Quién realmente mueve el mundo? La lucha por la democracia y la libertad
1. Es tu mundo ¿pero quién lo mueve?
Robin Lustig
BBC
Piense por un momento en estas palabras: democracia,
libertad, reforma. Hoy en día ningún discurso político
parece completo sin ellas.
Éstas son palabras que
despiertan en uno un
sentimiento de calidez,
abarcando lo que se
consideran aspiraciones
universales que conectan a
una persona de una pequeña
aldea en Uganda, con un
campesino en Camboya, con
un diseñador de tecnología
informática en California y un
minero en Ucrania, por
ejemplo.
¿Pero significan algo más? ¿Es
acaso lo que nosotros
entendemos por democracia
un concepto cercano a lo que
los antiguos filósofos griegos
quisieron expresar cuando utilizaron esta palabra por primera
vez?
Para ellos democracia significaba que cada ciudadano
participase en la toma de decisiones, no que menos de la
mitad elija participar en la elección de representantes para
que hagan el trabajo por ellos.
¿Y "libertad"? ¿Libres de qué, libres para hacer qué? ¿Es la
libertad de no tener que sufrir hambre más importante que la
libertad de expresión?
Y luego, por supuesto está esa noción útil en cualquier
contexto: "reforma". ¿Qué significa además de cambiar algo?
Lo que se considera un reformista en Ucrania puede ser un
fundamentalista en Arabia Saudita. La reforma, al igual que
la belleza, está en el ojo del que mira.
En una de sus citas célebres, el filósofo franco-suizo del siglo
XVIII Jean-Jacques Rousseau escribió: "El hombre nace libre
pero en todas partes se encuentra encadenado".
Los padres de Estados Unidos en su declaración de
independencia de 1776 escribieron: "Sostenemos como
2. evidentes estas verdades: que todos los hombres son
creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos
derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la
libertad y la búsqueda de la felicidad".
Exportando libertad
La pasión por la libertad apuntala todos los discursos políticos
modernos. ¿Pero cuán libres somos en este complejo y
aterrador siglo XXI? ¿Son democracia y libertad la misma
cosa?
¿Quién es realmente el
responsable por la forma en
que vivimos? ¿Estamos
todavía encadenados o somos
hoy más libres que nunca de
disfrutar nuestros derechos
inalienables a la vida, la
libertad y la búsqueda de la
felicidad?
Si algunos de nosotros disfrutan de más libertades que otros,
si en algunos países nos hemos liberado de nuestras cadenas
mientras que en otros esto no ha sucedido, ¿pueden
entonces los "más libres? ayudar los otros a liberarse?
En una era marcada por la globalización, el libre comercio,
¿puede exportarse la libertad como por ejemplo las cámaras
digitales o las camisetas de algodón baratas?
"Es la política de EE.UU. la de buscar y apoyar el crecimiento
de los movimientos e instituciones democráticas en todas las
naciones y en todas las culturas, con el objetivo final de
acabar con la tiranía en el mundo", dijo el presidente de
EE.UU. George W. Bush.
En otras palabras, EE.UU. apoyará la democracia más allá de
sus fronteras y la razón es su propia conveniencia.
"La supervivencia de la libertad en nuestra tierra", dijo Bush
"depende cada vez más del éxito de la libertad en otras
tierras".
Por norma general, la gente quiere las mismas cosas donde
quiera que esté. Quiere un techo sobre su cabeza, comida
para sus familias y educación para sus hijos.
Y si puede tener todo eso, quiere esa cosa tan intangible que
llamamos libertad. Pero por supuesto, no existe algo así
como la libertad absoluta.
Si vivimos en una democracia plena, estamos limitados por
las leyes, puestas en práctica por los legisladores que
nosotros mismos hemos elegido.
3. Aquellos que viven en una dictadura están limitados por
leyes más restringidas, creadas por gente que ellos no han
elegido y que están por sobre estas o cualquier ley.
Fuerza nueva
¿Pero entonces quién realmente mueve nuestro mundo? ¿Es
el gobierno, o las corporaciones, o el poder de los grupos de
presión, interesados únicamente en defender sus intereses?
¿O es acaso una compleja red de jugadores vinculados entre
sí, que a veces comparten el poder y otras pelean por
conseguirlo, dejándonos a nosotros, los ciudadanos, con una
sensación de impotencia para influir en las decisiones que
toman?
¿Se está desarrollando una
nueva fuerza democrática con
la emergencia de nuevas
formas de comunicación
masivas como por ejemplo el
teléfono celular, la internet y
los weblogs?
¿Existen ahora factores
determinantes más poderosos
de nuestra riqueza, de nuestro futuro que nuestras familias,
nuestros gobiernos y nuestros líderes religiosos que creen
controlar nuestro destino? ¿Hubieran sido exitosas las
revolluciones de Ucrania y Georgia sin ellos?
Para Bush, llibertad y democracia van mano en mano. Pero,
como señaló el escritor Fareed Zakaria en su libro "El futuro
de la libertad", democracia/libertad es algo más que
elecciones.
"Para la gente en Occidente", escribió Zakaria, "la
democracia significa democracia liberal: un sistema político
caracterizado no sólo por elecciones libres y justas sino por el
imperio de la ley, la separación de poderes y la protección de
las libertades básicas, como la libertad de expresión, de
reunirse, religiosa y el derecho a la propiedad.
"Pero estas libertades no tienen intrínsecamente nada que
ver con la democracia y ambas no siempre marchan juntas,
incluso en el mundo occidental".
Bien puede ser cierto, como indicó Churchill en 1947, que "la
democracia es la peor forma de gobierno excepto todas las
otras formas que se han probado de tanto en tanto".
¿Pero qué pasaría si un marciano golpea nuestra puerta y
nos pide que lo llevemos ante nuestro líder, a dónde lo
llevamos? ¿Quién realmente mueve nuestro mundo?