1. UN MIRAMIENTO A LA TEORÍA DEL
DERECHO DE HOBBES EN SU LEVIATÁN.
CONTRATO SOCIAL Y EGOÍSMO
CRUZ TORRES GABRIEL
En su obra más conocida y en la cual sienta las bases del Estado; Hobbes nos habla de
los fundamentos de dicha entidad “mounstruosa” y de descomunal fuerza y poder, para
adentrarnos en las nociones que hacen del hombre, un ser humano que vive en sociedad,
que vive junto a muchos otros semejantes; con emociones, pasiones y potencialidades
que finalizan en actos de distinta naturaleza:
Esto es algo más que consentimiento o concordia; es una unidad real detodo
ello en una y la misma persona, instituida por pacto de cada hombre con los
demás, en forma tal comosi cada uno dijera a todos: autorizo y transfiero a
este hombre o asamblea de hombres mí derecho degobernarme a mi mismo,
con la condición de que vosotros transferiréis a él vuestro derecho, y
autorizaréistodos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así
unida en una persona se denominaESTADO, en latín, CIVITAS. Esta es la
generación de aquel gran LEVIATÁN, o más bien (hablando con
másreverencia), de aquel dios mortal, al cual debemos, bajo el Dios inmortal,
nuestra paz y nuestra defensa.Porque en virtud de esta autoridad que se le
confiere por cada hombre particular en el Estado, posee yutiliza tanto poder y
fortaleza, que por el terror que inspira es capaz de conformar las voluntades
2. de todosellos para la paz, en su propio país, y para la mutua ayuda contra sus
enemigos, en el extranjero**(Hobbes, Thomas, Leviatán, capítulo XVII, pág. 71-72)
Aunque comienza haciendo un estudio sobre el hombre en sí, para posteriormente
adentrarse en el “vivir juntos”**(Palabras del Doctor Cesáreo Morales contenidas en la cátedra de Filosofía
Política impartida en la Facultad de Filosofía y Letras, salón 302, Universidad Nacional Autónoma de México, el día 14 de
agosto de 2012); en la vida en sociedad, no deja de introducirnos en los fundamentos del
Estado y del Estado cristiano, para posteriormente finalizar en el Reino de la
oscuridad**(En esta última parte hace una severa crítica a la Iglesia, a la que acusabe incluso de estar “impregnada” de
cierto ateísmo. Sin embargo en este ensayo prescindiremos de estas consideraciones.)
Aunque en el presente ensayo se abordarán cuestiones que se hallan desde el
capítulo XIII hasta el XVII, no deja de carecer de interés la obra completa de Hobbes,
quien merece ser leído en estos tiempos de crisis política. Sin más, comencemos.
Hobbes nos empieza hablando de una diferencia notable entre el derecho y la ley,
error básicamente consistente en el hecho de que varias personas conocedoras de estas
cuestiones equiparan los términos, aunque existen abismal diferencia; ya que el derecho
consiste en la libertad de hacer o de omitir, mientras que la ley determina y obliga a una
de esas dos cosas.**(Ibid.Capítulo XIV, Pág.54)
Hobbes nos habla de Leyes de la naturaleza que no es otra cosa que la libertad de poder
hacer lo que esté a nuestro alcance para preservar nuestra vida o evitar que los demás
atenten contra ella, además de ser libres de porveernos de los instrumentos necesarios
para dicho fin.
En este sentido Hobbes nos enuncia dos leyes de la naturaleza.
La primera, la cual consiste en la condición natural (valga la redundancia) que el hombre
tiene al vivir en sociedad y poder usar a los demás en beneficio propio, siempre y cuando
3. salvaguardemos nuestra integridad. En este punto, esta primera ley natural contiene a la
vez dos fases. Si damos por supuesto que la condición en la sociedad es la guerra ya que
cada uno de los hombres puede hacer lo que esté en sus manos para defenderse de los
demás que a su vez quieren preservar su naturaleza, entonces tenemos que no podría
existir seguridad para nadie. Siendo así la primera fase de esta ley es precisamente que
los hombres buscar la paz, preservarla y seguirla. La segunda: la suma de esta condición
natural. Es decir, “defendernos a nosotros mismo por todos los medios posibles.
La segunda Ley de la naturalezaconsiste en el acuerdo entre las personas para
preservar la paz así debamos renunciar a nuestro derecho natural. En todo caso, nadie
está obligado a renunciar a sus derechos, ya que sería como ir a la “Boca del lobo”, es
decir se convierte en presa.
Y este renunciar a un derecho (o a varios) consiste en despojarse de esa libertad
de poder hacer lo queramos para preservar nuestra naturaleza, nuestra vida. Y por esto
es que renunciar a un derecho es un enajenarse. Ya sea por simple renuncia**(el cedente no
se preocupa por el cesionario), o por transferencia**(el cedentquier que el derecho que está cediendo recaiga
sobre ciertos individuos). En efecto, por el hecho que un hombre renuncie a sus derechos para
cedérselos a otro, no quiere decir que le otorga nuevos derechos que no haya tenido
desde el pirncipio de los tiempos.
Entonces esta mutua transeferencia de derechos entre semejantes se llama contrato. Sin
embargo existe diferencia entre ceder el derecho a la cosa, o ceder la cosa misma.
“El contrato pone de manifiestola voluntad de los hombres de autorestricción, la voluntad de
sometersus pasiones a una única razón política”. En este sentido, el hecho de someterse
contractualmente a una Ley común podría atisbarse un incipiente autoritarismo.**(Branda, Corina Inés,
“Razón natural y racionalidad política en el Leviatán deThomas Hobbes, pág.93)
4. En este punto Hobbes nos habla de elpacto o cnvenio:
Por otro lado, uno de los contratantes, a su vez, puede entregar la cosa
convenida y dejar queel otro realice su prestación después de transcurrido un
tiempo determinado, durante el cual confía en él.Entonces, respecto del
primero, el contrato se llama PACTO o CONVENIO. O bien ambas partes
puedencontratar ahora para cumplir después: en tales casos, como a quien
ha de cumplir una obligación en tiempovenidero se le otorga un crédito, su
cumplimiento se llama observancia de promesa, o fe; y la falta
decumplimiento, cuando es voluntaria, violación de fe**(Ibid., Pág.55).
Y de la liberalidad, donación o gracia (las cuales son lo mismo)
Liberalidad. Cuando la transferencia de derecho no es mutua, sino que una de
las partes transfiere, con laesperanza de ganar con ello la amistad o el
servicio de otra, o de sus amigos ; o con la esperanza de ganarreputación de
persona caritativa o magnánima; o para liberar su ánimo de la pena de la
compasión, o con laesperanza de una recompensa en el cielo, entonces no se
trata de un contrato, sino de DONACIÓN,LIBERALIDAD O GRACIA: todas estas
palabras significan una y la misma cosa.**(Ibid.)
Hasta este punto merece la pena una reflexión en torno a la idea de contrato expuesta
hasta aquí. Pocas veces nos detenemos a pensar en los fundamentos del Estado y del
hombre viviendo y conviviendo con sus semejantes en dicha Entidad consistente en la
cesión de derechos mutuamente. Cabal diferencia estriba entre Rousseau y Hobbes en
5. torno a la idea de naturaleza del hombre. Hobbes a diferencia de Rousseau, piensa que el
hombre es egoísta por naturaleza, malo desde el principio; por esto el estado de guerra es
condición para el contrato, debido a la total desconfianza hacia sus semejantes. Es por
esto que el contrato se vuelve necesario.
Esta desconfianza surge debido a la completa igualdad entre semejantes. Debido a
que todos queremos satisfacer nuestros deseos, pasiones, gustos e intereses
(etcétera,etcétera) y nos serviremos de todos los medios a nuestro alcance par dicho fin,
incluso la fuerza natural,la fuerza bruta, estamos en un estado de igualdad.
Independientemente de als diferencias particulares entre semejantes, nos hace iguales la
capacidad de dominar, de controlar, de matar y castigar, así exista alguien
extremadamente débil, puede servirse de algún poder instrumental para satisface sus
deseos.
Es en este punto donde la desconfianza surge debido a la igualdad entre hombres.
Esa desconfiazan orilla a que los hombres se hallen en esl estad de guerra, unos contra
otros, sin ley, sin reglas, solo tratadmo de satisfacer sus necesidades y deseos incluso a
costa de otros.
Incluso podemos atisbar un egoísmo muy radical y emocionante que hallamos en
Stirner:
¿Qué causa es la que voy a defender? Ante todo, mi causa es la buena causa,
luego la causa de Dios, de la Verdad, de la Libertad, de la Humanidad, de la
Justicia; después, la de mi Príncipe, la de mi Pueblo, la de mi Patria;
finalmente, será la del Espíritu, y otras mil causas... ¡Pero la causa que yo
defiendo no es mi causa!**(citar: Stirner, Max, El único y su propiedad, Sexto
piso)
6. Este egoísmo conduce al hombre a querer expandir su cominio, sojuzgar pueblos, ya que
el hombre quiere que lo valoren en la misma medida en que él se valora a sí mismo.
A este respecto, Hobbes nos habla de tres causas principales de Discordia:
competencia, desconfianza y gloria:
La primera causa impula a los hombres a atacarse para lograr un beneficio, la
segunda , para lograr seguridad, la tercera, para ganar reputación, La primera
hace uso de la violencia para convertirse en dueña de las personas, muejres,
niños y ganados de otros hombres; la segunda , para defernderlos; la tercera
recurre a la fuerza or motivos insignificantes , como una palabra, una sonrisa,
una opinión disinta, como cualquier otro signo de subestimación , ya sea
directamente en sus personas o de modo indirecto en su descendencia, en
sus amigos, en su nación, en su profesión o en su apellido**(Ibid. Capítulo XVIII,pág.
52)
Siendo esto como es y no pudiendo ser de otra manera, Hobbes continua su exposición
refiriéndonos una tercera Ley de la Naturaleza: La justicia**(Ibid. Capítulo XV,Pág. 60)
Siendo que existe un contrato entre semejantes, ya sea renunciando simplemente
al derecho o a los derechos o por transeferencia; se deber hacer cumplir los pactos y
convenios; de lo contrario sería vano e inútil todo lo relacionado con el contraro en sí,
además de que estaríamos regresando a un Estado de Guerra.
Hobbes nos dice que en esta tercera ley se hallan precisamente contenidas la
fuente y origen de toda justicia**(para una mejor y mayor comprensión y profundizamiento a este respecto se
recomienda leer y releer el capítulo XV de Leviatán)
7. En el estado de guerra, no existe algo justo e injusto por sí mismo. Solo hay
injusticia si se ha hecho algún trato, contrato, pacto o convenio y estos son “rotos” o
incumplidos por las personas o por las entidades que representan a las personas, (como
alguna institución estatal).
En este punto, resulta pertinente hacer las notaciones apropiadas que Hobbes hace
en relación a las personas: “Una PERSONA es aquel cuyas palabras o acciones son
consideradas o como suyaspropias, o como representando las palabras o acciones de
otro hombre, o de alguna otra cosa a la cual sonatribuidas, ya sea con verdad o con
ficción”.**(Ibid. Cáp.XVI, pág. 67)
Todos nosotros como personas que hemos hecho un pacto o contrato con el Leviatán que
esta conformado por nosotros mismos, y el hecho de haber aceptado la cesion de
derechos entre nuestro semejantes cabe relfexionar a como de conclusión:
Hobbes es un filósofo complicado e imprescindible, a menudo se le atribuye la
sistemtizacion y justificación de una Estado autoritario, o a veces como dice
Jaramillo:”HOBBES debe considerarse absolutista, liberal o una mezcla de ambos -una
especie
de monstruo bifronte[…]”**(Roldán Jaramillo, Ciro, “Introducción al pensamiento político de Hobbes”,pág.9)
Est afirmación no deja de ser un tanto risible, pero no por ello carente de verdad.
Arriesgado y comprometedor es clasificar algún pensador en alguna corriente o doctrina
en particular. A mi modo de ver, para fines prácticos es cuando se categoriza a Hobbes
en alguna doctrina en articular. Sin embargo la doctrina Hobbesiana es todo un sistema
estatal, jurídico-político que bien merece atención desbordada. Merece ser releído una y
otra vez y abstraer y aprehender lo adecuado a la época en la cual estamos “viviendo
juntos”.
8. A modo de conclusión, en este momento cabe resaltar lo dicho por el Doctor
Cesáreo en la cátedra de Filosofía Política en relación a la seguridad que debe ser
impartida por el Estado: “los mejores estados hoy en día son los que brindan mayor
seguridad. Sus policías son secretas (F.B.I, C.I.A, etc.) y respetadas por los hombres.
Infunden miedo. Le hacen sentir al delincuente el PODER del Estado. La implementación
de cámaras de vigilancia al menos impele al delincuente a „cubrirse‟ de ser
filmado”.**(Palabras extraídas de la cátedra de Filosofía política impartida por el Doctor Cesáreo Morales en la Facultad
de Filosofía y Letras, en Universidad Nacional Autónoma de México, salón 302, 14 de agosto de 2012)
Inevitablemente uno no puede dejar de pensar enel “Panoptico” concebido por
Jeremy Bentham, o el “efecto Panóptico” de Foucault, o en Lecumberri aquí en México.
De cualquier modo, hablar de Hobbes es algo complicado y difícil, pero no por ello
debemos prescindir de su obra, al contrario; intensificar su lectura y ahondar más en su
doctrina es lo apropiado en esta transición política-social, en la cual debemos salir
victoriosos y ya que el individuo excede en todo momento al Estado; entonces ¿acaso
debemos concebir un nuevo modelo Estatal que nos garantice seguridad así sean
violados nuestros derechos humanos “inalienables”? La respuesta parece ser negativa,
sin embargo, reconsideremos.
9. BIBLIOGRAFÍA
*Hobbes, Thomas, El Leviatán, “Biblioteca del político”, “INEP AC”, México, D.F, 2011
*Stirner, Max, El único y su propiedad, Editorial Sexto piso, México, 2003
*Roldán Jaramillo, Ciro, “Introducción al pensamiento político de Hobbes”,en Hoyos, Luis
Eduardo (editor),Estudios de filosofía política, Universidad Nacional de Colombia/
Universidad Externado de Colombia,Bogotá, 2004
*Branda, Corina Inés, “Razón natural y racionalidad política en el Leviatán de
Thomas Hobbes”, Res publica,Núm.20, 2008, pp. 67-94