2. El 3 de octubre, refiriéndose al naufragio en
Lampedusa donde murieron 94 personas. dijo:
"La palabra que me viene es vergüenza: es una
vergüenza“
"Hablando de paz, hablando de la inhumana crisis
económica mundial, que es un síntoma de la gran
falta de respeto por el hombre, debo recordar con
gran dolor a las numerosas víctimas del enésimo
trágico naufragio ocurrido hoy cerca de
Lampedusa"
3. "Oremos juntos a Dios por quienes perdieron
la vida hombres, mujeres, niños, por los
familiares,
por todos los refugiados. Unamos nuestros
esfuerzos para que no se repitan tragedias
similares. Sólo una decidida colaboración de todos
puede ayudar a prevenirlas".
4. En la homilía del 3 de noviembre dijo:
"cada semana vamos a la iglesia, o murió aquel
y vamos al funeral… y esta memoria,
tantas veces, nos aburre, porque no es cercana.
Es triste, pero la Misa tantas veces se transforma
en un evento social y no estamos cercanos a la
memoria de la Iglesia, que es la presencia del
Señor ante nosotros".
5. Cuando la memoria se vuelve lejana,
"se transforma en recuerdo; pero cuando se hace
cercana,
se transforma en alegría y ésta es la alegría del
pueblo".
Esto, constituye "un principio de nuestra vida
cristiana". Cuando la memoria se hace cercana,
"hace dos cosas: inflama el corazón y da alegría":
6. "Y esta alegría es nuestra fuerza.
La alegría de la memoria cercana.
En cambio, la memoria domesticada,
que se aleja y se convierte en un simple recuerdo,
no inflama el corazón, no nos da alegría
y no nos da fuerza.
7. Este encuentro con la memoria es un evento de
salvación, es un encuentro con el amor de Dios
que ha hecho historia con nosotros y nos ha
salvado;
es un encuentro de salvación.
Y es tan bello ser salvados, que hay que hacer
fiesta".
8. "cuando Dios viene
y se acerca siempre hay
fiesta".
Y "tantas veces nosotros los
cristianos tenemos miedo de
la fiesta:
esta fiesta sencilla
y fraterna que es un don de
la cercanía del Señor".
9. La vida, nos lleva a alejar esta cercanía,
a mantener sólo el recuerdo de la salvación,
no la memoria que está viva".
La Iglesia, tiene "su memoria":
la "memoria de la Pasión del Señor".
También a nosotros, nos sucede que alejamos
esta memoria y la transformamos en un recuerdo,
en un evento habitual":
10. “Pidamos al Señor
"la gracia de tener siempre su memoria cerca de
nosotros, una memoria cercana y no domesticada
por el hábito,
de tantas cosas, y alejada en un simple recuerdo".
11. El 4 de octubre en su
visita a Asís dijo:
”El testimonio de
San Francisco nos
muestra que:
“quien sigue a
Cristo, recibe la
verdadera paz,
aquella que solo Él,
y no el mundo,
nos puede dar”.
12. “muchos asocian a san Francisco con la paz,
pero pocos profundizan.
¿Cuál es la paz que Francisco acogió
y vivió y nos transmite?
La de Cristo, que pasa a través del amor más
grande,
el de la Cruz. Es la paz que Jesús resucitado dio
a los discípulos cuando se apareció en medio de
ellos”.
13. “La paz franciscana no es
un sentimiento almibarado.
Por favor:
¡ese san Francisco no existe!
Y ni siquiera es una especie
de armonía panteísta con las
energías del cosmos…
Tampoco esto es
franciscano,
sino una idea que
algunos han construido”.
14. “la paz de san
Francisco es la de
Cristo,
y la encuentra el que
‘carga’ con su ‘yugo’,
es decir su
mandamiento: Amaos
los unos a los otros
como yo os he amado.
Y este yugo no se puede
llevar con arrogancia,
con presunción,
con soberbia,
sino sólo se puede
llevar con
mansedumbre y
humildad de corazón”.
15. Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís.
El encuentro con Jesús llevó a San Francisco
“a despojarse de una vida cómoda y
superficial,
para abrazar ‘la señora pobreza’
y vivir como verdadero hijo
del Padre que está en los cielos”.
16. “Esta elección de san Francisco representaba un
modo radical de imitar a Cristo,
de revestirse de Aquel que siendo rico se hizo
pobre para enriquecernos con su pobreza.
El amor a los pobres y la imitación de Cristo
pobre
son dos elementos unidos de modo inseparable
en la vida de Francisco,
las dos caras de una misma moneda”.
17. “Ser cristianos es
una relación viva
con la Persona de
Jesús,
es revestirse de él,
es asimilarse a él”.
18. “¿Dónde inicia el
camino de Francisco
hacia Cristo?
Comienza con la
mirada de Jesús en la
cruz. Dejarse mirar
por Él
en el momento en el
que da la vida por
nosotros y nos atrae a
sí”.
19. “el Crucifijo no nos
habla de derrota, de
fracaso;
paradójicamente
nos habla de una
muerte que es vida,
que genera vida,
porque nos habla de
amor, porque él es el
Amor de Dios
encarnado,
y el Amor no muere,
más aún, vence el mal
y la muerte”.
20. “El que se deja mirar por Jesús crucificado es
re-creado, llega a ser una ‘nueva criatura’.
De aquí comienza todo:
es la experiencia de la Gracia que transforma,
el ser amados sin méritos, aun siendo
pecadores”.
21. San Francisco
“enséñanos a permanecer ante el Crucificado,
a dejarnos mirar por él,
a dejarnos perdonar, recrear por su amor”.
22. “Desde esta Ciudad Asís, ciudad de la paz,
repito con la fuerza y mansedumbre del amor:
respetemos la creación,
no seamos instrumentos de destrucción”.
23. “respetemos todo ser humano:
que cesen los conflictos armados que
ensangrientan
la tierra, que callen las armas y en todas
partes el odio ceda el puesto al amor, la
ofensa al perdón
24. Escuchemos el grito de los que lloran,
sufren y mueren por la violencia,
el terrorismo o la guerra, en Tierra Santa,
tan amada por san Francisco, en Siria,
en todo el Oriente Medio, en todo el mundo”.
25. En Asís asistió a un
instituto que acoge
a niños enfermos
y con discapacidad;
dijo:
“nosotros estamos
entre las llagas de
Jesús,
llagas que deben ser
reconocidas.
Me viene en mente
cuando el Señor Jesús
iba en camino con sus
discípulos que estaban
tristes y al enseñarles
las llagas lo
reconocieron”.
26. “Aquí Jesús está escondido entre estos niños,
entre estas personas a las que hay que escuchar;
no como se escuchan las noticias que después
de uno o dos días pasan en segundo lugar,
tienen que escucharlos los que se llaman
cristianos”.
27. “Jesús está presente entre vosotros
y la carne de Jesús son las llagas de Jesús
en estas personas.
El cristiano adora a Jesús y sabe reconocer sus
llagas”.
28. “Pero Jesús, después de resucitar, era bellísimo.
No tenía en su cuerpo ni hematomas, ni
heridas.
Nada; era más hermoso.
Sólo quiso conservar las llagas y se las llevó
al cielo.
Las llagas de Jesús están aquí y están en el cielo
29. “Cuando en los medios
de comunicación se
habla de la Iglesia,
creen que la Iglesia
son los curas, las
monjas,
los obispos,
los cardenales
y el Papa.
Pero la Iglesia somos
todos.
Y todos tenemos que
despojarnos de esta
mundanidad que es el
espíritu contrario
de las
bienaventuranzas,
30. “La Iglesia, todos nosotros, tenemos que
despojarnos de la mundanidad que la lleva a
la vanidad,
al orgullo, que es la idolatría”.
31. ¡Que el Señor nos dé a todos el valor de
despojarnos!, pero no de 20 liras, no, no.
Despojarnos del espíritu del mundo que es la
lepra, es el cáncer de la sociedad.
Es el cáncer de la revelación de Dios”.
32. El 6 de octubre antes
del rezo del ángelios
dijo:
“También nosotros,
como los Apóstoles,
decimos al Señor
Jesús: ‘¡Auméntanos
la fe!’.
Sí, Señor,
nuestra fe es
pequeña, nuestra fe
es débil, frágil, pero
te la ofrecemos tal
como es,
para que Tú la hagas
crecer”.
33. “Y el Señor, ¿qué cosa nos responde? ;
Responde:
‘Si tuvieran fe como un grano de mostaza,
habrían dicho a este sicómoro:
Arráncate y plántate en el mar,
y les habría obedecido’”.
34. “la semilla de la mostaza es pequeñísima,
pero Jesús dice que basta tener una fe así,
pequeña, pero verdadera, sincera, para hacer
cosas humanamente imposibles, impensables. ¡Y
es verdad!”.
35. “Todos conocemos a personas sencillas,
humildes,
pero con una fe fortísima,
¡que verdaderamente mueven las montañas!”.
36. “Pensemos en tantas mamás y papás,
que afrontan situaciones muy pesadas;
o en ciertos enfermos, incluso gravísimos,
que transmiten serenidad a quien los va a
visitar.
Estas personas, precisamente por su fe,
no se vanaglorian de lo que hacen, es más,
como pide Jesús en el Evangelio, dicen:
‘Somos siervos inútiles;
hemos hecho lo que debíamos hacer’”.
37. “Cada uno de nosotros, en la propia vida de
cada día, puede dar testimonio de Cristo, con
la fuerza de Dios, con la fuerza de la fe.
Con la fe pequeñísima que nosotros tenemos,
pero que es fuerte, con esa fuerza dar
testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la
vida.
¡Con nuestro testimonio!”.
38. “¿Y cómo tomamos esta fuerza?
La tomamos de Dios en la oración”.
La oración, “es la respiración de la fe:
en una relación de confianza, de amor,
no puede faltar el diálogo,
y la oración es el diálogo del alma con Dios”.
39. “Octubre es también
el mes del Rosario,
“Nos unimos
espiritualmente a este
acto de confianza en
nuestra Madre,
y recibimos de sus
manos la corona del
Rosario:
¡el Rosario es una
escuela de oración!
¡El Rosario es una
escuela de fe!”.
40. El 7 de octubre en su
homilía , dijo:
Jonás sirve al Señor,
reza mucho y hace el
bien, pero cuando el
Señor lo llama comienza
a huir.
"fuga de Dios".
Jonás,
"tenía su historia escrita"
y "no quería ser
molestado.
El Señor lo envió a
Nínive,
y él se embarcó hacia
España. Huía del Señor":
41. "La fuga de Dios:
Se puede huir de Dios,
aun siendo cristiano,
siendo católico,
siendo de la Acción Católica,
siendo sacerdote, obispo,
Papa ... todos, ¡todos
pueden huir de Dios! Es una
tentación diaria.
No escuchar a Dios,
no escuchar su voz,
no sentir en el corazón su
propuesta, su invitación.
Se puede escapar
directamente".
42. "Hay otras formas de huir de Dios,
un poco más educadas, un poco más
sofisticadas, ¿no?
En el Evangelio, encontramos a este hombre
medio muerto, tirado al borde del camino, y
por casualidad, un sacerdote pasaba por ese
camino - un sacerdote digno, con la sotana,
bueno, ¡muy bueno!
Miró y observó: ‘Llegaré tarde a misa’,
43. Luego pasó un levita, que, quizás habrá
pensado:
"Si yo me detengo, si me acerco, tal vez ya esté
muerto, y mañana tengo que ir al juez y dar
testimonio"...
y se fue. Él, también, huyó "de esta voz de
Dios".
44. "Sólo tiene la capacidad de escuchar la voz de
Dios, uno que habitualmente huía de Dios, un
pecador",
un samaritano. Este, "es un pecador, alejado
de Dios,
y sin embargo "escuchó la voz de Dios y se
acercó".
45. El samaritano, "no estaba acostumbrado a las
prácticas religiosas, a la vida moral, incluso
teológicamente estaba equivocado" porque los
samaritanos
"creían que a Dios se le debiese adorar en otro
lugar y no donde el Señor quería".
Sin embargo el samaritano "entendió que Dios lo
llamaba,
y no huyó". "Se le acercó, le vendó las heridas,
echándoles aceite y vino, luego lo puso sobre el
caballo", e incluso
"lo llevó a un albergue y cuidó de él. Perdió toda
46. ¿Y por qué Jonás huyó de Dios?
¿Por qué el sacerdote huyó de Dios?
¿Por qué el levita huyó de Dios?
Porque tenían el corazón cerrado,
y cuando tienes el corazón cerrado,
no puedes escuchar la voz de Dios.
En cambio, un samaritano que iba por el camino
‘lo vio y se conmovió’: tenía un corazón abierto,
era humano. Y la humanidad lo acercó".
47. "Jonás tenía un diseño de
su vida:
quería escribir su historia",
y así también el sacerdote
y el levita.
"Un diseño de trabajo".
En cambio, este pecador,
el samaritano
"se dejó escribir la vida
por Dios: cambió todo,
aquella noche,
porque el Señor le acercó
la persona de este pobre
hombre, herido,
gravemente herido, tirado
en la calle".
48. "Me pregunto, a mí, y pregunto a ustedes:
¿nos dejamos escribir la vida, nuestra vida,
por Dios o queremos escribirla nosotros?
Y esto nos habla de la docilidad:
¿somos dóciles a la Palabra de Dios?
49. ‘Sí, ¡yo quiero ser dócil!’.
Pero tú, ¿tienes la capacidad de escucharla, de
oírla?
¿Tienes la capacidad de encontrar la Palabra de
Dios en la historia de cada día, o son tus ideas las
que te mantienen,
y no dejas que la sorpresa del Señor te hable?".
50. "Tres personas que están huyendo de Dios
y otra en una situación irregular",
que es "capaz de escuchar, abrir el corazón y no
huir".
Estoy seguro, que todos nosotros vemos que
"el samaritano, el pecador, no huyó de Dios".
51. El 8 de octubre dijo:
“Que el Señor, nos conceda escuchar Su voz,
que nos dice: ¡También tú anda y has así!".
52. “Nosotros cuando no oramos,
lo que hacemos es cerrarle la puerta al Señor.
Y no orar es esto: cerrar la puerta al Señor,
para que Él no pueda hacer nada”.
53. “En cambio, la oración,
ante un problema,
una situación difícil,
a una calamidad es abrirle
la puerta al Señor para que
venga.
Porque Él rehace las cosas,
sabe arreglar las cosas,
acomodar las cosas.
Orar por esto:
abrir la puerta al Señor,
para que pueda hacer algo.
¡Pero si cerramos la
puerta,
el Señor no puede hacer
nada!”.
54. “el Señor un poco nos dice:
‘La primera tarea en la vida
es esto: la oración’.
Pero no la oración de
palabra,
como loros, sino la oración,
el corazón: mirar al Señor,
escuchar al Señor,
pedir al Señor. Sabemos que
la oración hace milagros”.
55. En twitter dijo:
El misterio de la cruz, misterio de amor,
sólo se puede comprender en la oración.
Recen y lloren de rodillas ante la cruz.
56. Cuando nos encontremos con la cruz,
digamos a María:
¡Madre nuestra, danos fuerza para aceptar
y abrazar la cruz!
57. ¡Señor, ten piedad!
Muchas veces nuestras vidas cómodas nos
ofuscan
y nos impiden ver a los que mueren a
58. Queridos jóvenes,
no tengan miedo a dar pasos definitivos en la
vida.
Tengan confianza, el Señor no los
abandonará.
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