Zenón de Elea planteó la paradoja de Aquiles y la tortuga, en la que Aquiles nunca podría alcanzar a la tortuga, ya que tendría que recorrer una distancia infinita de espacios cada vez más pequeños, lo que requeriría un tiempo infinito. El documento presenta una serie matemática que suma fracciones cada vez menores para ilustrar cómo la suma de una progresión geométrica convergería a un límite finito a pesar de contener un número infinito de términos.