1. La mayoría de los países manejan sus
recursos hídricos mediante una combinación
de políticas de mercado e intervenciones
estatales directas. Cada sistema tiene sus
ventajas e inconvenientes.
2. Si bien el mercado privado tiene la posibilidad de producir el conjunto de
bienes y servicios mas valorados por los particulares, el sector público también
desempeña un papel importante. Las iniciativas públicas incluyen una gama
más amplia de metas sociales que las del sector privado.
El sector público puede atenuar la desigualdad de los
ingresos, promover el desarrollo de las regiones
desfavorecidas, reglamentar las actividades privadas que
dañan el medio ambiente y controlar otros efectos nocivos
de los monopolios privados con fines de lucro.
3. En los mercados competitivos, el principal papel del Estado consiste en
fomentar las estructuras de incentivos y establecer reglas. Entre las
reglas mas importantes figuran las leyes que rigen el establecimiento de
derechos de propiedad y la aplicación de los contratos.
4. Las economías de mercado tienen deficiencias que se denominan mal
funcionamiento del mercado. Esto se produce cuando los incentivos
ofrecidos a las personas o empresas estimulan un comportamiento que
no corresponde a los criterios económicos o de eficiencia que no
satisfacen las expectativas nacionales de bienestar social.
En estos casos, el sector publico puede intervenir para influir en el
abastecimiento y la asignación del agua. Entre las deficiencias que
afectan a los recursos hídricos figuran los efectos externos, los bienes
públicos y los monopolios naturales. En otros casos, incluso los
mercados eficientes pueden no satisfacer los criterios de equidad de
las sociedades, haciéndose necesaria la intervención pública para
compensar la falta de equidad distributiva.
5. En los últimos años, el principio de que «quien contamina
paga» ha sido objeto de mayor atención en los países
industrializados.
Este principio establece que los productores deben pagar
todo el costo de sus procesos de producción, incluidos los
efectos externos tales como la contaminación del agua.