TRATADO EL MAESTRO SILENCIOSO "SEÑOR, ENTRA A MI CORAZON" No. 203
1. !Señor, Entra A Mi Corazón!
Sofía, vivía su propia vida creyendo que
andaba bien, pero a medida que avanzaba el
tiempo se daba cuenta que algo le faltaba, había
un vacío grande en su interior. Sin embargo,
trataba de saciar sus inquietudes con las cosas de
esta vida, ya que tenía como hacerlo. Ella es
Licenciada en Administración, tiene un buen
trabajo, juventud, casa, auto, hijo y familia, etc.
Un día, una amiga le regaló una Biblia.
Comenzó a leerla. Se dio cuenta que era pecadora
y que en Cristo estaba la respuesta para sus
necesidades. Una compañera de trabajo la invitó a
unos estudios Bíblicos y de Oración familiares y
sintió curiosidad y fue. Estudiando la Palabra de
Dios encontró lo que andaba buscando. Siguió
asistiendo con regularidad y cada día aprendía
nuevas cosas que le hacían ver como en Dios y en
su Palabra podía encontrar la paz que ansiaba
tener. Jesús dijo: La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan
14:27).
Habló con un creyente en Cristo
diciéndole que quería hablar con él. Concertaron
una cita y allí, ella expresó que andaba buscando a Dios y que quería creer en el Señor.
Comenzaron leyendo lo que dice en (Romanos 6:23): “Porque la paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Ella no entendía bien.
Sin embargo él le dijo, vamos a leerlo así: Porque la paga del pecado de Sofía es muerte, mas el
regalo de Dios para Sofía es vida eterna a través de Cristo Jesús Señor nuestro. – Ahora entiendo,
pero... --.
Luego, le leyó otro pasaje de la Biblia en (Apocalipsis 3:20) que dice: “He aquí, yo estoy
a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo” Se le hizo ver que quien dijo estas palabras fue el Señor Jesucristo. --- Por favor,
explíquemelo ---. El predicador le dijo: vamos a leerlo de esta manera: Jesús dice: He aquí yo
estoy a la puerta y llamo a Sofía. Si Sofía oye mi voz y abre la puerta de su corazón, entraré en
Sofía y cenaré con ella. Él le dijo: Jesús se te está presentando como aquel que dio su vida en el
madero de la cruz y resucitó de entre los muertos en victoria, y quiere darte vida. --- Usted me
quiere decir, que él quiere que yo le abra la puerta de mi corazón. --- Si, así es.
2. Continuaron conversando y ahora le citó lo que dijo Jesús en (Juan 5:24). “De cierto, de
cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá
a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” El predicador le dijo a aquella alma
ansiosa. Vamos a leerlo así: Si Sofía oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y
Sofía no vendrá a condenación, mas Sofía ha pasado de muerte a vida. Le preguntó el
predicador: ¿Entiendes lo que dijo el Señor? Ella dijo: Si pero…
Él le dijo vamos a orar a Dios. Yo comienzo y tú, si quieres, lo haces después. El pedía a
Dios que a Sofía le diera sabiduría para entender su Palabra y poder para decidir. Al final de la
oración ella comenzó a hablar con Dios y le dio las gracias por permitirle la vida y la
oportunidad de conocerle. Inmediatamente dijo: ¡Señor, entra a mi corazón! Perdona mis
pecados. Con lágrimas en sus ojos y con un corazón regocijado, de nuevo le dio las gracias por
haber entrado en su vida. Ella fue transformada y ahora, continúa disfrutando la vida abundante
que se encuentra en el Señor.
La historia de Sofía, también, puede ser la tuya. Todos como pecadores, necesitamos una
vida mejor. Ojala, le digas ahora mismo a Cristo. ¡Señor, entra a mi corazón!
Dr. Luis A. Silva Cisneros