1. CUIDADOS DE ENFERMERIA AL NEONATO SOMETIDO A
INTERVENCIONISMO CARDIACO
Lic. Enf. Norma Elia González Flores
INTRODUCCIÓN
Los grandes avances técnico-científicos en el intervencionismo cardiaco han
generado una mayor apertura en el tratamiento de diversas cardiopatías
sustituyendo en algunos casos la terapia quirúrgica o bien se combinan ambas
cuando la valoración e indicación médica así lo permite, sin duda a la par van
evolucionando los insumos propios de cada procedimiento donde la reingeniería
de los catéteres y dispositivos permiten una mayor flexibilidad en el procedimiento
y por ende una mayor éxito en las técnicas intervencionista. En este contexto el
reto para el personal de enfermería es mantenerse al margen de lo avances y
establecer una capacitación constante en su desarrollo profesional lo cual se
traducirá en eficiencia y calidad de los cuidados que proporciona al paciente en
edad neonatal, contribuyendo de esta manera en una intervención rápida y
oportuna para facilitar la rápida reintegración del paciente a su medio familiar.
CONSIDERACIONES GENERALES
El cateterismo cardiaco es un procedimiento que se realiza invadiendo el sistema
circulatorio arterial y/o venoso, el objetivo del procedimiento por un lado radica en
identificar solo las alteraciones anatomopatológicas y fisiopatológicas del paciente
para establecer el diagnostico médico con mayor precisión, por otro, realizar un
procedimiento intervencionista específico cuando ya se sabe con precisión el
diagnóstico del paciente y por último puede tener una finalidad solo de
2. investigación1. En lo que respecta al procedimiento intervencionista seleccionado
las vías de abordaje, el número y calibre de los introductores, catéteres y guías,
así como el tiempo exposición a la fluoroscopía, la cantidad del medio de
contraste utilizado, la heparinización y las complicaciones propias de cada caso
pueden variar considerablemente. Indiscutiblemente la adecuada valoración
médica y de enfermería del paciente neonatal antes de ingresar a la sala de
hemodinámica, permitirá identificar los factores de riesgo que potencializan una
complicación.
Por las características propias de estos procedimientos además de considerar la
edad neonatal del paciente es primordial establecer las contraindicaciones
específicas para el cateterismo intervencionista entre ellos se establecen los
evento vascular cerebral reciente, presencia de insuficiencia renal progresiva,
insuficiencia cardiaca descompensada, sangrado gastrointestinal activo, fiebre
persistente, anemia severa, hipertensión arterial severa no controlada,
desequilibrio electrolítico severo, intoxicación con drogas antiarrítmicas, trastornos
de la coagulación y falta de autorización del procedimiento por los padres o tutores
del paciente2.
Cuidados e intervenciones de enfermería previas al procedimiento
El paciente neonato demanda mayores necesidades en el cuidado del profesional
de enfermería; estas necesidades se deben jerarquizar y al mismo tiempo
identificar y evaluar los factores de riesgo que pueden potencializar las
complicaciones derivadas de un procedimiento intervencionista. Desde el
momento que se programa un paciente se debe informar a los padres el ¿por
qué? y ¿para qué del procedimiento?, la hora, el lugar, tiempo aproximado y las
complicaciones del estudio; el papel de la enfermera es contar con los
conocimientos precisos de anatomía y fisiopatología para esclarecer las dudas
que el familiar pueda expresar sobre el procedimiento. Debe de verificar la
3. autorización por escrito y la actualización de los exámenes de laboratorio, los
cuales deben incluir: biometría hemática, química sanguínea, urea y creatinina,
tiempos de coagulación, grupo sanguíneo y Rh, tipificación sanguínea y la
disposición de productos sanguíneos. Es importante corroborar el baño un día
previo al estudio o siguiendo el protocolo de cada Institución, la higiene óptima de
la región genital e inguinal del neonato el día del procedimiento garantiza que en
caso de seleccionar la región femoral para el abordaje cardiaco no represente un
foco de infección, es igualmente representativo que no deben existir infecciones
cutáneas.
El personal de enfermería debe identificar y conocer los antecedentes alérgico a
los compuestos yodados, a la lidocaína o algún otro medicamento lo cual va a
facilitar tomar las medidas necesarias de pre medicación, esto es importante
considerando que el cateterismo cardiaco se apoya de equipos radiológicos de
alta resolución para proporcionar la visión fluoroscópica que se graba en el
momento de la inyección manual o mecánica de los medios de contraste
yodurados en una cavidad o vaso determinado; las reacciones alérgicas a estas
sustancias son una de las complicaciones que se pueden presentar siendo desde
las mas leves a las mas complejas3, por este motivo cualquier antecedente es
importante notificarlo. Sin embargo por los efectos secundarios que puede generar
los medios de contraste de alta osmolaridad, en los pacientes neonatales su uso
es selectivo a medios no iónicos o de baja osmolaridad.
Una medida que es de vital importancia es el ayuno del paciente el cual debe
tener un tiempo aproximado de cuatro a seis horas previas al procedimiento, el
ayuno va a limitar las náuseas y la emesis que se produce posterior a la
administración de los medios de contraste, o bien por la posibilidad de alguna
reacción vagal y en casos graves la intubación endotraqueal del paciente, con
estas medidas se limita una complicación como la broncoaspiración. Derivado del
ayuno prolongado del neonato se debe garantizar la hidratación y un adecuado
4. aporte de la demanda calórica y de electrolitos mediante un acceso vascular
periférico o central con la finalidad de evitar la presencia de hipoglucemias y
arritmias cardiacas por descontrol electrolítico. Mantener volúmenes urinarios
entre 1 a 2 mL/kg/h y una densidad urinaria de 1.008 a 1.015, 4 hace referencia de
una adecuada hidratación y filtración glomerular esto es primordial dado que se
asegurar la excreción del medio de contraste por vía renal y se limita la posibilidad
de un daño por los efectos nefrotóxicos que caracterizan a los compuestos
yodados.
El personal de enfermería debe asegurar que el paciente se mantenga eutérmico
ya que sus demandas metabólicas se incrementan como consecuencia de la
hipotermia, evitándose así la presencia de hipoxemia y acidosis metabólica lo cual
puede ser potencial para incrementar la presión pulmonar y desencadenar una
crisis hipertensiva pulmonar.
Los registros de enfermería en el expediente clínico deben incluir las constantes
vitales recientemente tomadas antes del ingreso a la sala de hemodinamia, lo cual
ayudará a la valoración de enfermería permitiendo identificar la estabilidad
hemodinámica del paciente antes del procedimiento y al mismo tiempo evaluar el
peso y talla para facilitar el cálculo idóneo de medicamento e infusiones
necesarias durante el mismo; en los controles de enfermería se debe actualizar el
tratamiento médico donde se especifique los tipos de soluciones parenterales o
infusiones como inotrópicos, vasodilatadores, etc. así como la dosis en infusión de
los mismos. En caso de estar con tratamiento de heparina no fraccionada en
infusión intravenosa esta debe ser suspendida como mínimo 4 horas antes del
procedimiento y contar con el control de laboratorio antes de ingresar a la sala de
hemodinámica. Se debe verificar que el paciente no porte objetos de metal ya que
estos interfieren en las imágenes tomadas bajo fluroscopía, cerciorarse del inicio
del antibiótico como medida profiláctica y la valoración del estado neurológico
actual del paciente5. Los cuidados de enfermería y las intervenciones previas son
5. parte fundamental para limitar complicaciones durante el procedimiento y posterior
a él.
Cuidados e intervenciones de enfermería durante el procedimiento
El paciente neonatal que se ha programada para un estudio intervencionista
generalmente requiere de una rápida atención médica derivado de la gravedad de
la cardiopatía y la inestabilidad hemodinámica, por lo mismo el tratamiento es
emergente y en algunos casos solo paliativo con la posibilidad de mayores
riesgos durante el procedimiento; lo cierto es que hoy en día se les puede ofrece
una alternativa para este grupo etario. Por lo tanto el personal de enfermería que
labora en las salas de hemodinámica debe estar capacitado para identificar el tipo
de cardiopatía, la complejidad de la misma, el procedimiento de elección, así como
el material y medicamentos utilizados para tal fin, la preparación y calibración de
los equipos electromédicos que se requieren para la monitorización de las
constantes vitales, el equipo de ventilación mecánica y el desfibrilador listo para
utilizarse en caso necesario, esto le permitirá mantener equipada la sala con todos
los insumos necesarios para solventar una emergencia. Una parte fundamental en
las intervenciones de enfermería es el apoyo al médico hemodinamista
proporcionándole el material necesario y la vigilancia de las técnicas de asepsia y
antisepsia durante el procedimiento.
Las especificaciones de cada procedimiento varían de acuerdo a la patología
valorándose desde la edad y peso del paciente, los gradientes de presión y
resistencias de las estructuras cardiacas, la función ventricular, la presencia de
cortos circuitos veno-arteriales y el número, tamaño y posición de los defectos; los
tratamientos intervencionistas usuales en los pacientes neonatales pueden variar
con base a la experiencia de cada institución sin embargo las referencias comunes
para este grupo etario son la valvuloplastía aórtica con balón, valvuloplastía
pulmonar con balón, angioplastía pulmonar con stent, atrioseptostomía con balón,
6. embolización de colaterales aorto-pulmonares y la angioplastia Ao con balón es
reservada como una alternativa paliativa cuando no es posible el tratamiento
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quirúrgico pero con riesgo importante, en lo referente a la oclusión de defectos
intracardiacos como la persistencia del conducto arterioso (PCA), comunicación
interatrial y comunicación interventricular se considera la edad y el peso del
paciente por el calibre de los introductores, catéteres y dispositivos, los riesgos y
el costo beneficio de los procedimientos para el paciente en edad neonatal8.
La valorar clínica del paciente y la detección de sus necesidades demandan un
cuidado de enfermería oportuno, por lo tanto una vez que el paciente es llevado a
la sala de hemodinámica se debe iniciar la monitorización de las constantes
vitales, la monitorización del ritmo cardiaco, la oximetría de pulso recordando que
para esta última la lectura de saturación de O2 pueden verse alterada en estados
de hipoperfusión e hipotermia4; en el momento de la calibración de los
transductores para el registro de presiones invasivas se debe considerar el nivel
fleblostático ya que esta intervención de enfermería nos permite registrar
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parámetros con un menor margen de error, se deben tomar las medidas
necesarias para mantener al paciente eutérmico colocándolo en el colchón térmico
sobre la mesa de la fluroscopía, otra alternativa es cubrir las extremidades con
algodón y un plástico flexible teniendo cuidado de no cubrir el sitio de abordaje, el
acceso venoso y de lesionar la piel del paciente; es imprescindible verificar la
permeabilidad de la vía venosa para garantizar la hidratación y la infusión
constante de los medicamentos necesarios durante el procedimiento.
Las alternativas intervencionistas en el paciente neonato generalmente requieren
de intubación endotraqueal, una intervención de enfermería es apoyar al médico
anestesiólogo para inducir al paciente a efectos de sedación y/o relajación para la
intubación verificando durante el procedimiento oximetría de pulso, campos
pulmonares, posición y permeabilidad del tubo endotraqueal, aspiración de
secreciones, así como toma y valoración de gasometrías arteriales; en el cuidado
7. de la función respiratoria las intervenciones de enfermería tienen una
coordinación con el equipo médico para asegurar un adecuado aporte en las
demandas de oxígeno del paciente. Una peculiaridad de la hipoxia sostenida es
que puede desencadenar vasoconstricción en la red vascular pulmonar
incrementando la presión a este nivel lo que se convierte en un factor potencial
que puede desencadenar una crisis hipertensiva pulmonar o crisis hipóxica.
La inmovilización de las extremidades mediante las técnicas de sujeción neonatal
evitan los movimientos de flexión del miembro intervenido esto puede originar una
lesión en el vaso, perforación y sangrado importante sobre todo cuando el
procedimiento se realiza por vía retrógrada y el paciente se encuentra bajo efectos
de la anticoagulación requerida durante el procedimiento generalmente se
emplean bolos de 50 a 100 UI/kg, lo cual incrementa el riesgo de sangrado8. Se
debe vigilar el Hematocrito durante el procedimiento ya que las pérdidas
sanguíneas generalmente quedan impregnadas en las gasas y los campos
quirúrgicos por lo tanto una disminución del hematocrito o pérdidas por arriba de 8
a 10 ml/kg es indicativo para valorar una transfusión sanguínea.
El abordaje cardiaco se realiza mediante técnica de Seldinger por la arteria o vena
femoral utilizando previamente anestésico local, si embargo en caso necesario se
punciona la vena yugular o subclavia. Durante el procedimiento se utilizan
diferentes catéteres y guías con angulaciones variadas que son manipulados
dentro de la cavidad cardiaca, estos movimientos pueden estimular al sistema de
conducción provocando arritmias transitorias que se autolimitan o pueden ser
letales y sostenidas produciendo inestabilidad en el paciente y evolucionar a una
situación de urgencia, lo cual nos obliga a registrar e identificar constantemente
las arritmias para iniciar el tratamiento oportuno incluso es vital mantener una
fuente de marcapaso externa y un electrodo endocárdico disponible.
Durante la inyección manual o mecánica de los medios de contraste se pueden
presentar efectos inotrópicos negativos que condicionan a hipotensión o efectos
8. electrofisiológicos con presencia de bradicardia generalmente son transitorios, sin
embargo la hipotensión puede se indicativo de una reacción anafilactoide grave 2 y
evolucionar hasta un estado de choque, los cuidados de enfermería en el
momento de la inyección deberán de tener la finalidad de vigilar los datos precisos
para identificar los signos y síntomas evidentes. Mantener una adecuada
hidratación del paciente, el control de líquidos riguroso y un balance urinario en
rangos normales limita la posibilidad de originar una congestión pulmonar en
paciente con mala función ventricular, asegura una adecuada función renal y un
equilibrio acido-base.
Una vez terminado el procedimiento y bajo los efectos anestésicos se realiza el
retiro de los introductores, el cuidado de enfermería en este momento se centra en
vigilar signos de reacción vaso-vagal y presencia de sangrado, en caso de
observarse hematoma en el sitio de punción se delimitará el área y se instalará un
parche compresivo siguiendo el protocolo de cada institución.
Los registros de enfermería en el expediente clínico comprende el tipo de
procedimiento, complicaciones que se presentaron, el control de signos vitales,
oximetría de pulso, función respiratoria, el medio de contraste utilizado y el total
de volumen ministrado, sangrado aproximado, volumen urinario, características
urinarias y los medicamentos empleados. Si las condiciones hemodinámicas del
paciente lo permiten se valora la entubación endotraqueal en la sala de
hemodinámica antes de trasladarlo a su unidad.
La minuciosidad en la valoración constante del neonato durante el procedimiento
nos conduce a identificar los riesgos potenciales propios de cada procedimiento y
realizar las óptimas intervenciones de enfermería dependientes o independientes
pero que aseguren una completa coordinación y comunicación entre el equipo
médico que labora en las salas de hemodinámica.
9. Cuidados e intervenciones de enfermería posteriores al procedimiento.
La unidad del paciente se prepara con un monitor para el registro del ritmo
cardiaco y las constantes vitales, la enfermera hemodinamista entrega el reporte
verbal y por escrito a la enfermera de hospitalización responsable del mismo. Se
monitorizan las constantes vitales cerciorándose de la estabilidad hemodinámica
del paciente, se proporciona oxígeno suplementario mediante una campana
cefálica, vigilando la función respiratoria o se continua con la ventilación mecánica
asistida si no fue posible la extubación; se valora pulso, llenado capilar y
temperatura de la extremidad intervenida vigilando datos de hipo perfusión tisular
y en caso de presentarse notificar inmediatamente; se continua con la hidratación
intravenosa y el control de la diuresis observando sus características, se mantiene
la eutermia del neonato, se toma un control de glucosa y si no está contraindicado
y han pasado los efectos anestésicos se inicia la fórmula láctea, se valora la toma
de exámenes de laboratorio, se continua con el tratamiento médico y el parche
compresivo se retira después de 24 horas. Permanecerá la vigilancia de datos de
sangrado retroperitoneal, insuficiencia renal aguda, sangrado en el sitio de
punción, datos de infección local o sepsis y la respuesta neurológica del paciente.
No hay que perder de vista informar al familiar sobre el estado hemodinámica del
paciente y permitir su ingreso a la unidad del neonato en el menor tiempo posible.
10. CONCLUSIONES
Los avances actuales en la intervención cardiaca traen consigo beneficios
indiscutibles para el paciente. Por un lado se limitan los riesgos que acompañan a
los procedimientos quirúrgicos, y por otro se reduce el tiempo de estancia
hospitalaria, con lo que el paciente enfrenta menos trauma físico, dolor y
cicatrices evidentes. Sin embargo, los buenos resultados requieren de un cuidado
eficaz y eficiente por parte del equipo multidisciplinario y muy especialmente de
enfermería.
En lo que respecta al cuidado de enfermería, se debe centrar en la base de los
indicadores de calidad, sin dejar de lado la atención humana para el paciente y
sus familiares.
Como ya se mencionó anteriormente, el paciente neonato que es programado a
un procedimiento intervencionista requiere de una minuciosa valoración médica y
de enfermería para identificar los factores reales y potenciales que podrían
complicar su estabilidad hemodinámica.
A la par, la comunicación entre el personal de enfermería responsable del paciente
y la enfermera hemodinamista debe ser clara y precisa. Esta comunicación
permitirá llevar una secuencia de los cuidados antes, durante y después del
procedimiento, asegurando una evolución rápida y sin las complicaciones que
pudieran generarle al paciente una incapacidad o discapacidad para su vida
futura.
Siempre es indispensable orientar y adiestrar a los padres o al cuidador primario
del paciente en todo lo relacionado a los cuidados requeridos una vez que es
egresado a su domicilio, ya que desde este momento la responsabilidad es
compartida entre el equipo médico y la familia.
11. Bibliografía consultada
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