2. Nunca hubo amor más puro y sincero desde que tengo
memoria, pero, a veces, este amor se puede tornar en el odio
más oscuro e irracional que podamos imaginar.
No había rencor, no había dolor, pero de la mañana a la
noche, algo cambió por completo en una aldea no muy lejana
de la ciudad de Florencia.
Ahora ya no crecen las flores ni las moras en un bosque que
en un pasado no muy lejano, estaba poblado de vida y alegría.
Ni el hombre más fuerte y valiente se atreve a cruzarlo por
temor a…
noviembre
30 de noviembre de 1924
Como escritor que soy, mi tarea se basa en contar lo que veo y
percibo a mi alrededor. Últimamente, no encuentro nada
bueno que contar, solo desapariciones y desgarradores gritos
en la noche. No sé de dónde provienen, pero tampoco me
interesa salir de mi hogar, ya que siento que algo malo me
salir
ronda y una desgracia puedo oler en el aire.
Se han encontrado cadáveres en la entrada al bosque, todos
ellos sin una muestra de daño, que es lo que resulta más
entiendo
extraño. Todos ellos son hombres, y no entiendo que significa
todo esto. Quién sabe si el siguiente soy yo…
Este es el testimonio de un conocido escritor italiano llamado
Salvatore. No se encontró nada más. Efectivamente, él fue el
siguiente. Al final, la curiosidad venció, y lo pagó muy caro.
Como los demás cadáveres, se encontró su cuerpo en la
entrada del bosque. En su mano había un papel con un
garabato casi ilegible en el que se distinguía la palabra
lágrima.
3. 30 de noviembre de 1920
Querido Mario:
Te añoro. Los días pasan despacio, y las noches son una
pasan
verdadera tortura. Estoy sola a todas horas, y cada día me
levanto con la esperanza de que regreses de esa guerra
absurda y sin sentido. Temo por ti, siento que la desgracia se
cierne sobre ti, solo pido que te acuerdes de mí, y vuelvas
sano y salvo.
Cuento los días para volver a verte.
Marina
Marina no volvió a ver a su marido, él murió en la guerra. Ella,
que había querido a Mario con locura, ella que había
enloquecido y se había sumido en una profunda depresión,
deseaba con todas sus fuerzas acabar con todos los hombres
que habían hundido su vida y se habían llevado a su marido
con sus engaños y sus promesas.
No se volvió a saber de ella. Se supuso que había abandonado
la casita de madera que estaba al lado del bosque, pero la
verdad quedaba muy lejos…
30 de noviembre de 1921
Mario, ¿por qué te empeñas en no regresar? ¿Es que acaso he
dicho algo que te haya dolido?
4. Por ti he derramado mil y una lágrimas, por ti acabaré con
de
todo. Ya no me reconozco, soy objeto de la venganza, y me
doy cuenta cada vez que vuelve mi cordura, pero queda poco
para que nos volvamos a encontrar de nuevo.
Marina
Esa mujer, que tenía el odio pintado en la cara, deseaba en lo
más profundo de su ser volver a encontrarse con su marido.
La locura se había apoderado de ella, y no podía pensar con
claridad. Ahora vivía en el bosque, justo debajo de un sauce
llorón, que parecía acompañarla en su llanto.
Sus horas transcurrían en pensar cómo acabar con todos los
hombres de la aldea. Aquellos hombres que habían llevado a
su marido, que no tenía mucho dinero, a alistarse en el
ejército.
Era fría, era malvada, y sobre todo, no tenía ningún tipo de
escrúpulos en acabar con el que se pusiera por delante.
Los tiempos de la bondad y la claridad habían cedido el paso a
la crueldad y la oscuridad. Era parte del bosque, cada vez era
más diferente a como había sido antes. Ya no era Marina, era
un espíritu enloquecido que vagaba por la espesura buscando
acabar con todos.
30 de noviembre de 1923
Amado mío, estoy preparada para reunirme contigo, ahora ya
nada me ata a este lugar, solo me queda acabar con todo
aquello que me encomendaste. Espérame allí donde estés,
porque cuando menos te lo esperes, cruzaré al otro lado.
5. Marina, que se había consumido y formaba parte del bosque, a
la vez que le daba un toque amenazador. Todo el suelo estaba
lleno de papeles de carta, muchos de ellos escritos, con el fin
de informar a su marido de todo cuanto pasaba, pero el
problema era que esas cartas nunca eran contestadas.
Todo se había convertido en una obsesión, ya no era ella. Era
tan solo un reflejo de lo que había sido.
30 de mayo de 1924
Amado mío, esta noche morirá uno de los causantes de tu
cinco.
muerte, y así hasta que acabe con los cinco. No me va a hacer
falta matarlos, ellos mismos van a morir de miedo.
Y así murió la primera víctima, del propio miedo, porque
Marina se había convertido en el mismísimo diablo. Su cara
estaba llena de perpetuas lágrimas como las del sauce llorón,
estaba pálida y sus ojos eran como dos pozos llenos de
oscuridad. Cuando exhaló su último aliento, lo llevó hasta la
entrada del bosque.
Las siguientes tres muertes fueron en los siguientes tres
meses. Marina cada vez tenía un aspecto más terrorífico, sus
víctimas no lograban reconocerla, en verdad era espantoso.
30 de octubre de 1924
Y bien, amado mío, solo falta la última pieza que componga el
rompecabezas, ya solo espero que al escritor le venza la
curiosidad y venga a hacerme una visita. Es solo cuestión de
tiempo.
6. Y a Salvatore le pudo la curiosidad. Se acercó hasta la entrada
del bosque, y todo cuanto podía ver le avisaba de un peligro
inmediato y maligno.
Pero, al contrario que a los demás, Salvatore sí que la
reconoció, y antes de morir le preguntó por qué y vio el terror
en esos ojos oscuros.
Y Marina, volvió en sí, pero ya era demasiado tarde, el daño ya
estaba hecho.
Salvatore murió sin tener respuesta a su pregunta.
A Marina, esa pregunta le abrió los ojos, pero la cordura
llegaba demasiado tarde a un mundo dominado por la
oscuridad. Ella murió, para ser exactos, se suicidó, pero
después de años de maldad y asesinatos, no consiguió
reunirse con Mario. Antes de poner fin a su vida, se maldijo
por todo el daño que había hecho, y el cielo la castigó,
dejándola para siempre unida al sauce llorón que tanta
compañía le había hecho durante sus años de soledad; aquel
que le había acompañado en sus horas de llanto y melancolía.
Todavía hoy, en ese bosque se pueden encontrar las cartas de
Marina, revoloteando como las hojas de un árbol que caen en
otoño. También se oyen susurros misteriosos que preguntan
por Mario y anhelan su compañía, pero ella nunca volverá, al
igual que su amado, aunque todo puede suceder…