El conejo se burla de la tortuga por ser lenta y la reta a una carrera. La tortuga acepta el reto a pesar de que el conejo se ríe, asumiendo que ganará fácilmente debido a su velocidad. Comienzan la carrera desde donde están hasta un árbol al pie de una montaña, y el conejo toma una gran ventaja al inicio corriendo muy rápido.
1. La carrera entre el conejo y la tortuga
El conejo tiene cuatro patas, salta de arriba a abajo y corre muy rápido. La
tortuga también tiene cuatro patas, se arrastra y se arrastra, repta realmente lento.
Un día, el conejo se tropezó con la tortuga, y dijo riéndose: “Tortuga, tortuga,
¿te parece bien que hagamos una carrera?” La tortuga supo que el conejo se estaba
burlando de él, y mirándole fijamente desde su pequeño par de ojos, no le puso atención
y se desentendió de ello. El conejo pensaba que la tortuga no se atrevía a correr contra
él. Esto le hizo tanta gracia que sus orejas llegaron a doblarse, y luego le compuso una
broma con música de ronda:
Tortuga, tortuga, se arrastra, se arrastra,
Temprano marchita sale de su casa,
Tortuga, tortuga, avanza y es lenta
Cae la noche y aún está en la puerta
La tortuga dijo exasperada:
- Conejo, conejo, no te des tantos aires, hagamos esa carrera.
- ¿Qué? ¿Qué? Tortuga, ¿qué has dicho?
- Vayamos a hacer esa carrera.
Al escuchar esto, faltó poco para que el conejo se partiera de risa, y dijo:
“Tortuga, ¿de verdad te atreves a medirte conmigo en una carrera? Bien, empezaremos
a correr desde aquí, verás quién llega primero al árbol grande que está al pie de aquella
montaña. ¡Listos! Uno, dos, tres…” El conejo ni se puso en posición y ya estaba
corriendo muy rápidamente, y en un momento ya se encontraba muy lejos.