1. Construyendo familias “ La Adopción” Hacé click en la diapositiva, y tomate todo el tiempo necesario para leer…
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3. Esta poesía llegó a mis manos a través de un blog. La escribió un amigo cuando se enteró que su amiga comenzaba el camino de la adopción
4. “ En nuestra casa ha nacido un niño. La semana pasada aún no estaba aquí, y ahora se oye su voz hendir el aire, se oyen pasos apresurados en el piso superior, y largas fajas blancas flamean al soplo de la brisa en las ventanas del patio. Se ha asomado el rostro radiante de la señora Ana y le ha dicho a Jorge: Quieres venir a ver a nuestro nene? Jorge ha subido, conteniendo la respiración, caminando en puntas de pie. Ha visto al niño recién nacido. - ¿Cómo ha nacido? - Mi esposo ha ido al pinar de la Negra y lo ha encontrado, chiquito, chiquito, a los pies de un pino. Jorge me dice que el niño nuevo es una cosa minúscula, tiene una cabecita gruesa como una piña; y después le asalta de repente el deseo de saber de sí mismo y me pregunta: - Y yo, ¿cómo he nacido? Refleja en los ojos límpidos, como las gotas de rocío sobre las hojas de la encina, toda la anhelante espera de su corazón sediento de verdad, y repite: - Y yo, ¿cómo he nacido? Quisiera encontrar el cuento más bello para su sed, que es clara y palpitante como sus ojos serenos en donde se asoma el alma. Y busco las fábulas de la montaña, luminosa de glaciares inmensos como los castillos del sueño, busco las leyendas de las flores que abren su corola al cielo en los pastos de los Alpes perfumados, y los cuentos del mar donde las algas fluctúan mudas en el agua verde, entre los deslumbramientos argénteos de vibrantes y silenciosas criaturas; busco las cosas más grandes y maravillosas; los mediodías llenos de sol, henchidos de vida y de color, las noches con el cielo profundo de estrellas; una belleza infinita y misteriosa quisiera que hubiese creado a mi hijo.
5. Y los ojos de mi niño, fijos en los míos, esperan ansiosos y confiados en la verdad de mis palabras. Entonces, despacito, despacito, le cuento la fábula más hermosa, la fábula más verdadera. - ¡Te he hecho yo... yo, poco a poco, dentro de mi corazón! El niño levanta el rostro, que dibuja un estupor nuevo; los ojos se le agrandan y pestañean; la boca, carnosa y coralina se entrecierra. - ¡Oh! - murmura, y una sonrisa tímida e incierta le corre por la cara. Dice todavía: - ¿Sí? - Sí, amor; como las plantas que tienen encerrada entre las ramas oscuras la vida de una flor y un día la yema despunta de la corteza y se abre la corola en una cosa que es infinitamente clara y bella. - ¿Así? - Así, y por esto tú eres mi hijo y ningún otro puede serlo y yo te quiero a ti más que a cualquier otro niño, porque tú solo estás hecho de mí. Y en mi corazón, en donde te he tenido por tanto tiempo, está tu huella, ha quedado la imagen de tu rostro y la forma de tus manos, y cuando yo te acaricio es como si tú volvieras a estar todo en mi corazón y tomar nuevamente tu lugar en mí y a llenarlo de alegría. ¿Cómo, otro que no tiene tu cara, podría entrar en mi corazón, que ha quedado sellado con tu imagen? La sonrisa se hace segura en la cara del pequeño. Todo esto es ciertamente verdadero porque, está tan claro, que él lo puede entender. - ¿Y en tu corazón he estado mucho tiempo? – pregunta todavía. - Mucho tiempo, así, casi un año. Era hermoso llevarte en el corazón y sentirte crecer poco a poco, y sentirte mover y vivir; y mi corazón te quería inmensamente y mis manos, que no podían acariciarte todavía, cosían las batitas y las gorritas, y las acariciaba pensando en ti. - ¿Por qué es así? Es así porque lo ha querido Dios. Tú sabes que todas las cosas son como Dios las ha querido
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7. Como llegastes a este camino? Estas son algunas de las situaciones más comunes, pero seguramente habrá muchísimas más que yo desconozca. Lo importante es que estás aquí, y que juntos vamos a empezar a recorrer este camino. Muchos de nosotros hemos tenido que pasar por el duelo de no tener hijos biológicos. Pero la adopción es el camino que optastes , todo es maravilloso en esta etapa de nuestra vida, la llegada de nuestros hijos. No tengo pareja y deseo tener hijos Tengo hijos pero deseo ampliar mi familia No puedo tener hijos biológicamente ADOPCIÓN
9. En Argentina, la adopción se rige por la Ley Nacional de Adopción N° 24.779 la cual entró en vigencia el 9 de abril de 1997, fué aprobada por las Cámaras el 28 de febrero de 1997, derogando la ley N°19.134 del año 1971.
10. Requisito básico para todos: deben ser 18 años mayor que sus hijos Si sos soltero/a, tenés que tener 30 años de edad Estas adopciones se denominan “ monoparentales” Si son casados, deben tener más de 30 años de edad, salvo aquellos cónyuges con más de tres años de casados. Aún por debajo de este término –menos de tres años de casados y menos de treinta años–, podrán adoptar quienes acrediten la imposibilidad de tener hijos. Si estás en concubinato, la ley dice que nadie puede ser adoptado por más de una persona simultáneamente, salvo que los adoptantes sean cónyuges. La opción es adoptar uno de ustedes, y ya hay jurisprudencia asentada para que a través de un juicio se solicite la adopción por parte del otro. “ Sólo podrán adoptar si acreditan de manera fehaciente e indubitable residencia permanente en el país por un período mínimo de 5 años anteriores a la petición de la guarda”
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13. Estas son las dudas que surgieron el día que comenzamos junto con Daniel a pensar en la adopción como forma de construir nuestra familia. Seguramente faltaran muchas más, por favor, colaborá conmigo y hacemelas llegar al mail de contacto, asi juntos podemos armar este pequeño proyecto que nace del blog.
14. TODOS PUEDEN SER MIS HIJOS…. Hoy quiero pedir por los niños que dejan sus dedos llenos de chocolate en todo lo que tocan, que saltan en los charcos y arruinan sus pantalones nuevos, que comen dulces antes de las comidas, “como Emilce” y que nunca encuentran sus zapatos a la mañana, “como Matías”. Quiero pedir por los niños que miran a los fotógrafos desde atrás de los alambres de púas, que jamás han caminado por la calle con un par de zapatillas nuevas, ni han jugado “encantados”, y que han nacido en lugares que nosotros no recorreríamos. Quiero pedir por los niños que nos dan besos pegoteados de caramelo y ramos de flores, que duermen con su perro y quieren enterrar a sus pececitos, que nos abrazan fuertemente y olvidan el dinero para la merienda, que esparcen la pasta de dientes por todo el baño, que observan, con ojos asombrados, a su padre cuando se afeita, “como lo hace Benjamín”, y a su madre, mientras se maquilla, y hacen ruido cuando toman sopa. Quiero pedir, con toda mi alma, por los niños que, rara vez, han comido postre, que no tienen su ropa favorita, que ven a sus padres sufrir, que se acercan a nuestros autos en cada esquina, mendigando con sus ojos, que no tienen un baño para asearse, que su foto aparece en las comisarías, no en la oficina de su papá. Quiero pedir por los niños cuyas pesadillas suceden a plena luz del día, que comen lo que encuentran y duermen bajo el cielo, abrigados por diarios, que nunca han ido al dentista, que no tienen domicilio. Quiero pedir por los niños que les gusta que los carguen y por los que deben ser cargados, “como santiaguito”, por los que se dan por vencidos y por los que siguen luchando, “como Dolores”. Por todos esos niños, quiero pedir el día de hoy. Porque todos pudieron o pueden llegar a ser mis hijos, porque todos son valiosos y dan una nueva forma de amor a nuestra vida y una razón para vivir, porque ellos nos hacen sentir la necesidad de comprometernos a construir un país mejor, más justo, más equitativo… Te ruego por los niños, Señor, porque ellos son la muestra de que aún no perdiste la esperanza en los hombres” Texto perteneciente al libro “De igual a igual..” de Pilar Arias Iglesias DESPIDIENDOME