El documento habla sobre los chismes y los rumores. Describe al chisme como un deporte oral destructivo que viola la privacidad de las personas e invade su esfera personal y laboral. Afirma que los rumores se propagan rápidamente de boca en boca y pueden terminar con familias enteras o causar peleas. Finalmente, advierte que tanto el que propaga un rumor como el que lo compra son igual de culpables, y que las palabras de los chismosos pueden penetrar profundamente.