Un hombre pobre y astuto llamado Cuniraya Huiracocha engendró un hijo con la diosa Cahuillaca después de transformarse en pájaro y dejar caer su semen en una fruta que ella comió. Cuando su hijo reconoció a Cuniraya como su padre, Cahuillaca se avergonzó y se transformó en una isla en el mar junto con su hijo para evitar casarse con Cuniraya debido a su orgullo y estatus.