4. Aprende a ser coherente con lo que piensas, hablas y haces
Parte del hecho que fracases cuando te propones cambiar algo
en ti, esta en la poca confianza y credibilidad que te tienes.
Puedes empezar por hacer este ejercicio:
Haz una corta lista de actividades simples personales que
quieras hacer en el día, por ejemplo: llamar a alguien para
saludar, ir al odontólogo, ordenar tu escritorio, etc., se que
alguna vez lo has intentado y al finalizar el día te acordaste que
no hiciste nada de eso, contestando simplemente: ¡ah! Lo haré
mañana, pero mañana tampoco lo haces, entonces lo olvidas.
5.
6.
7. Como ya tienes claro que eres el único que puede hacer cambios en tu vida,
entonces comienza a trabajar cambiando tus pensamientos, no evitando que
los negativos lleguen a tu mente porque esto es imposible de evitar, pero si
evitando que éstos se queden en ella, que echen raíces; una vez aprendas a
detectar que estas pensando negativamente (eso se hace cuando comienzas
a sentir angustia, miedo, enojo, desasosiego, tristeza etc., en fin emociones
desarmonizadas) inmediatamente asocias ese pensamiento con otro positivo,
feliz, fácil de obtener.
Te pido que no lo creas porque lo digo yo, quiero que lo creas porque lo
descubriste por ti mismo, a mí me funciona, pero es necesario ser constante.
8.
9.
10. Existe un ejercicio que le vi hacer a un terapeuta en televisión, y es que asocies el pensamiento y la
visualización con un tocamiento físico; me explico: con el dedo índice y el dedo del corazón, haces
unos toques en alguna parte del cuerpo, donde quieras, pero siempre en la misma parte y la misma
cantidad de veces; él explicaba que con esa asociación el cerebro se reprogramaba con el nuevo
comportamiento.
13. Cada mañana sonríe para ti, porque para ti es que hay un nuevo día, tu existencia
no la puede vivir nadie más que tu, ni tu puedes vivir la existencia de otro ser
humano, ni siquiera la de tus propios hijos. ¿ Entonces por qué derrocharla
entregándole a otro la felicidad que por derecho propio te pertenece?