1. EL TALLADOR DE DIENTES Un ratón llamado Emiro, vivía muy feliz en el bosque con toda su familia, ellos trabajaban tallando la madera, hacían figuras hermosas y luego salían a venderlas para poder tener dinero y comprar todo lo que necesitaban.
2. En un tiempo el bosque se incendió y quemó muchos árboles, dejando a todos los animales maltratados, y con pocas posibilidades de sobrevivir, algunas se fueron en busca de otro bosque, pasando montañas y atravesando ríos para encontrar un buen lugar donde vivir.
3. La familia del ratoncito Emiro, decidieron ir a vivir a la ciudad para experimentar la vida con los humanos; se instalaron en una casa vieja donde Vivian personas muy pobres; eran los padres y siete hijos quienes habitaban en ese lugar.
4. Los ratoncitos al ver que los niños pasaban muchas necesidades, decidieron ayudarles y se inventaron un plan para colaborar con esa familia. De inmediato los ratones fueron a explorar la ciudad, se dieron cuenta que las personas entraban a una joyería y pagaban mucho dinero por piezas muy pequeñas.
5. Cierto día, a un niño de la casa se le cayó un diente y éste decidió guardarlo en su bolsillo. Todos los días lo limpiaba, dejándolo brillante y muy hermoso.
6. El ratoncito Emiro lo observaba y recordaba la joyería donde vió piezas pequeñas, brillantes y hermosas como el diente del niño. Un día el ratoncito se subió a la cama del niño y le propuso vender ese diente para ayudar a su familia; el niño aceptó, puesto que se trataba de ayudar a sus hermanitos y a sus padres; el ratoncito fue corriendo donde su familia y empezaron a trabajar tallando el diente hasta convertirlo en una prenda muy hermosa.
7. Mandó entonces el ratón Emiro al padre del niño a venderlo a la joyería y le dieron mucho dinero, pues quedaron impactado con la hermosura de la prenda. Todos emocionados, lograron comer muy bien y comprar cosas que necesitaban para vivir mejor.
8. El niño que era dueño del diente, contó a sus amigos del colegio y del barrio lo que sucedió en su familia con sus nuevos huéspedes (los ratones que tallaban dientes) .
9. poco a poco fueron llegando más niños para que les hicieran trabajos hermosos como el que le había hecho el ratón Emiro con el primer diente del niño.
10. Pero sucede que el ratoncito Emiro era muy exigente, solo recibía dientes bien cuidados, limpios y de leche (primera dentición, los que se caen casi solitos).
11. Debido a las exigencias de los ratoncitos, el trabajo era poco, y esto empezó a preocupar a la familia que se beneficiaba de esa labor. El ratoncito Emiro era muy inteligente y empezó a enseñar a todos los niños a cuidar sus dientes, iba a las escuelas con todos los implementos de limpieza para crear hábitos de higiene bucal en los niños, les contaba la importancia de cuidar la dentadura y les orientaba para que no comieran tantos dulces, ya que les puede llegar a afectar los dientes.
12. La casa vieja donde vivían la familia de los ratoncitos y del niño fue cambiando, pues con el trabajo que realizaban podían ir mejorando la construcción y hasta para salir a pasear todos juntos, sin dejar a la familia del ratoncito Emiro; y visitaron al bosque llevando regalos a los animales que sobrevivieron al incendio, pues nunca se olvidaron de sus primeros amigos.
13. El ratoncito Emiro se convirtió en un especialista muy reconocido y famoso en toda la región y con el tiempo fue pasando de generación a generaciones y así el ratoncito Emiro se convirtió en un especialista, y todos los habitantes de la renovada casa, vivan felices enseñando a los niños y a los adultos a cuidar siempre sus dientes manteniendo buenos hábitos de higiene oral por el resto de sus vidas.