2. DOS AMIGOS
Érase una vez un ciervo que estaba malo de
una pata y tenía una mancha. Tenía 14 años.
Un día vino un niño llamado Chas. Chas era
bueno y educado y no se peleaba con nadie.
Chas llevó al ciervo a su cabaña y le pidió a su
padre que le curara. El padre de Chas era mago
y sabía cómo curar las heridas y las
enfermedades. Le puso arcilla roja en la herida
y el ciervo empezó a sentirse mejor.
Pasaron unos días y el ciervo se recuperó y
Chas lo llevó con su manada. El ciervo se
durmió y cuando se despertó cumplió 15 años y
ya aprendió a encontrar hierba fresca y se la
llevó a los ciervos de su manada y la comieron
todos juntos.
Chas se hizo amigo del ciervo y jugaban a
tirarse por la hierba y a saltar por los charcos.
Chas lo visitaba todos los días, lo pasaban muy
bien juntos y eran muy felices.
CARMEN
3.
4. LOS TRES CAZADORES
Un día, en el Paleolítico, tres hombres salieron a
cazar ciervos y bisontes. Cuando llegaron al río
había cocodrilos y no podían pasar pero fueron
caminando más y encontraron un puente. Luego
encontraron un ciervo y corrieron detrás de él. Al
final le alcanzaron y se fueron a casa a cenar.
Por la noche, cuando estaban durmiendo, uno de
los hombres salió de la cueva porque sintió un ruido
que parecía el rugido de un animal y cuando salió vió
que era un tigre dientes de sable pero no le dio
tiempo a pedir ayuda y el tigre se lo comió. A la
mañana siguiente todos se preocuparon por él y se
sintieron muy tristes.
Al día siguiente uno de los cazadores se fue a
pescar y cogió muchos peces. En el río se encontró
con una mujer que tenía una herida y la llevó a su
cabaña para curarla. La mujer había salido a recoger
frutos para comer y plantas para que la cueva oliera
bien. El cazador la curó y la mujer le regaló las
plantas y los frutos porque estaba muy agradecida y
todos fueron felices.
DANIEL
5.
6. LOS CIERVOS SALVAJES
Hace muchísimos años, en la prehistoria,
había unos ciervos que corrían mucho y los
cazadores no podían alcanzarlos. Los
cazadores eran fuertes y valientes y
pertenecían al Clan del Gran Mamut.
Como los ciervos corrían mucho, los
cazadores al final se cansaron y decidieron
irse a dormir a su cueva para descansar y
tener más fuerzas. Al día siguiente volvieron
a cazar a los ciervos y alcanzaron a uno.
Se llevaron el ciervo al poblado y se
comieron su carne. Luego fueron a dar un
paseo hasta cerca de las montañas y se
encontraron un lobo y lo domesticaron y se lo
llevaron a casa. El lobo se hizo grande y
ayudaba a los cazadores a cazar.
Todos estaban felices y contentos porque
gracias al lobo cazaban muchos más animales.
GONZALO
7.
8. El BISONTE Y
EL DIENTES DE SABLE
Érase una vez un bisonte que tenía una familia. El
hijo tenía un amigo que era un ciervo.
Un día el pequeño bisonte y el ciervo dieron un
paseo hasta el lago, cuando estaban llegando se
encontraron con una cueva que no habían visto antes.
Decidieron entrar a verla y al fondo de la cueva se
encontraron un animal que estaba dormido. El animal
era un tigre dientes de sable, parecía peligroso y el
pequeño bisonte se asustó mucho.
Salió corriendo y le dijo a su padre que había un
animal peligroso, el padre fue a ver y se encontró con
el tigre dientes de sable pero eran amigos.
El bisonte miró a la cara al tigre y le dijo:
-¿Te acuerdas de mi?
-Si, tú eres mi amigo el bisonte- dijo el tigre.
-Entonces no asustes a mi hijo y a su amigo.
-Vale, ¿hacemos una carrera?
Hicieron la carrera y el tigre se cayó y el bisonte
trajo una hoja para curarle.
Entonces el bisonte acompañó al tigre a su cueva y
le dijo que mañana volvería a curarle el pie.
Un día el pie se le curó y fueron amigos y felices
para siempre.
RIYAD
9.
10. PINTURAS EN LAS ROCAS
Érase una vez, hace miles de años, un hombre
prehistórico que tenía dos hijos: Mati y Oxi. El
hombre hacía muchas pinturas rupestres y los
hijos también querían hacer pinturas, pero su
padre no les dejaba porque creía que eran
pequeños y torpes y que no sabían pintarlas.
Así que Maxi y Oxi decidieron demostrar a su
padre que sabían pintar y, un día, se fueron a un
campo lejano en el que había muchas rocas y se
pusieron a pintar con palos quemados que
encontraron en el campo.
Pintaron dos hombres, muchas mujeres
bailando, una mamá curtiendo la piel, niños,
ciervos, bisontes y una cierva embarazada.
Llenaron todas las rocas con pinturas y les
quedó muy bien.
Entonces fueron a la cueva a buscar a su padre
y le enseñaron las rocas que habían pintado. A su
padre le gustó mucho y a partir de entonces
confió en ellos y les dejó pintar pinturas rupestres.
Y fueron buenos pintores y muy felices.
CYNTHIA
11.
12. EL PINTOR
Érase una vez un prehistórico al que le gustaba
mucho pintar en las piedras. Se llamaba Tigre de sable
y era alto y delgado y tenía el pelo negro.
Vivía en una cabaña calentita con su familia. La
cabaña estaba hecha con la piel de un mamut y con
sus colmillos y se estaba muy bien en ella.
Un día salió a buscar una piedra muy grande para
pintar un ciervo, pero no podía moverla y entonces
pidió ayuda y le ayudaron sus amigos.
Entre todos la empujaron y la llevaron hasta su
cabaña. La dejaron en la entrada y Tigre de Sable fue
a buscar sus pinturas, pero no las encontraba y sus
amigos también le ayudaron a buscarlas y entre todos
las encontraron: estaban en el suelo de la cabaña
escondidas a un lado de la piel.
Tigre de sable empezó a pintar un ciervo y también
pintó otros animales, un cazador, mujeres bailando y
niñas paseando.
Las pinturas le quedaron muy bien y le dijo a un
amigo suyo si quería la piedra y su amigo le dijo que sí.
Así que le dio la piedra. El amigo le dio las gracias y se
fueron a casa. Y vivieron felices para siempre.
JUAN ÁNGEL
13.
14. CAZANDO CIERVOS
Había una vez dos hombres que se llamaban
Murel y Rafato que vivían en la prehistoria en
una cabaña, con sus mujeres Sui y Laja y sus hijos
Llajuar y Digo.
Un día los dos hombres decidieron salir a
cazar un ciervo, que era el que más les gustaba
de todos los animales del mundo y por la zona
que vivían siempre suele haber algún ciervo por
ahí.
Ese día vieron de casualidad dos ciervos y los
cogieron; después se fueron a casa a quitarle la
piel tan suave que tienen y a sacarle la carne para
poderla comer. Otros días las mujeres curtían las
pieles y hacían ropas con ellas y así era la vida en
la prehistoria.
Pero un día 5 ciervos atacaron y les
destrozaron la cabaña, la familia pudo escapar y
por suerte no mataron a nadie. Se metieron en
una cueva. La cueva era grande y profunda.
Todos estaban muy contentos por haberla
encontrado y, como hacía muy buen día, salieron
a dar un paseo por el campo de flores amarillas y
cogieron unas cuantas para adornar su cueva y
les quedó preciosa. Se hizo de noche y se
echaron a dormir.
Ya no les volvieron a atacar esos animales tan
agresivos y vivieron felices para siempre.
ÁLVARO
15.
16. EL CABALLO Y LOS PREHISTÓRICOS
Érase una vez un caballo marrón y blanco que estaba
pastando en un prado verde con hierba y flores. Los
cazadores prehistóricos iban a salir de la cueva para
cazar y vieron al caballo. Les pareció muy bonito y en vez
de matarlo decidieron dejarlo allí pastando y
domesticarlo.
Cuando regresaron a la cueva, ésta estaba destrozada
por un oso de las cavernas porque tiró unas piedras que
había encima para dentro de la cueva. Los hombres
quitaron las piedras y entraron.
Al día siguiente volvieron a ir a cazar y se encontraron
un tigre dientes de sable que estaba quieto mientras los
otros tigres se escapaban de los cazadores. El tigre,
cuando los vió, saltó sobre ellos; los cazadores no tenía
muchas lanzas, además algunas se rompieron. El tigre
estaba cada vez más furioso así que un cazador escapó y
fue a buscar ayuda al poblado. El caballo les ayudó a
llegar más rápido pero cuando llegaron el tigre ya había
matado a un cazador y se lo llevaba para comérselo.
Los cazadores se quedaron tristes y furiosos, así que
fueron detrás del tigre y lo cazaron y al cazador lo
enterraron haciendo un hueco muy grande en la tierra.
DIEGO
17.
18. EL CLAN DE LA TRAMPA
Érase una vez tres hombres de Cromañón
que se llamaban Tram, Culebra y Arbus, que
pertenecían al Clan de la Trampa. Arbus era
rubio y fuerte, Culebra era flaco y moreno y
Tram era muy alto y moreno pero los tres eran
muy fuertes y valientes.
Un día fueron hacia la montaña a cazar.
Arbus llevaba una lanza, Tramp una
boleadora y Culebra hacía las trampas con
hojas y con hierbas. Vieron un mamut y el
mamut cayó en la trampa que hizo Culebra.
Los hombres se pusieron muy contentos
porque tenían carne para mucho tiempo.
Fueron al poblado a buscar ayuda y vinieron
muchos hombres con cuchillos y hachas para
cortar el mamut. Cuando lo cortaron lo
llevaron al poblado para que comieran todos.
Las mamás ya tenían preparado un fuego
calentito para cocinar la carne,
Después de comer se echaron en el suelo
encima de las mantas que las mamás habían
hecho con las pieles de los animales.
Al día siguiente hicieron una gran fiesta
para celebrarlo y fueron felices.
RAÚL
19.
20. IN Y GRUM
Había una vez dos chicas que vivían en la
prehistoria y eran amigas, estaban siempre
bailando y eran muy alegres. Tenían los ojos
azules y el pelo marrón y rizado. Una se llamaba
In y la otra Grum.
Un día In se fue de su casa porque pensaba
que su familia no la quería. Se fue a una
pradera que estaba muy lejos, pero no tenía
nada para comer y tenía hambre. Estaba muy
asustada.
Su familia también se asustó cuando
supieron que In se había ido y estaban muy
tristes. Entonces decidieron ir a buscarla. Su
amiga también salió a buscarla.
No la encontraban, fueron preguntando a
la gente a ver si había pasado por allí, pero
nadie la había visto. La siguieron buscando y
por fin la encontraron.
In se puso muy contenta al verlos, todos le
dieron un abrazo y le dijeron que no volviera a
escaparse. In se dio cuenta de que su familia y
su amiga la querían mucho.
Cuando llegaron al poblado la madre de In
hizo una comida especial para todos para
celebrar que habían encontrado a In.
MIRIAM