El documento describe el creciente uso de plásticos en la industria automotriz. Los plásticos son ecológicos, económicos y ligeros, reemplazando hasta 300 kg de otros materiales y reduciendo el consumo de combustible en un 14%. Actualmente, los automóviles contienen unas 100 kg de plásticos en más de 1,000 piezas. En el futuro, es posible que dos terceras partes de los automóviles estén construidas con termoplásticos.
3. Es probable que ni los más profetas augurasen hace 30 años que los coches del futuro serían de plástico, sin embargo esa es la dirección que parece llevar la industria del motor. El plástico reúne todas las características que exigen los nuevos tiempos, es ecológico, es económico, es ligero y muy sencillo de fabricar.
4. En realidad, su utilización en la automoción no es algo nuevo, de hecho ya en los años 60 empezaba a utilizarse en componentes y piezas de recambio. Lo que realmente llama la atención, es que ahora existe la certeza entre los fabricantes de que no es posible mirar al futuro sin pensar en el plástico.
5. Según la Apme, cuyos socios producen más del 90% de este material en Europa Occidental, la industria europea del automóvil utiliza al año, unos dos millones de toneladas de plástico. Esta cantidad es el 10% del peso total de los coches producidos en el continente.
6. Apme indica en un estudio que en cualquier vehículo moderno podemos encontrar hasta 100 kilogramos de plástico de 21 tipos diferentes. Más de 1.000 partes de un automóvil contienen alguna proporción de este compuesto. Se calcula que 100 kilogramos de plástico, reemplazan a 300 de otro material. La reducción de peso que supone el uso del plástico rebaja al menos un 14% el consumo.
7. En el primer apartado hay que destacar la producción de un material que mezcla la poliamida con el poliéter de fenileno, y que incluyen ya muchos modelos en sus guardabarros delanteros. Estos son la mitad de pesados que los de metal y su resistencia tanto al clima como al impacto es también superior. La misma tecnología también empieza a utilizarse en los parachoques.
8. Los automóviles también emplean los termoplásticos por dentro, sobre todo en los salpicaderos, revestimientos de los paneles de control o interiores de los maleteros. En este sentido, General Electric está estudiando integrar el diseño del salpicadero, los asientos y la puerta en una sola pieza.
9. Tampoco las lunetas se salvan del nuevo emporio del plástico. Aunque está en fase de investigación, la sustitución del vidrio por el termoplástico es más que posible en un futuro. El resultado sería una luneta más ligera, más resistente contra los ladrones y, en caso de rotura, menos peligrosa. Incluso ya se está probando con piezas del motor, como colectores y bielas. Además, el 76% de los coches lleva el depósito de carburante de plástico.
10. Pero sería dar una falsa idea decir que el metal puede desaparecer en los automóviles. Lo que no sería descabellado aventurar es que, a medio plazo, dos terceras partes de un coche podrían estar construidas con termoplásticos. Aún podemos decir que el metal reina en el pequeño gran mundo de los automóviles, y seguramente lo seguirá haciendo todavía muchos años. Al menos ahora ya tiene sucesor, se llama plástico y ya está alcanzando su madurez.
11. El diseño de automóviles tiene un nuevo filón con los termoplásticos. Un ejemplo lo tenemos en el MCC Smart, cuya carrocería está formada por paneles precoloreados e intercambiables que cuentan con una gran resistencia mecánica. Otro caso si cabe más innovador, es el del Chrysler CCV, cuya carrocería de plástico compuesta de dos piezas, se pega sobre una plataforma que sujeta los dos ejes y en la que van incorporadas las suspensiones y la mecánica. El resultado es alentador, el peso de la carrocería no llega a los 100 kilogramos, y su tiempo de fabricación es de seis horas y media, frente a las 19 o 20 horas de uno normal. Además, el 99% del coche es reciclable.
12. Este modelo tiene por ahora dos inconvenientes: el plástico utilizado no absorbe la pintura metalizada de forma óptima, algo que Chrysler ha conseguido superar en el modelo SX2. El segundo, más difícil de resolver, es que su resistencia al impacto lateral es todavía deficiente, lo que le impidió superar las pruebas de choque.