El documento advierte en tono humorístico sobre las supuestas maldiciones que caerán sobre quienes rompan una cadena de mensajes que habla de los efectos negativos en varias figuras políticas venezolanas por haber roto cadenas anteriormente, como enfermedades, desgracias personales y cambios físicos desfavorables. Se exhorta enfáticamente a enviar la cadena a otros para evitar dichas consecuencias.