11. Junto con los conquistadores, llegaron a América numerosos misioneros de distintas órdenes, que venían con el firme propósito de convertir al catolicismo a la población indígena del Nuevo Mundo, además de prestar servicios religiosos a los europeos de las empresas de conquista. Como una manera de sistematizar la evangelización del nuevo continente, en 1563 la corona dictó una disposición real que ordenó la pertenencia de los monasterios de una provincia a una misma orden religiosa. América quedó repartida bajo la tutela de 2.200 franciscanos, 1.670 dominicos, 470 agustinos, 350 jesuitas y 300 mercedarios.
12. Entre las distintas órdenes encargadas de la evangelización americana, tenían al menos dos posturas diferentes con respecto a la forma de conquista agresiva y destructiva de la población nativa que asumieron los españoles. Por un lado estaban aquellos que defendían la violencia y el pillaje considerándolo una “guerra justa”, pues demonizaban las creencias religiosas de los distintos pueblos aborígenes americanos. Pero, por otro lado, estaban aquellos religiosos que se dieron a la defensa de los derechos de los indios y creyeron en la evangelización como un paso previo a su sometimiento a la Corona. Cabe destacar que es en el campo cultural religioso donde se manifiestan con mayor claridad los entrecruzamientos de las diversas vertientes ideológicas, y donde se patentizan las estrategias que utilizan los cultos no oficiales para continuar vigentes, pues mantener en uso los ritos religiosos propios de los pueblos nativos era también una forma de resistencia a la conquista española.
13. La expulsión de los jesuitas en 1777 de la colonia americana por orden de la Corona española, dejó la gigantesca empresa de evangelización a medio terminar, pues eran los frailes jesuitas quienes habían asumido con mayor ímpetu esta responsabilidad, distribuyendo emplazamientos de su orden a lo largo y ancho de todo el territorio americano, incluso en aquellos lugares más apartados. Esta situación profundizó aun más aquella característica mezcla de cultos religiosos que se dio entre los pueblos mestizos americanos. Por un lado el dominante culto cristiano y por otro el que practicaban los indígenas desde épocas anteriores a la presencia europea en el continente, dando origen así a una particular forma de sincretismo religioso. “ Esa mezcla que hubo entre el catolicismo y el paganismo fue lo que creó esa característica muy especial, casi mítica, en donde hay una revoltura religiosa y mental del pueblo, hay una mitología pagana y hay un ritual cristiano, esas dos cosas se han mezclado y se ha creado lo que llamamos sincretismo” (Juan Rulfo en entrevista con Juan C. Cruz) Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús en 1540.
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15. El proceso de conquista español tuvo al menos dos reacciones por parte de los indígenas. Por un lado, están aquellos pueblos que resistieron duramente la invasión europea y defendieron sus tierras, sus costumbres y su religiosidad. Su éxito fue precario, cuando no nulo, pues tarde o temprano cayeron derrotados por las armas, el sadismo y las enfermedades importadas desde el viejo mundo. Por otro lado, estuvieron aquellos pueblos o facciones indígenas que colaboraron activamente con el español, bien porque mantenían viejas disputas con otros pueblos americanos y creyeron que la llegada de los conquistadores era una ayuda para lograr imponerse a sus enemigos. O bien, porque quisieron obtener privilegios y botines (mujeres, caballos, armas y excepciones tributarias) con su colaboración. Ambos grupos fueron denominados por el español como “indios amigos” y sin ellos el proceso de conquista habría costado mayores esfuerzos a los europeos.
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17. El proceso de conquista culminó en la segunda mitad del siglo XVI y con su fin dio paso a una nueva etapa en la historia de América. Esta se caracterizó por definir los diferentes estamentos sociales que se van a perpetuar incluso hasta nuestro días; y también por ser el periodo durante el cual se va a dar paso a un proceso de mestizaje que, con suma rapidez, va a determinar el carácter y la identidad social, cultural, política y religiosa de nuestro continente. Retratos de castas típicas del s. XVII. Andrés Islas.