El documento es una reflexión de un sacerdote sobre la relación entre padres e hijos. Expresa que cuando los hijos dicen "no te metas en mi vida" a sus padres, en realidad son los hijos los que se meten en la vida de los padres desde el nacimiento al ocupar su tiempo, dinero y esfuerzo. Los padres tienen todo el derecho y responsabilidad de involucrarse en la vida de sus hijos para formarlos como buenas personas y ayudarlos a triunfar en la vida.