El documento describe la historia y el desarrollo del conocimiento sobre el sistema respiratorio. Explica que los griegos y romanos observaban los cambios en la respiración pero no entendían su propósito. Más tarde, Aristóteles creyó que la respiración enfriaba la sangre, mientras que Galeno demostró la circulación de la sangre a través de los pulmones. Finalmente, en el siglo XVIII se descubrió que el aire contiene oxígeno vital para la vida.