1. El hada del bosque
Érase una vez una niña llamada Ana, a la que le gustaba
mucho montar en bicicleta. Ana siempre llevaba sombrero, y
vivía en una casa de campo cercana a un bosque muy verde y
bonito.
Ana solía dar paseos con su bicicleta por las afueras del
bosque, ya que su madre le había dicho que nunca se metiera
dentro del bosque porque podría ser peligroso.
Pero un día, hacía mucho viento y el sombrero de Ana salió
por los aires dirigiéndose hacia el interior del bosque.
Ana pensaba que el sombrero volvería de nuevo, pero lo vio
desaparecer como si el bosque se lo tragara…
Ana, muy disgustada y haciendo caso omiso de lo que le dijo
su madre, se adentró en el bosque para buscar su sombrero.
Cuál fue su sorpresa cuando alguien le tocó la espalda y le
dijo: “Ana, soy tu hada madrina, y siempre he vivido aquí
para protegerte el día que entraras en el bosque, ya que
este bosque está encantado y hay que tener mucho cuidado“.
El hada del bosque siguió hablando y le dijo a Ana: “Ahora
quédate aquí, que yo voy a buscar tu sombrero“.
Ana, todavía impresionada por ver a su hada madrina, se
quedó inmóvil, esperando a que el hada volviera para
sacarla de nuevo del bosque.
2. Pero de repente, Ana empezó a oír ruidos extraños y vio
como un pájaro gigantesco la agarraba por la espalda y se
la llevaba. Pero su hada madrina, después de encontrar el
sombrero de Ana, oyó los gritos, y salió volando en su
caballo mágico en busca de Ana.
El hada del bosque echó unos polvos mágicos al malvado
pájaro, y consiguió rescatar a Ana y dejarla de regreso en
su casa.
Así Ana comprendió que no debía desobedecer a su madre
nunca más, y como era muy inteligente pensó: “los mayores
se dan cuenta de peligros que los niños no vemos“.
FIN