Este documento proporciona pautas para trabajar textos bíblicos en clase de religión. Sugiere actividades previas al relato para motivar a los estudiantes, como juegos, preguntas y discusiones. Luego, recomienda presentar el relato bíblico de varias maneras creativas y abordar palabras desconocidas. Finalmente, propone actividades posteriores como preguntas de comprensión, dibujos y discusiones sobre el mensaje del relato.
El Poder de nuestras oraciones y conversaciones con Dios.pdf
Cómo presentar relatos bíblicos en clase
1. LA BIBLIA COMO RECURSO DIDÁCTICO EN LA ERE
PAUTAS PARA TRABAJAR UN TEXTO
BÍBLICO EN CLASE DE RELIGIÓN
Adolfo Sillóniz González / Religión y Escuela – Nº 228 Marzo 2009
ESTE ARTÍCULO PROPONE ALGUNOS PRINCIPIOS METODOLÓGICOS
PARA EL TRATAMIENTO DE UN RELATO BÍBLICO. EL OBJETIVO ES FACILITAR
EL GRADO MÁXIMO DE APRENDIZAJE, CUIDANDO LAS CONDICIONES PARA
QUE EL AULA SEA EL ÁMBITO ADECUADO PARA ESE APRENDIZAJE.
Como principios generales, en los que encuadrar la actividad docente de
la ERE en Educación Primaria, cabría señalar los siguientes:
1. Es conveniente que la estructura de las unidades didácticas tenga un
patrón continuo, una estructura constante, que ayude a los alumnos a
situarse y percibir el sentido y la coherencia del proceso de trabajo.
En líneas generales, podemos señalar que han de comenzar con
actividades iniciales, con las que los alumnos sean conscientes de las
experiencias previas que poseen, relacionadas con los contenidos que
se van a desarrollar, y que las expresen. Después se ha de abordar
algún o algunos relatos bíblicos, y posteriormente actividades de
desarrollo (sobre los contenidos del relato, festivas, de relación con el
entorno, de refuerzo y ampliación, de síntesis, de aplicación...).
2. El relato bíblico ha de ser el eje vertebrador de cada unidad en
Primaria. Lo que se trabaja antes del relato bíblico está encaminado a
él, y lo que se trabaja después es un desarrollo de los contenidos del
mismo.
El relato bíblico ha de presentarse y trabajarse mediante
procedimientos variados, de los cuales señalaremos algunos más
adelante. La importancia que ha de tener en el proceso didáctico
requiere cultivar toda su fuerza, entre otras maneras diversificando el
modo en el que lo presentemos a los alumnos.
3. El trabajo con el relato bíblico ha de tener un antes, un durante y un
después, con actividades apropiadas.
1. ACTIVIDADES PREVIAS AL TRABAJO CON EL RELATO BÍBLICO
En esta primera parte del artículo desarrollaremos algunas posibilidades
de trabajo previas a la presentación del relato bíblico propiamente dicho (el
antes). Todo relato bíblico necesita preparación, motivación y
contextualización. Es preciso dedicar algún tiempo a preparar la imaginación,
la predisposición, el corazón de los alumnos para una adecuada recepción. Nos
es nada adecuada la presentación del texto a palo seco, sin calentamiento
afectivo y cognitivo, sin darle tiempo y ocasión al alumno para un
acercamiento gradual y afectivo/efectivo al relato.
Señalamos algunos recursos que pueden ayudar a esa conveniente
preparación:
a. Una introducción. Ha de ser breve, ha de activar el interés de los
alumnos. Nunca ha de anticipar lo que va a ocurrir, y menos aún el desenlace.
2. Ha de mostrar por qué este relato es importante y merece la pena conocerlo,
suscitar algo de intriga, hacer ver que se va a abordar es algo interesante.
Algunas Biblias infantiles incluyen breves introducciones, como Biblia, historias
de Dios, de PPC.
b. La máquina del tiempo. Acudir al relato bíblico es, en un primer
momento, dar un gran salto en el tiempo. Debemos motivar ese salto, y
hacerles ver y sentir que acudimos a un tiempo fascinante, como es el de los
relatos bíblicos. Para los pequeños, se puede diseñar, inventar, algún protocolo
previo de viaje.
c. Ilustraciones, imágenes, dibujos. Para imaginar el lugar y los
detalles. Antes de que el relato entre por los oídos de los alumnos, es oportuno
poblar su imaginación con imágenes, que pueden tomarse del libro de texto,
de una Biblia infantil, de algún cómic, vídeo... Unas imágenes comentadas,
para que se ubique su imaginación. Los alumnos necesitan primero ubicarse en
un escenario, de la forma más sensitiva y envolvente posible. La imagen es un
recurso privilegiado.
d. Juegos iniciales. Sobre el título del relato (anagramas a resolver,
acróstico, el ahorcado). Sobre los personajes (lo mismo). Para predisponer
afectivamente al relato.
e. Otros sentidos. Los adultos damos excesiva importancia a los
aspectos racionales. Los sentidos son otros caminos de conocimiento. Y
también, excelentes vehículos para que los alumnos se preparen
adecuadamente para el relato que hayamos elegido. Por ejemplo, el oído ¿Qué
sonidos habría en el relato? Sonidos cercanos y sonidos más lejanos. Poblemos
el escenario de sonidos. Y también de olores. Imaginemos... ¿a qué olería en el
escenario bíblico? Por ejemplo, cuando Jesús está contando la parábola. ¿Y el
tacto? ¿Qué tacto tendrían los objetos que intervienen en la narración?
No os extrañéis. El camino más corto al corazón de los alumnos pasa por
la imaginación. Y el camino más corto a ésta pasa por los sentidos ¿O no?
f. Preguntas sobre la experiencia. ¿Quién se ha encontrado algo
alguna vez por la calle? ¿Qué es lo más valioso para ti que alguna vez has
encontrado? ¿Qué es lo que más te alegraría encontrar paseando en el campo?
¿Y qué es lo que más les alegraría encontrar a tus padres? Recuerda la vez que
más contento/a te has sentido... Imagina que encuentras un tesoro y tienes
que dejar 5 cosas importantes tuyas, para quedártelo ¿Qué cosas serían?
¿Alguna vez para conseguir algo bueno has tenido que renunciar a otras cosas?
¿Qué cosas ponen muy contentas a las personas?, etc.
g. Qué ocurrió antes, qué ocurrió después. Pequeñas referencias
temporales, que ubiquen el relato en un antes (otros relatos, otros personajes
que ocurrieron antes) y un después (otras referencias posteriores). No hace
falta que sean referencias inmediatas, sino genéricas, que ayuden
sucesivamente a los alumnos a ubicarse temporalmente.
h. Practicar y recuperar el aspecto narrativo. Contar historias es un
arte. Narrar relatos bíblicos también. Exige predisposición y algo de
entrenamiento, preparación. Una cierta experiencia gozosa con el contenido y
pasión por la educación son los ingredientes necesarios. Y un espejo, quizás
para ensayar ¿No habíamos dicho que los relatos bíblicos son importantes? ¿No
3. ensayan los actores? Los detalles, la entonación, las pausas, las miradas, el
gesto... Todo es poco para un arte imprescindible.
Todo lo que hemos señalado hasta ahora está encaminado a crear un
escenario, un ambiente, un ámbito en el que los alumnos se sumerjan. Crear
un mundo, lo más amueblado posible, e invitarles a entrar. Ahora sí, ahora ya
viene el maravilloso relato bíblico.
2. CÓMO PRESENTAR UN RELATO BÍBLICO A LOS ALUMNOS
En esta segunda parte apuntaremos algunos criterios y aspectos a tener
en cuenta a la hora y el momento de la presentación (ni el antes ni el después)
del relato bíblico en clase.
Damos por supuesto que antes de presentar el relato se ha trabajado
suficientemente la oportuna motivación: sensorial, cognitiva, afectiva... Ahora,
¿qué hacer?
1.- Una primera cuestión: ¿texto bíblico literal o texto adaptado? Aunque hay
voces y opiniones diversas, mi opinión es que para Infantil, primer y segundo
ciclo de Primaria, es mejor que el texto bíblico sea adaptado. Hay muchas y
buenas Biblias infantiles. Puestos a recomendar, aconsejo la ya mencionada
Biblia, historias de Dios, de PPC. A partir del tercer ciclo de Primaria, es
conveniente utilizar el texto bíblico directo. Y desconfío del uso en ESO de
adaptaciones narrativas para hacer más cercano el contenido bíblico. No
debemos escatimar el acceso directo de los adolescentes y jóvenes al texto
bíblico con toda su fuerza y riqueza.
2. A continuación enumeramos algunas posibilidades para presentar de forma
variada un texto bíblico:
• Lectura del/la profesor/a.
• Lectura poniendo voces distintas según los personajes.
• Lectura con personajes repartidos entre los alumnos.
• La clase repite como coro, intercalada varias veces en el texto, alguna frase
sobre la que se quiere insistir
• Audición (casete, CD...).
• Representación.
• Cómic.
• Vídeo.
• Marionetas.
• Mimo.
• Sombras chinescas.
3. Técnicas para hacer más motivadora la presentación del relato bíblico:
a. El/la profesor/a varía las voces según los personajes que intervienen
en el relato. Es una antigua técnica narrativa, empleada por trovadores y
narradores callejeros de historias. Las voces de Jesús, de los apóstoles,
de los protagonistas de las parábolas... No es un asunto secundario.
4. b. Otro recurso es distribuir los personajes, lo que dicen, a algunos
alumnos. Uno es Pedro, otro es María...
c. Otro modo de presentación es escoger una frase, y todos la dicen, a
modo de coro, intercalada en la lectura de los relatos ¿Qué frase podría
ser? Veamos algunas posibilidades, por ejemplo sobre el relato de la
higuera:
I. Dar fruto es hacer buenas obras.
II. La higuera desaprovechó su tiempo.
III.Y otro modo (no son excluyentes los mencionados) es asignar
cuidadosamente a determinados alumnos la tarea de aportar
efectos especiales al texto (ruidos ambientales, del viento, del mar,
de los animales, de personas que no están en primer plano...). Esto
es más viable en Infantil y primer ciclo de Primaria.
4. ¿Qué hacemos con las palabras que los alumnos no entienden? El
vocabulario de los alumnos es escaso. Aunque utilicemos Biblias adaptadas, es
más que probable que en el relato aparezcan palabras que los alumnos no
conozcan su significado. Se nos presenta un dilema, lo que yo llamaría El
dilema Salgan. Era característico del genial escritor describir una escena de
acción, por ejemplo, en la que los corsarios huían de Caracas perseguidos por
los soldados españoles. En medio de la selva, la distancia se acorta cada vez
más. Uno de los corsarios que más simpatías despiertan en los lectores,
tropieza en su huída precipitada en una gruesa raíz de árbol. Le cuesta
levantarse... y los soldados cada vez más cerca... crece la tensión... y
entonces Salgan dedica un erudito y larguísimo párrafo a describir las
características de ese árbol. Y se carga la tensión dramática. ¿Qué hacer?
¿Interrumpir el relato para explicar lo que no entienden, o seguir adelante
tirando de la atención de los alumnos, aunque no entiendan algo? Soy
partidario de secuenciar un procedimiento progresivo:
- Primera lectura, ambientada, motivando y creando la máxima
atención posible.
- Después, un tiempo para aportar detalles complementarios,
explicativos sobre el texto, fijar la atención en los aspectos
importantes, abordar lo que no entienden (ojo, no entrando a
trabajar de lleno el texto aún).
- Una segunda presentación enriquecida e iluminada tras estos
comentarios y explicaciones, del texto bíblico.
5. Otro recurso es el llamado Cómo sigue el texto, que consiste en
interrumpir el relato y preguntar a los alumnos ¿Qué creéis que pasará? Por
ejemplo, en el episodio de la higuera (Jn 1, 45-50) ¿Qué hará Jesús con la
higuera? ¿Qué le dirá a Natanael? Con frecuencia, el relato bíblico choca con lo
que dictan el sentido común o la imaginación de los alumnos. Esa divergencia
entre el modo en que creen que ha de seguir el relato y lo que en realidad
ocurre puede ser, debe ser, una situación de aprendizaje, un capital de
significatividad que debemos aprovechar.
En resumen, en esta segunda parte del artículo hemos propuesto los
criterios de adaptación del texto para los más pequeños, diversidad y
5. creatividad en el modo de presentación del texto, preparación de los detalles y
cuidada secuenciación, abordando las posibles dificultades de comprensión que
suponga el relato.
3. CÓMO TRABAJAR SOBRE UN TEXTO BÍBLICO EN CLASE
En esta tercera parte abordaremos el momento posterior a la
presentación del relato. Los alumnos ya lo han escuchado o visto ¿Y ahora
qué? Es preciso trabajar sobre él ¿De qué modo? Presentamos algunas
posibilidades:
1.- Preguntas de comprensión lectora.
Evidentemente, en función de la versión del texto presentada.
Preguntas sobre:
* Datos
— Quiénes aparecen en el texto.
— Detalles del lugar del relato.
— Qué hacen los personajes.
— Qué dicen los personajes.
* Mensaje
— Qué sienten los personajes.
— Algo similar que les haya sucedido.
— Qué quiere enseñar Jesús.
— Cómo vivimos los amigos de Jesús esto que aparece en el texto.
2. Me quedo con una frase.
Preguntamos qué les ha gustado más, y se resume el relato con una
frase. Con los más mayores, se les puede preguntar que ellos propongan
frases-resumen.
3. Dibujo. La expresión de lo que los alumnos han oído o visto del relato
mediante un dibujo es un recurso de primer orden. Y muy importante es la
lectura sensible y atenta de esos dibujos, para intentar descubrir las claves
expresivas con las que los alumnos muestran lo que les ha impactado, y cómo
lo personalizan. Y hablar sobre ello.
4. Vamos al atlas. Esta actividad es complementaria a alguna que en
otro artículo señalamos previa a la presentación del relato. Vamos al atlas a
ver algún aspecto complementario del relato: dónde ocurrió, cómo vestían,
qué comían, cómo eran las casas, etc. ¿Qué región está al norte del escenario
del texto que hemos leído? ¿Y al sur? ¿Qué otros pueblos y ciudades están
cerca de ese lugar?
5. Si yo estuviera allí. Les preguntamos a los alumnos qué hubiesen
hecho de poder encontrarse en el relato ¿Se hubiesen adelantado a la mujer
del pozo en dar agua a Jesús? ¿Le hubiesen abrazado? ¿Criticarían a Zaqueo?
¿Ayudarían en el reparto de panes y peces?
6. 6. Preguntamos a los personajes. Si ellos hubiesen estado allí ¿Qué
les hubiesen preguntado a los protagonistas? ¿A Jesús? ¿A los apóstoles? ¿A
los demás asistentes? ¿A los objetos?
7. Dos personajes distantes hablan entre sí. Una buena manera de
profundizar en un personaje bíblico puede ser hacerle hablar con otro
personaje bíblico, cercano o distante en el tiempo ¿De qué podrían hablar la
samaritana... con Eva (dios le pidió una cosa, y ella hizo otra), con Sara (qué
diría sobre la prueba a su marido sobre su hijo), con Rut (una mujer fiel y
entregada), con María, o con Abrahán, con Moisés, con Zaqueo... o con
personajes actuales (el Simba de Hakuna matata, el Harry Pofler de la magia,
etc...)?
8. Actividades de vocabulario. Palabras como samaritana pueden dar
pie a actividades como las siguientes:
¿Cuál está bien escrita?
SAMATARANA / SARAMITANA / SAMARITANA / SARITIMANA
Se le llama samaritana porque...
a) Tenía una enfermedad de la piel que se llama la samaritosis.
b) Era de una región que se llamaba Samaria.
c) Porque su trabajo era hacer samaritas (recipientes de barro para el
agua).
d) Porque tenía el pelo rubio.
Relaciona cada palabra con su significado
SANATORIO / SAMARITANA / SANTABÁRBARA / SANTURRONA
- Mujer que prepara las cosas de la iglesia. Mujer cruel. Lugar donde los
enfermos reciben tratamiento.
- Lugar donde se guardaban en los barcos la pólvora y las armas.
- Mujer que aparenta una falsa o exagerada devoción.
- Mujer de Samaria.
Escribe una pequeña frase en la que aparezca esa palabra
(samaritana).
9. Representación. Una vez que ya conocemos el texto, vamos a
representarlo. Una hace de samaritana, otro/a de Jesús, otro quizás de pozo,
otros de espectadores que intervienen, cuidamos los detalles, fabricamos la
mayor cantidad posible de objetos que aparecen en el escenario, etcétera.
10. Otras actividades para preparar en papel.
• Ordenar los párrafos del texto
Presentar de manera desordenada un relato, y que ellos lo ordenen
correctamente. Un ejemplo de un paisano de la mujer del pozo:
Ordena las frases de la historia:
- Al poco tiempo pasó un extranjero y se detuvo.
7. - A un hombre le asaltaron unos ladrones, le dieron una paliza, le
robaron y lo dejaron tirado en el camino.
- Quédate hasta que te cures. Yo pagaré todo.
- Pasó por allí un viajero. Vio al herido y se fue.
- El extranjero llevó al herido al pueblo más cercano.
• Mezclar párrafos de 2 textos y separar las frases de las dos
historias:
- Jesús hablaba a mucha gente que había ido a escucharlo.
- Jesús se despidió de sus amigos en la cena de Pascua.
- Es muy tarde! Diles que se vayan a comer.
- Dadles vosotros de comer.
- Durante la cena dijo: tomad y comed porque esto es mi cuerpo.
- También dijo: Haced esto en memoria mía.
- Imposible: hay más de cinco mil.
- Hay uno que tiene cinco panes y dos peces.
- Jesús les dijo también: amaos unos a otros como yo os he amado.
- Repartieron los panes y los peces y hubo comida para todos.
• Qué frases no corresponden.
Subrayar las frases que no pertenecen al relato principal:
- Jesús sabía que iba a morir y se despidió de sus amigos.
- Después de cenar, Jesús fue al Huerto de los Olivos para rezar.
- Los soldados hicieron prisioneros a Jesús.
- María y José se fueron a Belén.
- Jesús murió en una cruz.
- Al tercer día de morir, resucitó y vive para siempre.
- Pedro y Andrés dejaron la barca y se fueron con Jesús.
• Intercalar frases propias en el texto.
• Presentar texto mutilado y que lo completen.
• Cómic mudo, que completen los bocadillos.
Conclusión
En este artículo hemos procurado presentar un proceso didáctico
completo y coherente, que desde el punto de vista metodológico posibilite un
buen proceso de enseñanza- aprendizaje sobre los relatos bíblicos. ¿Qué más
queda por decir? ¿Qué más aspectos son necesarios añadir? Voy a señalar solo
uno más: pasión. Pasión por la ERE, por la educación, por los niños, por Jesús,
por el Evangelio. Pasión. Si tú vibras, ellos vibrarán.