2. La persona humana está llamada a realizarse; es decir, a
construir su personalidad, formar su manera de ser y adquirir
una serie de valores. Ello es posible mediante el desarrollo de
sus capacidades físicas, intelectuales y afectivas.
A lo largo de la vida, el hombre y la mujer se plantean
numerosos interrogantes en torno a su existencia: ¿De dónde
vengo? ¿Qué sentido tiene mi vida?…, y buscando la
respuesta a dichos interrogantes.
3. La filosofía moral, que sólo se
plantea si lo bueno y el deber
pueden unirse o si podría
tener sentido tal unión. La
filosofía de la religión, por su
parte, o bien tiende a dar por
supuesto que cualquier
problema que aborde roza el
“sentido de la vida” o
simplemente juzga que dichos
problemas llevan a esta
cuestión.
4.
5. Podemos pensar que la expresión “sentido de la vida” carece de
significado, pero lo que quiere decir es que la vida merece la
pena vivirse. La vida debería de ofrecernos suficientes razones
para seguir viviendo sin necesidad de optar por la radical
solución de la autoaniquilación.
6. Quien mantenga que la vida no tiene
sentido alguno, o supone que es
mejor no existir -y si no comete
suicidio será por motivos
psicológicos, que no lógicos- supone
que la vida sólo adquiere dignidad si
se complementa con otra
ultramundana que compense los
males de este mundo. Esto no quiere
decir que no debemos creer en la
Existencia de una vida eterna con
Dios; sino que no podemos basar
toda nuestra vida en la existencia de
otra vida más allá de la muerte:
debemos vivir esta vida con
verdadero sentido sin caer en
ninguno de estos dos extremos.
7. El que la vida sea difícil de entender y de vivir no quiere decir que
tengamos que optar por el suicidio o por colocar el sentido en un más
allá, y para ello hay varios motivos:
La vida humana se extiende en el tiempo, es decir, que no podemos
tener en cuenta todo nuestro pasado y futuro sólo por un momento en
el que no consigamos encontrar el sentido de nuestra vida.
La vida humana consiste en dar sentido a todo lo existente. Es
verdad que esto no sólo produce satisfacciones, pero por el camino
hay una serie de bienes que no son pocos y que merece la pena ser
experimentados.
- El ser humano no puede adivinar el futuro, así que en el
insatisfactorio día a día siempre podemos albergar la esperanza de
que nuestra vida mejorará; y esto puede convertirse en realidad por
muy difícil que lo tengamos.
8.
9. Esta parte trata de la relación entre ética y religión, que son términos que
incomprensiblemente suelen ir separados. Ambas intentan orientar al
hombre en la búsqueda del sentido de su vida. Kant, basándose en la
religión católica, dijo que debemos promover que la felicidad de un ser
racional sólo está garantizada si cree en un Dios (en este caso sería
nuestro Dios católico). Se han puesto muchas objeciones a esta afirmación,
pero aquí sólo lo tenemos en cuenta como ejemplo de la proximidad entre
moral y religión.
10. La filosofía moral trata de la vida buena y con sentido no sólo
teniendo en cuenta lo que debemos hacer, sino también lo que,
en función de lo que hacemos, esperamos obtener. Es decir, el
ser humano realiza distintos actos a través de los que espera
llegar a algo más que sea beneficioso para él, en este caso actúa
para llegar al sentido de su vida.
11. No todos los hombres coinciden al señalar qué les hace felices,
qué es lo que da sentido a su vida. Algunos consideran que la
felicidad sólo consiste en tener dinero, poder, influencias y en
disfrutar lo más posible de las cosas inmediatas. Otros se afanan
por construir una sociedad perfecta, donde los hombres sean
justos y se respeten y todos vivan en paz. No falta quien piensa
que vale la pena cualquier esfuerzo humano por lograr esa
sociedad en un futuro, aun a costa del sacrificio y de la muerte de
muchas generaciones de hombres, porque este sacrificio acabará
trayendo la felicidad final.
Pero Dios puso en el corazón de cada hombre unos deseos
profundos de felicidad que se resumen en querer vivir, en querer
vivir para siempre y en querer vivir en un mundo de amor, justicia y
libertad.