
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 10
12. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
No llevan a la Verdad Camino a la Verdad: Dios
Maniqueísmo Escepticismo Interiorismo Iluminismo
Enredan Si enim fallor, sum Alma Alma
transciende ilumina
Dios Dios
8. La realidad como creación: creación del mundo y antropología
La Creación del mundo
Creacionismo: Todo cuanto existe fue creado por Dios a partir de la nada. El cristianismo
supone una novedad que no podía ser admitida por la filosofía griega, la idea de creación.
La idea de creación implica la noción de transcendencia, por lo que también queda
superada la teoría neoplatónica de la emanación, que conducía a un panteísmo. Según
San Agustín, todo fue hecho de una vez por Dios, creación espontánea, y la razón de que
las cosas que hay sean como son se encuentra en las propias ideas existentes en la
mente divina, “razones seminales”.
Explicaciones previas de la creación del mundo: El platonismo se sirve del mito del
Demiurgo para explicar la formación del cosmos. Admite la existencia de una materia
eterna y caótica, de las ideas o formas y de un arquitecto el Demiurgo, que, sirviéndose
de los modelos (las ideas), conforma la realidad material. El neoplatonismo explica la
formación del universo a partir de la teoría de la emanación: todo surge del Uno, como si
de una fuente se tratara por un proceso de emanación. Pero ninguna de estas teorías se
adecua a la concepción cristiana, según la cual el mundo fue creado por Dios de la nada.
Explicación de Agustín de Hipona: San Agustín, que es heredero del Platonismo y
especialmente del neoplatonismo, introduce una nueva explicación del universo, el
creacionismo. Según él, el mundo, el ser humano y todo cuanto hay fue creado por Dios
todopoderoso. El problema surge al explicar cuándo y cómo se produjo la creación. Por
un lado, las Sagradas Escrituras (Eclesiastés) afirman que Dios creó todo de una vez (“El
que vive por siempre creó todas las cosas juntas”), pero, por otro, en el Génesis, se hace
referencia a una sucesión temporal (“Dios creó el mundo en seis días”). ¿Cómo resuelve
San Agustín este problema? Sirviéndose de los conceptos eternidad-temporalidad y
“razones seminales”.
Eternidad-temporalidad: La creación es simultánea. Antes de ella no existía el tiempo.
La eternidad es completamente distinta del tiempo, aquella es inmutable, éste es cambio y
duración. Sólo existe el tiempo a partir de la creación, en realidad el tiempo es el
sucederse de las cosas que solamente el espíritu puede medir, pero su relación con la
eternidad sigue siendo un misterio. De este modo, se responde a la primera cuestión, la
creación es simultánea y fuera del tiempo. El tiempo empieza en lo creado. La expresión
del Génesis debe ser entendida en sentido figurado, dado que no hubo duración en el
proceso de creación. Esto sigue siendo un gran misterio.
“Razones seminales”: Pero si todo fue hecho de una vez, entonces parecería que todo
debería ser igual, que no se podría establecer distinciones entre distintas especies de
seres. Por ello es evidente que hay diversas clases de seres. Aquí introduce San Agustín
el concepto acuñado por los estoicos “razones seminales” (“logoi spermatikoi”) y usado
en el neoplatonismo. Las “razones seminales” o semillas de todas las cosas, vienen a ser
las ideas eternas existentes en la mente divina que, esparcidas en el universo en el
momento de la creación, van dando lugar a las distintas especies. Por esta razón se
pueden distinguir diversas clases de seres, pero también por eso mismo la creación
permanece fija (“fijismo”).
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 11
13. Unidad 3: Filosofía Medieval (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) Historia de la Filosofía
Creacionismo del mundo
Eclesiastés Eternidad-temporalidad
Creación del mundo por Dios: Conflicto San Agustín
Génesis Razones seminales: fijismo
9. La antropología agustiniana
La concepción agustiniana del ser humano tiene una profunda influencia platónica.
Lo mismo que Platón, aquel considera que el ser humano es propiamente hablando alma,
que circunstancialmente habita en un cuerpo. No hay una verdadera unión
(substancial) entre ambos. El hombre propiamente hablando no es sólo cuerpo, ni
tampoco el conjunto de cuerpo y alma, sino alma. El cuerpo es la fuente de los males y de
los errores, por eso el alma cuanto más se aleje de sus exigencias, se verá más liberada.
Esta concepción dualista y peyorativa respecto del cuerpo ejercerá una grande
influencia en la literatura cristiana posterior.
En el alma reside la razón, capaz de conducirnos a la verdad, pero él distingue en
ella dos vertientes: la razón inferior y la razón superior. La primera, más directamente
relacionada con los sentidos del cuerpo tiene por objeto la ciencia, el conocimiento de la
realidad exterior y la solución de las necesidades materiales fundamentales. La razón
superior, asiento de las verdades necesarias, eternas e inmutables, es la que puede
alcanzar la verdadera sabiduría, es la que puede elevarse hasta Dios y en ella es donde
se produce el proceso de iluminación divina.
Por supuesto que el alma es inmaterial e inmortal. Así como todo lo corpóreo o
material tiene altura, anchura y profundidad, las actividades anímicas carecen de
extensión espacial, el alma es, pues, inmaterial. Pero, además, el alma es también
inmortal y eterna. El razonamiento que desenvuelve en el Libro II de los Soliloquios se
resume así: puesto que la verdad es inmutable y eterna y el alma humana está
íntimamente ungida con la verdad, ésta tiene que ser inmortal.
Antropología
Dualismo antropológico: no hay unión alma-cuerpo
- En el alma: reside la razón (razón inferior y razón superior)
- El alma es inmortal e inmaterial
IES San Tomé de Freixeiro (Vigo) 12
14. MAPA CONCEPTUAL SAN AGUSTÍN DE HIPONA
FILOSOFÍA RAZÓN RELIGIÓN FE
Platonismo Neoplatonismo Judaísmo CRISTIA NISMO
Helenismo Aristotelismo Creador
Individualismo Epicúreos Dios Omnipotente
Cosmopolitismo Estoicos Monoteísmo
Cultura helenística Escépticos Historia: tiempo lineal
Eclecticismo Dualismo antropológico
Verdad revelada
PATRÍSTICA
AGUSTÍN DE HIPONA
Razón---------------Fe
COLABORAN
buscan
Ontología Antropología
VERDAD = DIOS
creó Eternidad-temporalidad
MUNDO “Razones seminales”: fijismo
y el
SER HUMANO
compuesto de
ALMA----------------------------------------------------------------------------CUERPO
Es inmortal e inmaterial No hay unión (dualismo antropológico) Es mortal y tiene extensión
Epistemología
transciende ilumina
Interiorismo Iluminismo
DIOS
Conocimiento racional superior: Sabiduría Conocimiento sensible
Conocimiento racional inferior: Ciencia