2. El 24 de octubre dijo:
" Seamos cristianos en serio y no tibios,
asumiendo con coraje el camino de la santificación."
"El Apóstol Pablo, trata de explicarnos esto con la
lógica del antes y el después: antes de Jesús y
después de Jesús".
San Pablo considera el antes "basura", mientras el
después es como una nueva creación.
Y nos indica "un camino para vivir según esta lógica
del antes y el después".
3. "sin esta conciencia del antes y del después de la
que nos habla Pablo, nuestro cristianismo ¡no sirve
a nadie!
Es más: va por el camino de la hipocresía.
Me digo cristiano, ¡pero vivo como pagano!".
4. "Algunas veces decimos ‘cristianos a mitad de
camino’,
que no toman en serio esto.
Somos santos, justificados, santificados por la
sangre de Cristo: ¡tomar esta santificación y llevarla
adelante!
5. ‘Pero, sí, sí; pero, no,
no’.
Un poco como decían
nuestras mamás:
‘¡cristiano al agua de
rosa, no!’.
Un poco así… Un poco
de barniz de cristiano,
un poco de barniz de
catequesis…
" Pero dentro no hay
una verdadera
conversión,
no existe esta
convicción de Pablo:
‘He dejado pasar todo
lo que considero
basura,
para ganar a Cristo y
6. "Ésta, "era la pasión de Pablo,
y ¡ésta es la pasión de un cristiano!"
Es necesario, "dejar todo lo que nos aleja de
Jesucristo" y "hacer todo nuevo: ¡todo es
novedad en Cristo!". "¡Hemos sido re-hechos en
Cristo! Lo que ha hecho Cristo en nosotros es
una re-creación: la sangre de Cristo nos ha recreado."
7. "¡Es una segunda creación! Si antes toda nuestra
vida,
nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestras costumbres
estaban
en el camino del pecado, de la iniquidad,
después de esta re-creación debemos hacer el
esfuerzo de caminar por el camino de la justicia, de
la santificación".
"La santidad. Todos nosotros hemos sido
bautizados: en aquel momento, nuestros padres –
nosotros éramos niños– en nuestro nombre,
hicieron el Acto de fe: ‘Creo en Jesucristo", que nos
8. "Esta fe en Jesucristo, "debemos volver a asumirla“
y "llevarla adelante con nuestro modo de vivir".
"vivir como cristiano es llevar adelante esta fe en
Cristo,
esta re-creación". " Y con la fe, llevar adelante las
obras que nacen de esta fe, "obras para la
9. así, pero creo en
Jesucristo,
pero vivo como quiero…
¡Y, no, eso no te
santifica;
eso no va!
¡Es un contrasentido!
"Pero si tú dices:
‘Yo, sí, soy pecador; yo
soy débil’ y vas siempre
al Señor
y le dices: ‘Pero, Señor,
tú tienes la fuerza, ¡dame
la fe! ¡Tú puedes
curarme!’.
Y en el Sacramento de la
10. "sí también nuestras imperfecciones sirven
para este camino de santificación. Pero
siempre es:
antes y después".
"Antes del Acto de fe, antes de la aceptación
de Jesucristo que nos ha re-creado con su
sangre estábamos en el camino de la
injusticia".
" Después, en cambio, "estamos en el camino
de la santificación, ¡pero debemos tomarla
11. "Para tomarla en serio, es necesario hacer
obras de justicia, obras "sencillas": "adorar a
Dios:
¡Dios es El primero siempre! Y puedes hacer
lo que Jesús aconseja: ‘ayudar a los demás’".
"son las obras que Jesús ha hecho en su vida:
obras de justicia, obras de re-creación".
12. "Cuando nosotros
damos de comer a un
hambriento",
"re-creamos en él la
esperanza.
Y así con los demás".
Si en cambio
"aceptamos la fe y
después no la vivimos
somos cristianos sólo
de memoria"
13. "Pidamos a San Pablo
que nos de la gracia
de vivir como
cristianos en serio, y
creer verdaderamente
que hemos sido
santificados por la
sangre de Jesucristo".
14. El 26 de octubre dijo:
"confesar nuestros pecados no es ir a una sesión
de psiquiatría, ni siquiera ir a una sala de tortura:
es decir al Señor: ‘Señor soy pecador’, pero
decirlo a través del hermano, para que este decir
sea también concreto.
‘Y soy pecador por esto, por esto y por esto’".
"algunos dicen: ‘ah, yo me confieso con Dios’.
15. "Dios está allá, lejos,
yo digo las cosas y no
hay un cara a cara, no
hay un a cuatro ojos.
(San) Pablo confiesa su
debilidad a los hermanos
cara a cara. Otros:
‘No, yo voy a
confesarme’"
"Pero se confiesan cosas
tan etéreas, tan en el
aire,
que no tienen ninguna
concreción. Y eso es lo
mismo que no hacerlo".
16. "Los pequeños tienen esa sabiduría: cuando un niño
viene a confesarse, jamás dice una cosa general."
"Pero, padre he hecho esto y he hecho esto a mi tía,
al otro le he dicho esta palabra" y dicen la palabra.
Son concretos, ¡eh!" "Tienen esa sencillez de la
verdad.
Y nosotros tenemos siempre la tendencia a esconder
17.
"Para muchos creyentes adultos confesarse ante
el sacerdote es un esfuerzo insostenible
–que induce con frecuencia a esquivar el
Sacramento –
o una pena tal que transforma un momento
de verdad en un ejercicio de ficción."
"Los creyentes deben aprender de San Pablo que
confiesa sus faltas públicamente."
18. "Y esta es la lucha de los cristianos.
Es nuestra lucha de todos los días."
" Y nosotros no siempre tenemos el coraje de
hablar como habla Pablo de esta lucha. Buscamos
siempre una vía de justificación: ‘Pero sí, somos
todos pecadores’.
"Lo decimos así, ¿no? Esto es nuestra lucha. Y si
nosotros no reconocemos esto, jamás podemos
19. "Porque, si ser pecador es una palabra, un modo
de decir, una manera de decir, no tenemos
necesidad del perdón de Dios. Pero si es una
realidad, que nos hace esclavos, tenemos necesidad
de esta liberación interior del Señor,
de esa fuerza. Pero más importante aquí es que
para encontrar el camino de salida,
Pablo confiesa a la comunidad su pecado,
su tendencia al pecado. No la esconde".
20. "La confesión de los pecados hecha con humildad
es
"lo que la Iglesia pide a todos nosotros".
"Confiesen entre ustedes los pecados".
Pero "no para hacer publicidad", sino "para dar
gloria a Dios" y reconocer que "es Él quien me
salva".
" He aquí por qué, para confesarse se va al
hermano,
"el hermano sacerdote": es para comportarse como
21. "Concreción, honradez y
también una sincera
capacidad de
avergonzarse de las
propias equivocaciones"
"No hay sendas en
sombra alternativas al
camino que lleva al
perdón de Dios, a
percibir en lo profundo
del corazón tu pecado y
su amor".
22. "Cuando nosotros confesamos nuestros pecados
como son ante la presencia de Dios, siempre
sentimos esa gracia de la vergüenza. Avergonzarse
ante Dios es una gracia.
Es una gracia". "’Yo me avergüenzo’. Pensemos en
Pedro, cuando, después del milagro de Jesús en el
lago dice:
‘Pero, Señor, aléjate de mí, yo soy pecador’.
Se avergüenza de su pecado ante la santidad de
23. El 26 de octubre dijo refiriéndose a los libros de
Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret:
" Él hizo un regalo a la Iglesia y a todos los
hombres,
de aquello que tenía de más preciado: su
conocimiento de Jesús, fruto de años y años de
estudio, de confrontación teológica, de oración"
"porque Benedicto XVI hacía teología de rodillas
y todos lo sabemos- y todo ello lo puso a
24. “Nadie puede medir el bien
que ha hecho con este don
el Papa Benedicto,
¡sólo el Señor lo sabe!”
“Pero todos tenemos la
percepción, que muchas
personas, gracias a los
libros sobre Jesús de
Nazaret,
han alimentado su fe,
han profundizado sobre
ella,
o incluso se han acercado a
Cristo por primera vez de
manera adulta,
combinando las exigencias
de la razón con la
búsqueda del rostro de
25. “Al mismo tiempo”,
“la obra de Benedicto XVI ha estimulado una
nueva serie de estudios del Evangelio entre la
historia y la cristología”.
26. El 28 de octubre en su
homilía de la Misa que
presidió dijo:
Jesús no es solo
espíritu sino una
persona de carne
humana cuyas llagas y
sacrificio han sido el
precio de la salvación
de todos los hombres.
Es aquel que, cada día,
intercede y reza por
nosotros ante Dios.
27. Meditando en el Evangelio
en el que Jesús pasa toda la
noche orando al Padre
antes de elegir a los Doce
Apóstoles dijo:
"Jesús compone su equipo"
y luego se encuentra
rodeado por una gran
multitud de gente "llegada
para escucharlo y ser
curada" porque "de Él
brotaba una fuerza que
sanaba a todos". Son las
"tres relaciones de Jesús",
"Jesús con el Padre,
Jesús con sus apóstoles y
Jesús con la gente".
Jesús oraba al Padre por los
Apóstoles y por la gente y
28. "Es el intercesor, el que
reza, y reza a Dios con
nosotros y ante
nosotros.
Jesús nos ha salvado,
hizo esta gran oración,
su sacrificio, su vida,
para salvarnos,
para justificarnos:
estamos justificados
gracias a Él.
29. Ahora se ha ido, y reza
¿Pero Jesús es un
espíritu?
¡Jesús no es un espíritu!
Jesús es una persona, un
hombre, con carne como
la nuestra, pero en la
gloria.
Jesús tiene las llagas en
las manos, en los pies,
en el costado y cuando
ora al Padre muestra
este precio de la
justificación,
y reza por nosotros,
como diciendo:
‘Pero, Padre, que esto
30. Jesús "tiene la primicia de nuestras
oraciones", porque "es el primero en orar" y
como
"nuestro hermano" y "un hombre como
nosotros", intercede por nosotros:
31. "Al principio, Él realizó la redención, justificó a
todos,
pero ahora, ¿qué hace? Intercede, reza por
nosotros. Pienso en qué habrá sentido Pedro
cuando lo renegó, y luego Jesús lo miró y él
lloraba. Podía arrepentirse.
32. Muchas veces, entre nosotros, nos decimos:
'Reza por mí, ¿eh?, lo necesito,
tengo tantos problemas, tantas cosas: Reza
por mí’. Y eso es bueno, ¿eh?, porque
nosotros hermanos debemos rezar los unos
por los otros".
33. Por ello los exhorto a pedir:
Reza por mí, Señor, Tú eres el intercesor":
"Él reza por mí; reza por todos nosotros y reza
con coraje porque hace ver al Padre el precio de
nuestra justicia: Sus llagas. Pensemos tanto en esto
y demos gracias al Señor.
34. Agradezcamos "por tener un hermano que reza
con nosotros y reza por nosotros, intercede por
nosotros. Hablemos con Jesús, digámosle:
‘Señor, Tú eres el intercesor, Tú me has salvado,
me has justificado. Pero ahora, reza por mí’.
Y confiemos nuestros problemas, nuestra vida,
tantas cosas a Él, para que Él las lleve al Padre".
35. la habitual Misa en la
Capilla de la Casa Santa
Marta, dijo:
“La esperanza no es
“optimismo” ni
“ver las cosas con buen
ánimo”,
sino la
“ardiente expectativa hacia
la revelación del Hijo de
Dios”.
“no es fácil entender la
esperanza”,
pues en ocasiones
“pensamos que ser
personas de esperanza
signifique ser personas
optimistas”, pero esto no
es así.
36. La esperanza. Se dice que es la más humilde de las
tres virtudes, porque está oculta en la vida. La fe
se ve,
se siente, se sabe lo que es.
La caridad se hace, se sabe lo que es.
Pero, ¿qué es la esperanza?
¿Qué es esa actitud de la esperanza?”.
37. “Para acercarnos un poco, podemos decir primero
que la esperanza es un riesgo, es una virtud
arriesgada,
es una virtud, como dice San Pablo
‘de una ardiente expectativa hacia la revelación
38. Tener esperanza es “estar en tensión hacia esta
revelación, hacia esta alegría que llenará nuestra
boca de sonrisas”.
Los primeros cristianos, representaban a la
esperanza
“como un ancla: la esperanza era un ancla,
anclada en la orilla” del más allá.
39. “Se me ocurre la pregunta,
¿dónde estamos anclados nosotros, cada uno de
nosotros? Estamos anclados allá en la orilla de
aquel océano tan alejado o estamos anclados en
una laguna artificial que hemos hecho nosotros,
con nuestras normas, nuestros comportamientos,
nuestros horarios, nuestros clericalismos, nuestras
actitudes eclesiásticas… no eclesiales, ¿eh?
40. ¿Estamos anclados allí? Todos confortables y
seguros, ¿eh? Aquella no es esperanza.
¿Dónde está anclado mi corazón, allí en esta
laguna artificial,
con un comportamiento impecable de verdad?”.
“estamos a la espera esto es un parto.
Y la esperanza se encuentra en esta dinámica”,
de “dar vida”.
41. “Una cosa es vivir en la esperanza, porque en la
esperanza estamos salvados y otra cosa es vivir
como buenos cristianos, nada más. Vivir a la
espera de la revelación, o vivir bien con los
mandamientos; estar anclados en la orilla del más
allá, o aparcados en la laguna artificial”.
42. “pienso en María, una muchacha joven, cuando,
después de haber oído que era mamá ha cambiado
su actitud y va, ayuda y canta ese cántico de
alabanza”.
43. “Cuando una mujer se queda embarazada es
mujer,
pero no es solo mujer: es madre.
Y la esperanza tiene algo de esto.
Nos cambia la actitud: somos nosotros, pero no
somos nosotros; somos nosotros, buscando allí,
44. El 30 de octubre reflexionando sobre la
“comunión de los santos dijo: “La comunión
fraterna nos lleva a la comunión con Dios. “Es
una verdad de las más consoladoras de nuestra fe,
porque nos recuerda que no estamos solos,
sino que existe una comunión de vida entre todos
los que pertenecen a Cristo”.
45. “Una comunión que nace de
la fe; de hecho, el término
‘santos’ se refiere a aquellos
que creen en el Señor Jesús,
y son incorporados a Él en
la Iglesia a través del
Bautismo.
Por eso los primeros
cristianos también fueron
llamados ‘santos’”.
“La Iglesia, en su verdad
más profunda, es comunión
con Dios, familiaridad con
Dios, comunión de amor
con Cristo y con el Padre en
el Espíritu Santo,
que se prolonga en una
comunión fraterna”.
46. “Esta relación entre Jesús y el Padre es la ‘matriz’
de la unión entre nosotros cristianos: si estamos
íntimamente incluidos en esta "matriz", en este
horno ardiente de amor que es la Trinidad,
entonces podemos verdaderamente convertirnos
en un único corazón y en una sola alma entre
nosotros, porque el amor de Dios quema nuestros
egoísmos, nuestros prejuicios, nuestras divisiones
internas y externas”.
“El amor de Dios quema también nuestros
pecados”,
47. “La experiencia de la comunión fraterna que me
lleva a la comunión con Dios. Estar unidos entre
nosotros nos lleva a estar unidos con Dios, a esta
unión con Dios que es nuestro Padre”.
“Nuestra fe necesita el apoyo de los demás,
¡especialmente en los momentos difíciles!
Y si estamos unidos, la fe se hace fuerte”.
48. “¡Qué hermoso es apoyarse mutuamente en la
aventura maravillosa de la fe! Digo esto porque la
tendencia a cerrarse en lo privado también ha
influido en la esfera religiosa, tanto es así que
muchas veces es difícil buscar ayuda espiritual en
aquellos que comparten nuestra experiencia
cristiana”.
49. “¿quién de nosotros -¡todos, todos!- quién de
nosotros no ha experimentado inseguridades,
desorientaciones e incluso dudas en el camino de
la fe? Todos,
todos hemos experimentado esto: yo también.
Todos.
Es parte del camino de la fe, es parte de nuestra
vida”.
50. “Todo esto no debe sorprendernos, porque
somos seres humanos, marcados por la fragilidad
y las limitaciones. Todos somos frágiles, todos
tenemos limitaciones: no se asusten. ¡Todos las
tenemos!
51. Sin embargo, en estos momentos difíciles hay que
confiar en la ayuda de Dios, a través de la oración
filial,
y al mismo tiempo, es importante encontrar el
coraje y la humildad para estar abiertos a los
demás, para pedir ayuda, para que nos den una
mano:
52. “La comunión de los
santos va más allá de la
vida terrena, va más allá
de la muerte y dura para
siempre”.
“Esta unión entre
nosotros va más allá y
continua en la otra vida.
Es una unión espiritual
que nace del Bautismo,
no se trunca con la
muerte, sino que,
gracias a que Cristo ha
resucitado, está
destinada a encontrar su
plenitud en la vida
eterna”.
53. “Existe un vínculo profundo e indisoluble entre
los que todavía son peregrinos en este mundo,
entre nosotros, y los que han cruzado el umbral
de la muerte a la eternidad. Todos los bautizados
en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los
beatos que están ya en el Paraíso forman una
única gran Familia. Esta comunión entre tierra
y cielo se realiza sobre todo en la oración de
54. “Queridos amigos, tenemos esta belleza,
la memoria de la fe: es una realidad nuestra, de
todos,
que nos hace hermanos, que nos acompañamos en
el camino de la vida, y nos vamos a encontrar de
nuevo,
allí arriba, en el Cielo.
Vayamos por este camino con confianza, con
55. “un cristiano debe ser alegre, con la alegría de
tener a tantos hermanos bautizados que caminan
con nosotros,
y también con la ayuda de nuestros hermanos y
hermanas que hacen este viaje para ir al Cielo,
y también con la ayuda de nuestros hermanos y
hermanas que están en el Cielo y rezan a Jesús
por nosotros”.
“¡Adelante por este camino, y con alegría!”,
56. El Evangelio de Juan dice que, antes de su
Pasión,
Jesús rezó al Padre por la comunión entre los
discípulos, con estas palabras: "Que todos sean
uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros, para que el
mundo crea que tú me enviaste".(17:21).
57. El 31 de octubre dijo:
“Sin el amor de Cristo,
sin vivir de este amor,
sin reconocerlo, sin
alimentarse de este
amor, no se puede ser
cristiano.
El cristiano, el que se
siente mirado por el
Señor,
con esa mirada tan bella,
amado por el Señor y
amado hasta el final”.
“El cristiano siente que
su vida ha sido salvada
por la sangre de Cristo.
Y esto hace el amor:
esta relación de amor”.
58. “A San Pablo el Señor le
había cambiado la vida”,
pues aseguraba que
“nadie puede alejarme del
amor de Cristo”.
A partir de aquel
momento, este amor del
Señor”
es el centro de su vida”.
Luego nada pudo alejar a
San Pablo del amor de
Cristo
“en las persecuciones,
en las enfermedades,
en las traiciones”.
“Era precisamente el
centro de su vida, el
punto de referencia: el
amor de Cristo”.
59. Reflexionando sobre la
imagen de la “tristeza de
Jesús,
cuando mira a Jerusalén”,
el llanto del corazón de
Jesús por Jerusalén es Éste:
‘Jerusalén,
tú no te has dejado amar;
y tú te has encomendado a
tantos ídolos, que te
prometían todo, te decían
que te daban todo, y
después te han
abandonado’.
El corazón de Jesús, el
sufrimiento del amor de
Jesús:
un amor no aceptado, no
60. Pablo permanece fiel al amor de Jesús hasta el
final, por lo que a pesar de sentirse débil y
pecador encuentra la fuerza para ir hacia adelante,
para soportar todo.
Por el contrario Jerusalén es el pueblo infiel,
“que no acepta el amor de Jesús, o peor aún”
que “vive este amor pero a medias: un poco sí,
un poco no, según sus propias conveniencias”.
61. “Miremos la fidelidad de Pablo y la infidelidad de
Jerusalén y en el centro miremos a Jesús, su
corazón, que nos ama tanto. ¿Qué podemos hacer
de esto? La pregunta:
¿yo me parezco más a Pablo o a Jerusalén?
¿Mi amor a Dios es tan fuerte como el de Pablo o
mi corazón es un corazón tibio como el de
Jerusalén?
Que el Señor, por intercesión del Beato Juan
Pablo II,
62. En twitter dijo:
Si los bienes materiales y el dinero se
convierten en el centro de la vida, nos
atrapan y nos esclavizan.
63. Un cristiano afronta las dificultades, las
pruebas, incluso las derrotas, con serenidad y
esperanza en el Señor.
64. La lucha contra el mal es ardua y prolongada;
es necesario rezar constantemente y con paciencia.
65. Muchas gracias a todos los misioneros,
hombres y mujeres que trabajan tanto y sin hacer
ruido por el Señor y por los hermanos.
67. Los santos son personas que
pertenecen totalmente a Dios. No
tienen miedo a ser despreciados,
incomprendidos o marginados.
68. Si deseas recibir mails, relacionados con
la Iglesia: que contienen diapositivas,
vida de Santos, Evangelio del Domingo,
. etc
Escribe a:
unidosenelamorajesus@gmail.com
. con el título suscripciones
.Servicio Gratuito
.Que Dios te llene de bendiciones
Y que permanezcamos unidos en el amor
.a Jesús