Lo que usted debe saber acerca de su cerebro - Traducción de artículo de Judy Willis
1. LO QUE USTED DEBE SABER ACERCA DE SU
CEREBRO
EDUCIONAL LEADERSHIP / DICIEMBRE 2009
Judy Willis
Aunque el cerebro es un órgano asombroso, no está equipado para procesar los miles de
millones de bits de información que lo bombardean a cada segundo. Los filtros en su
cerebro lo protegen de sobresaturación. Estos filtros controlan el flujo de la
información, por lo que sólo unos 2.000 bits de información por segundo puede entrar en
el cerebro.
EL CEREBRO PENSANTE Y EL CEREBRO REACTIVO
Una vez que la información sensorial entra en el cerebro, es enrutada a una
de estas dos áreas:
(1) La corteza prefrontal, lo que podríamos llamar el cerebro pensante, que
conscientemente puede procesar y reflexionar sobre la información, o
(2) la inferior, el cerebro automático, lo que podríamos llamar el cerebro
reactivo, que reacciona instintivamente a la información en lugar de hacerlo a
través del pensamiento.
La corteza prefrontal es en realidad sólo el 17 por ciento de su cerebro, y el resto lo
constituye el cerebro reactivo.
Cuando no estamos agobiados por las emociones negativas, podemos controlar la
información que tenemos en nuestro cerebro. Estando en calma nuestro cerebro,
podemos controlar qué datos sensoriales del entorno puede entrar al cerebro o dejar
afuera, e influir en cual información será admitido en la corteza prefrontal.
Cuando los niveles de estrés son bajos y el interés es alto, la información más valiosa
tiende a pasar al cerebro pensante. Cuando estamos ansiosos, tristes, frustrados, o
aburridos, los filtros del cerebro conducen la información sensorial del
mundo que nos rodea al cerebro reactivo. Estos sistemas cerebrales reactivos hacen una
de estas tres cosas con la información: ignorarla; luchar contra ella como una
experiencia negativa (enviando señales que nos pueden hacer que actuar de manera
inapropiada), o evitarla (haciéndonos soñar despiertos). Si la información es enrutada a
este cerebro reactivo, es poco probable que realmente se procese la información o
recordarla.
Los tres elementos principales del cerebro que ayudan a controlar la información
que el cerebro procesa son:
Traducción Maritza Rojas de Gudiño 1
2. 1. el sistema reticular activador,
2. el sistema límbico y
3. el sistema transmisor de dopamina.
Veamos cómo podemos ayudar a cada una a actuar a nuestro favor.
RAS (O SAR): EL PORTERO
El primer filtro que atraviesan los datos al entrar al cerebro es el sistema activador
reticular (SAR). Está ubicado en la zona inferio-posterior del cerebro (el tallo cerebral),
el SAR recibe señales de entrada de los nervios sensoriales que vienen de las
terminaciones nerviosas de nuestros ojos, oídos, boca, cara, piel, músculos, y órganos
internos, las cuales convergen en la parte superior de la médula espinal. Estos mensajes
sensoriales deben pasar a través del SAR para poder llegar al cerebro pensante.
Podemos aprender más exitosamente si mantenemos el filtro de SAR abierto al flujo de
información que deseamos ingrese a la corteza prefrontal. Si concentramos nuestra
atención en la información sensorial que consideremos más valiosa e importante en un
momento dado, esa información más importante llegará al cerebro pensante. Si nos
sentimos abrumados, el cerebro reactivo se hará cargo de la situación. Entonces, lo que
sintamos, nos enfoquemos, o recordemos ya no lo podremos controlar. Esa es la
diferencia entre la reflexión y la reacción ante el mundo que nos rodea.
Traducción Maritza Rojas de Gudiño 2
3. ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Una clave para hacer nuestro trabajo cerebral en forma óptima, es entonces,
mantenernos físicamente sanos y descansados, tomando conciencia de desarrollar un
cierto control sobre nuestras emociones. Entonces podremos enfocar nuestro
aprendizaje calmadamente y con emociones positivas.
Practiquemos el enfoque y la observación de nosotros mismos, por ejemplo, tomando un
descanso en el trabajo para revisar nuestras emociones. Sólo tomemos unos minutos
para pensar sobre lo que estamos sintiendo. Si es una buena sensación, tomemos el
tiempo necesario para disfrutarlo y considerar la forma en que nuestro estado
emocional afecta a nuestra buena manera de pensar.
¿Entiende bien y obtiene buenas ideas sobre lo que puede hacer con la información que
está aprendiendo? Si no le gusta la manera como se siente, piense en los momentos en
los que ha sentido una emoción negativa similar (como la ansiedad o la soledad). ¿Qué le
ha ayudado antes a recuperar un mejor estado de ánimo?
Aunque usted no esté durmiendo, puede pensar en darle a su mente descansos que le
permitan a su cerebro reponer los neurotransmisores como la dopamina (que vamos a
discutir en breve).
A medida que nos volvemos atentos a nuestras emociones, nuestro cerebro construye
redes que nos ayudan a controlar nuestras acciones mediante nuestro cerebro pensante.
También nos ayuda el que hagamos algo más activo durante una breve pausa, como tirar
una pelota de un lado a otro con un compañero de clase, diciendo una palabra
relacionada con nuestro lección cada vez que atrapamos la pelota.
EL SISTEMA LÍMBICO: NUESTRO NÚCLEO EMOCIONAL
Después que la información entra por los sentidos a través del SAR, se dirige a los
centros de entrada sensorial del cerebro. La nueva información que se convierte en
memoria es almacenada temporalmente en las áreas de la corteza sensorial localizadas
en los lóbulos cerebrales que están especializados individualmente para analizar los
datos provenientes de nuestros sentidos. Estos datos deben pasar primero por el núcleo
emocional del cerebro, el sistema límbico, donde la amígdala y el hipocampo evaluarán
si esta información es útil, lo cual nos ayudará a sobrevivir físicamente o a sentir placer.
LA AMÍGDALA
La amígdala es como una estación central de trenes de transporte alternativo, es un
sistema de enrutamiento de la información basado en nuestro estado emocional.
Cuando experimentamos emociones negativas como miedo, ansiedad o hasta
aburrimiento, el filtro de la amígdala toma excesivas cantidades de los nutrientes y del
oxígeno disponible en nuestro cerebro. Esto pone a nuestro cerebro en modo de
Traducción Maritza Rojas de Gudiño 3
4. supervivencia, bloqueando la entrada de nueva información en nuestra corteza
prefrontal. Por ejemplo, supongamos que su día empieza mal. Usted se quedó dormido,
no tiene tiempo para el desayuno, y tienen demasiadas cosas que
hacer antes de salir. Le preocupa preocupado no poder compartir con sus amigos
durante el refrigerio y no desea que uno de sus compañeros le siga haciendo comentarios
ofensivos. No es sólo nuestro cuerpo el que sufre en este tipo de día: Su
cerebro también se estresa. Este estrés cierra las vías que mediante el SAR y la amígdala
permiten que la información se dirija a nuestro cerebro pensante y a los núcleos de
memoria. A menos restaure su estado de ánimo positivo, usted no aprenderá mucho en
este diá en particular. Pero si usted cambia las cosas para calmarse y enfocarse, la
amígdala se "decidirá" a enviar la nueva información a su corteza prefrontal.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Reduzca la velocidad y tómese un momento para reflexionar en vez de reaccionar
cuando se someta a un examen o cuando enfrente conflictos sociales con los amigos.
Tome respiración profunda y visualícese en un lugar tranquilo. Otra técnica que ayuda a
elegir lo que quiere hacer con sus emociones, algo que sólo los humanos pueden hacer,
es imaginar que usted se está dirigiendo en una obra. Usted es el director sentado en un
asiento desde un balcón viendo a un actor en el escenario (su yo emocional). ¿Qué
consejo le darías al actor lleno de emoción en el escenario si él o ella ha sido
empujado por alguien y quiere devolver el golpe, por ejemplo? Esta técnica le ayuda a
Traducción Maritza Rojas de Gudiño 4
5. dejar de usar el cerebro reactivo y a usar mejor el cerebro pensante, donde están
almacenados los recuerdos que pueden ayudarle. Sus profesores también juegan un rol
importante. Si ellos diseñan sesiones de clase en las cuales incluyen algunas actividades
divertidas para que nos sintamos bien, nuestra amígdala añadirá una cantidad adicional
de neurotransmisores, como un chip de memoria, la cual fortalece la capacidad de
retener la información presentada en la clase. De hecho, recordamos más lo que
escuchamos y leemos si al momento de hacerlo estamos en un estado emocional
positivo.
EL HIPOCAMPO
Al lado de la amígdala está el hipocampo. Aquí, su cerebro enlaza las nuevas entradas
sensoriales a los recuerdos de su pasado y a sus conocimientos ya almacenados en la
memoria a largo plazo para construir nuevos recuerdos relacionales. Estos nuevos
recuerdos ya están listos para ser procesados en su corteza prefrontal. La corteza
prefrontal contiene redes de comunicación nerviosa altamente desarrolladas que
procesan la información nueva a través de lo que se llama funciones ejecutivas,
incluyendo el juicio, el análisis, la organización, la resolución de problemas, la
planificación, y la creatividad. Las redes de función ejecutiva pueden convertir los
recuerdos relacionales, que se encuentran en la memoria a corto plazo, en memoria a
largo plazo.
Cuando se está concentrado y en un estado emocional positivo o de control de nuestras
emociones, nuestras funciones ejecutivas pueden organizar con más éxito los recuerdos
recientemente codificados en conocimiento a largo plazo.
DOPAMINA: SENTIRSE BIEN AYUDA A APRENDER
La dopamina es uno de los neurotransmisores más importantes del cerebro. Los mensajes
conectados a la nueva información se desplazan de neurona a neurona como pequeñas
corrientes eléctricas. Como la electricidad, estos mensajes necesitan cableado para
llevarlos. Pero hay lagunas, llamadas sinapsis, entre las ramas que conectan a las células
nerviosas y no hay cableado en estas lagunas. Los neurotransmisores químicos como la
dopamina llevan los mensajes eléctricos a través del espacio entre una neurona a otra.
Esta transmisión es crucial en la capacidad del cerebro para procesar nueva información.
El cerebro libera dopamina extra cuando una experiencia es agradable. A medida que las
emociones positivas hacen que la dopamina se dirija a más partes del cerebro, se
activan neuronas adicionales.
Así, estimular la liberación de dopamina no sólo aumenta la propia sensación de placer,
sino que también aumenta la liberación de otros neurotransmisores, como la
acetilcolina, que mejora el estado de alerta, la memoria y las funciones ejecutivas en la
corteza prefrontal.
Traducción Maritza Rojas de Gudiño 5