SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 80
Descargar para leer sin conexión
PRE SE N TAC I Ó N
Carmen Steinert Cruz. EL ACOGI-
MIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE
SANTA CRUZ DE TENERIFE: ESTUDIO DESCRIP-




                                                          Revista de INTERVENCIÓN PSICOSOCIOEDUCATIVA en la DESADAPTACIÓN SOCIAL
TIVO África Borges del Rosal, Elena Rodríguez


                                                                                                                                            IPSE-ds
Naveiras, Carmen Hernández Jorge. MARCO DE REFE-
RENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA PSICO-
SOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNI-
DAD AUTÓNOMA DE CANARIAS Manuel De Armas Hernán-
dez, José Luís Arregui Sáez, Agustín López Martínez. LA
CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES SUS IMPLICACIO-
NES EN EL AMBITO DE LA JUSTICIA JUVENIL Josep Moya i                                                                               Revista de INTERVENCIÓN
Ollé. LA MODIFICACION DE LA LEY DE RESPONSABILI-
DAD DEL MENOR OPERADA POR LA LEY 8/2006 Deme-
                                                                                                                                               PSICOSOCIOEDUCATIVA
trio Pintado Marrero, Alicia Salabert Cardona, Pablo                                                                                     en la DESADAPTACIÓN
Ponce Matínez. LA EVALUACIÓN DEL RIESGO EN EL
CONTEXTO DE LA LEY PENAL JUVENIL Enrique                                                                                                       SOCIAL
López Martín,María Dolera Carrillo. CARACTE-
RÍSTICAS DE LOS EDUCADORES SOCIALES
DE LOS RECURSOS RESIDENCIALES DE
ATENCIÓN A LA INFANCIA Y ADOLES-
CENCIA EN CATALUNYA Teresa Marzo
Arpón. NUEVA LEY DE INFANCIA EN
CATALUNYA.     ANTEPROYECTO
DE LEY SOBRE LOS DERE-
CHOS Y LAS OPORTUNI-
DADES DE LAS NIÑAS,
NIÑOS Y ADOLES-
CENTES Carme
Panchón
Iglesias.
                                                                    1
IPSE-ds
Revista de INTERVENCIÓN
            PSICOSOCIOEDUCATIVA
      en la DESADAPTACIÓN
            SOCIAL




                    Nº 1, NOVIEMBRE 2008
Equipo de Dirección:
	    Manuel de Armas Hernández
	    Profesor Asociado de la Facultad de Formación del Profesorado.
	    Departamento de Educación, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
	    Carme Panchón Iglesias
	    Profesora titular de la Facultat de Pedagogia, Universitat de Barcelona.
	    Sotsdirectora del CIIMU Institut d’Infància i Mon Urbà (Barcelona).

Sede de la revista:
	    Departamento de Educación. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
	    Edificio de Formación del Profesorado
	    Calle Santa Juana de Arco, nº 1
	    Campus U. del Obelisco
	    35004-Las Palmas de Gran Canaria
	    tel. 	 +34 928 451 761
	    tel. 	 +34 928 458 849
	    Fax	 +34 928 451 773
Dirección electrónica
	    revista_desadaptacion_social@dedu.ulpgc.es




Primera edición: DULAC edicions, Barcelona. Noviembre 2008

Publicación anual


Diseño y maquetación: Víctor Anton Llapart
Impreso en Barcelona

© DULAC edicions, por esta edición.
© De los autores por sus artículos.

Publicado electrónicamente en:
www.dedu.ulpgc.es


ISSN: en trámite
Dep. Legal: B-15555-2008

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en
manera alguna ni por medio alguno ya sea eléctrico, óptico o mecánico, sin el consenti-
miento por escrito de la editorial o de los autores.


ejemplar gratuito
Colaboran:


     Consejería de Bienestar Social, Juventud y
             Vivienda. (Gobierno de Canarias).




    Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
                 Departamento de Educación.




   Universidad de La Laguna. Departamento de
            Didáctica e Investigación Educativa.




   Universidad de La Laguna. Departamento de
         Psicología Evolutiva y de la Educación.




  Universitat de Barcelona. Departament MIDE.
NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS


   Los originales podrán estar escritos en cualquier lengua del
Estado español.
    Los originales deberán ser inéditos y tratar temas relacionados
directamente con las temáticas de la revista.
   Las propuestas de artículos se tendrán que enviar a la dirección
electrónica: revista_desadaptacion_social@dedu.ulpgc.es
   La extensión de los artículos no sobrepasará las veinte pági-
nas.
   Formato de presentación (APA), Documento en Word:
   Letra Arial 12, interlineado 1,5, márgenes de 2,5 cm. La exten-
sión de 20 páginas equivale aproximadamente a 8.000 palabras o
40.000 caracteres.
   Título del artículo:
   Autor/a, o Autores, con nota a pie de página con su presenta-
ción (ocupación actual) y si lo desea su dirección de correo elec-
trónico o forma de contactar.
   Resumen del artículo de un máximo de 10 líneas.
   Palabras clave, un máximo de 5
   Las referencias bibliográficas se presentarán al final del texto y
por orden alfabético de los autores y autoras.
   Las tablas y gráficos se presentarán en un archivo aparte y se
indicará el lugar donde se han de colocar en el artículo.
   El consejo de redacción valorará i seleccionará los artículos
para su publicación.
   No se devolverán los originales de los trabajos no publicados.
CONSEJO DE REDACCIÓN


ALMEIDA AGUIAR, Antonio Samuel.
	  (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

ARREGUI SÁEZ, José Luís.
	   Instituciones Penitenciarias, Ministerio del Interior.
CARREIRO ESTÉVEZ, Juan.
	   Instituciones Penitenciarias, Ministerio del Interior.

CASTRO SÁNCHEZ, José Juan.
	   (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

DÍAZ HERNÁNDEZ, Ramón.
	   (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

ESCUELA QUINTERO, Manuel.
	   Fundación IDEO.

FERNÁNDEZ DEL VALLE, Jorge.
	   (UO) Facultad de Psicología, Universidad de Oviedo.

FERNÁNDEZ SARMIENTO, Celia.
	   (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

FRANCO YAGÜE, Juan Francisco.
	   Agencia de la Comunidad de Madrid para la Reeducación y Reinserción del menor infractor

GARCÍA GARCÍA, Luis.
	  (ULL) Universidad de La Laguna.

HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Germán
	   (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

JÓDAR ORTEGA, Capilla.
	   (ULL) Universidad de La Laguna.

LÁZARO APARICIO, Araceli.
	   (OIA) Secretària de l’Observatori dels Drets de la Infància, Generalitat de Catalunya.

LÓPEZ MARTÍN, Enrique.
	   (CARM). Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

LOSADA LÓPEZ, José Luís.
	   (UB) Facultat de Psicologia, Universitat de Barcelona.
MOLERO RUIZ, Josep.
	  Departament de Justicia - Generalitat de Catalunya.

RODRIGUEZ DEL CASTILLO, Francisco Javier.
	  Dirección General de Protección del Menor y la Familia. Comunidad Autónoma de Canarias.

SÁEZ DÍAZ, Guillermo.
	   Dirección General de Protección del Menor y la Familia. Comunidad Autónoma de Canarias.

SÁNCHEZ ASÍN, Antonio.
	   (UB) Facultat de Pedagogia. Universitat de Barcelona.

SUÁREZ SANDOMINGO, José Manuel.
	   Pedagogo e Técnico en Servizos Sociais, Xunta de Galicia.
Sumario

PRESENTACIÓN
          Carmen Steinert Cruz..................................................................................................pág. 9
                              .

EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ
DE TENERIFE: ESTUDIO DESCRIPTIVO
          África Borges del Rosal,
          Elena Rodríguez Naveiras,
          Carmen Hernández Jorge ......................................................................................pág. 11

MARCO DE REFERENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA
PSICOSOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNIDAD
AUTÓNOMA DE CANARIAS
          Manuel De Armas Hernández,
          José Luís Arregui Sáez,
          Agustín López Martínez.............................................................................................pág. 21

LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES SUS IMPLICACIONES
EN EL AMBITO DE LA JUSTICIA JUVENIL
          Josep Moya i Ollé..........................................................................................................pág. 29

LA MODIFICACION DE LA LEY DE RESPONSABILIDAD DEL MENOR
OPERADA POR LA LEY 8/2006
          Demetrio Pintado Marrero,
          Alicia Salabert Cardona,
          Pablo Ponce Matínez .................................................................................................pág. 37

LA EVALUACIÓN DEL RIESGO EN EL CONTEXTO DE LA LEY PENAL JUVENIL
          Enrique López Martín,
          María Dolera Carrillo...................................................................................................pág. 41

CARACTERÍSTICAS DE LOS EDUCADORES SOCIALES DE LOS RECURSOS
RESIDENCIALES DE ATENCIÓN A LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA EN CATALUNYA
          Teresa Marzo Arpón....................................................................................................pág. 57
                            .

NUEVA LEY DE INFANCIA EN CATALUNYA. ANTEPROYECTO DE LEY SOBRE LOS
DERECHOS Y LAS OPORTUNIDADES DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
          Carme Panchón Iglesias.............................................................................................pág. 69
PRESENTACIÓN             Carmen Steinert Cruz
                         Directora General de Protección del Menor y la Familia (Gobierno de Canarias)




   S
            upone para mí una enorme sa-               internamiento y la perspectiva del derecho
            tisfacción presen­ ar esta revista.
                               t                       penal, especialmente de los juzgados y la fis-
            Representa de manera sintética el          calía.
            esfuerzo de los investigadores e               Siendo los temas que aquí se tratan tan
inves­ igadoras en el ámbito de la infancia y
       t                                               comple­ os, resulta por ello una muestra espe-
                                                                 j
la juventud. Además, algunos de los estudios           ranzadora la lectura de estos artículos ya que
presentados han sido solicitados expresa-              todos ellos nos muestran alternativas prácti-
mente por la Consejería de Bienestar Social a          cas y eficaces para atender la problemática
estos profesionales.                                   de nuestra infancia y nues­ ra juventud.
                                                                                    t
    Ello es un hito para la entidad pública                Ello es debido a que todos estos trabajos
respon­ able de los menores, pues implica
         s                                             son fruto del diálogo al que hice referencia
una invitación cargada de sinceridad a la co-          al principio de esta introducción. El diálogo
munidad científica canaria para abrir un diá-          de quienes día a día están trabajando direc-
logo honesto, abierto e ilusionado entre los           tamente con niños y jóvenes, con los inves-
que a diario trabajamos a pie de terreno en            tigadores e investigadoras que, desde las
el ámbito de la justicia juvenil o de la protec-       universidades canarias, elaboran y ponen al
ción de la infancia y quienes, desde las aulas         día teorías que nos permiten entender me-
universitarias, investigan alternativas a pro-         jor nuestro entorno, diagnostican la realidad
blemas complejos, propios de una sociedad              que nos rodea y establecen las mejores estra-
tan cambiante como la nuestra.                         tegias con las que intervenir con éxito ante
    Así pues esta revista supone el primer             los problemas a los que nos enfrentamos a
paso de un diálogo que ya está siendo fruc-            diario.
tífero. Una re­ exión común entre el mundo
                fl                                         Por otro lado, no quisiera olvidarme del
de los prácticos, representado por el personal         compañero que se nos marchó de ésta vida
educativo y de inter­ ención y el mundo uni-
                      v                                el año pasado, Agustín López Martínez; vaya
versitario, representado por aquellos inves-           para él un pequeño homenaje y reconoci-
tigadores e investigadoras que han tenido a            miento hacia su labor, desde estas páginas;
bien escribir estos artículos.                         pues con su preparación, ilusión y empeño
    Los problemas a los que nos enfrentamos            asumió con gran responsabilidad la dirección
quie­ es trabajamos en la prevención, la pro-
     n                                                 y gestión del CEMJ Valle Tabares.
tección y la intervención con la infancia y                La lectura de los artículos de esta revista
la juventud no son baladíes. De un lado, lo            produ­ e la sensación de un primer paso en
                                                               c
vinculado a la infancia en dificultad social: la       este diálogo, un primer paso cargado de in-
intervención con las familias en situación de          tensidad, ilusiones y expectativas en que
riesgo, el acogimiento familiar y residencial,         esta nueva complicidad entre la práctica y la
los niños que vienen en pateras y cayucos sin          investigación, es una realidad cargada de he-
estar acompañados por personas adul­ as, la
                                          t            rramientas comunes que ya son de gran utili­
adopción, especialmente la internacional y la          dad para quienes procuramos hacer mejor la
de niños y niñas con dificultades especiales.          vida de los niños, niñas y jóvenes de Canarias.
De otro, el de los y las jóvenes sometidos a           Vaya pues el deseo de toda la sociedad cana-
medidas judiciales de tipo penal: los progra-          ria para que este diálogo persevere, para que
mas que fun­ ionan, el perfil de los y las pro-
               c                                       esta recién inicia­ a complicidad siga dando
                                                                         d
fesionales, tanto el educativo como el que             frutos como los que en esta revista se presen-
se encarga de la seguridad de los centros de           tan.
                                                   9
EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE
                                   1
     TENERIFE: ESTUDIO DESCRIPTIVO

    África Borges del Rosal2
    Elena Rodríguez Naveiras
    Carmen Hernández Jorge
    Universidad de La Laguna

Resumen:
El acogimiento familiar es un sistema de protección a la infancia en situación de riesgo, retirando a los
menores de sus familias biológicas que no pueden atenderlos. En este estudio se describe la situación de
los menores en acogimiento en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, cuyos expedientes se han cerrado
en el periodo que abarca de 2000 a 2006, analizando variables relacionadas con el menor, su familia
biológica, sus acogentes y las condiciones de acogimiento.

Palabras claves: acogimiento familiar, acogimiento residencial, familia extensa, familia ajena, infan-
cia en riesgo, familia acogente.



introducción
    El acogimiento familiar supone un sistema                        nocida para el menor, pero sin que les unan
de protección a la infancia en situación de                          con él lazos de consanguineidad, es quien se
riesgo. Los menores son retirados de sus fa-                         hace cargo del acogimiento. De ambos aco-
milias biológicas, dando lugar a medidas de                          gimientos, el realizado en familia extensa se
acogimiento residencial o familiar y, en este                        ha valorado como el más adecuado, por las
caso, bien sea en familia extensa o biológica.                       siguientes razones: ayuda a reducir el trauma
    El acogimiento familiar de menores cons-                         de la separa­ ión, refuerza la identidad y au-
                                                                                   c
tituye una medida jurídica, donde la guardia                         toestima del menor, ofrece mayor estabilidad
y custodia del menor es otorgada a una per-                          en su emplazamiento y promueve la relación
sona o un grupo de personas, que se obligan,                         entre hermanos (Lorkovich, Piccola, Groza,
por ello, a velar por él, alimentarlo, educarlo y                    Brindo y Marks, 2004). Asimismo permite una
darle una formación inte­ ral. Amorós y Pala-
                             g                                       guía de adultos, beneficiosa para el bienes-
cios (2004) señalan que el aco­ imiento fami-
                                 g                                   tar del menor (Chapman, Wall y Barth, 2004)
liar busca la sustitución o comple­ entación
                                      m                              y parece ser que facilita que el acogimiento
del medio familiar original.                                         sea más permanente (Brooks, Shookhoff y Ri-
    El acogimiento familiar abarca dos moda-                         chards, 2005).
lida­ es: familia extensa o familia ajena. En
     d                                                                  Un aspecto a tener en cuenta son las posi-
el primer caso, algún miembro de la familia                          bles diferencias entre familia extensa y ajena,
extensa del me­ or se hace cargo de él. En el
                  n                                                  observán­ ose o bien ausencia de las mismas
                                                                                d
segundo caso, una familia, conocida o desco-                         (Scarnnapieco, Hegar y McAlpine, 1997; Cu-
                                                                     ddeback y Orme, 2002) o que, en la familia
                                                                     extensa, el acogedor o acogedora principal
1 Estudio encargado y financiado por la Dirección General            tenía una media de edad más alta, a la vez
del Menor y la Familia, de la Consejería de Bienestar Social,        que menos formación educativa y menos
Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias.
                                                                     ingresos (Scannapico y Hegar, 2002; Sykes,
2 e-mail: aborges@ull.es                                             Sinclair y Gibas, 2002).
                                                                11
El acogimiento está concebido como una               RESULTADOS
medida temporal, cuyo objetivo es la reunifi-
cación familiar, cuando las condiciones de la              Los resultados se analizaron mediante el
familia biológica lo permitan. El menor que-             paque­ e estadístico SPSS, v.14.0 para Win-
                                                               t
da bajo la supervisión de la Dirección General           dows.
del Menor, quien, a través de los Educadores
                                                         Datos referidos al menor
y apoyados por Psicólogos y Trabajado­ es So-
                                         r
ciales, se encargan del seguimiento y desarro­           Sexo y edad del menor:
llo de la vida del menor, sea para trabajar con             Hay más varones en acogimiento: 152
ambas familias, biológica y acogente, cuando             (55,1%) frente a 124 niñas (44,9%).
las condicio­ es lo permiten, con el fin de pro-
             n                                              La edad del menor en el momento del
mover la reunifica­ ión familiar, o bien, si ésta
                    c                                    acogimien­ o alcanza un rango desde me-
                                                                    t
no fuera posible, para supervisar el devenir             nos del año (en 5 casos) hasta los 17, en una
de la familia acogente, así como para velar              distribución bastante homogé­ ea, como se
                                                                                         n
para que las necesidades físicas y psíqui­ as c          puede apreciar en la ilustración número
del menor se vean cubiertas.                                1. La media de edad es de 8,6, con mediana
    La investigación social en este marco su-            en 9, moda en 6 y desviación típica de 4,62.
pone una importante ayuda, cuya meta es la
búsqueda de factores relevantes que permi-               25

tan que el acogimiento familiar se desarrolle
en las mejores condiciones, velando siempre              20



por el bienestar del menor. El objetivo perse-           15

guido en este estudio es hacer una descrip-
ción detallada de la realidad de los menores             10


en acogimiento familiar en la provincia de
                                                         5
Santa Cruz de Tenerife, basándose en los ex-
pedientes cerrados en el periodo que abarca              0
                                                                   ,2   ,6       ,7       ,9   1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0 17,0
de 2000 a 2006.
                                                                 Ilustración 1. Edad del menor al inicio del acogimiento

MÉTODO                                                   Edad del menor al cierre del expediente de
                                                         acogimiento
Procedimiento                                                Casi la mitad de los expedientes se cierran
   Se ha revisado un total de 276 expedien-              al lle­ ar el menor a la mayoría de edad (131
                                                               g
tes, re­ativos a menores que han finalizado el
       l                                                 casos, un 44,7%), como se muestra en la ilus-
acogimiento entre los años 2000-06, lo cual              tración número 3. La media de edad al cierre
constituye un 97,18% del total de menores                del expediente es de 14,11, con mediana en
que han finalizado su relación con la Direc-             17 y desviación típica de 5,04.
ción General en ese periodo en la provincia
de Santa Cruz de Tenerife, pues el número de             125

expedientes que constan en el servicio es de
284. Los 8 casos que faltan no se han consul­            100


tado por no figurar el expediente en el archi-            75

vo correspondiente, por diversas razones.
   No ha habido un procedimiento de selec-                50


ción de expedientes, sino que se ha optado                25

por un trabajo censal, con la diferencia entre
expedientes finaliza­ os y revisados que aca-
                     d                                       0
                                                                   1         2        3        4    5    6    7    8     9   10   11    12   13   14   15    16   17   18

bamos de exponer.                                                Ilustración 2. Edad del menor al cierre del expediente

                                                    12
Problemas del menor
    Los problemas que aparecen consignados             30



se han agrupado en las siguientes catego-              25


rías:                                                  20

–	 Trastorno mental: Desvinculación con
                                                       15
    ansie­ ad y depresión; hiperactividad y
           d
    TDAH; Enuresis; trastorno de ansiedad              10



    por separación, trastorno de afectividad;           5


    trastorno mixto del lenguaje receptivo              0

    expresivo; ansiedad; trastorno cognitivo;                  Trastorno   Comportam.     Problemas   Problemas    Problemas
                                                                mental      antisocial   académicos    afectivos     físicos
    trastorno del comportamiento en infancia
                                                            Ilustración 3. Frecuencia de los problemas de los menores
    y adolescencia
–	 Comportamiento antisocial y/o delictivo:
    Agre­ ividad; enfrentamiento; fugas; ro-
           s
    bos; destrozos; amenazas.                          Remisión a consulta psicológica
–	 Problemas académicos: Retraso escolar;                  Cuando los técnicos de la Dirección Gene-
    pro­ lemas académicos; fracaso escolar;
         b                                             ral del Menor, educadores, psicólogos y tra-
    absentismo escolar; retraso del lenguaje.          bajadores socia­es, lo estiman conveniente,
                                                                        l
–	 Problemas afectivos: Inadaptación social,           los menores son remiti­ os a consulta psico-
                                                                               d
    fa­ iliar y escolar; problemas derivados
       m                                               lógica que, en todos los casos salvo en uno,
    del maltrato físico y psicológico; proble-         recae en el mismo gabinete, servicio que ha
    mas del carácter; pro­ lemas emocionales;
                          b                            sido contratado a tal fin, mediante concurso
    problemas de relación no especificados             público, por la Dirección General del Menor.
–	 Problemas físicos: síndrome de abstinen-            De los expedientes estudiados, 48 menores
    cia al nacer; portador de VIH; asma; diabe-        fueron remiti­ os a consulta psicológica, con
                                                                     d
    tes; obesidad; cardiopatía; alergia; hepa-         una media de per­ anencia en la misma de
                                                                          m
    titis; desnutrición; retinosis pigmentaria;        10,5 meses, (mediana =9; desviación típica=
    vegetaciones; pluritraumatismo; perfo­             8,22), con un rango entre una visita y 35 me-
    ración timpánica; síndrome de Down; tu-            ses de sesiones.
    moraciones.
                                                       Datos referidos a la familia biológica
   La presencia en el menor de problemas               Situación y presencia de los padres bioló-
de diverso tipo es poco frecuente, ya que en           gicos
215 (77,9%) de los expedientes revisados, los             En el momento que se realiza el acogi-
menores no presen­ an problemas de ningún
                    t                                  miento, la madre biológica o está con el me-
tipo. Entre los que se consigna la existencia          nor o se conoce su paradero, por lo general
de problemas 38 menores presentan uno, 19              (240 expedientes, 88,2%). Los padres tam-
presentan 2 y sólo en 4 casos se dan tres pro-         bién suelen ser conocidos y haber reconoci-
blemas conjuntamente. La frecuencia de los             do al hijo, lo que ocurre en un 83,8% de los
problemas mencionados aparece en la ilus­              casos (228 expedientes), en 18 casos el padre
tración 3.                                             es conocido, aunque no ha reconocido al me-
                                                       nor, y en 26 es desconocido.

                                                       Tipo de familia
                                                           El tipo de familia de procedencia se mues-
                                                       tra en la ilustración número 4. Como se pue-
                                                       de observar, el porcentaje más alto corres-
                                                       ponde a ausencia de nú­ leo familiar.
                                                                                  c

                                                  13
120
120                                                                                                                                                 Padre                                                                                     Madre

100                                                                 100



80                                                                   80



60                                                                   60



40                                                                   40



20                                                                   20



 0                                                                    0




                                                                                                   Drogodependientes

                                                                                                                       Alcoholicos

                                                                                                                                       En prision

                                                                                                                                                    Incap. mental

                                                                                                                                                                    Incap. fisica

                                                                                                                                                                                   Probl. economicos

                                                                                                                                                                                                       Maltrato fisico

                                                                                                                                                                                                                         Maltrato Psicolog.

                                                                                                                                                                                                                                              Abusos

                                                                                                                                                                                                                                                       Separado/a

                                                                                                                                                                                                                                                                    Prostitucion
                                                                          Ausente
      Monoparental      Intacta   Reconstituida   Sin núcleo




                                                                                     Fallecido/a
                Ilustración 4. Tipo familia



Problemas de los padres
                                                                                    Ilustración 5. Problemas de padres y madres
    Los problemas de los padres y madres
de los menores acogidos se presentan en la
ilustración número 5. El problema más fre-                          Hermanos
cuente es la ausen­ ia de los progenitores,
                     c                                                 Si bien lo más frecuente es que los meno-
siendo también frecuente la separación de                           res en acogimiento sean hijos únicos (116 ca-
la pareja. El consumo de drogas o alcohol se                        sos, 42%), los restantes pertenecen a familias
da por igual en madres y en padres, 85 en                           con más hijos, sean de ambos padres o bien
cada caso, lo que lo convierte en el segundo                        alguno de los progenitores. Así, un tercio de
problema en frecuencia. Los abusos sexuales                         los estudiados tienen hermanastros de la
por parte de los progenitores son escasos, y                        misma madre (31,5%) y un 8,8% del mismo
sólo se da entre los padres, no en las madres.                      padre, como se puede apreciar en la ilustra-
En cambio, el maltrato físico y psicológico,                        ción número 6.
aunque se da más frecuentemente entre
los padres, también ocurre en el caso de la                         300
                                                                                                                                     Padre y Madre                                                      Madre                                           Padre
madre. No obstante, todos estos aspectos                            250

se pueden considerar maltrato, si se admite
                                                                    200
la definición de maltrato que dan Amorós y
Palacios (2004): “… toda acción u omisión no                        150


accidental que impide o pone en peligro la                          100

seguri­ ad de los menores de 18 años y la sa-
       d
tisfacción de sus necesidades físicas y psico-                       50

                          3
lógicas básicas” (pág. 30)                                           0
                                                                           Ninguno                                     1                             2                                   3                              4 o mas                        Perdidos

                                                                                    Ilustración 6. Hermanos o hermanastros de
                                                                                                 menores acogidos


                                                                    Datos relativos a la familia acogente
                                                                       La mayoría de los acogentes son los abue-
                                                                    los, ya que el acogimiento con los abuelos
                                                                    del menor cons­ ituye la mitad de los diversos
                                                                                   t
                                                                    tipos de acogimiento entre los expedientes
                                                                    analizados, seguido por los tíos, en una cuar-
                                                                    ta parte de los expedientes vistos. El acogi-
3 Cursiva en el original.
                                                                    miento por otros familiares es mucho menos

                                                               14
frecuente, así como también el de familia aje-                                  Profesión de los acogentes
na, sea conocida o no conocida, que sólo se                                        Las profesiones de los acogentes son muy
produce en un 15,3% de casos, como se pue-                                      varia­ as, como se puede apreciar en la tabla
                                                                                     d
                                                                                           4
de ver en la tabla número 1.                                                    número 2 .

Tabla 1. Tipo de acogimiento familiar                                           Tabla 2. Profesiones del acogente principal
                                                                                                                                          1

                                                    %                                                                             %
                          Frecuencia    %                   % acumulado                                    Frecuencia    &                % acumulado
                                                  válido                                                                        válido

                                                                                  Profesionales técnicos            6     3,1       3,2           3,2
     Abuelos                     139    50,4        53,1            53,1

                                                                                  Personal directivo
     Tíos                         67    24,3        25,6            78,6
                                                                                  Admon. Pública y                  1     0,5        ,5           3,7
                                                                                  empresa
     Hermanos                      8        2,9      3,1            81,7
                                                                                  Personal adminis-
                                                                                                                    7     3,6       3,7           7,5
     Primos                        2        0,7      0,8            82,4          trativo


     Otros familiares              4        1,4      1,5            84,0          Comerciantes y
                                                                                                                  11      5,7       5,9          13,4
                                                                                  vendedores

     Ajena conocida               25        9,1      9,5            93,5
                                                                                  Personal de servicios           45    23,2      24,1           37,4

     Ajena desconocida            17        6,2      6,5           100,0
                                                                                  Agricultores, ganade-
                                                                                                                  13      6,7       7,0          44,4
                                                                                  ros, pescadores
     Perdidos                     14        5,1
                                                                                  Trabaj. de producción,
                                                                                                                  17      8,8       9,1          53,5
     Total                       276   100,0                                      conductores, peones

                                                                                  FFAA                              1     0,5        ,5          54,0

                                                                                  Estudiantes                       2     1,0       1,1          55,1
Edad y sexo del acogente principal
   El número de acogentes principales muje-                                       Amas de casa                    39    20,1      20,9           75,9
res es de 101 (52,1%) y de 93 varones (47,9%)
                                                                                  Jubilados y
y su edad media del acogente principal está                                       pensionistas
                                                                                                                  38    19,6      20,3           96,3
en 50,49 años, con una desviación típica de
13,6 y una mediana de 51 años, (rango 19 - 80                                     No clasificables y
                                                                                                                    7     3,6       3,7         100,0
                                                                                  en paro
años), como se muestra en la ilustración 7.
                                                                                  Perdidos                          7     3,6


60                                                                                Total                          194    100,0


50


                                                                                Núcleo familiar de los acogentes
40
                                                                                    Por regla general, los acogentes principa-
                                                                                les no están solos, sino que viven con más
30
                                                                                familiares en un 79,9% de los casos. Más de
                                                                                la mitad de los acogentes principales están
20
                                                                                casados (54,1%). Los datos se muestran en la
                                                                                ilustración número 8.
10


                                                                                4 La disparidad en el tamaño de la muestra se debe, por una
 0
                                                                                parte, a que un acogente puede tener a más de un menor a
            15           29            49              59            84         su cargo. Por otra parte, no se han podido recoger los datos
                                                                                referi­ os a los acogentes en algunos expedientes.
                                                                                      d
                 Ilustración 7. Edad del acogente principal
                                                                           15
casado
                                                                    Datos relativos al acogimiento
                          2
                                                    soltero
                                                    viudo           Lugar de procedencia antes del
                     16                             separado
                                                    Perdido
                                                                    acogimiento
            19
                                                                        La mayoría de los menores antes del
                                                                    acogimien­ o se encontraban con la familia
                                                                               t
                                      105
                                                                    biológica (114 menores, 41,3%), o bien con la
                                                                    familia extensa (100 menores, 36,2%), princi-
            52                                                      palmente con los que luego se hacen cargo
                                                                    del acogimiento (33,3%). Se muestra en la
                                                                    ilustración número 10.
                                                                        Las razones más frecuentes para el aco-
                                                                    gimiento son que los padres biológicos no
                                                                    pueden hacerse cargo del menor (146 casos,
      Ilustración 8. Estado civil del acogente principal
                                                                    52,9%), seguido por la ausencia de los pro-
                                                                    genitores (61 casos, 22,1%). En la ilustración
    La media de familiares que conviven con                         número 11 se muestran las distintas razones
el acogente principal es de 2,72, y la mediana                      que llevan al acogimiento.
2, con una desviación típica de 1,66, y un ran-
go entre 1 y 10 (ilustración número 9).                                                  10 3
                                                                                                                           Familia biológica

                                                                                                                           Familia extensa acogente
                                                                                35
                                                                                                                           Familia extensa no
 80
                                                                          14                                               Familia ajena
                                                                                                       114
                                                                     8                                                     Acogimiento residencial

 60                                                                                                                        Otros

                                                                                                                           Perdido
                                                                                       92
 40




 20


                                                                                 Ilustración 10. Residencia de procedencia
 0                                                                                         antes del acogimiento
        1        2   3        4   5   6     7   9    10
        Ilustración 9. Nº miembros de los acogentes


    La mayoría de los acogentes sólo tienen un
menor con medida de acogimiento (89,2%),                            140

aunque también se da el caso de que tengan                          120

2 (9,3%) ó 3 (1,5%).                                                100

Diferencias entre acogentes de familia                              80

extensa o ajena                                                     60

    Se ha comparado a los acogentes princi-                         40
pales de la familia extensa o ajena, para ver                       20
si se dan diferen­ ias significativas entre ellas.
                 c
                                                                     0
No aparecen diferen­ ias en ninguna de las
                        c                                                       Ausencia      Muerte     Incapacidad    Cesión       Maltrato
                                                                               progenitores progenitores   atender     voluntaria
variables consideradas: sexo, edad y profe-
sión del acogente principal (incluyendo que                                             Ilustración 11. Razones acogimiento
sean o no activos profesionalmente), así
como en el número de integrantes de la fa-
milia acogente.

                                                               16
Condiciones del acogimiento                                              Cambios de domicilio durante el expediente
   La mayoría de los acogimientos son
administra­ ivos (193 casos, 69,9%), sin des-
          t                                                                  Por regla general, los menores en acogi-
amparo (187 ca­ os, 67,8%) y no remunerados
                s                                                        miento sue­en estar en una sola familia de
                                                                                      l
(228 casos, 82,6%). En la siguiente tabla se                             acogida, siendo poco frecuente que cambien
puede ver la frecuencia de aparición combi-                              cuando están dentro del régimen de acogi-
nada estas variables.                                                    miento, como se muestra en la tabla número
                                                                         4. Es más, en algunos casos (19), el acogimien-
Tabla 3. Tipo de acogimiento                                             to no supo­ e más que una formalización de
                                                                                     n
                                          Remunerado        Total        una situación de hecho, pues siempre han
 Tipo de acogimiento
                                          si      no                     vivido con la familia extensa, generalmente
 Administrativo        Desamparo     sí      9       51       60
                                                                         los abuelos. Sin embargo, alrededor de una
                                     no   16        117      133         cuarta parte (23,5%) cambia de domicilio
                      Total               25        168      168         más de una vez, estando bajo medida de aco-
 Judicial              Desamparo     sí    4         21       25         gimiento, con todo lo que ello implica en su
                                     no   17         36       53         adaptación y bienestar.
                      Total               21         57       78
                                                                         Tabla 4. Nº cambios residencia entre inicio y fin
Hermanos acogidos                                                        expediente
                                                                                           Frecuencia             &        % válido    % acumulado
   Es frecuente que el acogimiento abarque a                              0                        19           6,9             7,3            7,3
más de un hermano. De hecho, aunque en la                                 1                      176           63,8           67,7            75,0
mayoría de los expedientes estudiados sólo
                                                                          2                        50          18,1           19,2            94,2
hay un hijo en acogimiento, casi en la mitad
                                                                          3                        13           4,7             5,0           99,2
de los expedientes revisados (41,8%) había
                                                                          4                            2        0,7             0,8          100,0
más de un hermano en situación de acogi-
                                                                          Total                  260           94,2          100,0
miento simultáneamente, como se puede ver
en la ilustración número 12. Además, aunque                               Perdidos                 16           5,8

ya hubieran finalizado su acogimiento, en 11
de los expedientes, uno o más hermanos del                                   La última residencia en la que estaba alo-
actual niño en acogimiento también habían                                jado el menor al finalizar el acogimiento era
estado sometidos a esta medida.                                          en su mayoría en familia extensa (223 expe-
                                                                         dientes, el 80,8%), como se puede apreciar en
                                                                         la ilustración número 13.
                                                                              250
                                                          Ninguno
                  4        7                              1
                                                                              200
                       3                                  2
             36                                           3                   150
                                                          4
                                                          Perdido             100



                                   153                                        50


            73                                                                 0

                                                                                     Familia extensa       Familia ajena      Acogimiento
                                                                                                                               residencial

                                                                         Ilustración 13. Ultimo acogimiento al finalizar expediente



 Ilustración 12. Hermanos del menor en acogimiento
                                                                         Razones del cierre del expediente
                   simultaneamente                                          Prácticamente la mitad de los expedientes
                                                                         se cierran por haber alcanzado la mayoría de
                                                                         edad (131 casos, 47,5%), seguidos por reinte-
                                                                    17
gración familiar (84 casos, 30,4%). El menor                                                                                      DISCUSIÓN
pasa a centro en 36 expedientes (13%). Los
datos se muestran en la ilustración nº 14.                                                                                            La primera reflexión que se plantea, a la
                                                                                                                                  luz de los datos, tiene que ver con la edad del
                                                                                                                                  menor cuando se produce el acogimiento,
                                                                                                                                  pues se observa que los niños se ven some-
125
                                                                                                                                  tidos a situación de acogimiento a lo largo
100                                                                                                                               de todas las edades, desde bebés que aún
                                                                                                                                  no han cumplido el año, hasta jóvenes de 17
 75
                                                                                                                                  años. Sin embargo, la edad del cierre del ex-
 50                                                                                                                               pediente más frecuente es a los 18 años, lo
                                                                                                                                  que supone que el acogimiento, sea cual sea
 25
                                                                                                                                  su régimen, temporal o definitivo, acaba por
     0                                                                                                                            suponer una medida que finaliza en la mayo-
           Mayoría       Reinte-      Paso a  Acog    Renuncia Nomb. Cambio Adopción                              Otros
            edad         gración      centro preadop. acogente tutor acogente                                                     ría de edad del acogido, siendo a la postre,
         Ilustración 14. Razones de cierre del expediente                                                                         más frecuente que la reunificación familiar,
                                                                                                                                  que es el objetivo final de la medida de aco-
                                                                                                                                  gimiento. Por tanto, y en aras de conseguir la
   El porcentaje de reunificación familiar en-                                                                                    mejor situación para el menor, hay que cuidar
contrado en este estudio está dentro de los                                                                                       especialmente el hogar de acogida, evitando
márgenes de otros estudios que han contem-                                                                                        en lo posible que se den cambios de acogi-
plado este dato: El Programa de Tratamiento                                                                                       miento a lo largo de la infancia, que sólo po-
a Familias con Menores, de la Diputación de                                                                                       drán ir en perjuicio del niño. Un corolario de
Sevilla, con una media 28,56% de reunifica-                                                                                       esta conclusión es que hay que prestar un ex-
ciones familiares y el 35% recogido por Amo-                                                                                      quisito cuidado a las familias acogentes, tan-
rós, Palacios, Fuentes, León y Mesas (2004).                                                                                      to en lo que respecta a su idoneidad, como
                                                                                                                                  en el apoyo que se le debe dar, para asegurar
Duración del acogimiento                                                                                                          que la medida cumpla el propósito de cubrir
   La duración media en que el menor se en-                                                                                       eficientemente las necesidades totales del
cuentra en acogimiento familiar, contando                                                                                         menor. Se ha observado la importancia de
desde la edad que tenía al inicio hasta la edad                                                                                   las redes sociales para un mejor funciona-
del cierre del expediente es de 5,64 años, con                                                                                    miento de los acogentes, lo cual incluye tam-
mediana de 5 años, desviación típica de 3,98,                                                                                     bién una buena relación con la Institución
y un rango entre 0 y 17 años. La distribución                                                                                     gubernamental encargada de la medida de
de los valores es multimodal, teniendo su fre-                                                                                    acogimiento (Triseliotis, Borland y Hill, 1998;
cuencia máxima (30 observaciones) en 2 y 3                                                                                        Fisher, Gibbs, Sinclair y Wilson, 2000), uno de
años.                                                                                                                             los aspectos en los que habría de redundar
                                                                                                                                  en futuras investigaciones.
40
                                                                                                                                      En segundo lugar, cabe resaltar es que la
                                                                                                                                  población infantil en régimen de acogimien-
30
                                                                                                                                  to familiar está relativamente libre de proble-
                                                                                                                                  mas, tanto físicos como psicológicos, lo cual
20                                                                                                                                no es poco si tomamos en cuenta las duras

10
                                                                                                                                  5 No obstante, no hay que olvidar que una medida de
                                                                                                                                  acogimiento no siempre es tan dramática; muchas veces, los
 0                                                                                                                                abuelos, por razones diversas, se han hecho cargo del menor
         ,00   ,30   1,00 2,00 2,80 3,00 3,10 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 8,40 9,00 10,00 11,00 12,00 13,00 14,00 15,00 17,00
                                                                                                                                  desde el nacimiento y han asumido todas las funciones
               Ilustración 15. Duración del acogimiento                                                                           parentales.

                                                                                                                             18
situaciones familiares que, en muchos casos5,          se encuentra presente cuando se produce la
han tenido que vivir los menores. Ello permi-          medida de acogimiento, y el padre tiende a
te reorganizar adecuadamente los recursos              ser conocido y haber reconocido al menor, si
institucionales, pues cabe sugerir que los es-         este es fruto de una relación fuera del matri-
fuerzos de los educadores se centren más en            monio. Tanto padre como madre presentan
estos casos que en los que se desarrollan de           problemas de diverso tipo, siendo el más
forma adecuada.                                        frecuente el consumo de drogas o alcohol.
    Un comentario parece adecuado aquí. En             Además, es bastante común que más de un
este trabajo se han trascrito textualmente las         hermano se encuentre en acogimiento en
conceptualizaciones que aparecen en los ex-            el mismo espacio temporal. Obviamente, la
pedientes para designar los problemas que              dificultad de los padres de hacerse cargo del
afectan a los menores. En algunos casos, no            menor se extiende a todos sus hijos, por regla
corresponden a ningún criterio diagnóstico,            general, aunque no siempre es el caso.
tales como el Manual Diagnóstico y Estadísti-              El perfil del acogente que surge de este
co de los trastornos mentales (DSM-IV-TR) de           estudio es una abuela, en la cincuentena,
la Asociación Psiquiátrica Americana (2002)            que se dedica a una profesión relacionada
o la Clasificación Internacional de Enferme-           con el área de servicios, está casada y vive en
dades: Trastornos mentales y del comporta-             familia, compuesta por dos o más miembros,
miento (CIE-10) de la Organización Mundial             teniendo un solo menor en acogimiento.
de la Salud (1992). Utilizar cualquiera de                 Con respecto a los acogentes, nuestros
estas categorizaciones estandarizadas sería            datos no avalan los hallazgos que aparecen
aconsejable, para garantizar una terminolo-            recogidos en la literatura, en el sentido de di-
gía común.                                             ferencias entre familia extensa y ajena (Scar-
    Ahora bien, cabe preguntarse si la baja            nnapieco y cols, 1997, Cud¬deback y Orme,
incidencia de problemas es real, o bien, al            2002; Scannapico y Hegar, 2002; Sykes, Sin-
no ser un dato de obligada inclusión en los            clair y Gibas, 2002), en ninguna de las varia-
expedientes, pudiera no haberse incluido,              bles incluidas en el estudio.
aunque el menor padeciera estos problemas.                 Finalmente, el tipo de acogimiento más
Esto es más probable que ocurra en los más             frecuente es administrativo, no remunerado
antiguos, pues se han consultado expedien-             y sin desamparo.
tes abiertos desde la década de los ochenta,               En conclusión podemos señalar que, den-
y se ha podido observar que la forma de tra-           tro del intervalo estudiado, la medida de
bajo de los técnicos ha ido evolucionando              acogimiento ha funcionado bien, debido a
hacia una mayor sistematización. Evidente-             que el menor suele mantenerse en la misma
mente, es preciso un estudio mucho más en              familia hasta la mayoría de edad, cuando no
profundidad, tomando en cuenta áreas tales             se culmina en la reunificación familiar. Esto,
como desarrollo físico y autonomía, desarro-           como hemos señalado, redunda en la estabi-
llo cognitivo, emocional y social y rendimien-         lidad del menor y permite que su desarrollo
to escolar, al estilo del realizado por Amorós,        se realice en condiciones óptimas.
Palacios, Fuentes, León y Mesas (2004), estu-              El trabajo aquí presentado no es más que
diando familias canguro, a ser posible, con un         la descripción de la realidad en el intervalo
diseño antes–después del acogimiento, para             temporal estudiado. No obstante, para po-
poder determinar los efectos que la medida             der llegar a conclusiones más prácticas, es
de acogimiento ha tenido sobre esas áreas              preciso analizar qué factores parecen rela-
del desarrollo infantil.                               cionarse tanto con una finalización feliz del
    La familia biológica del menor, en gene-           acogimiento, a través de la reunificación, así
ral, carece de un núcleo constituido, aunque           como la otra cara de la moneda: qué aspec-
también en la mayoría de los casos la madre            tos pueden permitir predecir el fracaso en

                                                  19
acogimiento, esto es, cuando el menor debe                               tive services. Child and Adolescent Social Wrk
abandonar la familia de acogida antes de su                              Research, 19(4), 315-327.
mayoría de edad, cuando la reunificación fa-                        -	   Scarnnapieco, M., Hegar, R.L. y McAlpine, C.
                                                                         (1997) Kinship care and foster care: A compa-
miliar no es posible.
                                                                         rison of characteristics and outcomes. Families
   Estos aspectos han sido objeto de otros                               in Society: The Journal of Contemporary Human
estudios y no ha sido objeto del estudio pre-                            Services, 78(5), 480-488.
sentado anteriormente.                                              -	   Sykes, J., Sinclair, I, Gibas, I. y Wilson, K. (2002)
                                                                         Kinship and stranger foster carers: How do
                                                                         they compare? Adoption & Fstering Journal, 26
REFERENCIAS                                                              (2), 38-48.
                                                                    -	   Triseliotis, J., Borland, M. y Hill, M. (1998) Fos-
-	   Amorós, P., Palacios, J., Fuentes, N., León E. y                    ters careers who cease to foster. Adoption and
     Mesas, A. (2004) Familias canguro. Una expe-                        Fostering, 22(2), 54-61.
     riencia de protección a la infancia. Barcelona:
     Fundación La Caixa.
-	   Amorós, P. y Palacios, J. (2004) Acogimiento fa-
     miliar. Madrid: Alianza Editorial.
-	   Asociación Psiquiátrica Americana (2002)
     Manual de Diagnóstico y Estadísticode los tras-
     tornos mentales (DSM-IVT-R). Madrid: Masson.
     Brooks, S.L., Shookhoff, A.J. y Richards, C.M.
     (2005) A better option? Tennessee Bar Journal,
     41(3), 16-23.
-	   Chapman, M.V. Wall, A. y Barth, R.P. (2004)
     Children’s voices: The perceptions of children
     in foster care. American Journal of Orthopsy-
     chiatry, 74 (3), 293-304.
-	   Cuddeback, G.S. y Orme, J.G. (2002) Training
     and services for kinship and nonkinship foster
     families. Child Wlfare League of America, 81(6),
     879-909.
-	   Fisher, T., Gibbs, I., Sinclair, I. y Wilson, K. (2000)
     Sharing the care: The qualities sought of social
     workers by foster carers. Child and Family So-
     cial Work, 5,225-233.
-	   Lorkovich, T.W., Piccola, T., Groza, V., Brindo,
     M.E. y Marks, J. (2004) Kinship care and perma-
     nence: Guiding principles for policy and prac-
     tice. Families in Society: The Journal of Contem-
     porary Human Services, 85(2), 159-164.
-	   Organización Mundial de la Salud (1992) Cla-
     sificación Internacional de Enfermedades: Tras-
     tornos mentales y del comportamiento (CIE-10).
     Madrid: Meditor.
-	   Programa de tratamiento a familias con me-
     nores. Diputación de Sevilla. En: http://www.
     dipusevilla.es/dipusevilla/export/             site/co-
     tents/Documentos/124351/124387/atta-
     chs/125375/normal/Memoria_TRATAMIEN-
     TO_FAMILIAR_2005.pdf [02/04/2007]
-	   Scarnnapieco, M.y Hegar, R.L. (2002) Kinship
     care providers: Designing an array of suppor-



                                                               20
MARCO DE REFERENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA
    PSICOSOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNIDAD
    AUTÓNOMA DE CANARIAS

   Manuel De Armas Hernández 1
   José Luís Arregui Sáez
   Agustín López Martínez

Resumen:
La necesidad de una especialización de la intervención en justicia juvenil pone de relieve que al interve-
nir hemos de basarnos en programas y líneas de trabajo contrastadas empíricamente, tal y como nos
refleja los trabajos de Spivack y Shure (1974) con el déficit de destrezas interpersonales; Roos, Fabiano y
Ewles (1982) en el programa R & R; Segura Morales (1992, 2004) con programas cognitivos de habilida-
des sociales; Garrido Genovés y López (2005) con el programa de pensamiento prosocial.

Palabras claves: modelo cognitivo, competencia social, pensamiento prosocial, delincuencia juvenil,
tutoría de jóvenes.




Antecedentes
    En la década de los 70 y 80, surge con fuer-         delincuentes que tendrán presente en el di-
za la idea de la rehabilitación del delincuente          seño de los programas de intervención cog-
tanto en Estados Unidos como en Canadá y                 nitivos y que son los siguientes:
después de publicaciones en las que se revi-             1.	 Pensamiento Causal, es la capacidad de
saban los programas y tratamientos basados                   determinar la raíz o causa de un proble-
en una revisión meta-analítica, pues con an-                 ma. Quienes no tienen este pensamiento,
terioridad a dichas décadas el fracaso de la                 atribuyen todo a la causalidad o a la mala
rehabilitación se había extendido basado en                  suerte, o se quedan sin palabras ante un
estudios con problemas metodológicos y con                   problema interpersonal.
inadecuados diseños de investigación. Esta               2.	 Pensamiento Alternativo, es la habilidad
idea de rehabilitación se aleja de una visión                cognitiva de imaginar el mayor número
punitiva e incorpora las características perso-              de posible soluciones para un problema
nales de los sujetos susceptibles de interven-               determinado.
ción, el tipo de programa y el ambiente en el            3.	 Pensamiento Consecuencial, es la capaci-
que tiene lugar la intervención, de esta forma               dad cognitiva de prever las consecuencias
se inicia una nueva línea de trabajo en la que               de un hecho; supone pensar y prever lo
diversos autores (Spivack y Shure, 1974; Ross,               que probablemente pasará, si hago esto,
Fabiano, y Ewles, 1982) coinciden al seleccio-               o si le digo esto a tal persona.
nar los rasgos que caracterizan a los progra-            4.	 Pensamiento en Perspectiva, es la habili-
mas que funcionan diferenciándolos de los                    dad cognitiva de ponerse en el lugar de
que no afloran resultados positivos.                         otro, es comprender por qué piensa así
    Spivack y Shure (1974) encuentran déficit                otra persona. Nos hace comprender mejor
de destrezas interpersonales en los jóvenes                  para perdonar, ayudar y también oponer-
                                                             nos con firmeza a quienes no tienen ra-
1 e-mail: mdearmas@dedu.ulpgc.es                             zón.

                                                    21
5.	 Pensamiento Medios-fin, supone saber                1.	 Impulsividad, reflejo de una evidente falta
    trazarse objetivos, saber analizar los re-              de autocontrol.
    cursos con que se cuenta para llegar a ese          2.	 Externalidad, en tanto en cuanto no se
    objetivo.                                               sienten responsables de los que le sucede.
                                                        3.	 Razonamiento concreto, en la medida que
    Por otro lado, Ross, Fabiano, y Ewles (1982)            sólo comprenden aquello que pueden ver,
proponen el Programa: R & R, que hace refe-                 oír o tocar.
rencia a Razonamiento y Rehabilitación, que             4.	 Rigidez cognitiva, su pensamiento es in-
se ha de llevar a cabo con grupos de cuatro                 flexible, rígido e intolerante, los que les lle-
a ocho componentes y con una duración de                    va a persistir en conductas desadaptadas.
80 a 120 horas. Se han de utilizar técnicas             5.	 Resolución cognitiva de problemas inter-
que sean altamente agradables para indivi-                  personales, aspecto relacionado con la
duos antisociales porque los delincuentes no                falta de capacidad para detectar y definir
son fáciles de motivar, y frecuentemente se                 un problema, encontrar posibles causas y
muestran muy negativos ante la terapia o la                 pensar soluciones alternativas y sus con-
escuela, dicho programa fue mejorado por                    secuencias.
Roos y Ross (1995), Ross, Antonowicz y Dha-             6.	 Egocentrismo, ven el mundo desde su
liwal (1995) y Garrido Genovés (2003) en el                 propio punto de vista.
programa de Pensamiento Prosocial, versión              7.	 Valores, ausentes o precarios.
corta para jóvenes (PPS-VC).                            8.	 Insuficiente capacidad crítica, predomi-
    También Ross (1992) se preguntó ¿Cuá-                   nando el pensamiento irracional y carente
les son las características esenciales de los               de autocrítica.
programas efectivos? Existen varias, pero
una destaca claramente, que todos ellos                 Aparición de los programas
eran multifacéticos, multimodales, comple-
                                                        cognitivos en España
jos. Utilizaban varias técnicas diferentes de
intervención. Por otro lado, los programas                  	 Los programas cognitivos tienen su apa-
efectivos simples compartían una caracte-               rición a finales de los 80, aplicándose tanto a
rística común: incluían alguna técnica de la            la delincuencia de adultos, a la delincuencia
que cabía esperar algún impacto en el pen-              juvenil, como a la población en riesgo y las
samiento del delincuente. En definitiva, los            experiencias las podemos encontrar en la
programas efectivos incluían como objeto de             obra de López, Garrido y Ross (2001) y en Ló-
intervención no solamente el ambiente del               pez y Garrido (2005).
delincuente, o su familia, o sus sentimientos,              Segura Morales (1992) lleva a cabo dife-
o su conducta, o su educación o sus destrezas           rentes cursos dirigidos a profesionales del
vocacionales, sino también su cognición: su             campo de la educación formal y de la educa-
razonamiento, su comprensión, .... Y lo que es          ción no formal, orientados al entrenamiento
más importante: les enseñaban cómo com-                 cognitivo y a la enseñanza de las habilidades
prender los pensamientos y sentimientos                 sociales en todo el archipiélago canario entre
de otras personas. La investigación reveló              los años 1988 y 1991, para la aplicación en
un cuerpo sustancial de estudios empíricos              infancia y juventud normalizada y de riesgo.
que indicaban que muchos pero no todos los              En dichos cursos para el aprendizaje de las
delincuentes evidenciaban retrasos evoluti-             habilidades sociales se siguió el método es-
vos en la adquisición de diversas destrezas             tructurado de Godstein, Sprafkin, Gershaw y
cognitivas, (Garrido Genovés y Piñana, 1996)            Klein (1989), también se aplicó el CORT1 de
destrezas que son esenciales para la adapta-            De Bono (1985) y el TIPS de Platt y Duome
ción social y de los déficits encontrados, se           (1981).
destaca:

                                                   22
Entre los años 1987 y 1992, (López, Her-               Redondo Illescas, Sánchez-Meca y Garrido
nández y Martín, 1993; Martín, López y Her-               Genovés (2002) revisan los programas psico-
nández, 1994 y Martín y Hernández, 1999)                  lógicos europeos sobre delincuencia por me-
llevan a cabo en colaboración con el Fondo                dio de un meta-análisis de 26 programas, ob-
Europeo, Gobierno de Canarias y la Universi-              teniendo una estimación de la efectividad de
dad de La Laguna, entre otras instituciones,              los programas, que es en promedio de r=0.21.
en las prisiones de Tenerife y de Gran Canaria            De manera más concreta, los grupos de trata-
los siguientes programas:                                 miento obtuvieron una tasa de reincidencia
•	 PEI (1987-1990). (Programa de Educación                del 39.5%, 21 puntos por debajo de la tasa
    Integral). Tenerife.                                  del 60.5% obtenida por los grupos de control
•	 PEIRS (1989-1992). (Programa de Educa-                 no tratados. Además, algunas tipologías de
    ción Integral y Reinserción Social). Tenerife.        programas (especialmente educativos, con-
•	 HOPECAN I y II (1994-1999). (Programa                  ductuales y cognitivo-conductuales) fueron
    Horizon Penitenciario de Canarias). Tene-             claramente más efectivas que el promedio.
    rife y Gran Canaria.
                                                              Por otro lado, Garrido Genovés, Morales
   De los programas existentes que funcio-                y Sánchez-Meca (2006) examinan los resul-
nan (Redondo, 1994; Lipsey, 1995; Garrido                 tados de la mejor evidencia empírica dis-
Genovés y Martínez, 1997; Redondo, Sánchez                ponible con respecto a la efectividad de los
y Garrido Genovés, 2001; Becedóniz y Rodrí-               programas de tratamiento implementados
guez, 2004), que tienen éxito en prevenir los             en centros cerrados o prisiones juveniles
comportamientos antisociales y en disminuir               para prevenir la reincidencia de delincuentes
de modo significativo la reincidencia, de ellos           juveniles graves (violentos y habituales), en
destacamos los siguientes aspectos:                       edades comprendidas entre los 12 y los 21
•	 Analizan cuidadosamente las capacidades                años. Se revisan 30 estudios experimentales
   cognitivas, afectivas y conductuales, ajus-            y cuasiexperimentales, con un total de 2.831
   tando la intervención a las necesidades.               jóvenes en los grupos de tratamiento y 3.002
•	 Están bien estructurados, tienen un so-                en los grupos de comparación. El tamaño del
   porte para la evaluación y se basan enla               efecto global en términos de reducción de
   línea cognitivo-conductual.                            la reincidencia fue de d = 0.14 a favor de los
•	 Relacionan el trabajo con las estrategias              grupos tratados, lo que supone una reduc-
   de vida, con técnicas de modelado y role-              ción de la reincidencia del 7%, en donde los
   playing.                                               métodos cognitivos conductuales fueron los
•	 Es intensivo, con contactos semanales,                 más efectivos.
   incluyendo un programa individualizado;
   con reglas claras de conducta positiva y               Aplicaciones
   negativa, apareciendo un feedback sobre
   su comportamiento.                                         A continuación describimos diferentes
•	 Los profesionales son referentes positi-               programas que pensamos que pueden ser
   vos.                                                   referentes para la intervención con menores
•	 Son multimodales, con estrategias de in-               y jóvenes de justicia juvenil:
   tervención plurares: formación profesio-
   nal, cultura general y habilidades sociales,           A.	 El programa de Pensamiento Prosocial en
   incluyendo la intervención familiar grupal                 Entornos Educativos (Garrido Genovés y
   e individual.                                              López, 2005), intenta responder a una se-
•	 Es necesario que el programa ayude al                      rie de carencias en competencia social en
   joven en su casa y barrio, para prevenir la                donde los menores y jóvenes lo reflejan
   recaída.                                                   de diferente forma:
                                                          •	 Disrupción en el aula
                                                     23
•	 Relaciones agresivas entre iguales                      físicos, tercera edad, drogodependientes,
•	 Agresividad hacia los profesionales                     escolares, menores en protección y justi-
•	 No respeto de las normas en el centro                   cia juvenil, ...), ya que son una base para la
                                                           correcta adaptación al medio.
   El programa se compone de siete módulos
repartidos en 32 sesiones, siendo la frecuen-              Los programas de habilidades de vida
cia de las sesiones dos semanales:                      pueden incluir diferentes áreas de actuación:
•	 Módulo 1. Nos conocemos (1 sesión)                   •	 Entrenamiento en destrezas de auto-cui-
•	 Módulo 2. Conociendo el cómic (2 sesio-                 dado.
   nes)                                                 •	 Conocimiento y utilización de recursos y
•	 Módulo 3. Habilidades de comunicación                   servicios.
   (3 sesiones)                                         •	 Técnicas de búsqueda de empleo.
•	 Módulo 4. Autoconocimiento emocional                 •	 Planificación y uso del tiempo de ocio.
   (6 sesiones)
•	 Módulo 5. Resolución de problemas (6 se-                Las características fundamentales de este
   siones)                                              programa son:
•	 Módulo 6. Habilidades sociales (11 sesio-            •	 Los conocimientos son eminentemente
   nes)                                                    aplicados y aplicables para el joven.
•	 Módulo 7. Desarrollo de valores (3 sesio-            •	 Las informaciones que se presentan son
   nes)                                                    fundamentalmente útiles para el usuario.
                                                        •	 Se tratan cuestiones fundamentales como
   Dentro de cada módulo aparece:
                                                           la utilización de recursos y servicios del
•	 El objetivo
                                                           medio ambiente del usuario, búsqueda y
•	 La duración de la sesión (50 minutos
                                                           mantenimiento de empleo, planificación
   aproximadamente)
                                                           y uso del tiempo libre, toma de decisiones
•	 El contenido
                                                           de manera responsable, la publicidad y el
•	 Los materiales
                                                           consumo responsable...
                                                        •	 El tiempo estimado de cada sesión está
B.	 Programa de Competencia Psicosocial
                                                           entre 45 y 60 minutos.
    “Jabato”: Habilidades de Vida (Fundación
    Diagrama, 2005).                                       Dado que las habilidades y estrategias que
	 El objetivo general es favorecer la inte-             se entrenan en este manual están orientadas
    gración social y laboral de la persona a            a mejorar la adaptación de la persona en su
    través de informaciones concretas y del             medio ambiente cotidiano, el perfil del joven
    aprendizaje de técnicas y habilidades para          que va a aprovechar con más éxito estas se-
    la mejora de la competencia social. Las             siones será:
    habilidades de vida son herramientas que            •	 Joven entre 16 y 23 años.
    van a ayudar a cualquier persona en su              •	 Cumpliendo una medida judicial pero
    integración social. Contribuyen también                próximo al cumplimiento de la medida o
    al desarrollo personal y laboral, y a la in-           próximo al reinicio de salidas del centro.
    corporación eficaz en el medio en el que            •	 Que ya haya superado otros módulos que
    se vive. Los programas de habilidades de               desarrollan la competencia social (princi-
    vida son aquellos destinados a reforzar y              palmente el módulo de resolución de pro-
    apoyar los cambios introducidos en los                 blemas y el de habilidades de vida).
    hábitos de comportamiento de la perso-
    na, y tienen como meta favorecer la inte-              El Programa Jabato se desarrolla en cua-
    gración sociolaboral y sanitaria. Estos pro-        tro áreas diferentes que están secuenciadas
    gramas se utilizan con todos los grupos             de forma que se vaya progresando en la in-
    de población (minusválidos psíquicos y              corporación de diferentes habilidades, que
                                                   24
favorecerán la integración social y laboral de              ta, espacial, cinética, música, intrapersonal
la persona. Estas áreas son:                                e interpersonal), en donde define la inte-
1.	 Área de Planificación del tiempo (Sesión 1              ligencia como la capacidad para resolver
    a 3). En esta área se introduce el concepto             problemas y crear productos. También se
    del tiempo objetivo (real) y subjetivo (per-            sigue el desarrollo de las cinco habilidades
    cibido), así como la importancia de saber               que Spivack y Shure (1974) habían consi-
    priorizar en función de él, organizarlo y               derado esenciales para relacionarnos:
    planificarlo. También se muestra y practica             pensamiento causal, alternativo, conse-
    aquí el uso de la agenda como herramien-                cuencial, de perspectiva y pensamiento
    ta para lograr estos objetivos.                         medios-fin.
2.	 Área de Toma de decisiones (Sesión 4 a              2.	 Razonamiento moral, sigue la línea de Kol-
    11). Se trabaja la importancia de tomar de              berg (1984) con la discusión de dilemas.
    forma correcta las decisiones a través del          3.	 La educación emocional, sigue la línea de
    entrenamiento de una técnica para hacer-                Goleman (1996) y Marina (1993), comple-
    lo, así como asumir la responsabilidad de               mentada con el entrenamiento en habi-
    la decisión tomada. Se practica la toma de              lidades sociales propuesto por Godstein
    decisiones ante diferentes temas, como                  (1989).
    el consumo responsable, el uso del ocio y
    tiempo libre o la emancipación.                     D.	 Programa de Tutoría de jóvenes de Cana-
3.	 Área de Información (Sesión 12 a 18). En-               rias (Gobierno de Canarias, 2006). Se hace
    trenamiento de la habilidad de pedir y                  a través de la colaboración de la Conseje-
    buscar información. También de mecanis-                 ría de Educación, Cultura y Deportes y la
    mos para búsqueda de información nece-                  de Bienestar Social del Gobierno de Cana-
    saria para una buena integración social.                rias. Las tutorías de jóvenes son acciones
    Además se aporta información relevante                  educativas específicas para jóvenes en
    para la vida en sociedad, como el uso de                situación de exclusión o dificultad social y
    los recursos del medio, el uso del dinero,              se encuadran dentro de los Programas de
    los recursos asistenciales, las acreditacio-            Garantía Social, con la característica espe-
    nes, etc.                                               cial de que están dirigidos a aquellos me-
4.	 Área de Formación y Trabajo (Sesión 19 a                nores y jóvenes que estén bajo el Modelo
    26). En esta área se pretende en primer lu-             de Responsabilidad Penal Juvenil. Tiene
    gar dar información acerca de alternativas              una concepción integral que incorpora un
    formativas y laborales. Además se aportan               amplio abanico de subprogramas.
    técnicas y herramientas para la búsqueda            1.	 Entrenamiento cognitivo y Competencia
    de empleo eficaz.                                       Social según la versión de Garrido Geno-
                                                            vés del R&R de Fabiano, y Ewles (1982).
C.	 Programa “Ser persona y relacionarse” (Se-          2.	 Formación Profesional de nivel 1
    gura Morales, 2004).                                3.	 Destrezas básicas educativas: lectoescritu-
	 Es un programa de Competencia Social,                     ra y matemáticas básicas
    donde la base de dicho programa sigue la            4.	 Otras habilidades de vida: educación
    línea de Ross y Fabiano (1985) que tiene                sexual, para la convivencia y acceso a re-
    por objetivo mejorar las relaciones inter-              cursos sociales
    personales, incorporando tres factores              5.	 Orientación laboral y acciones de inser-
    facilitadores de las relaciones interperso-             ción y acompañamiento una vez que el
    nales que son:                                          joven sale del centro de ejecución de me-
1.	 Entrenamiento cognitivo, sigue la línea de              didas judiciales.
    Gardner (1994, 2000) y su teoría de las in-
    teligencias múltiples (lingüística, abstrac-

                                                   25
Se aplica en los centros de ejecución de              aprenden a renunciar a su egocentrismo y a
medidas judiciales de Canarias e incorpora               su constante huida de la responsabilidad.
profesorado de la Consejería de Educación,                   	 Para finalizar, uno de los grandes retos
maestros de taller, educadores sociales y                que debemos afrontar los profesionales del
orientadores laborales.                                  ámbito de la justicia juvenil, es lograr que
                                                         el tratamiento de los menores y jóvenes se
Valoraciones                                             adapten a las directrices que las diferentes in-
                                                         vestigaciones tanto nacionales como interna-
    De lo descrito en páginas anteriores, con-           cionales han revelado como exitosas. No nos
sideramos que la reeducación e inserción de              cabe duda, que este es un proceso bastante
los menores y jóvenes con medidas judiciales             lento en el que debemos superar nuestro
se ha de llevar a cabo teniendo en cuenta las            desánimo, y para ello hemos de pasar de una
diferentes líneas de investigación y marcos              intervención en cantidad a una de calidad
teóricos conceptuales, queda claro que los               con planificación, organización y que evite la
programas han de estar unidos con el desa-               improvisación, es decir, hemos de ir hacia el
rrollo cultural formativo, la inserción laboral          campo de la formación y la intervención es-
y las competencias psicosociales, para conse-            pecializada, sin prisas; pero sin pausas.
guir una alta tasa de eficacia en los progra-
mas y con ello reducir la reincidencia en los
delitos.
                                                         Referencias
    	 Dado que el comportamiento antisocial,
ya de forma oportunista, transitorio o persis-           -	   De Bono, M. (1985). CORT 1: Abre Tu mente.
tente y presente en la vida usual de los me-                  Valencia: Universidad de Valencia.
nores y jóvenes con medidas judiciales, es               -	   Fundación Diagrama (2005). Programa de
                                                              competencia psicosocial: Jabato. Murcia: Edita
tan costoso para dichos menores y jóvenes,
                                                              Fundación Diagrama.
para sus familia, para los diferentes profe-             -	   Gardner, H. (1994). La mente escolarizada. Bar-
sionales que hemos de intervenir con ellos y                  celona: Paidos.
para las instituciones que tienen su compe-              -	   Gardner, H. (2000). La educación de la mente y
tencia, para la sociedad en general, se ha de                 el conocimiento de las disciplinas. Barcelona:
comprender que cada vez más los esfuerzos                     Paidos.
de tratamiento y la rehabilitación tengan una            -	   Garrido Genovés, V. (2003). Origen del progra-
fundamentación teórico-práctica que nos ha                    ma. Monográfico sobre competencia social.
                                                              Cuadernos de Pedagogía, 324, 44-54.
de llevar a asumir el modelo la responsabi-
                                                         -	   Garrido Genovés, V. y López, M. J. (2005). Ma-
lización y especialización, que nos refleja el                nual de intervención educativa en readap-
marco legal de nuestra intervención.                          tación social. (Vol.1 y 2). Valencia: Tirant lo
    	 En la actualidad, muchas de nuestras es-                Blanch.
peranzas están depositadas en los tipos de               -	   Garrido Genovés, V. y Martínez, M. (1997).
programas cognitivos y de habilidades de                      Pedagogía, delincuencia e inteligencia emo-
vida, pues no se trata de culpar a nadie, de                  cional. En V. Garrido Genovés y M. Martínez
que los menores y jóvenes con medidas ju-                     (Eds.), Educación social para delincuentes (pp.
                                                              19-86). Valencia: Tirant Lo Blanch.
diciales de perfil persistente y reincidente, le-
                                                         -	   Garrido Genovés, V. y Piñana, A. M. (1996). El
sionan gravemente su vida y la de los demás,                  modelo cognitivo aplicado a delincuentes
y frente a este desafío, nuestra respuesta ha                 institucionalizados: el pensamiento prosocial.
de ser la de darles herramientas cognitivas,                  Revista Complutense de Educación. 7 (2), 137-
personales y culturales, para que aprendan a                  156.
valorarse a sí mismo y a los demás, asumien-             -	   Garrido Genovés, V., Morales, L. A., y Sánchez-
do su responsabilidad penal y posicionándo-                   Meca, J. (2006). ¿Qué funciona con los delin-
se en el lugar de sus víctimas. Al tiempo que                 cuentes juveniles? Una revisión sistemática.
                                                              Psicothema, 3 (18), 661-619.

                                                    26
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social
La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social

Más contenido relacionado

Similar a La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social

Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6gloriaperafan
 
Resumen ponencias 2012
Resumen ponencias 2012Resumen ponencias 2012
Resumen ponencias 2012I.N.I.C.E.
 
Congreso mujeres cronograma final
Congreso mujeres cronograma  finalCongreso mujeres cronograma  final
Congreso mujeres cronograma finalIgui
 
Maremagnum nº 20 2016
Maremagnum nº 20 2016Maremagnum nº 20 2016
Maremagnum nº 20 2016AutismoGalicia
 
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdf
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdfrevista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdf
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdfvictorialemunir
 
Revista Ehécatl - Año I, Número 1
Revista Ehécatl - Año I, Número 1Revista Ehécatl - Año I, Número 1
Revista Ehécatl - Año I, Número 1Revista Ehécatl
 
Competencias con intervenciones pedagogicas
Competencias con intervenciones pedagogicasCompetencias con intervenciones pedagogicas
Competencias con intervenciones pedagogicasPilar Alvarez Conde
 
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdf
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdfMedicina-Tradicional-Oaxaca.pdf
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdfTERESAIAM
 
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012Victor Zevallos Camarena
 
Television y desarrollo infantil
Television y desarrollo infantilTelevision y desarrollo infantil
Television y desarrollo infantilninoanino
 

Similar a La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social (20)

Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6
 
Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6Cuadro del proyecto 6
Cuadro del proyecto 6
 
Resumen ponencias 2012
Resumen ponencias 2012Resumen ponencias 2012
Resumen ponencias 2012
 
Congreso mujeres cronograma final
Congreso mujeres cronograma  finalCongreso mujeres cronograma  final
Congreso mujeres cronograma final
 
Programa jornada ed hacia sost lr 2017
Programa jornada ed hacia sost lr 2017Programa jornada ed hacia sost lr 2017
Programa jornada ed hacia sost lr 2017
 
Almenara 10 - 2018
Almenara   10 - 2018Almenara   10 - 2018
Almenara 10 - 2018
 
Almenara 10 - 2018
Almenara   10 - 2018Almenara   10 - 2018
Almenara 10 - 2018
 
Chiara 100-salamanca-programa-a4
Chiara 100-salamanca-programa-a4Chiara 100-salamanca-programa-a4
Chiara 100-salamanca-programa-a4
 
Coeducacion
CoeducacionCoeducacion
Coeducacion
 
Transcripcion Montenegro
Transcripcion MontenegroTranscripcion Montenegro
Transcripcion Montenegro
 
Almenara 01 - 2009
Almenara   01 - 2009Almenara   01 - 2009
Almenara 01 - 2009
 
Almenara 01 - 2009
Almenara   01 - 2009Almenara   01 - 2009
Almenara 01 - 2009
 
Maremagnum nº 20 2016
Maremagnum nº 20 2016Maremagnum nº 20 2016
Maremagnum nº 20 2016
 
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdf
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdfrevista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdf
revista mad edicion especial n 3 2008 ninez y politicas publicas.pdf
 
DSI. TÍTULO EXPERTO
DSI. TÍTULO EXPERTODSI. TÍTULO EXPERTO
DSI. TÍTULO EXPERTO
 
Revista Ehécatl - Año I, Número 1
Revista Ehécatl - Año I, Número 1Revista Ehécatl - Año I, Número 1
Revista Ehécatl - Año I, Número 1
 
Competencias con intervenciones pedagogicas
Competencias con intervenciones pedagogicasCompetencias con intervenciones pedagogicas
Competencias con intervenciones pedagogicas
 
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdf
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdfMedicina-Tradicional-Oaxaca.pdf
Medicina-Tradicional-Oaxaca.pdf
 
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012
Libro memoria aprobado i congreso. octubre 2012
 
Television y desarrollo infantil
Television y desarrollo infantilTelevision y desarrollo infantil
Television y desarrollo infantil
 

La revista de intervención psicosocioeducativa en la desadaptación social

  • 1. PRE SE N TAC I Ó N Carmen Steinert Cruz. EL ACOGI- MIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: ESTUDIO DESCRIP- Revista de INTERVENCIÓN PSICOSOCIOEDUCATIVA en la DESADAPTACIÓN SOCIAL TIVO África Borges del Rosal, Elena Rodríguez IPSE-ds Naveiras, Carmen Hernández Jorge. MARCO DE REFE- RENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA PSICO- SOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNI- DAD AUTÓNOMA DE CANARIAS Manuel De Armas Hernán- dez, José Luís Arregui Sáez, Agustín López Martínez. LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES SUS IMPLICACIO- NES EN EL AMBITO DE LA JUSTICIA JUVENIL Josep Moya i Revista de INTERVENCIÓN Ollé. LA MODIFICACION DE LA LEY DE RESPONSABILI- DAD DEL MENOR OPERADA POR LA LEY 8/2006 Deme- PSICOSOCIOEDUCATIVA trio Pintado Marrero, Alicia Salabert Cardona, Pablo en la DESADAPTACIÓN Ponce Matínez. LA EVALUACIÓN DEL RIESGO EN EL CONTEXTO DE LA LEY PENAL JUVENIL Enrique SOCIAL López Martín,María Dolera Carrillo. CARACTE- RÍSTICAS DE LOS EDUCADORES SOCIALES DE LOS RECURSOS RESIDENCIALES DE ATENCIÓN A LA INFANCIA Y ADOLES- CENCIA EN CATALUNYA Teresa Marzo Arpón. NUEVA LEY DE INFANCIA EN CATALUNYA. ANTEPROYECTO DE LEY SOBRE LOS DERE- CHOS Y LAS OPORTUNI- DADES DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLES- CENTES Carme Panchón Iglesias. 1
  • 2. IPSE-ds Revista de INTERVENCIÓN PSICOSOCIOEDUCATIVA en la DESADAPTACIÓN SOCIAL Nº 1, NOVIEMBRE 2008
  • 3. Equipo de Dirección: Manuel de Armas Hernández Profesor Asociado de la Facultad de Formación del Profesorado. Departamento de Educación, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Carme Panchón Iglesias Profesora titular de la Facultat de Pedagogia, Universitat de Barcelona. Sotsdirectora del CIIMU Institut d’Infància i Mon Urbà (Barcelona). Sede de la revista: Departamento de Educación. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Edificio de Formación del Profesorado Calle Santa Juana de Arco, nº 1 Campus U. del Obelisco 35004-Las Palmas de Gran Canaria tel. +34 928 451 761 tel. +34 928 458 849 Fax +34 928 451 773 Dirección electrónica revista_desadaptacion_social@dedu.ulpgc.es Primera edición: DULAC edicions, Barcelona. Noviembre 2008 Publicación anual Diseño y maquetación: Víctor Anton Llapart Impreso en Barcelona © DULAC edicions, por esta edición. © De los autores por sus artículos. Publicado electrónicamente en: www.dedu.ulpgc.es ISSN: en trámite Dep. Legal: B-15555-2008 Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por medio alguno ya sea eléctrico, óptico o mecánico, sin el consenti- miento por escrito de la editorial o de los autores. ejemplar gratuito
  • 4. Colaboran: Consejería de Bienestar Social, Juventud y Vivienda. (Gobierno de Canarias). Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Educación. Universidad de La Laguna. Departamento de Didáctica e Investigación Educativa. Universidad de La Laguna. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universitat de Barcelona. Departament MIDE.
  • 5. NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS Los originales podrán estar escritos en cualquier lengua del Estado español. Los originales deberán ser inéditos y tratar temas relacionados directamente con las temáticas de la revista. Las propuestas de artículos se tendrán que enviar a la dirección electrónica: revista_desadaptacion_social@dedu.ulpgc.es La extensión de los artículos no sobrepasará las veinte pági- nas. Formato de presentación (APA), Documento en Word: Letra Arial 12, interlineado 1,5, márgenes de 2,5 cm. La exten- sión de 20 páginas equivale aproximadamente a 8.000 palabras o 40.000 caracteres. Título del artículo: Autor/a, o Autores, con nota a pie de página con su presenta- ción (ocupación actual) y si lo desea su dirección de correo elec- trónico o forma de contactar. Resumen del artículo de un máximo de 10 líneas. Palabras clave, un máximo de 5 Las referencias bibliográficas se presentarán al final del texto y por orden alfabético de los autores y autoras. Las tablas y gráficos se presentarán en un archivo aparte y se indicará el lugar donde se han de colocar en el artículo. El consejo de redacción valorará i seleccionará los artículos para su publicación. No se devolverán los originales de los trabajos no publicados.
  • 6. CONSEJO DE REDACCIÓN ALMEIDA AGUIAR, Antonio Samuel. (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. ARREGUI SÁEZ, José Luís. Instituciones Penitenciarias, Ministerio del Interior. CARREIRO ESTÉVEZ, Juan. Instituciones Penitenciarias, Ministerio del Interior. CASTRO SÁNCHEZ, José Juan. (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria DÍAZ HERNÁNDEZ, Ramón. (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. ESCUELA QUINTERO, Manuel. Fundación IDEO. FERNÁNDEZ DEL VALLE, Jorge. (UO) Facultad de Psicología, Universidad de Oviedo. FERNÁNDEZ SARMIENTO, Celia. (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. FRANCO YAGÜE, Juan Francisco. Agencia de la Comunidad de Madrid para la Reeducación y Reinserción del menor infractor GARCÍA GARCÍA, Luis. (ULL) Universidad de La Laguna. HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Germán (ULPGC) Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. JÓDAR ORTEGA, Capilla. (ULL) Universidad de La Laguna. LÁZARO APARICIO, Araceli. (OIA) Secretària de l’Observatori dels Drets de la Infància, Generalitat de Catalunya. LÓPEZ MARTÍN, Enrique. (CARM). Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. LOSADA LÓPEZ, José Luís. (UB) Facultat de Psicologia, Universitat de Barcelona. MOLERO RUIZ, Josep. Departament de Justicia - Generalitat de Catalunya. RODRIGUEZ DEL CASTILLO, Francisco Javier. Dirección General de Protección del Menor y la Familia. Comunidad Autónoma de Canarias. SÁEZ DÍAZ, Guillermo. Dirección General de Protección del Menor y la Familia. Comunidad Autónoma de Canarias. SÁNCHEZ ASÍN, Antonio. (UB) Facultat de Pedagogia. Universitat de Barcelona. SUÁREZ SANDOMINGO, José Manuel. Pedagogo e Técnico en Servizos Sociais, Xunta de Galicia.
  • 7.
  • 8. Sumario PRESENTACIÓN Carmen Steinert Cruz..................................................................................................pág. 9 . EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: ESTUDIO DESCRIPTIVO África Borges del Rosal, Elena Rodríguez Naveiras, Carmen Hernández Jorge ......................................................................................pág. 11 MARCO DE REFERENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA PSICOSOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS Manuel De Armas Hernández, José Luís Arregui Sáez, Agustín López Martínez.............................................................................................pág. 21 LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES SUS IMPLICACIONES EN EL AMBITO DE LA JUSTICIA JUVENIL Josep Moya i Ollé..........................................................................................................pág. 29 LA MODIFICACION DE LA LEY DE RESPONSABILIDAD DEL MENOR OPERADA POR LA LEY 8/2006 Demetrio Pintado Marrero, Alicia Salabert Cardona, Pablo Ponce Matínez .................................................................................................pág. 37 LA EVALUACIÓN DEL RIESGO EN EL CONTEXTO DE LA LEY PENAL JUVENIL Enrique López Martín, María Dolera Carrillo...................................................................................................pág. 41 CARACTERÍSTICAS DE LOS EDUCADORES SOCIALES DE LOS RECURSOS RESIDENCIALES DE ATENCIÓN A LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA EN CATALUNYA Teresa Marzo Arpón....................................................................................................pág. 57 . NUEVA LEY DE INFANCIA EN CATALUNYA. ANTEPROYECTO DE LEY SOBRE LOS DERECHOS Y LAS OPORTUNIDADES DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES Carme Panchón Iglesias.............................................................................................pág. 69
  • 9.
  • 10. PRESENTACIÓN Carmen Steinert Cruz Directora General de Protección del Menor y la Familia (Gobierno de Canarias) S upone para mí una enorme sa- internamiento y la perspectiva del derecho tisfacción presen­ ar esta revista. t penal, especialmente de los juzgados y la fis- Representa de manera sintética el calía. esfuerzo de los investigadores e Siendo los temas que aquí se tratan tan inves­ igadoras en el ámbito de la infancia y t comple­ os, resulta por ello una muestra espe- j la juventud. Además, algunos de los estudios ranzadora la lectura de estos artículos ya que presentados han sido solicitados expresa- todos ellos nos muestran alternativas prácti- mente por la Consejería de Bienestar Social a cas y eficaces para atender la problemática estos profesionales. de nuestra infancia y nues­ ra juventud. t Ello es un hito para la entidad pública Ello es debido a que todos estos trabajos respon­ able de los menores, pues implica s son fruto del diálogo al que hice referencia una invitación cargada de sinceridad a la co- al principio de esta introducción. El diálogo munidad científica canaria para abrir un diá- de quienes día a día están trabajando direc- logo honesto, abierto e ilusionado entre los tamente con niños y jóvenes, con los inves- que a diario trabajamos a pie de terreno en tigadores e investigadoras que, desde las el ámbito de la justicia juvenil o de la protec- universidades canarias, elaboran y ponen al ción de la infancia y quienes, desde las aulas día teorías que nos permiten entender me- universitarias, investigan alternativas a pro- jor nuestro entorno, diagnostican la realidad blemas complejos, propios de una sociedad que nos rodea y establecen las mejores estra- tan cambiante como la nuestra. tegias con las que intervenir con éxito ante Así pues esta revista supone el primer los problemas a los que nos enfrentamos a paso de un diálogo que ya está siendo fruc- diario. tífero. Una re­ exión común entre el mundo fl Por otro lado, no quisiera olvidarme del de los prácticos, representado por el personal compañero que se nos marchó de ésta vida educativo y de inter­ ención y el mundo uni- v el año pasado, Agustín López Martínez; vaya versitario, representado por aquellos inves- para él un pequeño homenaje y reconoci- tigadores e investigadoras que han tenido a miento hacia su labor, desde estas páginas; bien escribir estos artículos. pues con su preparación, ilusión y empeño Los problemas a los que nos enfrentamos asumió con gran responsabilidad la dirección quie­ es trabajamos en la prevención, la pro- n y gestión del CEMJ Valle Tabares. tección y la intervención con la infancia y La lectura de los artículos de esta revista la juventud no son baladíes. De un lado, lo produ­ e la sensación de un primer paso en c vinculado a la infancia en dificultad social: la este diálogo, un primer paso cargado de in- intervención con las familias en situación de tensidad, ilusiones y expectativas en que riesgo, el acogimiento familiar y residencial, esta nueva complicidad entre la práctica y la los niños que vienen en pateras y cayucos sin investigación, es una realidad cargada de he- estar acompañados por personas adul­ as, la t rramientas comunes que ya son de gran utili­ adopción, especialmente la internacional y la dad para quienes procuramos hacer mejor la de niños y niñas con dificultades especiales. vida de los niños, niñas y jóvenes de Canarias. De otro, el de los y las jóvenes sometidos a Vaya pues el deseo de toda la sociedad cana- medidas judiciales de tipo penal: los progra- ria para que este diálogo persevere, para que mas que fun­ ionan, el perfil de los y las pro- c esta recién inicia­ a complicidad siga dando d fesionales, tanto el educativo como el que frutos como los que en esta revista se presen- se encarga de la seguridad de los centros de tan. 9
  • 11.
  • 12. EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE 1 TENERIFE: ESTUDIO DESCRIPTIVO África Borges del Rosal2 Elena Rodríguez Naveiras Carmen Hernández Jorge Universidad de La Laguna Resumen: El acogimiento familiar es un sistema de protección a la infancia en situación de riesgo, retirando a los menores de sus familias biológicas que no pueden atenderlos. En este estudio se describe la situación de los menores en acogimiento en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, cuyos expedientes se han cerrado en el periodo que abarca de 2000 a 2006, analizando variables relacionadas con el menor, su familia biológica, sus acogentes y las condiciones de acogimiento. Palabras claves: acogimiento familiar, acogimiento residencial, familia extensa, familia ajena, infan- cia en riesgo, familia acogente. introducción El acogimiento familiar supone un sistema nocida para el menor, pero sin que les unan de protección a la infancia en situación de con él lazos de consanguineidad, es quien se riesgo. Los menores son retirados de sus fa- hace cargo del acogimiento. De ambos aco- milias biológicas, dando lugar a medidas de gimientos, el realizado en familia extensa se acogimiento residencial o familiar y, en este ha valorado como el más adecuado, por las caso, bien sea en familia extensa o biológica. siguientes razones: ayuda a reducir el trauma El acogimiento familiar de menores cons- de la separa­ ión, refuerza la identidad y au- c tituye una medida jurídica, donde la guardia toestima del menor, ofrece mayor estabilidad y custodia del menor es otorgada a una per- en su emplazamiento y promueve la relación sona o un grupo de personas, que se obligan, entre hermanos (Lorkovich, Piccola, Groza, por ello, a velar por él, alimentarlo, educarlo y Brindo y Marks, 2004). Asimismo permite una darle una formación inte­ ral. Amorós y Pala- g guía de adultos, beneficiosa para el bienes- cios (2004) señalan que el aco­ imiento fami- g tar del menor (Chapman, Wall y Barth, 2004) liar busca la sustitución o comple­ entación m y parece ser que facilita que el acogimiento del medio familiar original. sea más permanente (Brooks, Shookhoff y Ri- El acogimiento familiar abarca dos moda- chards, 2005). lida­ es: familia extensa o familia ajena. En d Un aspecto a tener en cuenta son las posi- el primer caso, algún miembro de la familia bles diferencias entre familia extensa y ajena, extensa del me­ or se hace cargo de él. En el n observán­ ose o bien ausencia de las mismas d segundo caso, una familia, conocida o desco- (Scarnnapieco, Hegar y McAlpine, 1997; Cu- ddeback y Orme, 2002) o que, en la familia extensa, el acogedor o acogedora principal 1 Estudio encargado y financiado por la Dirección General tenía una media de edad más alta, a la vez del Menor y la Familia, de la Consejería de Bienestar Social, que menos formación educativa y menos Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias. ingresos (Scannapico y Hegar, 2002; Sykes, 2 e-mail: aborges@ull.es Sinclair y Gibas, 2002). 11
  • 13. El acogimiento está concebido como una RESULTADOS medida temporal, cuyo objetivo es la reunifi- cación familiar, cuando las condiciones de la Los resultados se analizaron mediante el familia biológica lo permitan. El menor que- paque­ e estadístico SPSS, v.14.0 para Win- t da bajo la supervisión de la Dirección General dows. del Menor, quien, a través de los Educadores Datos referidos al menor y apoyados por Psicólogos y Trabajado­ es So- r ciales, se encargan del seguimiento y desarro­ Sexo y edad del menor: llo de la vida del menor, sea para trabajar con Hay más varones en acogimiento: 152 ambas familias, biológica y acogente, cuando (55,1%) frente a 124 niñas (44,9%). las condicio­ es lo permiten, con el fin de pro- n La edad del menor en el momento del mover la reunifica­ ión familiar, o bien, si ésta c acogimien­ o alcanza un rango desde me- t no fuera posible, para supervisar el devenir nos del año (en 5 casos) hasta los 17, en una de la familia acogente, así como para velar distribución bastante homogé­ ea, como se n para que las necesidades físicas y psíqui­ as c puede apreciar en la ilustración número del menor se vean cubiertas. 1. La media de edad es de 8,6, con mediana La investigación social en este marco su- en 9, moda en 6 y desviación típica de 4,62. pone una importante ayuda, cuya meta es la búsqueda de factores relevantes que permi- 25 tan que el acogimiento familiar se desarrolle en las mejores condiciones, velando siempre 20 por el bienestar del menor. El objetivo perse- 15 guido en este estudio es hacer una descrip- ción detallada de la realidad de los menores 10 en acogimiento familiar en la provincia de 5 Santa Cruz de Tenerife, basándose en los ex- pedientes cerrados en el periodo que abarca 0 ,2 ,6 ,7 ,9 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0 17,0 de 2000 a 2006. Ilustración 1. Edad del menor al inicio del acogimiento MÉTODO Edad del menor al cierre del expediente de acogimiento Procedimiento Casi la mitad de los expedientes se cierran Se ha revisado un total de 276 expedien- al lle­ ar el menor a la mayoría de edad (131 g tes, re­ativos a menores que han finalizado el l casos, un 44,7%), como se muestra en la ilus- acogimiento entre los años 2000-06, lo cual tración número 3. La media de edad al cierre constituye un 97,18% del total de menores del expediente es de 14,11, con mediana en que han finalizado su relación con la Direc- 17 y desviación típica de 5,04. ción General en ese periodo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, pues el número de 125 expedientes que constan en el servicio es de 284. Los 8 casos que faltan no se han consul­ 100 tado por no figurar el expediente en el archi- 75 vo correspondiente, por diversas razones. No ha habido un procedimiento de selec- 50 ción de expedientes, sino que se ha optado 25 por un trabajo censal, con la diferencia entre expedientes finaliza­ os y revisados que aca- d 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 bamos de exponer. Ilustración 2. Edad del menor al cierre del expediente 12
  • 14. Problemas del menor Los problemas que aparecen consignados 30 se han agrupado en las siguientes catego- 25 rías: 20 – Trastorno mental: Desvinculación con 15 ansie­ ad y depresión; hiperactividad y d TDAH; Enuresis; trastorno de ansiedad 10 por separación, trastorno de afectividad; 5 trastorno mixto del lenguaje receptivo 0 expresivo; ansiedad; trastorno cognitivo; Trastorno Comportam. Problemas Problemas Problemas mental antisocial académicos afectivos físicos trastorno del comportamiento en infancia Ilustración 3. Frecuencia de los problemas de los menores y adolescencia – Comportamiento antisocial y/o delictivo: Agre­ ividad; enfrentamiento; fugas; ro- s bos; destrozos; amenazas. Remisión a consulta psicológica – Problemas académicos: Retraso escolar; Cuando los técnicos de la Dirección Gene- pro­ lemas académicos; fracaso escolar; b ral del Menor, educadores, psicólogos y tra- absentismo escolar; retraso del lenguaje. bajadores socia­es, lo estiman conveniente, l – Problemas afectivos: Inadaptación social, los menores son remiti­ os a consulta psico- d fa­ iliar y escolar; problemas derivados m lógica que, en todos los casos salvo en uno, del maltrato físico y psicológico; proble- recae en el mismo gabinete, servicio que ha mas del carácter; pro­ lemas emocionales; b sido contratado a tal fin, mediante concurso problemas de relación no especificados público, por la Dirección General del Menor. – Problemas físicos: síndrome de abstinen- De los expedientes estudiados, 48 menores cia al nacer; portador de VIH; asma; diabe- fueron remiti­ os a consulta psicológica, con d tes; obesidad; cardiopatía; alergia; hepa- una media de per­ anencia en la misma de m titis; desnutrición; retinosis pigmentaria; 10,5 meses, (mediana =9; desviación típica= vegetaciones; pluritraumatismo; perfo­ 8,22), con un rango entre una visita y 35 me- ración timpánica; síndrome de Down; tu- ses de sesiones. moraciones. Datos referidos a la familia biológica La presencia en el menor de problemas Situación y presencia de los padres bioló- de diverso tipo es poco frecuente, ya que en gicos 215 (77,9%) de los expedientes revisados, los En el momento que se realiza el acogi- menores no presen­ an problemas de ningún t miento, la madre biológica o está con el me- tipo. Entre los que se consigna la existencia nor o se conoce su paradero, por lo general de problemas 38 menores presentan uno, 19 (240 expedientes, 88,2%). Los padres tam- presentan 2 y sólo en 4 casos se dan tres pro- bién suelen ser conocidos y haber reconoci- blemas conjuntamente. La frecuencia de los do al hijo, lo que ocurre en un 83,8% de los problemas mencionados aparece en la ilus­ casos (228 expedientes), en 18 casos el padre tración 3. es conocido, aunque no ha reconocido al me- nor, y en 26 es desconocido. Tipo de familia El tipo de familia de procedencia se mues- tra en la ilustración número 4. Como se pue- de observar, el porcentaje más alto corres- ponde a ausencia de nú­ leo familiar. c 13
  • 15. 120 120 Padre Madre 100 100 80 80 60 60 40 40 20 20 0 0 Drogodependientes Alcoholicos En prision Incap. mental Incap. fisica Probl. economicos Maltrato fisico Maltrato Psicolog. Abusos Separado/a Prostitucion Ausente Monoparental Intacta Reconstituida Sin núcleo Fallecido/a Ilustración 4. Tipo familia Problemas de los padres Ilustración 5. Problemas de padres y madres Los problemas de los padres y madres de los menores acogidos se presentan en la ilustración número 5. El problema más fre- Hermanos cuente es la ausen­ ia de los progenitores, c Si bien lo más frecuente es que los meno- siendo también frecuente la separación de res en acogimiento sean hijos únicos (116 ca- la pareja. El consumo de drogas o alcohol se sos, 42%), los restantes pertenecen a familias da por igual en madres y en padres, 85 en con más hijos, sean de ambos padres o bien cada caso, lo que lo convierte en el segundo alguno de los progenitores. Así, un tercio de problema en frecuencia. Los abusos sexuales los estudiados tienen hermanastros de la por parte de los progenitores son escasos, y misma madre (31,5%) y un 8,8% del mismo sólo se da entre los padres, no en las madres. padre, como se puede apreciar en la ilustra- En cambio, el maltrato físico y psicológico, ción número 6. aunque se da más frecuentemente entre los padres, también ocurre en el caso de la 300 Padre y Madre Madre Padre madre. No obstante, todos estos aspectos 250 se pueden considerar maltrato, si se admite 200 la definición de maltrato que dan Amorós y Palacios (2004): “… toda acción u omisión no 150 accidental que impide o pone en peligro la 100 seguri­ ad de los menores de 18 años y la sa- d tisfacción de sus necesidades físicas y psico- 50 3 lógicas básicas” (pág. 30) 0 Ninguno 1 2 3 4 o mas Perdidos Ilustración 6. Hermanos o hermanastros de menores acogidos Datos relativos a la familia acogente La mayoría de los acogentes son los abue- los, ya que el acogimiento con los abuelos del menor cons­ ituye la mitad de los diversos t tipos de acogimiento entre los expedientes analizados, seguido por los tíos, en una cuar- ta parte de los expedientes vistos. El acogi- 3 Cursiva en el original. miento por otros familiares es mucho menos 14
  • 16. frecuente, así como también el de familia aje- Profesión de los acogentes na, sea conocida o no conocida, que sólo se Las profesiones de los acogentes son muy produce en un 15,3% de casos, como se pue- varia­ as, como se puede apreciar en la tabla d 4 de ver en la tabla número 1. número 2 . Tabla 1. Tipo de acogimiento familiar Tabla 2. Profesiones del acogente principal 1 % % Frecuencia % % acumulado Frecuencia & % acumulado válido válido Profesionales técnicos 6 3,1 3,2 3,2 Abuelos 139 50,4 53,1 53,1 Personal directivo Tíos 67 24,3 25,6 78,6 Admon. Pública y 1 0,5 ,5 3,7 empresa Hermanos 8 2,9 3,1 81,7 Personal adminis- 7 3,6 3,7 7,5 Primos 2 0,7 0,8 82,4 trativo Otros familiares 4 1,4 1,5 84,0 Comerciantes y 11 5,7 5,9 13,4 vendedores Ajena conocida 25 9,1 9,5 93,5 Personal de servicios 45 23,2 24,1 37,4 Ajena desconocida 17 6,2 6,5 100,0 Agricultores, ganade- 13 6,7 7,0 44,4 ros, pescadores Perdidos 14 5,1 Trabaj. de producción, 17 8,8 9,1 53,5 Total 276 100,0 conductores, peones FFAA 1 0,5 ,5 54,0 Estudiantes 2 1,0 1,1 55,1 Edad y sexo del acogente principal El número de acogentes principales muje- Amas de casa 39 20,1 20,9 75,9 res es de 101 (52,1%) y de 93 varones (47,9%) Jubilados y y su edad media del acogente principal está pensionistas 38 19,6 20,3 96,3 en 50,49 años, con una desviación típica de 13,6 y una mediana de 51 años, (rango 19 - 80 No clasificables y 7 3,6 3,7 100,0 en paro años), como se muestra en la ilustración 7. Perdidos 7 3,6 60 Total 194 100,0 50 Núcleo familiar de los acogentes 40 Por regla general, los acogentes principa- les no están solos, sino que viven con más 30 familiares en un 79,9% de los casos. Más de la mitad de los acogentes principales están 20 casados (54,1%). Los datos se muestran en la ilustración número 8. 10 4 La disparidad en el tamaño de la muestra se debe, por una 0 parte, a que un acogente puede tener a más de un menor a 15 29 49 59 84 su cargo. Por otra parte, no se han podido recoger los datos referi­ os a los acogentes en algunos expedientes. d Ilustración 7. Edad del acogente principal 15
  • 17. casado Datos relativos al acogimiento 2 soltero viudo Lugar de procedencia antes del 16 separado Perdido acogimiento 19 La mayoría de los menores antes del acogimien­ o se encontraban con la familia t 105 biológica (114 menores, 41,3%), o bien con la familia extensa (100 menores, 36,2%), princi- 52 palmente con los que luego se hacen cargo del acogimiento (33,3%). Se muestra en la ilustración número 10. Las razones más frecuentes para el aco- gimiento son que los padres biológicos no pueden hacerse cargo del menor (146 casos, Ilustración 8. Estado civil del acogente principal 52,9%), seguido por la ausencia de los pro- genitores (61 casos, 22,1%). En la ilustración La media de familiares que conviven con número 11 se muestran las distintas razones el acogente principal es de 2,72, y la mediana que llevan al acogimiento. 2, con una desviación típica de 1,66, y un ran- go entre 1 y 10 (ilustración número 9). 10 3 Familia biológica Familia extensa acogente 35 Familia extensa no 80 14 Familia ajena 114 8 Acogimiento residencial 60 Otros Perdido 92 40 20 Ilustración 10. Residencia de procedencia 0 antes del acogimiento 1 2 3 4 5 6 7 9 10 Ilustración 9. Nº miembros de los acogentes La mayoría de los acogentes sólo tienen un menor con medida de acogimiento (89,2%), 140 aunque también se da el caso de que tengan 120 2 (9,3%) ó 3 (1,5%). 100 Diferencias entre acogentes de familia 80 extensa o ajena 60 Se ha comparado a los acogentes princi- 40 pales de la familia extensa o ajena, para ver 20 si se dan diferen­ ias significativas entre ellas. c 0 No aparecen diferen­ ias en ninguna de las c Ausencia Muerte Incapacidad Cesión Maltrato progenitores progenitores atender voluntaria variables consideradas: sexo, edad y profe- sión del acogente principal (incluyendo que Ilustración 11. Razones acogimiento sean o no activos profesionalmente), así como en el número de integrantes de la fa- milia acogente. 16
  • 18. Condiciones del acogimiento Cambios de domicilio durante el expediente La mayoría de los acogimientos son administra­ ivos (193 casos, 69,9%), sin des- t Por regla general, los menores en acogi- amparo (187 ca­ os, 67,8%) y no remunerados s miento sue­en estar en una sola familia de l (228 casos, 82,6%). En la siguiente tabla se acogida, siendo poco frecuente que cambien puede ver la frecuencia de aparición combi- cuando están dentro del régimen de acogi- nada estas variables. miento, como se muestra en la tabla número 4. Es más, en algunos casos (19), el acogimien- Tabla 3. Tipo de acogimiento to no supo­ e más que una formalización de n Remunerado Total una situación de hecho, pues siempre han Tipo de acogimiento si no vivido con la familia extensa, generalmente Administrativo Desamparo sí 9 51 60 los abuelos. Sin embargo, alrededor de una no 16 117 133 cuarta parte (23,5%) cambia de domicilio Total 25 168 168 más de una vez, estando bajo medida de aco- Judicial Desamparo sí 4 21 25 gimiento, con todo lo que ello implica en su no 17 36 53 adaptación y bienestar. Total 21 57 78 Tabla 4. Nº cambios residencia entre inicio y fin Hermanos acogidos expediente Frecuencia & % válido % acumulado Es frecuente que el acogimiento abarque a 0 19 6,9 7,3 7,3 más de un hermano. De hecho, aunque en la 1 176 63,8 67,7 75,0 mayoría de los expedientes estudiados sólo 2 50 18,1 19,2 94,2 hay un hijo en acogimiento, casi en la mitad 3 13 4,7 5,0 99,2 de los expedientes revisados (41,8%) había 4 2 0,7 0,8 100,0 más de un hermano en situación de acogi- Total 260 94,2 100,0 miento simultáneamente, como se puede ver en la ilustración número 12. Además, aunque Perdidos 16 5,8 ya hubieran finalizado su acogimiento, en 11 de los expedientes, uno o más hermanos del La última residencia en la que estaba alo- actual niño en acogimiento también habían jado el menor al finalizar el acogimiento era estado sometidos a esta medida. en su mayoría en familia extensa (223 expe- dientes, el 80,8%), como se puede apreciar en la ilustración número 13. 250 Ninguno 4 7 1 200 3 2 36 3 150 4 Perdido 100 153 50 73 0 Familia extensa Familia ajena Acogimiento residencial Ilustración 13. Ultimo acogimiento al finalizar expediente Ilustración 12. Hermanos del menor en acogimiento Razones del cierre del expediente simultaneamente Prácticamente la mitad de los expedientes se cierran por haber alcanzado la mayoría de edad (131 casos, 47,5%), seguidos por reinte- 17
  • 19. gración familiar (84 casos, 30,4%). El menor DISCUSIÓN pasa a centro en 36 expedientes (13%). Los datos se muestran en la ilustración nº 14. La primera reflexión que se plantea, a la luz de los datos, tiene que ver con la edad del menor cuando se produce el acogimiento, pues se observa que los niños se ven some- 125 tidos a situación de acogimiento a lo largo 100 de todas las edades, desde bebés que aún no han cumplido el año, hasta jóvenes de 17 75 años. Sin embargo, la edad del cierre del ex- 50 pediente más frecuente es a los 18 años, lo que supone que el acogimiento, sea cual sea 25 su régimen, temporal o definitivo, acaba por 0 suponer una medida que finaliza en la mayo- Mayoría Reinte- Paso a Acog Renuncia Nomb. Cambio Adopción Otros edad gración centro preadop. acogente tutor acogente ría de edad del acogido, siendo a la postre, Ilustración 14. Razones de cierre del expediente más frecuente que la reunificación familiar, que es el objetivo final de la medida de aco- gimiento. Por tanto, y en aras de conseguir la El porcentaje de reunificación familiar en- mejor situación para el menor, hay que cuidar contrado en este estudio está dentro de los especialmente el hogar de acogida, evitando márgenes de otros estudios que han contem- en lo posible que se den cambios de acogi- plado este dato: El Programa de Tratamiento miento a lo largo de la infancia, que sólo po- a Familias con Menores, de la Diputación de drán ir en perjuicio del niño. Un corolario de Sevilla, con una media 28,56% de reunifica- esta conclusión es que hay que prestar un ex- ciones familiares y el 35% recogido por Amo- quisito cuidado a las familias acogentes, tan- rós, Palacios, Fuentes, León y Mesas (2004). to en lo que respecta a su idoneidad, como en el apoyo que se le debe dar, para asegurar Duración del acogimiento que la medida cumpla el propósito de cubrir La duración media en que el menor se en- eficientemente las necesidades totales del cuentra en acogimiento familiar, contando menor. Se ha observado la importancia de desde la edad que tenía al inicio hasta la edad las redes sociales para un mejor funciona- del cierre del expediente es de 5,64 años, con miento de los acogentes, lo cual incluye tam- mediana de 5 años, desviación típica de 3,98, bién una buena relación con la Institución y un rango entre 0 y 17 años. La distribución gubernamental encargada de la medida de de los valores es multimodal, teniendo su fre- acogimiento (Triseliotis, Borland y Hill, 1998; cuencia máxima (30 observaciones) en 2 y 3 Fisher, Gibbs, Sinclair y Wilson, 2000), uno de años. los aspectos en los que habría de redundar en futuras investigaciones. 40 En segundo lugar, cabe resaltar es que la población infantil en régimen de acogimien- 30 to familiar está relativamente libre de proble- mas, tanto físicos como psicológicos, lo cual 20 no es poco si tomamos en cuenta las duras 10 5 No obstante, no hay que olvidar que una medida de acogimiento no siempre es tan dramática; muchas veces, los 0 abuelos, por razones diversas, se han hecho cargo del menor ,00 ,30 1,00 2,00 2,80 3,00 3,10 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 8,40 9,00 10,00 11,00 12,00 13,00 14,00 15,00 17,00 desde el nacimiento y han asumido todas las funciones Ilustración 15. Duración del acogimiento parentales. 18
  • 20. situaciones familiares que, en muchos casos5, se encuentra presente cuando se produce la han tenido que vivir los menores. Ello permi- medida de acogimiento, y el padre tiende a te reorganizar adecuadamente los recursos ser conocido y haber reconocido al menor, si institucionales, pues cabe sugerir que los es- este es fruto de una relación fuera del matri- fuerzos de los educadores se centren más en monio. Tanto padre como madre presentan estos casos que en los que se desarrollan de problemas de diverso tipo, siendo el más forma adecuada. frecuente el consumo de drogas o alcohol. Un comentario parece adecuado aquí. En Además, es bastante común que más de un este trabajo se han trascrito textualmente las hermano se encuentre en acogimiento en conceptualizaciones que aparecen en los ex- el mismo espacio temporal. Obviamente, la pedientes para designar los problemas que dificultad de los padres de hacerse cargo del afectan a los menores. En algunos casos, no menor se extiende a todos sus hijos, por regla corresponden a ningún criterio diagnóstico, general, aunque no siempre es el caso. tales como el Manual Diagnóstico y Estadísti- El perfil del acogente que surge de este co de los trastornos mentales (DSM-IV-TR) de estudio es una abuela, en la cincuentena, la Asociación Psiquiátrica Americana (2002) que se dedica a una profesión relacionada o la Clasificación Internacional de Enferme- con el área de servicios, está casada y vive en dades: Trastornos mentales y del comporta- familia, compuesta por dos o más miembros, miento (CIE-10) de la Organización Mundial teniendo un solo menor en acogimiento. de la Salud (1992). Utilizar cualquiera de Con respecto a los acogentes, nuestros estas categorizaciones estandarizadas sería datos no avalan los hallazgos que aparecen aconsejable, para garantizar una terminolo- recogidos en la literatura, en el sentido de di- gía común. ferencias entre familia extensa y ajena (Scar- Ahora bien, cabe preguntarse si la baja nnapieco y cols, 1997, Cud¬deback y Orme, incidencia de problemas es real, o bien, al 2002; Scannapico y Hegar, 2002; Sykes, Sin- no ser un dato de obligada inclusión en los clair y Gibas, 2002), en ninguna de las varia- expedientes, pudiera no haberse incluido, bles incluidas en el estudio. aunque el menor padeciera estos problemas. Finalmente, el tipo de acogimiento más Esto es más probable que ocurra en los más frecuente es administrativo, no remunerado antiguos, pues se han consultado expedien- y sin desamparo. tes abiertos desde la década de los ochenta, En conclusión podemos señalar que, den- y se ha podido observar que la forma de tra- tro del intervalo estudiado, la medida de bajo de los técnicos ha ido evolucionando acogimiento ha funcionado bien, debido a hacia una mayor sistematización. Evidente- que el menor suele mantenerse en la misma mente, es preciso un estudio mucho más en familia hasta la mayoría de edad, cuando no profundidad, tomando en cuenta áreas tales se culmina en la reunificación familiar. Esto, como desarrollo físico y autonomía, desarro- como hemos señalado, redunda en la estabi- llo cognitivo, emocional y social y rendimien- lidad del menor y permite que su desarrollo to escolar, al estilo del realizado por Amorós, se realice en condiciones óptimas. Palacios, Fuentes, León y Mesas (2004), estu- El trabajo aquí presentado no es más que diando familias canguro, a ser posible, con un la descripción de la realidad en el intervalo diseño antes–después del acogimiento, para temporal estudiado. No obstante, para po- poder determinar los efectos que la medida der llegar a conclusiones más prácticas, es de acogimiento ha tenido sobre esas áreas preciso analizar qué factores parecen rela- del desarrollo infantil. cionarse tanto con una finalización feliz del La familia biológica del menor, en gene- acogimiento, a través de la reunificación, así ral, carece de un núcleo constituido, aunque como la otra cara de la moneda: qué aspec- también en la mayoría de los casos la madre tos pueden permitir predecir el fracaso en 19
  • 21. acogimiento, esto es, cuando el menor debe tive services. Child and Adolescent Social Wrk abandonar la familia de acogida antes de su Research, 19(4), 315-327. mayoría de edad, cuando la reunificación fa- - Scarnnapieco, M., Hegar, R.L. y McAlpine, C. (1997) Kinship care and foster care: A compa- miliar no es posible. rison of characteristics and outcomes. Families Estos aspectos han sido objeto de otros in Society: The Journal of Contemporary Human estudios y no ha sido objeto del estudio pre- Services, 78(5), 480-488. sentado anteriormente. - Sykes, J., Sinclair, I, Gibas, I. y Wilson, K. (2002) Kinship and stranger foster carers: How do they compare? Adoption & Fstering Journal, 26 REFERENCIAS (2), 38-48. - Triseliotis, J., Borland, M. y Hill, M. (1998) Fos- - Amorós, P., Palacios, J., Fuentes, N., León E. y ters careers who cease to foster. Adoption and Mesas, A. (2004) Familias canguro. Una expe- Fostering, 22(2), 54-61. riencia de protección a la infancia. Barcelona: Fundación La Caixa. - Amorós, P. y Palacios, J. (2004) Acogimiento fa- miliar. Madrid: Alianza Editorial. - Asociación Psiquiátrica Americana (2002) Manual de Diagnóstico y Estadísticode los tras- tornos mentales (DSM-IVT-R). Madrid: Masson. Brooks, S.L., Shookhoff, A.J. y Richards, C.M. (2005) A better option? Tennessee Bar Journal, 41(3), 16-23. - Chapman, M.V. Wall, A. y Barth, R.P. (2004) Children’s voices: The perceptions of children in foster care. American Journal of Orthopsy- chiatry, 74 (3), 293-304. - Cuddeback, G.S. y Orme, J.G. (2002) Training and services for kinship and nonkinship foster families. Child Wlfare League of America, 81(6), 879-909. - Fisher, T., Gibbs, I., Sinclair, I. y Wilson, K. (2000) Sharing the care: The qualities sought of social workers by foster carers. Child and Family So- cial Work, 5,225-233. - Lorkovich, T.W., Piccola, T., Groza, V., Brindo, M.E. y Marks, J. (2004) Kinship care and perma- nence: Guiding principles for policy and prac- tice. Families in Society: The Journal of Contem- porary Human Services, 85(2), 159-164. - Organización Mundial de la Salud (1992) Cla- sificación Internacional de Enfermedades: Tras- tornos mentales y del comportamiento (CIE-10). Madrid: Meditor. - Programa de tratamiento a familias con me- nores. Diputación de Sevilla. En: http://www. dipusevilla.es/dipusevilla/export/ site/co- tents/Documentos/124351/124387/atta- chs/125375/normal/Memoria_TRATAMIEN- TO_FAMILIAR_2005.pdf [02/04/2007] - Scarnnapieco, M.y Hegar, R.L. (2002) Kinship care providers: Designing an array of suppor- 20
  • 22. MARCO DE REFERENCIA DE LOS PROGRAMAS DE COMPETENCIA PSICOSOCIOEDUCATIVA DE JUSTICIA JUVENIL EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS Manuel De Armas Hernández 1 José Luís Arregui Sáez Agustín López Martínez Resumen: La necesidad de una especialización de la intervención en justicia juvenil pone de relieve que al interve- nir hemos de basarnos en programas y líneas de trabajo contrastadas empíricamente, tal y como nos refleja los trabajos de Spivack y Shure (1974) con el déficit de destrezas interpersonales; Roos, Fabiano y Ewles (1982) en el programa R & R; Segura Morales (1992, 2004) con programas cognitivos de habilida- des sociales; Garrido Genovés y López (2005) con el programa de pensamiento prosocial. Palabras claves: modelo cognitivo, competencia social, pensamiento prosocial, delincuencia juvenil, tutoría de jóvenes. Antecedentes En la década de los 70 y 80, surge con fuer- delincuentes que tendrán presente en el di- za la idea de la rehabilitación del delincuente seño de los programas de intervención cog- tanto en Estados Unidos como en Canadá y nitivos y que son los siguientes: después de publicaciones en las que se revi- 1. Pensamiento Causal, es la capacidad de saban los programas y tratamientos basados determinar la raíz o causa de un proble- en una revisión meta-analítica, pues con an- ma. Quienes no tienen este pensamiento, terioridad a dichas décadas el fracaso de la atribuyen todo a la causalidad o a la mala rehabilitación se había extendido basado en suerte, o se quedan sin palabras ante un estudios con problemas metodológicos y con problema interpersonal. inadecuados diseños de investigación. Esta 2. Pensamiento Alternativo, es la habilidad idea de rehabilitación se aleja de una visión cognitiva de imaginar el mayor número punitiva e incorpora las características perso- de posible soluciones para un problema nales de los sujetos susceptibles de interven- determinado. ción, el tipo de programa y el ambiente en el 3. Pensamiento Consecuencial, es la capaci- que tiene lugar la intervención, de esta forma dad cognitiva de prever las consecuencias se inicia una nueva línea de trabajo en la que de un hecho; supone pensar y prever lo diversos autores (Spivack y Shure, 1974; Ross, que probablemente pasará, si hago esto, Fabiano, y Ewles, 1982) coinciden al seleccio- o si le digo esto a tal persona. nar los rasgos que caracterizan a los progra- 4. Pensamiento en Perspectiva, es la habili- mas que funcionan diferenciándolos de los dad cognitiva de ponerse en el lugar de que no afloran resultados positivos. otro, es comprender por qué piensa así Spivack y Shure (1974) encuentran déficit otra persona. Nos hace comprender mejor de destrezas interpersonales en los jóvenes para perdonar, ayudar y también oponer- nos con firmeza a quienes no tienen ra- 1 e-mail: mdearmas@dedu.ulpgc.es zón. 21
  • 23. 5. Pensamiento Medios-fin, supone saber 1. Impulsividad, reflejo de una evidente falta trazarse objetivos, saber analizar los re- de autocontrol. cursos con que se cuenta para llegar a ese 2. Externalidad, en tanto en cuanto no se objetivo. sienten responsables de los que le sucede. 3. Razonamiento concreto, en la medida que Por otro lado, Ross, Fabiano, y Ewles (1982) sólo comprenden aquello que pueden ver, proponen el Programa: R & R, que hace refe- oír o tocar. rencia a Razonamiento y Rehabilitación, que 4. Rigidez cognitiva, su pensamiento es in- se ha de llevar a cabo con grupos de cuatro flexible, rígido e intolerante, los que les lle- a ocho componentes y con una duración de va a persistir en conductas desadaptadas. 80 a 120 horas. Se han de utilizar técnicas 5. Resolución cognitiva de problemas inter- que sean altamente agradables para indivi- personales, aspecto relacionado con la duos antisociales porque los delincuentes no falta de capacidad para detectar y definir son fáciles de motivar, y frecuentemente se un problema, encontrar posibles causas y muestran muy negativos ante la terapia o la pensar soluciones alternativas y sus con- escuela, dicho programa fue mejorado por secuencias. Roos y Ross (1995), Ross, Antonowicz y Dha- 6. Egocentrismo, ven el mundo desde su liwal (1995) y Garrido Genovés (2003) en el propio punto de vista. programa de Pensamiento Prosocial, versión 7. Valores, ausentes o precarios. corta para jóvenes (PPS-VC). 8. Insuficiente capacidad crítica, predomi- También Ross (1992) se preguntó ¿Cuá- nando el pensamiento irracional y carente les son las características esenciales de los de autocrítica. programas efectivos? Existen varias, pero una destaca claramente, que todos ellos Aparición de los programas eran multifacéticos, multimodales, comple- cognitivos en España jos. Utilizaban varias técnicas diferentes de intervención. Por otro lado, los programas Los programas cognitivos tienen su apa- efectivos simples compartían una caracte- rición a finales de los 80, aplicándose tanto a rística común: incluían alguna técnica de la la delincuencia de adultos, a la delincuencia que cabía esperar algún impacto en el pen- juvenil, como a la población en riesgo y las samiento del delincuente. En definitiva, los experiencias las podemos encontrar en la programas efectivos incluían como objeto de obra de López, Garrido y Ross (2001) y en Ló- intervención no solamente el ambiente del pez y Garrido (2005). delincuente, o su familia, o sus sentimientos, Segura Morales (1992) lleva a cabo dife- o su conducta, o su educación o sus destrezas rentes cursos dirigidos a profesionales del vocacionales, sino también su cognición: su campo de la educación formal y de la educa- razonamiento, su comprensión, .... Y lo que es ción no formal, orientados al entrenamiento más importante: les enseñaban cómo com- cognitivo y a la enseñanza de las habilidades prender los pensamientos y sentimientos sociales en todo el archipiélago canario entre de otras personas. La investigación reveló los años 1988 y 1991, para la aplicación en un cuerpo sustancial de estudios empíricos infancia y juventud normalizada y de riesgo. que indicaban que muchos pero no todos los En dichos cursos para el aprendizaje de las delincuentes evidenciaban retrasos evoluti- habilidades sociales se siguió el método es- vos en la adquisición de diversas destrezas tructurado de Godstein, Sprafkin, Gershaw y cognitivas, (Garrido Genovés y Piñana, 1996) Klein (1989), también se aplicó el CORT1 de destrezas que son esenciales para la adapta- De Bono (1985) y el TIPS de Platt y Duome ción social y de los déficits encontrados, se (1981). destaca: 22
  • 24. Entre los años 1987 y 1992, (López, Her- Redondo Illescas, Sánchez-Meca y Garrido nández y Martín, 1993; Martín, López y Her- Genovés (2002) revisan los programas psico- nández, 1994 y Martín y Hernández, 1999) lógicos europeos sobre delincuencia por me- llevan a cabo en colaboración con el Fondo dio de un meta-análisis de 26 programas, ob- Europeo, Gobierno de Canarias y la Universi- teniendo una estimación de la efectividad de dad de La Laguna, entre otras instituciones, los programas, que es en promedio de r=0.21. en las prisiones de Tenerife y de Gran Canaria De manera más concreta, los grupos de trata- los siguientes programas: miento obtuvieron una tasa de reincidencia • PEI (1987-1990). (Programa de Educación del 39.5%, 21 puntos por debajo de la tasa Integral). Tenerife. del 60.5% obtenida por los grupos de control • PEIRS (1989-1992). (Programa de Educa- no tratados. Además, algunas tipologías de ción Integral y Reinserción Social). Tenerife. programas (especialmente educativos, con- • HOPECAN I y II (1994-1999). (Programa ductuales y cognitivo-conductuales) fueron Horizon Penitenciario de Canarias). Tene- claramente más efectivas que el promedio. rife y Gran Canaria. Por otro lado, Garrido Genovés, Morales De los programas existentes que funcio- y Sánchez-Meca (2006) examinan los resul- nan (Redondo, 1994; Lipsey, 1995; Garrido tados de la mejor evidencia empírica dis- Genovés y Martínez, 1997; Redondo, Sánchez ponible con respecto a la efectividad de los y Garrido Genovés, 2001; Becedóniz y Rodrí- programas de tratamiento implementados guez, 2004), que tienen éxito en prevenir los en centros cerrados o prisiones juveniles comportamientos antisociales y en disminuir para prevenir la reincidencia de delincuentes de modo significativo la reincidencia, de ellos juveniles graves (violentos y habituales), en destacamos los siguientes aspectos: edades comprendidas entre los 12 y los 21 • Analizan cuidadosamente las capacidades años. Se revisan 30 estudios experimentales cognitivas, afectivas y conductuales, ajus- y cuasiexperimentales, con un total de 2.831 tando la intervención a las necesidades. jóvenes en los grupos de tratamiento y 3.002 • Están bien estructurados, tienen un so- en los grupos de comparación. El tamaño del porte para la evaluación y se basan enla efecto global en términos de reducción de línea cognitivo-conductual. la reincidencia fue de d = 0.14 a favor de los • Relacionan el trabajo con las estrategias grupos tratados, lo que supone una reduc- de vida, con técnicas de modelado y role- ción de la reincidencia del 7%, en donde los playing. métodos cognitivos conductuales fueron los • Es intensivo, con contactos semanales, más efectivos. incluyendo un programa individualizado; con reglas claras de conducta positiva y Aplicaciones negativa, apareciendo un feedback sobre su comportamiento. A continuación describimos diferentes • Los profesionales son referentes positi- programas que pensamos que pueden ser vos. referentes para la intervención con menores • Son multimodales, con estrategias de in- y jóvenes de justicia juvenil: tervención plurares: formación profesio- nal, cultura general y habilidades sociales, A. El programa de Pensamiento Prosocial en incluyendo la intervención familiar grupal Entornos Educativos (Garrido Genovés y e individual. López, 2005), intenta responder a una se- • Es necesario que el programa ayude al rie de carencias en competencia social en joven en su casa y barrio, para prevenir la donde los menores y jóvenes lo reflejan recaída. de diferente forma: • Disrupción en el aula 23
  • 25. • Relaciones agresivas entre iguales físicos, tercera edad, drogodependientes, • Agresividad hacia los profesionales escolares, menores en protección y justi- • No respeto de las normas en el centro cia juvenil, ...), ya que son una base para la correcta adaptación al medio. El programa se compone de siete módulos repartidos en 32 sesiones, siendo la frecuen- Los programas de habilidades de vida cia de las sesiones dos semanales: pueden incluir diferentes áreas de actuación: • Módulo 1. Nos conocemos (1 sesión) • Entrenamiento en destrezas de auto-cui- • Módulo 2. Conociendo el cómic (2 sesio- dado. nes) • Conocimiento y utilización de recursos y • Módulo 3. Habilidades de comunicación servicios. (3 sesiones) • Técnicas de búsqueda de empleo. • Módulo 4. Autoconocimiento emocional • Planificación y uso del tiempo de ocio. (6 sesiones) • Módulo 5. Resolución de problemas (6 se- Las características fundamentales de este siones) programa son: • Módulo 6. Habilidades sociales (11 sesio- • Los conocimientos son eminentemente nes) aplicados y aplicables para el joven. • Módulo 7. Desarrollo de valores (3 sesio- • Las informaciones que se presentan son nes) fundamentalmente útiles para el usuario. • Se tratan cuestiones fundamentales como Dentro de cada módulo aparece: la utilización de recursos y servicios del • El objetivo medio ambiente del usuario, búsqueda y • La duración de la sesión (50 minutos mantenimiento de empleo, planificación aproximadamente) y uso del tiempo libre, toma de decisiones • El contenido de manera responsable, la publicidad y el • Los materiales consumo responsable... • El tiempo estimado de cada sesión está B. Programa de Competencia Psicosocial entre 45 y 60 minutos. “Jabato”: Habilidades de Vida (Fundación Diagrama, 2005). Dado que las habilidades y estrategias que El objetivo general es favorecer la inte- se entrenan en este manual están orientadas gración social y laboral de la persona a a mejorar la adaptación de la persona en su través de informaciones concretas y del medio ambiente cotidiano, el perfil del joven aprendizaje de técnicas y habilidades para que va a aprovechar con más éxito estas se- la mejora de la competencia social. Las siones será: habilidades de vida son herramientas que • Joven entre 16 y 23 años. van a ayudar a cualquier persona en su • Cumpliendo una medida judicial pero integración social. Contribuyen también próximo al cumplimiento de la medida o al desarrollo personal y laboral, y a la in- próximo al reinicio de salidas del centro. corporación eficaz en el medio en el que • Que ya haya superado otros módulos que se vive. Los programas de habilidades de desarrollan la competencia social (princi- vida son aquellos destinados a reforzar y palmente el módulo de resolución de pro- apoyar los cambios introducidos en los blemas y el de habilidades de vida). hábitos de comportamiento de la perso- na, y tienen como meta favorecer la inte- El Programa Jabato se desarrolla en cua- gración sociolaboral y sanitaria. Estos pro- tro áreas diferentes que están secuenciadas gramas se utilizan con todos los grupos de forma que se vaya progresando en la in- de población (minusválidos psíquicos y corporación de diferentes habilidades, que 24
  • 26. favorecerán la integración social y laboral de ta, espacial, cinética, música, intrapersonal la persona. Estas áreas son: e interpersonal), en donde define la inte- 1. Área de Planificación del tiempo (Sesión 1 ligencia como la capacidad para resolver a 3). En esta área se introduce el concepto problemas y crear productos. También se del tiempo objetivo (real) y subjetivo (per- sigue el desarrollo de las cinco habilidades cibido), así como la importancia de saber que Spivack y Shure (1974) habían consi- priorizar en función de él, organizarlo y derado esenciales para relacionarnos: planificarlo. También se muestra y practica pensamiento causal, alternativo, conse- aquí el uso de la agenda como herramien- cuencial, de perspectiva y pensamiento ta para lograr estos objetivos. medios-fin. 2. Área de Toma de decisiones (Sesión 4 a 2. Razonamiento moral, sigue la línea de Kol- 11). Se trabaja la importancia de tomar de berg (1984) con la discusión de dilemas. forma correcta las decisiones a través del 3. La educación emocional, sigue la línea de entrenamiento de una técnica para hacer- Goleman (1996) y Marina (1993), comple- lo, así como asumir la responsabilidad de mentada con el entrenamiento en habi- la decisión tomada. Se practica la toma de lidades sociales propuesto por Godstein decisiones ante diferentes temas, como (1989). el consumo responsable, el uso del ocio y tiempo libre o la emancipación. D. Programa de Tutoría de jóvenes de Cana- 3. Área de Información (Sesión 12 a 18). En- rias (Gobierno de Canarias, 2006). Se hace trenamiento de la habilidad de pedir y a través de la colaboración de la Conseje- buscar información. También de mecanis- ría de Educación, Cultura y Deportes y la mos para búsqueda de información nece- de Bienestar Social del Gobierno de Cana- saria para una buena integración social. rias. Las tutorías de jóvenes son acciones Además se aporta información relevante educativas específicas para jóvenes en para la vida en sociedad, como el uso de situación de exclusión o dificultad social y los recursos del medio, el uso del dinero, se encuadran dentro de los Programas de los recursos asistenciales, las acreditacio- Garantía Social, con la característica espe- nes, etc. cial de que están dirigidos a aquellos me- 4. Área de Formación y Trabajo (Sesión 19 a nores y jóvenes que estén bajo el Modelo 26). En esta área se pretende en primer lu- de Responsabilidad Penal Juvenil. Tiene gar dar información acerca de alternativas una concepción integral que incorpora un formativas y laborales. Además se aportan amplio abanico de subprogramas. técnicas y herramientas para la búsqueda 1. Entrenamiento cognitivo y Competencia de empleo eficaz. Social según la versión de Garrido Geno- vés del R&R de Fabiano, y Ewles (1982). C. Programa “Ser persona y relacionarse” (Se- 2. Formación Profesional de nivel 1 gura Morales, 2004). 3. Destrezas básicas educativas: lectoescritu- Es un programa de Competencia Social, ra y matemáticas básicas donde la base de dicho programa sigue la 4. Otras habilidades de vida: educación línea de Ross y Fabiano (1985) que tiene sexual, para la convivencia y acceso a re- por objetivo mejorar las relaciones inter- cursos sociales personales, incorporando tres factores 5. Orientación laboral y acciones de inser- facilitadores de las relaciones interperso- ción y acompañamiento una vez que el nales que son: joven sale del centro de ejecución de me- 1. Entrenamiento cognitivo, sigue la línea de didas judiciales. Gardner (1994, 2000) y su teoría de las in- teligencias múltiples (lingüística, abstrac- 25
  • 27. Se aplica en los centros de ejecución de aprenden a renunciar a su egocentrismo y a medidas judiciales de Canarias e incorpora su constante huida de la responsabilidad. profesorado de la Consejería de Educación, Para finalizar, uno de los grandes retos maestros de taller, educadores sociales y que debemos afrontar los profesionales del orientadores laborales. ámbito de la justicia juvenil, es lograr que el tratamiento de los menores y jóvenes se Valoraciones adapten a las directrices que las diferentes in- vestigaciones tanto nacionales como interna- De lo descrito en páginas anteriores, con- cionales han revelado como exitosas. No nos sideramos que la reeducación e inserción de cabe duda, que este es un proceso bastante los menores y jóvenes con medidas judiciales lento en el que debemos superar nuestro se ha de llevar a cabo teniendo en cuenta las desánimo, y para ello hemos de pasar de una diferentes líneas de investigación y marcos intervención en cantidad a una de calidad teóricos conceptuales, queda claro que los con planificación, organización y que evite la programas han de estar unidos con el desa- improvisación, es decir, hemos de ir hacia el rrollo cultural formativo, la inserción laboral campo de la formación y la intervención es- y las competencias psicosociales, para conse- pecializada, sin prisas; pero sin pausas. guir una alta tasa de eficacia en los progra- mas y con ello reducir la reincidencia en los delitos. Referencias Dado que el comportamiento antisocial, ya de forma oportunista, transitorio o persis- - De Bono, M. (1985). CORT 1: Abre Tu mente. tente y presente en la vida usual de los me- Valencia: Universidad de Valencia. nores y jóvenes con medidas judiciales, es - Fundación Diagrama (2005). Programa de competencia psicosocial: Jabato. Murcia: Edita tan costoso para dichos menores y jóvenes, Fundación Diagrama. para sus familia, para los diferentes profe- - Gardner, H. (1994). La mente escolarizada. Bar- sionales que hemos de intervenir con ellos y celona: Paidos. para las instituciones que tienen su compe- - Gardner, H. (2000). La educación de la mente y tencia, para la sociedad en general, se ha de el conocimiento de las disciplinas. Barcelona: comprender que cada vez más los esfuerzos Paidos. de tratamiento y la rehabilitación tengan una - Garrido Genovés, V. (2003). Origen del progra- fundamentación teórico-práctica que nos ha ma. Monográfico sobre competencia social. Cuadernos de Pedagogía, 324, 44-54. de llevar a asumir el modelo la responsabi- - Garrido Genovés, V. y López, M. J. (2005). Ma- lización y especialización, que nos refleja el nual de intervención educativa en readap- marco legal de nuestra intervención. tación social. (Vol.1 y 2). Valencia: Tirant lo En la actualidad, muchas de nuestras es- Blanch. peranzas están depositadas en los tipos de - Garrido Genovés, V. y Martínez, M. (1997). programas cognitivos y de habilidades de Pedagogía, delincuencia e inteligencia emo- vida, pues no se trata de culpar a nadie, de cional. En V. Garrido Genovés y M. Martínez que los menores y jóvenes con medidas ju- (Eds.), Educación social para delincuentes (pp. 19-86). Valencia: Tirant Lo Blanch. diciales de perfil persistente y reincidente, le- - Garrido Genovés, V. y Piñana, A. M. (1996). El sionan gravemente su vida y la de los demás, modelo cognitivo aplicado a delincuentes y frente a este desafío, nuestra respuesta ha institucionalizados: el pensamiento prosocial. de ser la de darles herramientas cognitivas, Revista Complutense de Educación. 7 (2), 137- personales y culturales, para que aprendan a 156. valorarse a sí mismo y a los demás, asumien- - Garrido Genovés, V., Morales, L. A., y Sánchez- do su responsabilidad penal y posicionándo- Meca, J. (2006). ¿Qué funciona con los delin- se en el lugar de sus víctimas. Al tiempo que cuentes juveniles? Una revisión sistemática. Psicothema, 3 (18), 661-619. 26