1. Prohibido Estacionar, Avanza…
Hace años viajaba en compañía de mi
esposa y nuestros tres hijos desde Boston a
Washington en USA por vía rápida a través de la
autopista. Tomamos nuestro auto y nos iba muy
bien hasta que sorpresivamente sentimos un
ruido el caucho trasero izquierdo y nos
detuvimos en el hombrillo para evaluar el
problema, comprobando que el mismo se había
roto, pero aun así podríamos continuar pero
lentamente y por el hombrillo. A medida que
avanzamos el problema era peor hasta que
tuvimos que detenernos.
Decidimos colocar las luces rojas
intermitentes en señal de peligro. Sabíamos que
no era conveniente estacionarse allí, pero no
había otra alternativa. Unos minutos después un
auto de la policía con las luces rojas
intermitentes y con la sirena comenzó a acercarse
a nosotros y se estacionó detrás de nosotros. Uno
de los agentes de policía se bajo y nos preguntó que nos sucedía, a lo cual respondimos
hablándole del problema que teníamos. El nos dijo – Pararse aquí es muy peligroso para ustedes
y también para los demás que pasan por aquí—Nos indicó que avanzáramos lentamente, que él
nos seguiría y que más adelante a unos pocos kilómetros estaba una bomba de gasolina donde
podríamos pararnos y reparar el caucho dañado. Así sucedió y luego, continuamos nuestro viaje.
No hay duda que ese lugar no era adecuado para estacionarse. Por eso es que en aquel
lugar estaba “Prohibido estacionase” a no ser por una emergencia.
Hay lecciones que aprender de esta adversidad y solución encontrada. Cuantas veces se
nos tiene que decir: --- Prohibido estacionar en nuestra discapacidad o los malos pensamientos
que nos llegan a nuestra mente --- No conviene dejar que las adversidades nos dominen, sabemos
que no estamos solos. Así como el auto de la policía nos ayudó en nuestra situación de
emergencia, así también nuestro Dios nos dice: Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis
miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va
contigo; no te dejará, ni te desamparará.
(Deuteronomio 31:6). El salmista te dice: Dios es
Estaciona tus pensamientos en nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en
el lugar donde puedes las tribulaciones. (Salmo 46:1). También el sabio
encontrar ayuda Salomón dijo: En el día del bien goza del bien; y en el
día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno
como lo otro, a fin de que el hombre nada halle
2. después de él. (Eclesiastés 7:14).
--- Mas adelante encontrarán ayuda --- dijo el agente policial y así sucedió. Por tanto,
avanza hacia adelante y estaciona tus pensamientos en el lugar donde puedes encontrar
ayuda. No en el lugar de tristeza, dolor y amargura. Puede ser como en este caso que
tengamos que hacerlo en el lugar inadecuado, pero solo transitoriamente para buscar ayuda, no
para estacionarnos allí. En nuestro caso, la ayuda llegó y cuán importante fue. Asimismo,
conviene en esos momentos de adversidad no desanimarnos ni protestar, sino más bien esperar.
Dios enviará su auxilio. A veces pensamos como Job: ¿No es así que ni aun a mí mismo me
puedo valer, Y que todo auxilio me ha faltado? (Job 6:13). Pero confiemos que vendrá un auxilio
invisible, oportuno, seguro y en el momento menos esperado. 1 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo
cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3 Puso luego en mi boca cántico
nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. 4
Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza. (Salmo 40:1-4).
El agente policial de la patrulla nos dijo:
“Avancen, sigan adelante, yo los protegeré, iré
Echando toda vuestra detrás de ustedes, los acompañaré y los guiare” No
ansiedad sobre él, porque él hay duda, que al seguir sus indicaciones y consejos nos
fue de gran ayuda y bendición. Nos recuerda aquel
tiene cuidado de vosotros. hermoso pasaje bíblico donde Dios dice: … No te
(1 Pedro 5:7) desampararé, ni te dejaré… (Hebreos 13:5).
En otras ocasiones, nos estacionamos en los
malos pensamientos tales como: ofensas y en las raíces de amargura que hemos venido
arrastrando. Esto lo que hay que hacer es echarlos o ponerlos en las manos del Señor para que El
se encargue de solucionarlo. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para
siempre caído al justo. (Salmo 55:22). Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros. (1 Pedro 5:7). He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que
sostienen mi vida. (Salmo 54:4).
Por tanto, no nos detengamos o estacionemos en estas cosas, las cuales nos dañan a
nosotros y a la vez, a otros. Dios dice en su Palabra: Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella
muchos sean contaminados. (Hebreos 12:15).
No nos estacionemos en sitios prohibidos, en cosas negativas e improductivas, porque
nos harán daño y a la vez dañaremos a los demás o serán un peligro para nosotros y para los
demás. Sigamos el consejo de Dios quien nos dice lo que conviene hacer para que vivamos vidas
más equilibradas y fructíferas. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios,
que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno
de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:6-8).
3. Avanza y estaciona tus pensamientos y acciones en aquellas cosas necesarias e importantes que
contarán con el auxilio Celestial, piensa en lo positivo, en las nuevas cosas que hay que hacer y
no en aquellas negativas, las cuales nos restan fuerza, tiempo útil y oportunidades para crecer y
triunfar. Dios nos ama y desea lo mejor de nosotros para que así llevemos vidas exitosas y
prosperas, aun en medio de las adversidades. Dios dice: “que formo la luz y creo las tinieblas,
que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto” (Isaías 45:7).
Nuestro Creador está y estará allí con nosotros para socorrernos y ayudarnos en el momento
oportuno.
Dr. Luis A. Silva Cisneros.