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VÍDEO DE HOY:
Testimonio personal de fray Ignacio,
misionero dominico en la zona
Las llegadas irregulares a España suben
un 62% en 2014 a pesar del incesante
refuerzo fronterizo
El repunte más pronunciado, del 77%, se da en Ceuta y Melilla, debido a la llegada de 3.305 refugiados
sirios, según el informe
La entradas irregulares totales de refugiados e inmigrantes a España en 2014 alcanzaron las 12.037
personas
Las cifras siguen siendo muy bajas en comparación con las llegadas a otros países europeos
Desalambre - /Europa Press
29/05/2015 - 18:55h
Imagen de archivo del paso fronterizo de Melilla, por donde suelen cruzar los refugiados sirios a la ciudad
autónoma/ Efe
A pesar de las incesantes políticas de control fronterizo, las llegadas irregulares a España de inmigrantes y
refugiados han aumentado en 2014 un 62%, lo que hace un total de 12.037, según el 'Balance 2014 de la
lucha contra la Inmigración Irregular' publicado este viernes por el Ministerio del Interior. El repunte más
pronunciado, del 77%, se produce en las ciudades autónomas motivado por el incremento de las llegadas
de sirios por los pasos fronterizos. Las cifras siguen siendo mínimas en relación a otros países europeos.
Como ha ocurrido en todos los países de la UE pero en niveles muy inferiores, las llegadas a España por
la vía irregular han aumentado motivadas en gran medida por el recrudecimiento de las emergencias
humanitarias. En 2014, 3.305 refugiados de origen sirio han alcanzado Ceuta y Melilla cruzando la
frontera con Marruecos, frente a las 273 del año anterior. Debido a este repunte, las ciudades autónomas
han registrado un incremento total de las entradas clandestinas del 77%, que ascienden a 7.485.
De ellas, 2.269 personas lo hicieron a través de las vallas de Ceuta y Melilla, según Interior. Esta cifra no
puede ser comparada con el dato desprendido por el Ministerio en su balance de 2013, ya que el informe,
que presenta las cifras de forma confusa, no detallaba el número de refugiados e inmigrantes que
accedieron a las ciudades autónomas a través del salto de ambos perímetros fronterizos.
En el documento de este año, se desconoce cómo han accedido a las ciudades autónomas las 1.911
personas restantes, de las que se intuye que han alcanzado territorio español mediante embarcaciones o
cruzando el paso fronterizo con pasaportes falsos o escondidos en vehículos.
Durante 2014, llegaron a las costas de la Península, Canarias y Baleares (sin incluir Ceuta y Melilla)
4.552 inmigrantes irregulares frente a los 3.237 que lo hicieron en 2013, lo que supone un aumento del
40,6%, es decir, 1.315 más que en el mismo período del año pasado. En buena parte, viene motivado del
repunte registrado en agosto de 2014, cuando 1712 personas cruzaron el Estrecho tras la supresión
temporal del control fronterizo marroquí durante cerca de tres días, después de que la Guardia Civil
española tuviese un encontronazo con el rey Mohamed VII, a quien pidió la documentación de la
embarcación en la que viajaba.
En Canarias también ha aumentado esta llegada de inmigrantes, en concreto, cien personas más que en
2013, lo que supone una subida del 51 por ciento. Pese a este incremento, Interior subraya que la
tendencia decreciente se mantiene y no se ha visto alterada con respecto a años anteriores. Así, en 2006,
con la denominada crisis de los cayucos, llegaron a las costas españolas 7.502 inmigrantes frente a los
4.256 que accedieron en 2014 a la Península, Baleares y Canarias.
Expulsiones
Por otra parte, el balance indica asimismo que España repatrió el año pasado a 20.993 inmigrantes, un
12% menos que en 2013. Interior explica esta caída en comparación con el aumento de las llegadas
porque el grueso de las mismas eran de ciudadanos sirios, cuyo país lleva cuatro años en guerra.
De estas repatriaciones, 8.109 se produjeron por denegación de entrada en puertos y aeropuertos, 1.067
fueron readmisiones a países de origen con los que existen convenios; 4.121 fueron devoluciones --figura
de la Ley de Extranjería que se aplica con los interceptados en puestos fronterizos no habilitados--, y
7.696, expulsiones a través de expedientes administrativos derivados de la estancia ilegal en España.
Del total de expulsiones llevadas a cabo en 2014 (7.696), 6.557 fueron cualificadas (el 85%), es decir,
personas con algún antecedente lo que significa un aumento del 1% respecto del año anterior. El 15 por
ciento restante, 1.139, fueron de personas que estaban en situación irregular en España.
En cuanto a las iniciativas puestas en marcha en materia de migraciones, Interior destaca la creación de
oficinas de asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, inauguradas este año, así como la "mejora
de infraestructuras" en ambas localizaciones, donde se han incrementado las medidas de seguridad pasiva
y las dotaciones policiales gracias a una ayuda extraordinaria europea de 10 millones de euros.
Entre otras iniciativas, Interior da cuenta asimismo del "mayor despliegue de los sistemas ABC y API de
control de pasajeros en puestos fronterizos establecidos en puertos y aeropuertos" y del incremento de
capacidades en los medios marítimos de vigilancia: "Dotados de sensores optrónicos, radar y sistemas de
comunicación vía satélite para el acceso desde alta mar a los servicios de vigilancia marítima, Centros de
Control de Vigilancia Marítima y autoridades que intervienen en el control de la frontera exterior",
señala.
Sus enemigos son la malaria y la
malnutrición
Las enfermedades y el hambre son las mayores
amenazas para los refugiados centroafricanos, una vez
que han dejado atrás las balas
Un programa de salud en Camerún trata de prevenir
ambas
 FOTOGALERÍA PlumpyNut, vacunas y agua limpia
Alejandra Agudo Camerún 28 MAY 2015 - 11:40 CEST
Las pautas saludables como lavarse las manos evitan la transmisión de parásitos o las diarreas. /
BERNARDO PÉREZ
Aissatou A., de 58 años, espera en una abarrotada, bulliciosa y calurosa sala de reparto de complementos
alimenticios para los niños menores de cinco años a que el personal de Unicef y el Programa Mundial de
Alimentos revise el estado de salud de su nieto, de dos. Su madre murió en la travesía hacia Camerún
desde República Centroafricana (RCA) a finales de 2013, cuando la familia sufrió el primer estallido de
violencia en su aldea. ―No quiero volver‖, zanja el relato de la huida la abuela.
Tras su llegada a Timangolo, población al Este de Camerún cercana a la frontera con RCA, el pequeño
sufrió malnutrición grave. "Por eso vengo aquí. Para prevenir que vuelva a caer enfermo", aclara la
abuela. Como ellos, el 80% de los refugiados centroafricanos (más de 100.000 desde diciembre de 2013)
que llegan a la región oriental de Camerún son mujeres y niños, grupos de población especialmente
vulnerables a la malnutrición. También las comunidades de acogida, muy pobres, padecen altos índices de
este problema de salud que pone en riesgo la vida y desarrollo de los más pequeños.
Por eso, la ONU ha implementado un potente programa de lucha contra la malnutrición, grave y
moderada, en la zona. Lo hace a través de las tres agencias competentes: Unicef (infancia), ACNUR
(refugiados) y el PMA (Programa Mundial de Alimentos). Ellas son las encargadas del diagnóstico,
reparto generalizado —a refugiados y locales— de complementos alimenticios a base de cacahuetes
(PlumpyNut y PlumpySup) y el control de la efectividad de la acción.
Dos centímetros de separación
A. Agudo
El bebé de 10 meses de Hapsey Abdoulaye sufre malnutrición grave. / Bernardo Pérez
La cinta métrica se para en el rojo. Es muy mala señal. Las dos niñas, de 10 meses y cuatro años, de
Hapsey Abdoulaye, refugiada centroafricana en Timangolo (Camerún) de 40 años ―más o menos‖, sufren
malnutrición grave. La circunferencia de sus pequeños brazos mide menos de 11,5 centímetros, más de
dos por debajo de lo que se considera un volumen mínimo de salud (12,6).
―Estoy enferma y desesperada porque no hay solución‖, se queja la madre sin estruendo. En febrero de
2014 llegó a Gbiti, un pueblo cercano a la frontera y punto de entrada de centroafricanos que huyen de la
guerra. Allí se registró como refugiada en la oficina de Acnur y allí vivió hasta que alguien le avisó de
que su marido, al que había perdido la pista en su atropellada huida de RCA, estaba en Timangolo. No lo
dudó y en junio se trasladó a este poblado. Tardó dos meses en llegar de uno a otro, un largo periplo en el
que comía lo que encontraba por el camino. ―Hojas o lo que fuera‖, apunta la mujer.
Desde que se instaló en el nuevo asentamiento, no ha podido acceder a la distribución de comida porque
no consta en el listado de beneficiarios. Y sus carencias alimentarias se han convertido en malnutrición
severa en sus hijas. La pequeña, en sus brazos, busca desesperada el pecho de la madre. Y cuando lo
encuentra, es en vano. No hay nada.
Hapsey Abdoulaye sonríe mientras mira a su hija desconcertada cuando el doctor le mide el brazo. ―Me
fui por la guerra y la violencia‖, comparte su historia. Ahora, el enemigo es otro. Primer paso: el papeleo.
Después, le darán su lote de comida. Y un tratamiento de choque bajo supervisión médica con PlumpyNut
para la bebé.
"Cuando se inició este programa a principios de 2014, había una tasa de aproximadamente un 25% de
menores de cinco años afectados. En los controles sobre la evaluación, realizados en diciembre, ese
porcentaje se había reducido hasta un 4%", detalla Joseph Claude Amougou, trabajador de campo del
Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El nieto de Aissatou forma parte de ese número de niños que ya no están en peligro. Le miden el brazo y
el metro se para en la franja coloreada de verde. Está sano. Con todo, la mujer pasa a la zona de reparto
del PMA para que le den suficientes bolsas de PlumpySup para añadir al menú diario del bebé durante un
mes. Por prevención.
Cuando los encargados de la revisión de la salud de los niños detectan un caso de malnutrición grave (un
25% del total de afectados), el itinerario es otro. Unicef se encarga de suministrarles el suplemento
PlumpyNut. Durante 45 días, los pequeños deberán acudir diariamente al centro médico de este
organismo para tomarse su bolsa de 92 gramos y 500 kilocalorías de este alimento terapéutico y que un
médico le haga un reconocimiento.
En uno de los habitáculos del hospital de Unicef, junto al punto de reparto de comida para los refugiados
centroafricanos de Timangolo, una madre observa a su hija mientras el doctor la somete a un test de
apetito. "A veces los niños sufren malnutrición porque no tienen ganas de comer y eso significa, en la
mayoría de los casos, que tienen parásitos en el estómago", explica Mvongo Mbaria, responsable de Cruz
Roja en este centro médico. ¿En qué consiste esta prueba? "Si no son capaces de comerse una bolsa
entera de PlumpySup en una hora es que algo va mal‖, detalla el especialista. En ese caso, les tratan con
medicamentos antiparasitarios.
Además de encargarse de los casos graves de malnutrición, en este centro desarrollan otros programas de
salud del que se beneficia toda la población. El doctor Nainga Semplice es el responsable de uno de ellos,
pues su labor es inmunizar a los críos con una vacuna pentavalente, para prevenir la difteria, el tétanos
(rigidez de mandíbula), la tosferina, la hepatitis B y la poliomielitis.
Pero es otra enfermedad para la que todavía no hay vacuna la que más estragos causa en la población: la
malaria. "Mata a muchas personas", advierte Amougou, del PMA. En el hospital de Gbiti, una de las
aldeas de acogida y principal punto de entrada de refugiados centroafricanos, gestionado por las ONG
Plan Internacional y Médicos sin Fronteras, atienden principalmente a niños, mujeres lactantes y
embarazadas, los grupos más vulnerables al temido parásito. Ellos son los que llenan su sala de espera,
una cuadrilátero de tierra delimitado por plásticos naranjas.
―Tienen malaria‖. La abuela, Salamatou D., de 60 años, ya sabe el diagnóstico de dos de sus seis nietos a
su cargo, aunque todavía no les ha examinado un doctor. Esta refugiada conoce bien los síntomas y
decidió acudir a la clínica para que los chiquillos reciban tratamiento. Pese a los esfuerzos por inculcar la
costumbre de visitar la consulta médica ante la aparición de problemas de salud, no todos toman esa
decisión y optan por quedarse en casa a pesar de la fiebre, los vómitos o la diarrea. Por eso,
periódicamente, personal de centro de Gbiti recorre las aldeas de la zona en busca de enfermos. Los que
están graves, son derivados a hospitales en las ciudades, apuntan.
La prevención
Una de las primeras pautas de vida saludable que se tratan de inculcar desde los centros de salud y puntos
de reparto de alimentos en las aldeas que acogen a sus vecinos centroafricanos es la higiene. Así, un
bidón de agua da la bienvenida a los refugiados en las instalaciones del Programa Mundial de Alimentos
para la distribución de comida. Antes de entrar, deben lavarse las manos. ¿Por qué? ―Para que se
acostumbren y aprendan gestos saludables‖, aclara Maarit Hirvonen, trabajadora del PMA en el país.
También los que esperan su turno en el hospital de Unicef, reciben formación en este sentido. Un montón
de carteles con dibujos son el apoyo visual para enseñar, por ejemplo, la importancia de lavarse las manos
antes de comer o no beber agua sucia, para evitar diarreas o la transmisión de parásitos.
Los rohingya, una de las minorías más
perseguidas en el mundo
Los refugiados del sudeste asiático viven marginados
desde los graves disturbios interreligiosos de 2012
El País Madrid 28 MAY 2015 - 18:14 CEST
Refugiados rohingyas esperan en un barco ser rescatados, en el mar de Andamán el pasado 20 de mayo. /
S. Yulinnas (AP)
¿Quiénes son?
La minoría birmana rohingya, de religión musulmana, se compone de unos 1,3 millones de personas.
Muchos habitan en campos en las afueras de Sittwe, la capital del estado birmano oriental de Rakhine,
que comparte fronteras con Bangladés. Son considerados una de las minorías más perseguidas del mundo
por la ONU desde los graves disturbios interreligiosos de 2012.
¿Por qué los persiguen?
En Myanmar (antigua Birmania) viven en condiciones miserables, sin derecho a poseer tierra, explotados
y limitados en sus movimientos. El Gobierno en Naypyidaw les niega la ciudadanía, al considerarles
inmigrantes ilegales bangladesíes aunque sus familias hayan vivido en Myanmar —un país de mayoría
budista— durante generaciones.
¿Cuántos han huido de Myanmar?
En los últimos tres años se han multiplicado los ataques contra ellos, en los que han muerto 280 personas
y han quedado desplazadas cerca de 140.000, según los cálculos de las organizaciones pro derechos
humanos. Según Arakan Project, una ONG que supervisa el flujo de inmigrantes rohingya en la bahía de
Bengala desde hace más de una década, desde 2012 más de 100.000 rohingya han abandonado Myanmar.
¿Cuáles son sus aspiraciones?
El sueño de la gran mayoría es poder huir hacia la prosperidad de Malasia, un país también de religión
musulmana. La vía más habitual para conseguirlo hasta ahora era Tailandia.
La fe verdadera hace milagros, los
negocios no, dijo el Papa
2015-05-29 Radio Vaticana
(RV).- La fe auténtica, abierta a los demás y al perdón, hace milagros. Que Dios nos ayude a no
caer en una religiosidad egoísta y especuladora. Lo dijo el Papa en su homilía de la Misa matutina
celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
Jesús condena el egoísmo espiritual
Refiriéndose al Evangelio del día que propone ―tres modos de vivir‖ en las imágenes de la higuera que no
da frutos, en los especuladores del templo y en el hombre de fe, Francisco explicó que ―la
higuera representa la esterilidad, es decir una vida estéril, incapaz de dar cualquier cosa. Una vida que no
fructifica, incapaz de hacer el bien‖:
―Vive para sí mimos; tranquilo, egoísta, no quiere problemas. Y Jesús maldice la higuera, porque es
estéril, porque no hacía lo que debía para dar fruto. Representa a la persona que no hace nada para ayudar,
que vive siempre para sí misma, a fin de que no le falte nada. Al final éstos se vuelven neuróticos, ¡todos!
Jesús condena la esterilidad espiritual, el egoísmo espiritual. ‗¡Yo vivo para mí, que a mí no me falte nada
y que los demás se las arreglen!‘‖.
No hacer un negocio de la religión
El otro modo de vivir – subrayó el Papa – ―es el de los explotadores, el de los especuladores del templo.
Explotan incluso el lugar sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas, venden los
animales para el sacrificio, también entre ellos tienen como un sindicato para defenderse. Y esto –
recordó Francisco – no sólo era tolerado, sino incluso permitido por los sacerdotes del templo‖. Son
―aquellos que hacen de la religión un negocio‖.
El Santo Padre recordó asimismo que en la Biblia está la historia de los hijos de un sacerdote que
―inducían a la gente a dar ofertas y ganaban tanto, incluso con los pobres‖. Y ―Jesús no ahorra sus
palabras‖: ―Mi casa será llamada casa de oración. ¡Ustedes, en cambio, han hecho de ella una cueva de
ladrones!‖:
―La gente que iba en peregrinación allí a pedir la bendición del Señor, a hacer un sacrificio: ¡allí, aquella
gente era explotada! Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les daban la catequesis… Era una cueva
de ladrones. Paguen, entren… Hacían ritos vacíos, sin piedad. No sé si nos hará bien pensar si entre
nosotros sucede algo de este tipo en algún lugar. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios para beneficio
propio‖.
La fe que ayuda a los demás hace milagros
El tercer modo de vivir es ―la vida de fe‖, como indica Jesús: ―Tengan fe en Dios. Si uno dijera a este
monte ‗levántate y échate en el mar‘, sin dudar en su corazón, pero creyendo que cuanto dice va a
suceder, eso sucederá. Todo lo que pedirán en la oración, tengan fe en que lo obtendrán y sucederá‘.
Sucederá precisamente lo que nosotros pedimos con fe‖:
―Es el estilo de vida de la fe. ‗Padre, ¿qué debo hacer por esto?‘; ‗Pero pídele al Señor que te ayude a
hacer cosas buenas, pero con fe. Sólo a una condición: cuando ustedes se pondrán a rezar pidiendo esto, si
tienen algo contra alguien, perdonen. Es la única condición, para que también su Padre que está en los
cielos les perdone a ustedes sus culpas‘. Éste es el tercer estilo de vida. La fe, la fe para ayudar a los
demás, para acercarse a Dios. Esta fe que hace milagros‖.
La oración conclusiva del Papa Francisco fue: ―Pidamos hoy al Señor que nos enseñe este estilo de vida
de fe y que nos ayude a no caer jamás, a nosotros, a cada uno de nosotros, a la Iglesia, en la esterilidad y
la especulación‖.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
“El amor de Cristo, nos impulsa a
defender la vida de los más frágiles de la
sociedad”, el Papa a la Asociación
Ciencia y Vida
2015-05-30 Radio Vaticana
(RV).- ―Cristo es la luz que ilumina el camino para que la ciencia esté siempre al servicio de la
vida‖, exhortación del Obispo de Roma a los participantes en el Encuentro promovido por la
Asociación Ciencia y Vida, a quienes recibió en Audiencia en la Sala Clementina del Vaticano.
El congreso organizado por la Asociación Ciencia y Vida con ocasión del 10° Aniversario de fundación,
tiene por objetivo reflexionar sobre los ―principios antropológicos y científicos de la bioética, con el fin
de tutelar y promover la vida humana‖. Los descubrimientos de las investigaciones en ámbito de
la tecno-ciencia, ponen el desafío de algunas cuestiones en relación a la vida humana – el nacimiento, la
discapacidad, las enfermedades, la muerte – como objeto de reflexión y de interacción entre la filosofía, la
ética y la ciencia.
En sus saludos, el Santo Padre resaltó el servicio que viene realizando esta Asociación en favor de la
promoción de la vida humana y los animó a seguir practicando las actitudes de ―apertura, atención y
proximidad al hombre en cada situación concreta‖. En este sentido subrayó el Papa, es importante ―salir
para encontrar y encontrar para sostener‖.
El amor de Cristo, dijo el Pontífice, nos impulsa a ser servidores de los pequeños y de los ancianos, de
todo hombre y mujer, a quienes se debe reconocer y tutelar el derecho primordial a la vida. ―La existencia
de la persona humana, a la cual ustedes se dedican con solicitud, es su principio constitutivo; es la vida en
su insondable profundidad que origina y acompaña todo el camino científico; es el milagro de la vida que
siempre pone en crisis toda forma de presunción científica, restituyendo el primado a la maravilla y a la
belleza‖.
En este sentido, afirmó Francisco, es Cristo la luz que ilumina el camino para que la ciencia esté siempre
al servicio de la vida. ―Cuando disminuye esta luz, cuando el saber se olvida del contacto con la vida, se
hace estéril. Por eso, los invito a tener siempre en alto la mirada sobre la sacralidad de toda persona
humana, para que la ciencia este verdaderamente al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la
ciencia‖.
Por ello, es importante reconocer el valor inestimable de la vida humana subrayó el Obispo de Roma, ya
que la vida es ante todo un don de Dios, que genera esperanza y futuro para el hombre y la sociedad. ―El
grado de progreso de una civilización se mide por la capacidad de proteger la vida, sobre todo en sus
fases más frágiles, más que por la difusión de instrumentos tecnológicos. Cuando hablamos del hombre
no nos olvidemos jamás de todos los atentados contra la sacralidad de la vida humana. Es un atentado
contra la vida el flagelo del aborto. Es un atentado contra la vida dejar morir a nuestros hermanos en los
barcos en el Canal de Sicilia. Es un atentado contra la vida la muerte en los centros laborales porque no se
respetan las condiciones mínimas de seguridad. Es un atentado contra la vida la muerte por desnutrición.
Es un atentado contra la vida el terrorismo, la guerra, la violencia; también la eutanasia. Amar la vida es
siempre tener cuidado del otro, quererlo bien, cultivar y respetar su dignidad trascendente‖.
(RM - RV)
«Dejar morir a nuestros hermanos en las
pateras es un atentado contra la vida»
Migrantes
Lo dijo el Papa durante una reunión con la asociación
Ciencia & Vida. Después insistió: «Una sociedad justa
reconoce como primario el derecho a la vida desde su
concepción hasta su fin natural». Vegliò: «El sistema
de las “cuotas” para los migrantes no es humano»
Mauro Pianta
Roma
«Es atentado contra la vida la plaga del aborto. Es atentado contra la vida dejar morir a nuestros hermanos
en las pateras en el canal de Sicilia. Es atentado contra la vida la muerte en el trabajo porque no se
respetan las mínimas condiciones de seguridad». El Papa volvió a defender la sacralidad de la existencia y
de la dignidad de las personas. Lo hizo reuniéndose con la asociación Ciencia & Vida, en la Sala
Clementina del Palacio Apostólico. El Pontífice pidió a esta asociación (que engloba diferentes grupos
católicos que se habían comprometido a favor de la abstención en el referéndum sobre la fecundación
asistida en Italia) que amplíe su campo de acción hacia una defensa de la vida en las diferentes
situaciones en las que está bajo ataque.
«El grado de progreso de una civilización se mide justamente con la capacidad de defender la vida, sobre
todo en sus fases más frágiles, más que con la difusión de instrumentos tecnológicos. Cuando hablemos
del hombre –advirtió Papa Francisco– no olvidemos nunca todos los atentados contra la sacralidad de la
vida humana». «Es atentado contra la vida la muerte por desnutrición. Es atentado contra la vida el
terrorismo, la guerra, la violencia y también la eutanasia». «Amar la vida –recordó el Pontífice argentino–
es siempre cuidar al otro, querer su bien, cultivar y respetar su dignidad trascendente». El Papa animó a
«volver a impulsar una renovada cultura de la vida, que sepa instaurar redes de confianza recíproca y que
sepa ofrecer horizontes de paz, de misericordia y e comunión».
Francisco recordó que la ciencia siempre debe ser «un saber al servicio de la vida», porque «cuando falta
esta luz, cuando el saber olvida el contacto con la vida, se vuelve estéril». Por ello su invitación «a
mantener elevada la mirada sobre la sacralidad de cada persona humana, para que la ciencia esté
verdaderamente al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ciencia».
Francisco también insistió en un concepto fundamental de la visión católica: «Una sociedad justa
reconoce como primario el derecho a la vida desde su concepción hasta su fin natural».
Mientras tanto, el cardenal Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de
los Migrantes e Itinerantes, reprobó la reciente decisión de Europa en materia de flujos migratorios: «El
sistema de las ―cuotas‖ para los migrantes no es humano». «Europa –dijo a la Radio Vaticana– nunca ha
tenido un programa. Siempre ha estado ahí tamponeando las urgencias». Y ahora, indicó, «hicieron las
―cuotas‖ para los refugiados, y yo creo que esta decisión es verdaderamente poco humana y poco
cristiana».
Según el Presidente del Pontificio Consejo de los migrantes, «la inmigración es un problema que hay que
afrontar no en la emergencia: hay que tener antes un programa. Esta es, efectivamente, una realidad que
existe y que existirá cada vez más. ¿Cuáles son las causas de las migraciones y las causas de los
refugiados? Para las migraciones, la pobreza; para los refugiados, las guerras. Hasta que haya pobreza y
guerras no cambiará nada».
Por el contrario, «la Iglesia siempre ha tenido en si ser Iglesia la atención por los más pobres, por los más
desheredados, por los más abandonados y estos son los más pobres, los más desheredados, los más
abandonados. Entonces está en línea con la misión de la Iglesia asistir a los que están peor. Si la Iglesia
no hiciera estas cosas, traicionaría verdaderamente su misión».
Asia Bibi y la extenuante espera de un
nuevo proceso
Asia Bibi
Nuevas pruebas grabadas podrían constituir una base
válidad para demostrar la inocencia de la mujer
cristiana paquistaní. Pero el caso en la Suprema Corte
no avanza
Paolo Affatato
roma
«Vivimos en la extenuante espera de que el caso de Asia Bibi sea examinado por la Suprema Corte. En
dos ocasiones nuestras instancias para pedir que se calendarizara la audienca fueron rechazadas. Los
abogados la enviaron nuevamente pero todavía no tenemos respuesta. Lo que pedimos es que se nule el
proceso de primer grado, que concluyó con la condena a muerte». Joseph Nadem, responsable de la
Renaissance Education Foundation de Lahore (que se ocupa de la familia de Asia Bibi y de su asistencia
legal) resumió de esta manera la situación del caso de Asia Bibi, la madre cristiana condenada a muerte
por presunta blasfemia, en una conversación con Vatican Insider.
Nadeem acaba de volver a Paquistán, después de haber acompañado al esposo de Asia, Ashiq Masih, y a
una de sus hijas en una gira europea para sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública. Se reunieron
incluso con Papa Francisco.
«Fuimos a ver a Asia a la cárcel de Multán el jueves pasado. Está bastante bien, pero está muy débil. Le
contamos de nuestro viaje y le llevamos la bendición del Papa. Asia estaba conmovida y feliz. Sigue
esperando, con fe, su liberación»,i indicó Nadeem.
Volviendo a las cuestiones legales, el hombre subrayó: «El proceso de Asia fue viciado por
irregularidades evidentes. Asia fue condenada con base en testimonios indirectos. De cualquier manera, si
la Corte acoge nuestra petición, significaría que el proceso tendrá que comenzar desde el principio. Es
cierto que se podrían extender los tiempso de esta manera, pero también es cierto que la Suprema Corte
tiene la autoridad y el poder para asignarlo a un Tribunal de la Corte y pedir que sea justo y veloz».
La mujer, efectivamente, no tuvo un proceso justo, como siempre ha afirmado el prestigioso Instituto
Jinnah, con sede en Karachi, dedicado al fundador de Paquistán, Alí Jinnah. Ahora, para reforzar esta
convicción, existen y circulan pruebas evidentes. Los dos principales acusadores admiten explícitamente,
en un video( http://citizengo.org/en/freedom-asia-bibi-new-evidence), difundido por la asociación
CitizenGo, que «nunca escucharon pronunciar frases blasfemas directamente», sino que había escuchado
lo que habían declarado otras dos mujeres.
El el video, Mohammed Idris (el propietario del terreno en el que Asia habría cometido la blasfemia) y
Mohammed Salim (el imán local) afirman sin medias tintas que no escucharon a Asia Bibi pronunciar
ninguna blasfemia. Y esto contradice las deposiciones que ofrecieron en el tribunal: durante el proceso,
ambos figuran como «testigos oculares» y son los principales elementos con los que cuentan los
acusadores, que resultaron determinantes para la condena.
«Estas nuevas pruebas podrían tener un gran valor en el tribunal y constituir una base válidad para definir
la inocencia de Asia Bibi y salvar su vida», comentó a Vatican Insider el padre Bonnie Méndez, sacerdote
católico de la diócesis de Faisalabad. «La Suprema Corte de Paquistán debe reconocer este video como
prueba aplastante de la inocencia de Asia Bibi», indica CitizenGo.
Otra vía que se podría recorrer es la de demostrar que Asia no habría tenido intención de pronunciar la
presunta blasfemia. EL gobierno paquistaní está pensando en la introducción de una reforma al
procedimiento para la aplicación de la ley, con el objetivo de limitar su abuso. La nueva propuesta de ley,
que podría ser presentada al Parlamento, además de establecer penas severas para los que formulen falsas
acusaciones, indica la voluntariedad del delito (que hasta ahora no está presente) como ―conditio sine qua
non‖ para la acusación. Esta podría ser otra arma de defensa para los abogados de Asia Bibi, que es una
campesina analfabeta.
Pero Joseph Nadeem, y otros observadores, se demuestra cauto: «En cuanto al posible proyecto de ley
que modificaría la ley de la blasfemia, no creo que el gobierno haga nada. Las presiones de los grupos
islámicos radicales todavía son muy fuertes y el gobierno no querrá arriesgarse a la impopularidad».
El título de la nueva encíclica podría ser
«Laudato sii»
Una imagen de San Francisco
Según lo que indicó la agencia italiana Ansa, lo habría
revelado don Giuseppe Costa, director de la Libreria
Editrice Vaticana
Redacción
Roma
La nueva encíclica de Papa Francisco sobre la ecología podría llamarse ―Laudatio sii‖. La indicación
llegó, según la agencia italiana de noticias Ansa, del director de la Libreria Editrice Vaticana (Lev), don
Giuseppe Costa, que hoy se encuentra en Nápoles para retirar un premio dedicado al cardenal Micehel
Giordano. El libro premiado de la Lev es el del arquitecto Paolo Portoghesi sobre la defensa de la
Creación. Y, al respecto, don Costa recordó la próxima encíclica del Papa sobre el ambiente, que debería
estar lista a mediados de junio.
También refirió el posible título de la encíclica el blog italiano ―Il Sismografo‖, sitio de información
vaticana cercano a la Santa Sede.
«Laudato sii» es la frase con la que comienza el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, que es
considerado el texto más antiguo de la literatura italiana.
Vivir la muerte
La muerte y el morir
Madoz Jáuregui, Vicente
Colección: Surcos
ISBN:978-84-9073-121-5
Código EVD:1700114
Edición:1
Reimpresión:2
Páginas:224
Tamaño:120 x 190 mm
Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada mate con solapas
Precio sin IVA: 14,42 €
PVP: 15,00 €
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Versión digital: Precio: 6,99 €
¿Por qué?, fue la pregunta, sin respuesta, incontestable, testaruda, constantemente
reiterada en boca de aquel padre, mientras su mirada acechaba, incrédula, el rostro
lívido de su hija, dieciocho años, recién fallecida de forma absurda e imprevista. Su eco,
flotando en el ambiente, conmocionó al autor de este libro, hace más de cincuenta años,
y alumbró en él su vocación por entender el misterio de la muerte.
Vivir la muerte garantiza saborear la vida. Resulta absurdo soslayarla. Hay que asumirla
como parte esencial de la existencia, con sus contrastes, con sus miedos, también,
muchas veces, con la sencilla felicidad de lo natural y cotidiano. Es necesario preverla,
prepararla y acogerla. También, lograr que su duelo sea humano y enriquecedor.
Es muy probable que leas esta invitación con prejuicios y con temor. Sacúdetelos: este
texto te ayudará a ser feliz. Ignorar la muerte empobrece y reduce las ganas de vivir.
Hojear
Las experiencias religiosas y el templo de
Jerusalén
García-Huidobro Rivas, Tomás
En el año 70, el ejército romano comandado por Tito arrasó el templo de Jerusalén. La
destrucción del templo significó uno de los momentos más dramáticos en la historia de
Israel. Y es que el santuario era el lugar de culto por excelencia en Judea, además de ser
su centro político y económico. Más importante aún, el santuario se erigía como un
lugar altamente simbólico. El templo de Jerusalén era un lugar teológico que trascendía
en mucho sus impresionantes características materiales.
A través de una rigurosa y clara argumentación, basada en el análisis de textos de
diversas procedencias, el autor logra demostrar de qué modo el templo de Jerusalén,
como lugar simbólico, sobrevivió durante siglos a la gran debacle.
Hojear
Colección: Estudios Bíblicos
ISBN:978-84-9073-118-5
Código EVD:1000054
Edición:1
Páginas:144
Tamaño:160 x 240 mm
Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada mate con solapas
Precio sin IVA: 14,42 €
PVP: 15,00 €
Versión digital: Precio: 6,99 €
La vida mancha
El País | Manuel Cruz
Fui a ver la película de Enrique Urbizu La vida mancha cuando se estrenó, hace ya algo más de una
década. Confieso que lo hice por algo que, con un alto grado de autoindulgencia, me atrevería a
denominar deformación profesional, pero que en realidad no pasa de ser una superstición íntima. Con ese
título, me dije sin el menor fundamente in re, resulta imposible que sea una mala película.
Sin embargo, no pretendo hablarles de la película en cuanto tal, sino de algo, relacionado precisamente
con su título, que me sucedió el día que acudí a verla, unos minutos antes de entrar en la sala. Cuando
estaba esperando en la cola para adquirir la entrada, delante de mí tuvo lugar un diálogo que con el paso
del tiempo ha vuelto de manera recurrente a mi memoria. La persona que me precedía, un cincuentón
solitario de aspecto melancólico, en el momento en el que le llegó el turno se acercó a la taquilla, deslizó
un billete y le dijo a la joven y risueña muchacha que despachaba: ―Una para la sala 2‖. Imagino que para
evitar cualquier malentendido, la taquillera, de forma amable y rutinaria, preguntó: ―¿La vida mancha?”,
a lo que el tipo respondió, sin la menor vacilación: ―Mucho‖. La muchacha se rió, le dio la entrada y el
cambio, y puso cara de querer añadir ―tenga la amabilidad de hacerse a un lado para que pueda atender al
siguiente‖.
En realidad, el diálogo llamó mi atención en el momento en el que terminó, concretamente cuando aquel
hombre se dio la vuelta y pude verle de frente, porque entonces percibí un detalle que me hizo considerar
aquel cruce de frases bajo otra luz. Lo que de veras me sorprendió fue que no había en su cara el menor
rastro de una sonrisa (ese residuo en forma de mueca que permanece unos segundos colgado de nuestros
labios cuando dejamos de sonreír y que tan certeramente describía Sartre en La náusea). Me dejó
intrigado ser incapaz de adivinar en qué debía andar pensando cuando emitió tan rotundo juicio sobre la
vida, comparable al del poeta cuando proclamaba que llega un momento en que se descubre que la vida
―iba en serio‖.
En todo caso, afirmar que la vida mancha no es lo mismo que sostener que no hay forma de alcanzar la
plena felicidad en ella, que carece de sentido o cosas parecidas. Equivale, más bien, a decir que nos daña,
que nos envilece, que nos convierte en peores de lo que éramos antes de que empezara todo. Aquel
hombre podría haber respondido a la taquillera cosas tales como ―qué me va a decir a mí‖, ―si yo le
contara‖, o haber hecho referencia a cuánto se ha endurecido la vida en nuestra sociedad, al grado de
desconfianza, recelo e insolidaridad que ha generado la atmósfera de competitividad e individualismo
feroz en que estamos sumergidos. O podría haberse adelantado en el tiempo y haberle advertido de su
temor de que todas esas zancadillas y trapacerías por ascender socialmente, que algunos juzgaban con
benevolencia en aquel momento, porque estábamos en una supuesta época de vacas gordas y se decía que
había para todos, se transformarían en un brutal y descarnado sálvese quien pueda, cuando vinieran mal
dadas.
No hizo nada de eso y ahora, más de una década después, el escenario ya no es del todo el mismo, y no
precisamente porque haya mejorado. Aquel cine (Casablanca era su evocador nombre) cerró; la joven
habrá dejado de serlo y probablemente también haya perdido, algo cansada de trabajos precarios que le
exigían buena presencia y amabilidad permanente, la condición alegre y risueña de entonces. Es probable
que los efectos de la crisis la hayan golpeado en más de un sentido y, por qué no, tal vez alguna noche, en
la desazón del duermevela, agobiada por la espesa telaraña de problemas, contradicciones y renuncias en
que se ha convertido su vida cotidiana, regrese a su memoria (al igual que a la mía en estos momentos)
aquel extraño espectador de aspecto melancólico que, sin proponérselo, le hizo sonreír, y crea entender
por fin el sentido de sus enigmáticas palabras.
Tal vez en ese momento, con una década de retraso, se le hiele la sonrisa en el rostro, como al personaje
de la novela sartreana, y experimente un profundo sentimiento de vergüenza.
Manuel Cruz es catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona.
La hora del lector
El Mundo | Juan Bonilla
Preguntarse por cómo serán las cosas en el futuro es sólo el deporte favorito de la impaciencia. No sólo
porque el futuro no va a llegar nunca, (¿y, además, de qué futuro hablamos?: ¿de 2050 o de 2120? ¿de
2430 o del 5320?: se habla siempre del futuro como si fuera una estación de destino, y no una estación de
paso hacia otra estación, también futura), sino también porque si miras al pasado y le preguntas a él si
alguien en algún momento consiguió acertar de pleno cuando se puso a imaginar en cómo serían las cosas
hoy, obtienes como respuesta: nadie. En esto es bueno no ponerse estupendos y adoptar la precaución del
meteorólogo: sabe que como mucho podrá predecir el tiempo que hará de aquí a tres días, para intuir qué
pasará en el cuarto ya tiene que jugar a las adivinanzas con la sola seguridad de que va a equivocarse, y
predecir qué tiempo va a hacer el 28 de mayo de 2019 es de idiotas.
Así pues, en la puja entre libro digital y libro de papel, que primero hizo decir a tanto gurú que sería un
combate de un asalto en el que el libro digital iba a terminar con el de papel de dos uppercuts y luego hizo
reaccionar a otros asegurando que el combate estaba ganado por el papel -que iba a durar 100 años y que
iría noqueando a cuanto artefacto se le pusiera enfrente-, lo mejor es acogerse a la evidencia: ni siquiera
hay combate. No sólo porque los hinchas de uno y otro soporte no pertenecen a hinchadas rivales sino
también, o sobre todo, porque un mismo lector puede serlo en soportes diferentes sin sentir que traiciona a
unos colores. Es cierto que aquí, entre nosotros, el soporte digital facilita mucho las tareas de los piratas,
esos exquisitos que consideran que todo escritor -y no te digo ya un editor- es un ladrón por querer cobrar
por lo que, según ellos, a todos pertenece pero que no se consideran ellos mismos ladrones por apropiarse
de algo. Pero ese problema ya estaba instalado en Latinoamérica, donde se piratean los libros en papel
(hace poco, en Lima, compré un ejemplar de la edición pirata de una novela mía y el amable vendedor me
la rebajó unos soles por ser el autor, asegurándome que era «el original de la copia», o sea la primera
edición de la edición pirata). Pude entrar en un taller donde hacían las ediciones piratas, y esos piratas al
menos se daban el trabajo de cambiar el formato del libro -ensanchaban y alargaban la caja para que diese
menos páginas de grosor y abaratar el coste del papel-, ir a Wikipedia a copiar la entrada dedicada al
autor del volumen si el original no traía esa información, buscar una foto para la contracubierta…
ULISES
Pero siendo la piratería un problema, no es ni de lejos el gran problema de la literatura. Los editores harán
sus cálculos y seguro que podrán aportar pruebas fidedignas de cuánto dinero se fuga por culpa de ese
problema… pero aún así, el problema en este vertiginoso presente nuestro viene de otro lado. Los mismos
políticos que aparecen en escena con sus grandilocuencias banales y sus buenas intenciones decrépitas,
las mismas autoridades que se visten de gala para asistir a un almuerzo con escritores y darle un premio a
un anciano por toda su carrera, los mismos que firman las bases del año que viene de galardones aquí o
allá y aprueban partidas para financiar actos y simposios, o no se pierden la inauguración de los grandes
espectáculos que de vez en cuando organiza la Literatura -por decirlo así, pero ya me entienden, la Feria
del Libro de Madrid es el más evidente-, esos mismos parecen encantados de hacer todo lo posible por
apuñalar a la literatura para que se vaya desangrando de a poco, para que vaya sumiéndose en la
insignificancia. Porque para que haya una literatura potente, tiene que haber una potencia de lectores. Los
lectores son, en fin, responsables de la calidad y eficiencia de lo que una literatura produzca. Sus
exigencias son las que hacen crecer y fortalecerse a una literatura. Y los lectores no nacen por combustión
espontánea. Si la Literatura tiene más que ver con leer que con escribir (y es evidente que sí, aunque sólo
sea porque leer sólo se puede leer en presente, mientras que escribir puede ser sólo pasado, aunque sólo
sea en fin porque leer es la estación de destino y escribir la de partida), parece evidente que la base
fundamental para alcanzar cierta dignidad en la potencia de nuestros lectores es el sistema educativo. ¿Y
qué se ha hecho de la literatura en los últimos planes del sistema educativo? El papel ancilar que ahora
ocupa y que sigue encogiéndose plan tras plan (plan para hoy, hambre para mañana), parece demostrar a
las claras que todo el interés que las autoridades parecen destinar a la literatura cuando se trata de ponerse
un vestido de gala, se desmaya en cuanto ésta pierde el oropel y se queda en asignatura débil de
bachillerato, donde es más difícil conseguir buenas fotos con autores venerables que puedan ser
reproducida aquí o allá.
Por otra parte es paradójica la posición de la literatura en una sociedad como la nuestra: se diría que se le
concede espacio e importancia allá donde no puede hacer daño alguno, donde sus efectos estarán siempre
controlados por su impacto minoritario. Es cierto que se gasta dinero público en enviar a escritores a
recorrer mundo y que los beneficios de ese coste están por evaluar (o más bien son fáciles de evaluar:
muy parcos). Y es cierto que los periódicos mantienen vivos suplementos dedicados a la literatura cuya
incidencia en la masa de lectores -ni siquiera por efecto de su incidencia en los mediadores: los libreros-
es cada vez más superfluo por no decir insignificante. Es cierto que la literatura sigue siendo una
disciplina santificada en los grandes galardones que reconocen largas carreras (el premio Cervantes, el
Princesa de Asturias, el Reina Sofía…) y que su posible incidencia en la realidad se ha dejado en manos
de su batallón de vanguardia, los columnistas, que también son representantes de la Literatura por mucho
que en manuales y academias se siga considerando la columna un género chico. Casi dan ganas de
celebrar que, a pesar de las evidencias de que el derrumbe de las Humanidades no podía sino traer
consigo la pérdida de peso específico de la literatura (que tampoco fue mucho entre nosotros, nunca, sería
ingenuo engañarse a este respecto), la literatura mantenga esos guetos exquisitos donde satisfacer a una
comunidad de lectores que, a juzgar por el número de libros que se publican, no tiene más remedio que
haberse incrementado, por dispersado que esté. Pero sería conformarse con un papel decorativo -por no
decir higiénico- que es precisamente el papel que parecen querer las autoridades darle a la literatura. Los
tentáculos de ésta, sin embargo, son -o deberían ser, no lo sé- más poderosos: pueden colarse sin permiso
allá donde puedan alcanzar. Y la explosión de la era digital reformará sus escenarios, como todos los
demás escenarios, la obligará a cambiar sus formas, sí, seguro que sí, pero no acabará con ella si no
consigue acabar con los únicos capacitados para mantenerla viva: los lectores.
Hace más de medio siglo, el crítico José Mª Castellet publicó La hora del lector, un volumen en el que,
repasando las estrategias narrativas de la modernidad, avisaba de que llegábamos a un tiempo en el que el
papel del lector se reforzaba por, precisamente, la paulatina desaparición del autor. No podía estar más
equivocado, desde luego: primero porque la supuesta pasividad de los lectores es sólo eso, una
suposición, que no se aviene con la importancia fundamental de esa figura en todo el curso de la historia,
y segundo porque los nuevos tiempos lo que parecen haber propiciado es, precisamente, la presencia
constante de los autores, interpretándose a sí mismos, vueltos mercancía, obligados a la exposición que
exige la época.
Por eso me gusta mucho una imagen del poeta Antonio Taravillo cuando imagina la feria del libro del
futuro: en ella serán los autores los que hagan cola ante las casetas donde firmarán sus libros los lectores.
Los autores acudiremos llenos de ilusión a tratar de conseguir en cualquier ejemplar de nuestras obras, la
firma de nuestro lector, alguien consciente por fin de que él es el encargado esencial de que una literatura
tenga fuerza, presencia y potencia, y eso lo hace responsable principal de lo que pase con la literatura.
Ojalá una buena parte de los miles de visitantes de la Feria del Libro que ahora comienza en Madrid
pudiera convencerse de que no va sola: cada uno de ellos lleva consigo la responsabilidad del presente de
nuestra literatura. Si sus exigencias, sus expectativas y su criterio se vienen abajo, la literatura se vendrá
abajo. La historia está llena de ejemplos que lo probarían, y el futuro, que no es más que un farsante,
también lo estará cuando deje de ser futuro.
Juan Bonilla es escritor.
El lugar de la utopía en el siglo XXI
El País | Olivia Muñoz-Rojas
Hace una década el sociólogo Zygmunt Bauman constataba con sorpresa que la palabra utopía en Google
daba 4,4 millones de entradas. Hoy la misma búsqueda resulta en más de 63 millones, pero su
impopularidad sigue siendo la misma. Utopía y utópico sirven ante todo para descalificar una propuesta
por su impracticabilidad y a su defensor por su falta de realismo. Si nos preguntaran cómo imaginamos en
concreto la sociedad en la que nos gustaría vivir es probable que no supiéramos responder. Estamos más
acostumbrados a examinar críticamente la sociedad en la que vivimos y a exigir o plantear medidas
inmediatas para resolver los problemas que detectamos en ella que a tratar de imaginar cómo sería nuestra
sociedad ideal, nuestra utopía.
Tras el aparente fracaso de los grandes proyectos transformadores del siglo XIX y XX, hablar de utopía
puede parecer fútil e ingenuo, incluso peligroso. La mayoría de los ciudadanos de hoy desean propuestas
políticas realistas y realizables y cuando perciben que ni estas llegan a cumplirse, es comprensible que
todo aquello que parezca difícil de materializar genere escepticismo y rechazo. El peso de nuestra historia
reciente, el miedo a un futuro incierto y nuestra consiguiente dificultad para imaginar mundos mejores
son palpables al observar la proliferación de distopías en la literatura y el cine contemporáneos. Libros y
películas nos presentan sistemáticamente una sociedad futura en la que nuestros recursos naturales se han
agotado, no podemos reproducirnos, triunfan toda suerte de dictaduras o la inteligencia artificial se ha
impuesto sobre la humana, es decir, sociedades en las que no nos gustaría vivir. Sin embargo, ¿no
resultaría útil tener una imagen de nuestra sociedad ideal a la hora de valorar, por ejemplo, los diferentes
programas electorales que se nos ofrecen, una especie hoja de ruta con la que contrastarlos? Por ejemplo,
¿cómo imaginamos una sociedad ecológicamente sostenible? ¿O una ciudad inteligente? ¿O las familias
del futuro?
EVA VÁZQUEZ
La tradición utópica está íntimamente ligada a los orígenes del pensamiento de izquierdas. Varias
generaciones de pensadores y escritores contribuyeron al utopismo con obras literarias y proyectos reales
a pequeña escala: desde los míticos Saint-Simon y Fourier hasta Cabet y William Morris. Para las
incipientes ciencias sociales, el concepto de utopía se convirtió en el equivalente del laboratorio para las
ciencias naturales. El género literario utópico sirvió para ensayar nuevos principios sociales con gran lujo
de detalles —desde la emancipación de la mujer (Charlotte P. Gilman) hasta una economía colectivizada
(Edward Bellamy). Algunos de esos principios, como el sufragio femenino, la abolición del trabajo
infantil o la educación universal, pertenecieron en su momento al género utópico. Hoy, sin embargo, son
realidad en un buen número de países del mundo.
Lo que caracteriza a la tradición utópica es, precisamente, su realismo. Esto la diferencia tanto del
pensamiento premoderno como del religioso. La tradición utópica atribuye al ser humano la capacidad de
actuar sobre su entorno y cambiarlo. Desde sus orígenes, explica el sociólogo Krishan Kumar, el género
utópico ha demostrado sobriedad, un deseo de no distanciarse de la realidad presente. Aunque busca
pensar más allá de los límites convencionales del pensamiento social y político y dibujar la imagen de una
sociedad buena, incluso perfecta, lo hace dentro del margen de lo posible, esto es, partiendo de las
realidades psicológicas, sociales y tecnológicas existentes. Hasta que no existieron bocetos de máquinas
para volar, por ejemplo, la literatura no imaginó la posibilidad de viajar a la luna.
Fueron Marx y Engels quienes calificaron de utópicos a Saint-Simon y otros socialistas decimonónicos
por su falta de realismo al no identificar la lucha de clases como motor del cambio social y creer en la
transformación de la sociedad por medios pacíficos. El enorme potencial explicativo del socialismo
científico impulsado por Marx relegó rápidamente al socialismo utópico a un segundo plano. Han sido
numerosos los pensadores que desde entonces, y aun reconociendo el valor explicativo (incluso
predictivo) de la teoría marxista, acusan su falta de imaginación a la hora de concebir cómo sería esa
sociedad ideal que seguiría a la abolición de las clases sociales y la desaparición del Estado.
Es legítimo preguntarse hasta qué punto la izquierda actual sigue batallando con esa ausencia de
imaginación. Desde los medios y la academia se incide cada vez más en la necesidad para la izquierda de
hacer gala de creatividad y audacia política para abordar los grandes retos contemporáneos, desde la crisis
económica hasta la migración y el cambio climático. ¿Es posible para la izquierda imaginar una utopía,
una sociedad ideal del siglo XXI, que sirva de referente e inspiración para políticos y ciudadanos,
asumiendo que es inalcanzable? En otras palabras, ¿es posible conjugar un proyecto utópico con un
programa político de aplicación más inmediata?
Si al pensamiento político le faltan herramientas para ello, la literatura, el cine y otras artes han
demostrado ser poderosos medios para imaginar sociedades futuras o alternativas, hacerlas tangibles e
inspirar con ello la conciencia y acción política. La última gran generación de obras utópicas pertenece a
los años 1970, coincidiendo con la emergencia del ecologismo (véase, por ejemplo, Ecotopia de Ernest
Callenbach). Desde entonces, el género literario utópico se ha visto desplazado más y más por obras
distópicas, a veces en un movimiento dialéctico, como las novelas de Aldous Huxley (no es casual el
hecho de que la distópica Un mundo feliz sea mucho más conocida que la utópica La isla).
En la charla que Bauman daba en 2005 con el título Living in utopia (Vivir en la utopía), y en la que se
sorprendía del volumen de entradas asociadas a esta palabra en Google, planteaba que utopía se entiende
hoy de un modo distinto a antaño. En lugar de meta ideal, compartida y, en principio, inalcanzable, la
utopía hoy sería una huida hacia adelante sin meta definida; una huida en la que el individuo busca evadir
la incertidumbre y alcanzar una felicidad más permanente con el solo hecho de comprarse ropa nueva o
irse de vacaciones. ¿Significa eso que estamos ya en el mejor de los mundos y no es posible imaginar uno
mejor? Para Bauman y probablemente la mayor parte de los ciudadanos la respuesta es no. Significa, eso
sí, que la utopía, como intento de imaginar una sociedad mejor o ideal, no está de moda. Salvo
excepciones, el imaginario utópico vive sus horas bajas. Poner de moda la utopía es reconocer que sin la
imaginación humana no se hubiera producido ninguno o muy pocos de los avances sociales, políticos y
tecnológicos que hoy conocemos. La historia demuestra que los sueños de hoy pueden ser las realidades
de mañana.
Olivia Muñoz-Rojas es doctora en Sociología por la London School of Economics e investigadora
independiente.
Caudal de intimidad
MJ / 1 día ago
Desde Palencia, nos llega esta crónica de los actos que se ha celebrado para conmemorar el traslado
fundacional en esa ciudad, en el marco del V Centenario del nacimiento de santa Teresa. Aparece
publicado en Diario Palentino:
CAUDAL DE INTIMIDAD
La conmemoración del traslado fundacional cierra el segundo bloque de actos del V Centenario del
Nacimiento de Santa Teresa
R.D./J.L/ Palencia
El Segundo Ciclo de Conferencias en el Salón del Centro Cultural de la Diputación en la Plaza de Abilio
Calderón, con motivo del V Centenario del Nacimiento de Teresa de Jesús, organizado por el
Ayuntamiento de Palencia en colaboración con la Diputación de Palencia bajo el título Teresa de Jesús:
Una mujer excepcional, ha realizado un profundo estudio de la figura de esta polifacética santa. La
primera conferencia el 22 de mayo a las 20 h con el título “Teresa de Jesús: Amistad, humanismo y
libertad”, fue a cargo del Rvdo. P. Juan Antonio Marcos, OCD, presentado por la técnico adscrita al
servicio de Cultura del Ayuntamiento de Palencia, Carmen López. Desde el año 2011, Juan Antonio
Marcos, es docente en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas, donde se licenció
en Teología Dogmática. Estudió Teología en la UPSA y en la UVA se licenció en Filología Hispánica
con doctorado en Filología Española (Lingüística), con premio extraordinario. Secretario de la Revista
Estudios Eclesiásticos, imparte cursos desde el año 2005, en el Master de Mística y CC. HH. CITeS de
Ávila. Posee una amplia lista de publicaciones y gran experiencia dentro del campo de la docencia e
investigación con una activa participación en congresos, conferencias y cursos varios sobre la
espiritualidad carmelitana. En la conferencia se presentó un viaje espiritual propuesto por esa arquitecta
de interiores que es Teresa de Jesús, que no tiene otra finalidad sino aprender a construir la vida humana
sobre ‗roca‘ (y no sobre arena). Un ‗viaje divino‘ (C 21,1) al que Dios ‗convida a todos‘ (C 19,15), y cuya
meta es la ‗libertad‘ (C 19,4). Eso es Camino de Perfección. Eso es la vida humana. Y es ‗viaje‘ porque
implica un proceso, una búsqueda, un tiempo, un aprendizaje, como la vida misma. La humanidad del
Dios-hombre, del Jesús de los evangelios, hace que aflore en nosotros lo divino de la vida humana, lo
humano verdadero. Pero Camino de perfección es, ante todo, un ‗viaje a la plenitud‘. Y las personas, en
sentido metafórico, somos ‗recipientes‘, que podemos sentirnos tanto llenos como vacíos. ‗Plenitud‘ viene
de ‗pleno‘, que etimológicamente es lo mismo que ‗lleno‘. Pues bien, la propia oración teresiana está
planteada como un camino hacia la ‗plenitud‘ de lo humano. Esto y mucho más es Camino de Perfección:
un ‗viaje‘ interior; una ‗casa‘ a construir; un ‗recipiente‘ a llenar. El protagonista de este viaje hoy, es
cada uno de nosotros. Y nosotros somos la casa, y somos el recipiente.
Coincidiendo con la conmemoración del Traslado Fundacional, de la fundación palentina un 26 de
mayo de 1581, la segunda conferencia el día 26 de mayo a las 20 h, abría los actos programados para ese
día, con el título “Santa Teresa en Palencia a través de sus cartas” a cargo del Rvdo. P. Salvador Ros,
OCD, presentado por Mª del Rosario Diez, miembro de la Comisión Cultural del Ayuntamiento de
Palencia Huellas Teresa de Jesús. Invitado especial a la mesa de ponencia por el contenido desarrollado
de algunas de las cartas tratadas fue Antonio Gómez Cantero, Administrador Diocesano. El P. Salvador
Ros estudió Teología en la UPSA, se especializó en Teología Espiritual, y concretamente en Santa
Teresa, en el Teresianum de Roma. Desde 1986 hasta 1999 ejerció como profesor en el Centro
Internacional Teresiano-Sanjuanista de Ávila y actualmente está vinculado con el Centro de
Espiritualidad de San Juan de la Cruz en Segovia. Ha impartido numerosos cursos en España y América;
ha organizado varios congresos internacionales sobre los místicos carmelitas, y ha publicado también
sobre ellos abundantes trabajos (artículos, estudios) en revistas especializadas. Teresa es presentada en su
estancia en Palencia como escritora irreprimible, que le gustaba escribir de su puño y letra cuando podía,
dedicaba con pasión horas y horas, sobre todo de la noche o con ayuda de su secretaria la beata Ana de
San Bartolomé. Escribió cartas como libros. En ellas se retrata con más autenticidad que ninguno de sus
escritos. En ellas vuelca un caudal de intimidad que las hacen inconfundibles. Para Teresa, era el vehiculo
más espontáneo, más adecuado, para encauzar tres ingredientes: Doctrina, noticias e intimidad
compartida. Así lo vió el P. Gracián, que en el año 1584, a dos años de muerta la Santa, manifestó el
deseo de editarlas al completo, por la doctrina, avisos, y el provecho y deleite que daría. No son muchos
los lectores familiarizados con ellas, y eso que la mitad de las obras completas son cartas, (sólo se han
conservado unas quinientas cartas, de las muchísimas que debió escribir). Son un documento de primer
orden las 27 cartas escritas desde Palencia para ver la vida de la iglesia y la historia palentina de la época.
Entre las cartas tratadas, se encuentran las dirigidas al padre Jerónimo Gracián en Alcalá, con fechas entre
mediados y finales de febrero 1581, recordando el más fausto acontecimiento de la familia teresiana en
esos días, el Capítulo de Alcalá, que decide la erección de provincia aparte para los Descalzos. La Santa
había participado intensamente en su preparación, primero con el envío de mensajeros a Roma para
tramitarlo, y luego recogiendo y enviando un memorial de cada Carmelo para información de los
capitulares, y multiplicando ella misma las sugerencias y recomendaciones a Gracián, que resultaría
elegido provincial. Otra Carta escrita el 25 de mayo de 1581, ocupó parte de la ponencia ya que Teresa de
Jesús informa del próximo traslado fundacional, con estas palabras: ―… Vamos de aquí a San Lázaro…
Creo entraremos por Santa Clara, que está en el camino…”. La última Relación o Cuenta de Conciencia,
escrita por Teresa en Palencia en 1581 es el último testimonio documentado de la experiencia trinitaria
culminante sobre la vida intratrinitaria de las Divinas Personas que lo escribe apenas un año antes de su
muerte. Teresa es un profeta del Misterio de la Trinidad en nosotros, ella ha logrado introducir el dato
revelado en el corazón mismo de la vida cristiana.
El broche final de los Actos Conmemorativos del Traslado Fundacional del monasterio de San José y de
Nuestra Señora de la Calle, en un 26 de mayo de 1581, se celebró a las 22:00 horas con una procesión de
luz y una imagen de Santa Teresa portada en andas por cofrades de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de
Palencia, desde la parroquia de San Lázaro hasta el convento de las Claras, donde acto seguido comenzó
la Vigilia de Oración dirigida por Antonio Gómez Cantero, Administrador Diocesano, con la lectura de
textos de Santa Teresa por una cofrade de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia de
Palencia y un hermano de la Salle, intercalados con la actuación de una solista de la Escolanía Niños de
Coro de la S. I. Catedral de Palencia y la Adoración al Santísimo Sacramento ante la presencia de
numerosos fieles palentinos congregados, religiosos, sacerdotes, representación de la Hermandad de
Cofradías Palentina y cofrades de la Cofradía del Santísimo de Autilla del Pino, acompañados por las RR.
MM. Clarisas que desde el Coro Bajo siguieron los actos programados. Al igual que en su día, “Todo se
hizo con mucha solemnidad …” como nos dice la misma Teresa de Jesús en el Capítulo 29 del Libro de
las Fundaciones (F 29,29).
Palencia, Diario Palentino: Mª del Rosario Diez y Jorge Liébana
El „extremismo‟ de Teresa de Jesús
MJ / 2 días ago
“No existe Dios”. Esta frase la podemos leer en la Biblia, concretamente, en el Salmo 53, 1, pero está
claro que no responde al punto de vista del autor bíblico. De hecho, el versículo continúa citando al
responsable de esa negación: ―Dice el necio en su corazón‖. Sin embargo, alguien podría hacerla circular,
incluso con su referencia al texto bíblico, con la excusa de que aparece escrita en él.
Comienzo con este ejemplo tan claro para introducir algo que en los estudios lingüísticos es comúnmente
aceptado: a veces, el enunciador (la voz que escuchamos o leemos en un texto) cede la palabra a otros
locutores, a través de citas directas o indirectas, a través de alusiones al discurso de otros. Es lo que se
conoce como polifonía discursiva.
A lo largo de este tiempo del V Centenario, asistimos a una masiva puesta en circulación de citas de santa
Teresa de Jesús, frecuentísimas en las redes sociales. Unas son auténticas, otras son falsas atribuciones.
Lo comentábamos en una publicación de este blog del año pasado.
Estos días, sin ir más lejos, en la red social Twitter, se compartía una de esas supuestas citas teresianas.
No era la primera vez que la veía resaltada así, naturalmente, pero la vi citada una y otra vez, contagiados
unos usuarios de otros, y ello me ha animado a escribir estas líneas aclaratorias. Esta es la frase en
cuestión:
“No son buenos los extremos, aunque sea en virtud”
Aparentemente, su contenido se podría corresponder con el estilo teresiano de humanismo, libertad,
tolerancia, apertura mental, antidogmatismo…Y quizá por eso no nos choque cuando la leemos atribuida
a ella. Sobre todo, porque, de hecho, la frase aparece escrita en un libro suyo, su obra cumbre: las
Moradas.
Este es el contexto en el que aparece la frase en cuestión, tomada de las primeras Moradas, capítulo
segundo:
10….metidos siempre en la miseria de nuestra tierra, nunca la corriente saldrá de cieno de temores, de
pusilanimidad y cobardía: de mirar si me miran, no me miran; si, yendo por este camino, me sucederá
mal; si osaré comenzar aquella obra, si será soberbia; si es bien que una persona tan miserable
trate de cosa tan alta como la oración; si me tendrán por mejor si no voy por el camino de todos;
que no son buenos los extremos, aunque sea en virtud; que, como soy tan pecadora, será caer de
más alto; quizá no iré adelante y haré daño a los buenos; que una como yo no ha menester
particularidades.
11.¡Oh válgame Dios, hijas, qué de almas debe el demonio de haber hecho perder mucho por aquí! Que
todo esto les parece humildad, y otras muchas cosas que pudiera decir, y viene de no acabar de
entendernos; tuerce el propio conocimiento y, si nunca salimos de nosotros mismos, no me espanto, que
esto y más se puede temer. Por eso digo, hijas, que pongamos los ojos en Cristo, nuestro bien (1M 2, 10-
11).
Como se puede observar, en el párrafo 10 hay toda una cascada de expresiones que Teresa escucha y que
ella considera excusas para no avanzar en el camino espiritual, para no adentrarse en el castillo interior y
alcanzar la cumbre del amor, en la última estancia, donde mora Dios. Teresa ridiculiza esos miedos que,
aunque aparecen bajo capa de humildad, nada tienen que ver con esta. Por eso, Teresa se referirá con
frecuencia a la ―verdadera humildad‖ (C 4,4), frente a la falsa, fuente de autoengaño. En efecto, esa
supuesta humildad lleva a la persona a creer que no está hecha para grandes conquistas, que se debe
contentar con hacer lo que hace la mayoría, porque, si se cae desde más arriba, el golpe y el escándalo es
mayor.
En medio de esas frases, escudos protectores y paralizantes, aparece la que nos ocupa: “…que no son
buenos los extremos, aunque sea en virtud”. Teresa de Jesús no es quien pronuncia esta frase, ni está
de acuerdo con ella. Se trata de una cita irónica. La Madre introduce unas palabras que manifiestan un
punto de vista distinto del suyo, del que se disocia y se burla implícitamente. Por eso sostengo que la cita
está incorrectamente atribuida a ella, aunque aparezca en una obra suya.
Entonces –cabría pensar– ¿es que Teresa de Jesús está a favor del ―extremismo‖? No se trata de eso, ni
mucho menos. Bien lo atestiguan su vida y su obra. En muchas ocasiones le tocó lidiar contra el
rigorismo y defender con fuerza la virtud frente a las penitencias fanáticas que comenzaron a proliferar en
la naciente descalcez, sobre todo entre los varones.
Pero Teresa es una mujer de grandes deseos («en esto de deseos siempre los tuve grandes» V 13, 6), y esa
frase, en cambio, la invoca quien, en lugar de volar como águila, se contenta con andar como ―pollo
trabado‖ (V 39, 12).
Supongo que la cita seguirá divulgándose así, atribuida a ella. Pero he querido poner mi granito de arena
para contribuir a un mejor entendimiento de la enseñanza de esta extraordinaria maestra de vida
espiritual, primera doctora de la Iglesia.
Maria José Pérez, ocd
CARTA ABIERTA DESPUÉS DE LAS
ELECCIONES
EMMA MARTÍNEZ OCAÑA, emmaocana@gmail.com
MADRID.
ECLESALIA, 29/05/15.- Lo primero que quiero expresar es la alegría por el clima de normalidad
democrática con la que la ciudadanía española hemos salido a votar.
Me hubiera gustado una participación mayor, siento que aún no hemos tomado suficientemente en cuenta
lo importante que es decir con el voto nuestra palabra. Es cierto que un número muy grande de españoles
fuera de nuestro país no han podido votar, negándoles con ello un derecho fundamental, sólo espero que
eso se pueda subsanar para las elecciones generales.
Me estoy quedando perpleja y escandalizada de las afirmaciones de algunas personas como Esperanza
Aguirre, Barcina, Hernando, Rita Barberá, nuestro ministro de Interior… personas que en principio no
tendría por qué negarles su condición de demócratas pero, visto lo visto, ya lo estoy dudando seriamente.
Entiendo que les cueste asumir el fracaso rotundo y el descalabro en estas elecciones, que sólo el PP
negaba y parecía ignorar, en la calle el tema estaba muy claro. Entiendo su desconcierto porque no
estaban en la realidad sino en sus fantasías.
El miedo es libre, no seré yo quien demonice el miedo, pero sí protesto y denuncio que se utilice el
miedo, con acusaciones falsas, con claras calumnias y mentiras, con verdades a medias, con el fantasma
del miedo… para intentar torcer la voluntad de una ciudadanía que ha votado libremente.
Puedo entender el miedo de quienes han utilizado el poder para enriquecerse, para privatizar y ayudar a
sus familiares y amigos (todos ellos muy patriotas) a llevarse sus millones fuera del país para no pagar
aquí los impuestos; el miedo a que se vayan acabando las amnistías y los paraísos fiscales, que se acaban
―los sobres de sobresueldo‖, tarjetas de libre disposición, comisiones múltiples, comilones a cuenta del
erario público… ¡claro que entiendo eso miedo! Pero me alegro que todo eso se acabe, porque es un
escándalo y un robo que ha arruinado al país.
¿Miedo a quienes llaman “antisistema”? No entiendo muy bien qué quieren decir con eso. Si con eso
quieren decir que los que han ganado están contra este sistema neoliberal, capitalismo de casino, donde
predomina el terrorismo financiero, un sistema que el Papa Francisco ha nombrado como sistema
―criminal‖ ―que provoca miles de muertos‖, ―millones de sobrantes‖…yo también soy anti-este-sistema.
Y me cuesta creer que haya cristianos que apoyan un sistema así.
Si algo ha sido esencial en el proyecto de Jesús fue la defensa de los excluidos, marginados, explotados y
su denuncia de las causas de estas situaciones. Por eso lo mataron, por luchar por la justicia, por lo mismo
que mataron a Monseñor Romero y a tantas personas que han dado su vida por defenderla.
¿Dónde está lo peligroso de querer parar los desahucios mientras no haya una alternativa habitacional;
que se quiera proponer una renta mínima para poder vivir con una mínima dignidad; que se quiera subir el
salario mínimo porque es uno de los más bajos de Europa; que se prohíba cortar la luz y el gas cuando la
situación económica no permite poder pagarlo; que se suban los impuestos a las rentas más ricas al nivel
europeo? ¿A qué peligro de desestabilización pueden llevar esas medidas cuando se ha malgastado
nuestro dinero, se ha robado a espuertas, se han hecho obras faraónicas que no han servido para nada más
que para traer ruina, paro, pobreza, injusticia? ¿Dónde está lo peligroso de que los cargos de Podemos y la
misma Ada Colau quiera bajarse su sueldo, renunciar a las dietas, a los coches oficiales, a todos los
privilegios?
Claro, lo peligroso es que la ciudadanía podamos comparar estas conductas con las de quienes, no sólo
no hacen esto, sino que utilizan el cargo público para enriquecerse mientras están en él y después a través
de las puertas giratorias se pasan a empresas privadas, que deberían estar al servicio de la gente y no
sólo no lo están sino que dan unos sueldazos a quienes en el poder les han favorecido.
Desde aquí hago una llamada a quienes quieran escucharme: BASTA YA.
Basta ya de asustar, de mentir, de calumniar, de actitudes antidemocráticas que sólo conducen a la
violencia, al odio, al rencor, a alimentar viejas heridas y fantasmas. ¿Es eso lo que se busca en el fondo?
Quiero creer que no.
―Algo nuevo está naciendo, no lo veis‖ decía el profeta Isaías, dejémoslo crecer y ―por sus frutos los
conoceréis‖ como decía el profeta de Nazaret. Lo que es intolerable es querer abortar la vida que en estos
tiempos nuevos está naciendo. Hay muchas maneras de abortar… no lo olvidemos.
Yo al cambio que vislumbro no le tengo miedo, sí me daría mucho miedo que todo siguiera igual, que
la impunidad, el pillaje, el sálvese el que pueda, la corrupción, los desahucios, el hambre, la desnutrición
de nuestros niños, la privatización de los servicios públicos, la desigualdad creciente (tal como acaba de
confirmar el INE) continuase para beneficio de unos pocos.
Felicito a todos los partidos ganadores, a cada una de las personas que limpiamente han conseguido
ganar, felicito sobre todo a aquellos partidos, colectivos, mareas que con muy poco dinero han mostrado
que se puede hacer campaña de otra manera: con ilusión, creatividad, trabajo en común, colaboración. Si
han sabido hacer campaña de una manera distinta, también espero que puedan gobernar de otra manera.
Yo les doy mi voto de confianza, el tiempo dirá si estaba o no equivocada, pero me doy derecho a
equivocarme a favor de la vida, de quienes defienden una mayor justicia social, denuncian la corrupción,
se bajan el sueldo para crear una asociación para impulsar proyectos de emprendedores con incidencia
social…
¡Suerte amigas y amigos! Yo estoy contenta con el resultado de estas elecciones y os felicito (Eclesalia
Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
RUTILIO DESPUÉS DE ROMERO. En
noviembre llega a Roma la causa de
beatificación del sacerdote asesinado tres
años antes que el nuevo beato
Una salvadoreña invocando al nuevo beato | Foto: Francisco Rubio
por Alver Metalli
San Salvador
Del beato Romero a Rutilio Grande sin solución de continuidad. Dos días después de la ceremonia en la
plaza Salvador del Mundo, cuando todavía no se han desmontado las pantallas gigantes en las calles
céntricas de San Salvador y una legión de periodistas e invitados peregrina a los lugares romerianos,
Rafael Urrutia está en su pequeña oficina del arzobispado, a pocos metros del seminario San José de la
Montaña. Allí también se encuentran la sede del semanario Orientación y la idea de resucitar Radio
Ysax, los dos medios de comunicación que en una época estuvieron dirigidos por el beato Romero. El
escritorio de Urrutia parece sorprendentemente limpio, no hay carpetas ni legajos ni volúmenes, todas las
cosas que serían de esperar en el lugar donde se estudiaron los documentos de monseñor Romero durante
tantos años. Y la tarea no ha terminado. Una vez más Urrutia estará a cargo de la postulación de Rutilio
Grande, el jesuita salvadoreño asesinado tres años antes que su amigo arzobispo y que marcó de manera
decisiva su futuro y probablemente también su destino. ―Es imposible comprender a Romero sin
comprender a Rutilio Grande‖, afirmó monseñor Vincenzo Paglia, obispo postulador romano de la causa,
el mismo día que anunció la beatificación en la sala de prensa del Vaticano. Rutilio Grande García fue
asesinado el 12 de marzo de 1977 cuando se dirigía a su parroquia para celebrar misa. Junto con él
murieron un anciano y un adolescente, acribillados por un grupo de hombres que les tendieron una
emboscada. Se ocultaron a ambos lados de la ruta polvorienta que lleva a la casa parroquial de Aguilares,
en el pueblo natal del padre Rutilio, El Paisnal. Rutilio Grande tenía en ese momento 48 años y sus
acompañantes, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, 72 y 16 respectivamente. Fue Romero, un
Romero lleno de dolor, quien veló su cadáver y presidió la ceremonia fúnebre. Suspendió las misas en
toda la arquidiócesis en protesta por el crimen, para reemplazarlas por una sola celebración litúrgica en la
catedral. Hubo algunos que criticaron la decisión, pero a la convocatoria respondieron 150 sacerdotes
concelebrantes y más de cien mil personas, según las estimaciones de los diarios de la época. Frente a la
enorme y solemne multitud Romero recordó que ―en los momentos más importantes de mi vida él estuvo
muy cerca, y esos gestos no se olvidan nunca‖.
La muerte de Rutilio Grande marcará profundamente los últimos tres años de vida de Romero y la
dirección de los pasos sucesivos. ―Estamos introduciendo el proceso de beatificación de Rutilio Grande y
sus compañeros mártires, Nelson Rutilio y Manuel Solórzano‖, confirma Rafael Urrutia. El postulador,
con anteojos y una pequeña barba blanca, trabajará junto con el padre Edwin Henríquez, de la diócesis de
San Salvador, quien será el vice de la causa. Urrutia está convencido de que los tiempos del proceso
diocesano pueden ser breves. El trabajo, da a entender sin decirlo explícitamente, está bastante avanzado.
Después anticipa a Tierras de América: ―Esperamos terminar para el mes de noviembre‖. Uno demora en
comprender que no está hablando de 2016, sino de este mismo año. ―Queremos llevar todo a Roma el
primero de noviembre, que fue el día en que terminamos de preparar la causa de Romero‖.
Para hacer el anuncio no necesita ser adivino. Considera que el beato Romero es un buen protector y no
solo para el jesuita salvadoreño. ―Facilitará el camino de Rutilio‖, admite Urrutia. ―Creo que la historia de
Romero ha dejado una huella profunda en Roma‖. Y después de Rutilio ―todos los demás‖, agrega. ―Una
sola causa para todos‖, seminaristas, sacerdotes, catequistas asesinados antes y después que Romero. Pero
en ―todos los demás‖ no están incluidos los seis jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón
Cañas, Ellacuría y sus compañeros, asesinados el 16 de noviembre de 1989. ―Para ellos probablemente
habrá una causa aparte‖, aclara Urrutia. Y eso no es todo. Nombra al predecesor inmediato de Romero,
monseñor Luis Chávez y González, tercer arzobispo de San Salvador –―un hombre santo‖- y a Arturo
Rivera y Damas, salesiano, quien tomó el lugar de Romero cuando murió, ―un verdadero confesor‖.
Arturo Rivera y Damas colaboró activamente con Romero y mantuvo con él una relación de amistad
personal. En las votaciones internas de la Conferencia Episcopal se alineaba siempre con él. Apoyó
también el trabajo de Rutilio Grande en las zonas rurales de la arquidiócesis, de las que era obispo
auxiliar. Un mes después del asesinato de Romero, en abril de 1980, Juan Pablo II lo nombró
administrador apostólico de la arquidiócesis de San Salvador y más tarde lo confirmó como obispo el 28
de febrero de 1983. Participó en las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla e inició la causa
de beatificación de Romero. Durante los años de su gobierno se produjo la masacre de los jesuitas de la
UCA, hasta que un infarto terminó su vida el 26 de noviembre de 1994. ―Trabajaría con inmenso placer
en la causa de Rivera y Damas, a quien quiero muchísimo‖, declara Urrutia. Él hubiera querido que las
dos figuras, la de Romero y la de Rivera y Damas, estuvieran más unidas en estos días de memoria y
celebración. ―Es una cuestión de justicia y una manera de agradecer como corresponde a este obispo
extraordinario‖.
En cuanto a Romero y su futura canonización, Rafael Urrutia desmiente que haya algo ―fuerte‖, ―algo de
peso, algo sólido‖ que merezca ser profundizado desde el punto de vista médico-científico. Durante la
beatificación de Romero se hablaba de manera no oficial del caso de un joven salvadoreño de veinte años,
emigrado a Milán, y de una religiosa costarricense; el primero había caído del décimo piso del edificio
donde trabajaba y la segunda gravemente enferma. Los dos casos ya fueron ―estudiados‖, aseguraba la
fuente, que en su momento estuvo relacionada con la causa de Romero pero deseaba permanecer
anónima. ―Ambos se deben a la intercesión de Romero y ambos resultaron inexplicablemente ilesos
cuando fueron sometidos a los estudios médicos‖. Pero Urrutia no lo confirma, solo concede un ―todavía‖
que deja abierta la posibilidad. ―Todavía no nos han enviado nada‖. Un milagro extraordinario,
sobrenatural‖, agrega, ―no tenemos‖. La lista de las gracias recibidas está pegada en la pared frente a la
capilla de la Divina Providencia y sigue creciendo todos los días. Trabajos conseguidos, curaciones,
nacimientos, reunificaciones familiares, nada extraordinario según los parámetros que maneja la
Congregación para los Santos. ―En los próximos días haremos un llamamiento al pueblo a través de
nuestro periódico Orientación‖, anticipa Urrutia. ―Para que cualquier persona que haya obtenido una
gracia invocando a Romero nos avise sobre del caso‖.
Sin embargo, hay algo que no figura en la multitud de crónicas de estos días. Los restos de Romero
fueron sepultados en la cripta de la catedral de San Salvador y son la meta de una peregrinación
prácticamente ininterrumpida. Las vísceras, en cambio, fueron sepultadas en el jardín de la casa donde
vivía Romero, el hospitalito, a pocos metros de la capilla donde celebraba misa y donde fue asesinado.
Las hermanas que se ocupaban de atenderlo las pidieron y les fueron entregadas cuando embalsamaron el
cuerpo. En 1993, en ocasión del segundo viaje de Juan Pablo II a El Salvador y previendo una visita al
lugar del martirio, las religiosas construyeron una gruta colocando en ella una imagen de la Virgen de
Lourdes y desenterraron los restos que custodiaban para que el ilustre visitante pudiera venerarlos. Se
comprobó –atestiguado por un acta notarial, pericias y fotografías- que al cabo de 13 años no habían
sufrido el natural proceso de corrupción, sobre todo tratándose de tejidos internos del cuerpo humano. Las
vísceras fueron colocadas nuevamente en la urna y se las volvió a enterrar en la base de la gruta.
San Romero de las Américas
Asesinato-arzobispo-Oscar-Romero
Se cumple hoy justamente una semana desde que San Romero de las Américas fue institucionalmente
beatificado en El Salvador.
Más importante que hablar de él es hablar como él.
Por eso pienso que es bueno engastar nuestro recuerdo de San Romero, con una memoria refrescada de
algunas de las palabras identificadoras de su ejercicio concreto de santidad.
Helas a continuación:
―A mí me toca ir recogiendo atropellos, cadáveres y todo eso que va dejando la persecución de la
Iglesia‖. (Aguilares, 19 de junio de 1977).
―He comprendido una vez más que mi vida no me pertenece a mí sino a ustedes‖. (Al celebrar sus 60
años, 24 de julio de 1977).
―Yo sé que he caído mal a mucha gente, pero sé que he caído muy bien a todos aquellos que buscan
sinceramente la conversión de la iglesia que somos todos‖. (21 de agosto de 1977). ―Queremos ser la voz
de los que no tienen voz, para gritar contra tanto atropello contra los derechos humanos‖. (28 de agosto de
1977).
―Jamás me he creído líder de ningún pueblo, porque no hay más que un líder, Cristo Jesús. Jesús es el
centro de la esperanza‖. (28 de agosto de 1977).
―Les confieso mi emoción al ser recibido por ustedes con ese cariño tan propio de nuestro pueblo‖.
(Huizúcar, 29 de septiembre de 1977).
―Todos necesitamos convertirnos. Yo, que les estoy predicando, soy el primero que necesita conversión‖.
(23 de octubre de 1977).
―El pastor tiene que estar donde está el sufrimiento a llevar la palabra de consuelo a los que sufren‖. (30
de octubre de 1977).
―Esta semana se me horrorizó el corazón cuando vi a la esposa con sus nueve niñitos pequeños que
venían a informarme. Según ella encontraron a su esposo con señales de tortura y muerte. Yo creo que el
que comete un crimen de esa categoría está obligado a la restitución. Es necesario que tantos hogares que
han quedado desamparados como este reciban la ayuda. El criminal que desampara un hogar tiene
obligación en conciencia de ayudar a sostener ese hogar‖. (Dulce Nombre de María, 20 de noviembre de
1977).
―predicación que no denuncia el pecado, no es predicación del evangelio‖ (Homilía 2/01/1978).
―la ley es como una culebra, solo muerde a los que andan descalzos‖ (Homilía 5/02/1978);
No ser ―cómplices de esa máquina que está haciendo cada vez más gente pobre, marginada e indigente‖
(Homilía 16/12/1979).
―Los pobres han marcado el verdadero caminar de la Iglesia. Una Iglesia que no se une a los pobres para
denunciar desde los pobres las injusticias que con ellos se cometen, no es verdadera Iglesia de Jesucristo‖
(17/2/1980).
―Les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios y de este sufrido pueblo, cese la represión‖
(Homilía 23/03/1980).
―Un Dios que está allá en los cielos y que ha dejado la tierra a los hombres, no es exacto‖ (Mons.
Romero, marzo de 1980).
―Así concreto mi consagración al corazón de Jesús que fue siempre fuente de inspiración y alegría
cristiana en mi vida. Así también pongo bajo su providencia amorosa toda mi vida y acepto con fe en Él
mi muerte por más difícil que sea. Ni quiero darle una intención como lo quisiera por la paz de mi país y
por el florecimiento de nuestra iglesia, porque el corazón de Cristo sabrá dar el destino que quiera. Me
basta para estar feliz y confiado saber con seguridad que en Él está mi vida y mi muerte; que a pesar de
mis pecados en Él he puesto mi confianza y no quedaré confundido y otros proseguirán con más sabiduría
y santidad los trabajos de la Iglesia y de la Patria‖ (1980, un mes antes de ser asesinado).
―Una iglesia que no provoca crisis, un Evangelio que no inquieta, una palabra de Dios que no levanta
roncha como decimos vulgarmente, una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad en
que está anunciándose, ¿qué Evangelio es ése?‖
―El pueblo es mi profeta‖, y como recuerda Miguel Cavada, decía: ―no se aparten del pueblo‖.
―Cada uno de ustedes debe ser un micrófono de Dios‖.
―El mundo de los pobres son características sociales y políticas bien concretas, nos enseña dónde debe
encarnarse la iglesia para evitar la falsa universalización que termina siempre en convivencia con los
poderosos‖.
―Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello contra los derechos
humanos. Que se haga justicia, que no queden impunes tantos crímenes manchando a la patria, al ejército.
Que se reconozca quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a las familias que quedan
desamparadas‖.
―Mi otro temor es acerca de los riesgos de mi vida. Me cuesta aceptar una muerte violenta que en estas
circunstancias es muy posible, incluso el Sr. Nuncio de Costa Rica me avisó de peligros inminentes para
esta semana. El padre me animó diciéndome que mi disposición debe ser dar mi vida por Dios cualquiera
que sea el fin de mi vida. Las circunstancias desconocidas se vivirán con la gracia de Dios. Él asistió a los
mártires y si es necesario, lo sentiré muy cerca al entregarle el último suspiro. Pero que más valioso que el
momento de morir es entregarle toda la vida y vivir para Él‖.
―Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño‖.
―el Papa no ha hablado sobre la cuestión social, el Papa ha hablado sobre esto, esto y esto‖.
―el Magisterio de la Iglesia es mi criterio de actuación‖.
―Señor, Tú eres todo y yo soy nada, pero con tu todo y mi nada vamos a hacer mucho‖.
―En el corazón de cada persona hay una pequeña celda donde Dios para y baja a conversar con el hombre
y tenemos audiencia con Dios cada vez que queramos‖. Y luego da una definición de oración que a mí me
gusta mucho. Dice: ―la oración es la cumbre de la perfección humana‖.
Cerramos este brevísimo recuento de citas de San Romero con otras dos, referidas a él, del también
mártir Ignacio Ellacuría:
―Con Monseñor Romero Dios pasó por El Salvador‖,
―Típico del hombre nuevo movido por el espíritu
es que su motor
no es el odio
sino la misericordia
y el amor, porque ve en todos a hijos de Dios
y no a enemigos
por destruir‖
Txelis.
Karrantza Harana, 30 de mayo de 2015
Como Patio de Colegio
Puede ser que esto que viene sea sacar las cosas, al menos algo de su quicio. Pero cuando ayer mismo
atravesé el patio de un colegio, se me vino a la mente ese patio de medio millón de kilómetros cuadrados
que es España, con muchos de nuestros políticos en corros cambiando sus cromos, haciendo acuerdos de
pandillas y queriendo ganar lo que sea a toda costa en el intercambio.
Puede ser que sea inevitable a la vista del reparto de votos. El domingo pasado anunciaba yo de
madrugada que, a la vista de los resultados, los ganadores de votos iban a ser los perdedores de poder y
los menos votados iban a ser los más decisivos en el reparto. Así se explica el revuelo en este patio
gigantesco de ayuntamientos y autonomías.
Y este juego me parece democrático y lógico si las alianzas se hacen por el bien de los ciudadanos; hasta
me resultaría altamente ejemplar si un partido cede a cambio de nada. Pero en general la práctica es
justamente la contraria, de forma que en estos días, como si fuera un panorama normal y homologado, se
esparcen por el patio político los odios y las presiones, los amagos y las amenazas, el hambre de poder y
la sed de cargos públicos, el olvido de las ideas y de la gente y el ansia de cualquier puesto, banco,
banqueta, bancada, sillón, silla, sillín o silletín…, que todo vale para sentarse y asentarse.
Por este vaivén de manipulaciones la Asamblea griega, a base de “óstraka”, aquellas tejuelas con el voto
inscrito, acabó votando el ostracismo, o sea el destierro, de Alcibíades por diez años. Era el siglo V antes
de Cristo y era el Alcibíades, negociador de lo que fuera y se terciara, que, sin que tenga nada que ver,
escandalizó a la sociedad ateniense al ser el primero en pasear por el ágora con un perro atado. A este
perro alude el dicho “el perro de Alcibíades‖ que se aplica en política a toda cortina de humo que se
suelta para distraer a la gente del problema principal. Todavía hoy sigue sucediendo.
Y al volver al artículo (¿habrá un día en que pueda escribir un articulillo como éste de un golpe y por
derecho?), vengo con una información que acabo de escuchar con el corazón encogido: está a punto de
ser cerrado por Kenia (razones políticas y económicas) el campamento de refugiados de Dadaab, el mayor
de África con medio millón de personas al borde de nada; Fatuma (parece rigurosa y real la noticia) con
sus catorce años de muerte y sed a cuestas aguanta cada día más de 10 horas con un bidón en sus manos a
la orilla de una carretera de tierra esperando que algún camión que pase junto al campamento pare y le dé
unos litros de agua. Y así todos los días… Ahora a vagar y morir por los duros campos de Kenia sin el
mínimo refugio del campamento. Que muera pronto y en paz.
Y ahora me digo, entre esto y aquello, que estamos locos.
Ah, volviendo a aquello comunico a mis amigos y conocidos que he comprado, a bajo precio, una especie
de etiqueta, bien visible y reciclable, que pone SOCIALDEMÓCRATA, así en mayúsculas para que todo el
mundo lo sepa. Me dijo el vendedor que entre mayo y junio espera hacer su agosto. ¡Y esto pasa cuando
estaba anunciado desde hace años el crepúsculo de las ideologías!
Y sigo pensando que estamos bastante locos…
Siempre es posible corregirse y volver a
empezar
Leonardo Boff, 30-Mayo-2015
No toda crisis, ni todo caos son necesariamente malos. La crisis acrisola,
funciona como un crisol que purifica el oro de las gangas y lo libera para un nuevo uso. El caos no es solo
caótico; también puede ser generativo. Es caótico porque destruye cierto orden que no atiende las
demandas de un pueblo; es generativo porque a partir de un nuevo reajuste de los factores, inaugura un
nuevo orden que hace mejor la vida del pueblo. Dicen algunos cosmólogos que la vida surgió del caos.
Este organizó internamente los elementos de alta complejidad y de esta complejidad hizo surgir la vida en
la Tierra y más tarde nuestra vida consciente (Prigogine, Swimme, Morin y otros).
La actual crisis política y el caos social obedecen a la lógica descrita arriba. Ofrecen una oportunidad de
refundación del orden social a partir del caos social y de los elementos depurados de la crisis. Como en
Brasil hacemos todo a medias y no concluimos casi ningún proyecto (independencia, abolición de la
esclavitud, la república, la democracia representativa, la nueva democracia post dictadura militar, la
amnistía) existe el riesgo de que perdamos nuevamente la oportunidad de hacer algo realmente profundo
y cabal, o continuaremos con la ilusión acostumbrada de que poniendo esparadrapos curamos la herida
que gangrena la vida social desde hace tanto tiempo.
Antes de cualquier iniciativa nueva, el PT, que hegemonizó el proceso nuevo en la política brasilera, debe
hacer lo que hasta ahora no ha hecho: una autocrítica pública y humilde de los errores cometidos, de no
haber sabido usar el poder realmente como instrumento de cambios y no de ventajas corporativas y de
haber perdido la conexión orgánica con los movimientos sociales. Necesita hacer su mea-culpa porque
algunos con poder traicionaron a millones de afiliados al haber manchado y rasgado su principal bandera:
la moralidad pública y la transparencia en todo lo que hicieran. Aquel pequeño puñado de corruptos y de
ladrones del dinero público dentro de Petrobras que traicionaron a más de un millón de afiliados al PT y
avergonzaron a la nación, deberán ser borrados de la memoria.
Cito a frei Betto que estuvo dentro del poder central y que ideó Hambre Cero. Al darse cuenta de los
desvíos, dejó el gobierno comentando: «El PT en 12 años no promovió ninguna reforma de la estructura,
ni agraria, ni tributaria, ni política. ¿Había alternativa para el PT? Sí, si no hubiese arrojado su
garantía de gobernabilidad en los brazos del mercado y del Congreso; si hubiese promovido la reforma
agraria, para hacer a Brasil menos dependiente de la exportación de materias primas, y favorecido más
el mercado interno; si osase hacer la reforma tributaria recomendada por Piketty, priorizando la
producción y no la especulación; si hubiese, en fin, asegurado la gobernabilidad prioritariamente
mediante el apoyo de los movimientos sociales, como hizo Evo Morales en Bolivia… Si el gobierno no
vuelve a beber en su fuente de origen –los movimientos sociales y las propuestas originales del PT– las
fuerzas conservadoras volverán a ocupar Planalto».
Y ahora concluyo yo: hemos echado a perder la revolución pacífica y popular hecha a partir de 2003
cuando ocurrió no un cambio de poder sino el cambio de la base social que sustenta el Estado: el pueblo
organizado, antes al margen y ahora puesto en el centro. El PT puede soportar el rechazo de los
poderosos. Lo que no puede es defraudar al pueblo y a los humildes que tanta confianza y esperanza
pusieron en él. Y muchos, como frei Betto y yo, que nunca nos inscribimos en el PT (preferimos el todo y
no la parte que es el partido), pero siempre apoyamos su causa, por verla justa y afín a las propuestas
sociales de la Iglesia de la Liberación, sentimos abatimiento y decepción. No tenía por qué ser así. Y lo
fue por inmoralidad, por falta de amor al pueblo y por la ausencia de conexión orgánica con los
movimientos sociales.
No por eso desistiremos. En el espectro político actual no vislumbramos ningún proyecto que huya de la
sumisión al capitalismo neoliberal, que haga a la sociedad menos malvada y que presente líderes
confiables que mejoren la vida del pueblo. La vida nos enseña y las Escrituras cristianas no se cansan de
repetir: quien cayó siempre puede levantarse; quien pecó siempre puede redimirse después de una clara
conversión al primer amor. Hasta se dice que quien estaba muerto puede ser resucitado, como Lázaro y el
joven de Naín.
El PT tiene que volver a comenzar desde allá abajo, humilde y abierto a aprender de los errores y
de la sabiduría del pueblo trabajador. Son válidos todavía los ideales primeros: inclusión social de
millones de marginados, desarrollo social con distribución de la renta y redistribución de la riqueza
nacional, cuidado de la naturaleza con sus bienes y servicios amenazados y la siempre ansiada justicia
social. Pero todo esto no podrá sostenerse si no viene acompañado de una reforma política, tributaria y
fuerte inversión en la agroecología, dada la imposibilidad actual de hacer la reforma agraria.
Para que eso ocurra, necesitamos creer en lo justo de esta causa; fortalecerse frente a la batalla que será
entablada contra el PT por aquellos que viven batiendo ollas llenas, que nunca quieren cambios por
miedo a perder beneficios; pero sin usar jamás las armas que ellos usan –mentiras y distorsiones– sino las
que ellos no pueden usar: la verdad, la transparencia, la humildad de reconocer los errores y la voluntad
de mejorar día a día, de querer un Brasil soberano y un pueblo feliz porque es lo justo, no más destinado a
penar en las periferias existenciales sino a brillar. Sigue siendo válido lo que Don Quijote sentenciaba:
«no hay que aceptar las derrotas sin dar antes todas las batallas».
Leonardo Boff es teólogo, ecólogo y escritor, vea La Gran Transformación, Madrid, Nueva
Utopía 2014.
Leer los signos de los tiempos
Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - Lunes,
25 de mayo de 2015
Existe una historia que se cuenta acerca de Anna
Akhmatova, poetisa rusa, que solía ir cada sábado por
la mañana y hacer cola fuera de una prisión de San
Petersburgo, donde, junto con otras mujeres, confiaba
dejar cartas y paquetes para los seres queridos que
habían sido arrestados durante las purgas de Stalin.
Las colas eran interminablemente largas, las mujeres
eran cruelmente tratadas por los guardias y ni siquiera
sabían si sus seres queridos estaban aún vivos o si las
cartas y paquetes que dejaban serían entregados en
alguna ocasión. Su espera era un ejercicio de
frustración. Un sábado, esperando de esa manera,
Akhmatova fue reconocida por otra mujer. Ésta se le acercó y dijo: ―Tú eres una poetisa, ¿puedes
describir lo que está pasando aquí?‖ Respondió: ―Sí, puedo.‖ Entonces, ellas dos se cruzaron una sonrisa
cómplice.
¿Qué había sucedido aquí? ¿Qué pasó entre estas mujeres en esa cómplice sonrisa?
Hay algo muy importante en poner nombre a las cosas. Poder nombrar y describir algo es un acto político,
La posada del silencio nº 95, curso vi
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  • 1. VÍDEO DE HOY: Testimonio personal de fray Ignacio, misionero dominico en la zona Las llegadas irregulares a España suben un 62% en 2014 a pesar del incesante refuerzo fronterizo El repunte más pronunciado, del 77%, se da en Ceuta y Melilla, debido a la llegada de 3.305 refugiados sirios, según el informe La entradas irregulares totales de refugiados e inmigrantes a España en 2014 alcanzaron las 12.037 personas Las cifras siguen siendo muy bajas en comparación con las llegadas a otros países europeos Desalambre - /Europa Press 29/05/2015 - 18:55h Imagen de archivo del paso fronterizo de Melilla, por donde suelen cruzar los refugiados sirios a la ciudad autónoma/ Efe
  • 2. A pesar de las incesantes políticas de control fronterizo, las llegadas irregulares a España de inmigrantes y refugiados han aumentado en 2014 un 62%, lo que hace un total de 12.037, según el 'Balance 2014 de la lucha contra la Inmigración Irregular' publicado este viernes por el Ministerio del Interior. El repunte más pronunciado, del 77%, se produce en las ciudades autónomas motivado por el incremento de las llegadas de sirios por los pasos fronterizos. Las cifras siguen siendo mínimas en relación a otros países europeos. Como ha ocurrido en todos los países de la UE pero en niveles muy inferiores, las llegadas a España por la vía irregular han aumentado motivadas en gran medida por el recrudecimiento de las emergencias humanitarias. En 2014, 3.305 refugiados de origen sirio han alcanzado Ceuta y Melilla cruzando la frontera con Marruecos, frente a las 273 del año anterior. Debido a este repunte, las ciudades autónomas han registrado un incremento total de las entradas clandestinas del 77%, que ascienden a 7.485. De ellas, 2.269 personas lo hicieron a través de las vallas de Ceuta y Melilla, según Interior. Esta cifra no puede ser comparada con el dato desprendido por el Ministerio en su balance de 2013, ya que el informe, que presenta las cifras de forma confusa, no detallaba el número de refugiados e inmigrantes que accedieron a las ciudades autónomas a través del salto de ambos perímetros fronterizos. En el documento de este año, se desconoce cómo han accedido a las ciudades autónomas las 1.911 personas restantes, de las que se intuye que han alcanzado territorio español mediante embarcaciones o cruzando el paso fronterizo con pasaportes falsos o escondidos en vehículos. Durante 2014, llegaron a las costas de la Península, Canarias y Baleares (sin incluir Ceuta y Melilla) 4.552 inmigrantes irregulares frente a los 3.237 que lo hicieron en 2013, lo que supone un aumento del 40,6%, es decir, 1.315 más que en el mismo período del año pasado. En buena parte, viene motivado del repunte registrado en agosto de 2014, cuando 1712 personas cruzaron el Estrecho tras la supresión temporal del control fronterizo marroquí durante cerca de tres días, después de que la Guardia Civil española tuviese un encontronazo con el rey Mohamed VII, a quien pidió la documentación de la embarcación en la que viajaba. En Canarias también ha aumentado esta llegada de inmigrantes, en concreto, cien personas más que en 2013, lo que supone una subida del 51 por ciento. Pese a este incremento, Interior subraya que la tendencia decreciente se mantiene y no se ha visto alterada con respecto a años anteriores. Así, en 2006, con la denominada crisis de los cayucos, llegaron a las costas españolas 7.502 inmigrantes frente a los 4.256 que accedieron en 2014 a la Península, Baleares y Canarias. Expulsiones Por otra parte, el balance indica asimismo que España repatrió el año pasado a 20.993 inmigrantes, un 12% menos que en 2013. Interior explica esta caída en comparación con el aumento de las llegadas porque el grueso de las mismas eran de ciudadanos sirios, cuyo país lleva cuatro años en guerra. De estas repatriaciones, 8.109 se produjeron por denegación de entrada en puertos y aeropuertos, 1.067 fueron readmisiones a países de origen con los que existen convenios; 4.121 fueron devoluciones --figura de la Ley de Extranjería que se aplica con los interceptados en puestos fronterizos no habilitados--, y 7.696, expulsiones a través de expedientes administrativos derivados de la estancia ilegal en España. Del total de expulsiones llevadas a cabo en 2014 (7.696), 6.557 fueron cualificadas (el 85%), es decir, personas con algún antecedente lo que significa un aumento del 1% respecto del año anterior. El 15 por ciento restante, 1.139, fueron de personas que estaban en situación irregular en España. En cuanto a las iniciativas puestas en marcha en materia de migraciones, Interior destaca la creación de oficinas de asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, inauguradas este año, así como la "mejora de infraestructuras" en ambas localizaciones, donde se han incrementado las medidas de seguridad pasiva y las dotaciones policiales gracias a una ayuda extraordinaria europea de 10 millones de euros. Entre otras iniciativas, Interior da cuenta asimismo del "mayor despliegue de los sistemas ABC y API de control de pasajeros en puestos fronterizos establecidos en puertos y aeropuertos" y del incremento de capacidades en los medios marítimos de vigilancia: "Dotados de sensores optrónicos, radar y sistemas de
  • 3. comunicación vía satélite para el acceso desde alta mar a los servicios de vigilancia marítima, Centros de Control de Vigilancia Marítima y autoridades que intervienen en el control de la frontera exterior", señala. Sus enemigos son la malaria y la malnutrición Las enfermedades y el hambre son las mayores amenazas para los refugiados centroafricanos, una vez que han dejado atrás las balas Un programa de salud en Camerún trata de prevenir ambas  FOTOGALERÍA PlumpyNut, vacunas y agua limpia Alejandra Agudo Camerún 28 MAY 2015 - 11:40 CEST Las pautas saludables como lavarse las manos evitan la transmisión de parásitos o las diarreas. / BERNARDO PÉREZ Aissatou A., de 58 años, espera en una abarrotada, bulliciosa y calurosa sala de reparto de complementos alimenticios para los niños menores de cinco años a que el personal de Unicef y el Programa Mundial de Alimentos revise el estado de salud de su nieto, de dos. Su madre murió en la travesía hacia Camerún desde República Centroafricana (RCA) a finales de 2013, cuando la familia sufrió el primer estallido de violencia en su aldea. ―No quiero volver‖, zanja el relato de la huida la abuela. Tras su llegada a Timangolo, población al Este de Camerún cercana a la frontera con RCA, el pequeño sufrió malnutrición grave. "Por eso vengo aquí. Para prevenir que vuelva a caer enfermo", aclara la abuela. Como ellos, el 80% de los refugiados centroafricanos (más de 100.000 desde diciembre de 2013) que llegan a la región oriental de Camerún son mujeres y niños, grupos de población especialmente vulnerables a la malnutrición. También las comunidades de acogida, muy pobres, padecen altos índices de este problema de salud que pone en riesgo la vida y desarrollo de los más pequeños. Por eso, la ONU ha implementado un potente programa de lucha contra la malnutrición, grave y moderada, en la zona. Lo hace a través de las tres agencias competentes: Unicef (infancia), ACNUR (refugiados) y el PMA (Programa Mundial de Alimentos). Ellas son las encargadas del diagnóstico, reparto generalizado —a refugiados y locales— de complementos alimenticios a base de cacahuetes (PlumpyNut y PlumpySup) y el control de la efectividad de la acción. Dos centímetros de separación A. Agudo El bebé de 10 meses de Hapsey Abdoulaye sufre malnutrición grave. / Bernardo Pérez
  • 4. La cinta métrica se para en el rojo. Es muy mala señal. Las dos niñas, de 10 meses y cuatro años, de Hapsey Abdoulaye, refugiada centroafricana en Timangolo (Camerún) de 40 años ―más o menos‖, sufren malnutrición grave. La circunferencia de sus pequeños brazos mide menos de 11,5 centímetros, más de dos por debajo de lo que se considera un volumen mínimo de salud (12,6). ―Estoy enferma y desesperada porque no hay solución‖, se queja la madre sin estruendo. En febrero de 2014 llegó a Gbiti, un pueblo cercano a la frontera y punto de entrada de centroafricanos que huyen de la guerra. Allí se registró como refugiada en la oficina de Acnur y allí vivió hasta que alguien le avisó de que su marido, al que había perdido la pista en su atropellada huida de RCA, estaba en Timangolo. No lo dudó y en junio se trasladó a este poblado. Tardó dos meses en llegar de uno a otro, un largo periplo en el que comía lo que encontraba por el camino. ―Hojas o lo que fuera‖, apunta la mujer. Desde que se instaló en el nuevo asentamiento, no ha podido acceder a la distribución de comida porque no consta en el listado de beneficiarios. Y sus carencias alimentarias se han convertido en malnutrición severa en sus hijas. La pequeña, en sus brazos, busca desesperada el pecho de la madre. Y cuando lo encuentra, es en vano. No hay nada. Hapsey Abdoulaye sonríe mientras mira a su hija desconcertada cuando el doctor le mide el brazo. ―Me fui por la guerra y la violencia‖, comparte su historia. Ahora, el enemigo es otro. Primer paso: el papeleo. Después, le darán su lote de comida. Y un tratamiento de choque bajo supervisión médica con PlumpyNut para la bebé. "Cuando se inició este programa a principios de 2014, había una tasa de aproximadamente un 25% de menores de cinco años afectados. En los controles sobre la evaluación, realizados en diciembre, ese porcentaje se había reducido hasta un 4%", detalla Joseph Claude Amougou, trabajador de campo del Programa Mundial de Alimentos (PMA). El nieto de Aissatou forma parte de ese número de niños que ya no están en peligro. Le miden el brazo y el metro se para en la franja coloreada de verde. Está sano. Con todo, la mujer pasa a la zona de reparto del PMA para que le den suficientes bolsas de PlumpySup para añadir al menú diario del bebé durante un mes. Por prevención. Cuando los encargados de la revisión de la salud de los niños detectan un caso de malnutrición grave (un 25% del total de afectados), el itinerario es otro. Unicef se encarga de suministrarles el suplemento PlumpyNut. Durante 45 días, los pequeños deberán acudir diariamente al centro médico de este organismo para tomarse su bolsa de 92 gramos y 500 kilocalorías de este alimento terapéutico y que un médico le haga un reconocimiento. En uno de los habitáculos del hospital de Unicef, junto al punto de reparto de comida para los refugiados centroafricanos de Timangolo, una madre observa a su hija mientras el doctor la somete a un test de apetito. "A veces los niños sufren malnutrición porque no tienen ganas de comer y eso significa, en la mayoría de los casos, que tienen parásitos en el estómago", explica Mvongo Mbaria, responsable de Cruz Roja en este centro médico. ¿En qué consiste esta prueba? "Si no son capaces de comerse una bolsa entera de PlumpySup en una hora es que algo va mal‖, detalla el especialista. En ese caso, les tratan con medicamentos antiparasitarios. Además de encargarse de los casos graves de malnutrición, en este centro desarrollan otros programas de salud del que se beneficia toda la población. El doctor Nainga Semplice es el responsable de uno de ellos, pues su labor es inmunizar a los críos con una vacuna pentavalente, para prevenir la difteria, el tétanos (rigidez de mandíbula), la tosferina, la hepatitis B y la poliomielitis. Pero es otra enfermedad para la que todavía no hay vacuna la que más estragos causa en la población: la malaria. "Mata a muchas personas", advierte Amougou, del PMA. En el hospital de Gbiti, una de las aldeas de acogida y principal punto de entrada de refugiados centroafricanos, gestionado por las ONG Plan Internacional y Médicos sin Fronteras, atienden principalmente a niños, mujeres lactantes y embarazadas, los grupos más vulnerables al temido parásito. Ellos son los que llenan su sala de espera, una cuadrilátero de tierra delimitado por plásticos naranjas. ―Tienen malaria‖. La abuela, Salamatou D., de 60 años, ya sabe el diagnóstico de dos de sus seis nietos a su cargo, aunque todavía no les ha examinado un doctor. Esta refugiada conoce bien los síntomas y decidió acudir a la clínica para que los chiquillos reciban tratamiento. Pese a los esfuerzos por inculcar la costumbre de visitar la consulta médica ante la aparición de problemas de salud, no todos toman esa decisión y optan por quedarse en casa a pesar de la fiebre, los vómitos o la diarrea. Por eso, periódicamente, personal de centro de Gbiti recorre las aldeas de la zona en busca de enfermos. Los que están graves, son derivados a hospitales en las ciudades, apuntan. La prevención Una de las primeras pautas de vida saludable que se tratan de inculcar desde los centros de salud y puntos de reparto de alimentos en las aldeas que acogen a sus vecinos centroafricanos es la higiene. Así, un
  • 5. bidón de agua da la bienvenida a los refugiados en las instalaciones del Programa Mundial de Alimentos para la distribución de comida. Antes de entrar, deben lavarse las manos. ¿Por qué? ―Para que se acostumbren y aprendan gestos saludables‖, aclara Maarit Hirvonen, trabajadora del PMA en el país. También los que esperan su turno en el hospital de Unicef, reciben formación en este sentido. Un montón de carteles con dibujos son el apoyo visual para enseñar, por ejemplo, la importancia de lavarse las manos antes de comer o no beber agua sucia, para evitar diarreas o la transmisión de parásitos. Los rohingya, una de las minorías más perseguidas en el mundo Los refugiados del sudeste asiático viven marginados desde los graves disturbios interreligiosos de 2012 El País Madrid 28 MAY 2015 - 18:14 CEST Refugiados rohingyas esperan en un barco ser rescatados, en el mar de Andamán el pasado 20 de mayo. / S. Yulinnas (AP) ¿Quiénes son? La minoría birmana rohingya, de religión musulmana, se compone de unos 1,3 millones de personas. Muchos habitan en campos en las afueras de Sittwe, la capital del estado birmano oriental de Rakhine, que comparte fronteras con Bangladés. Son considerados una de las minorías más perseguidas del mundo por la ONU desde los graves disturbios interreligiosos de 2012. ¿Por qué los persiguen? En Myanmar (antigua Birmania) viven en condiciones miserables, sin derecho a poseer tierra, explotados y limitados en sus movimientos. El Gobierno en Naypyidaw les niega la ciudadanía, al considerarles inmigrantes ilegales bangladesíes aunque sus familias hayan vivido en Myanmar —un país de mayoría budista— durante generaciones. ¿Cuántos han huido de Myanmar? En los últimos tres años se han multiplicado los ataques contra ellos, en los que han muerto 280 personas y han quedado desplazadas cerca de 140.000, según los cálculos de las organizaciones pro derechos humanos. Según Arakan Project, una ONG que supervisa el flujo de inmigrantes rohingya en la bahía de Bengala desde hace más de una década, desde 2012 más de 100.000 rohingya han abandonado Myanmar. ¿Cuáles son sus aspiraciones? El sueño de la gran mayoría es poder huir hacia la prosperidad de Malasia, un país también de religión musulmana. La vía más habitual para conseguirlo hasta ahora era Tailandia. La fe verdadera hace milagros, los negocios no, dijo el Papa
  • 6. 2015-05-29 Radio Vaticana (RV).- La fe auténtica, abierta a los demás y al perdón, hace milagros. Que Dios nos ayude a no caer en una religiosidad egoísta y especuladora. Lo dijo el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Jesús condena el egoísmo espiritual Refiriéndose al Evangelio del día que propone ―tres modos de vivir‖ en las imágenes de la higuera que no da frutos, en los especuladores del templo y en el hombre de fe, Francisco explicó que ―la higuera representa la esterilidad, es decir una vida estéril, incapaz de dar cualquier cosa. Una vida que no fructifica, incapaz de hacer el bien‖: ―Vive para sí mimos; tranquilo, egoísta, no quiere problemas. Y Jesús maldice la higuera, porque es estéril, porque no hacía lo que debía para dar fruto. Representa a la persona que no hace nada para ayudar, que vive siempre para sí misma, a fin de que no le falte nada. Al final éstos se vuelven neuróticos, ¡todos! Jesús condena la esterilidad espiritual, el egoísmo espiritual. ‗¡Yo vivo para mí, que a mí no me falte nada y que los demás se las arreglen!‘‖. No hacer un negocio de la religión El otro modo de vivir – subrayó el Papa – ―es el de los explotadores, el de los especuladores del templo. Explotan incluso el lugar sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas, venden los animales para el sacrificio, también entre ellos tienen como un sindicato para defenderse. Y esto – recordó Francisco – no sólo era tolerado, sino incluso permitido por los sacerdotes del templo‖. Son ―aquellos que hacen de la religión un negocio‖. El Santo Padre recordó asimismo que en la Biblia está la historia de los hijos de un sacerdote que ―inducían a la gente a dar ofertas y ganaban tanto, incluso con los pobres‖. Y ―Jesús no ahorra sus palabras‖: ―Mi casa será llamada casa de oración. ¡Ustedes, en cambio, han hecho de ella una cueva de ladrones!‖: ―La gente que iba en peregrinación allí a pedir la bendición del Señor, a hacer un sacrificio: ¡allí, aquella gente era explotada! Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les daban la catequesis… Era una cueva de ladrones. Paguen, entren… Hacían ritos vacíos, sin piedad. No sé si nos hará bien pensar si entre nosotros sucede algo de este tipo en algún lugar. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios para beneficio propio‖. La fe que ayuda a los demás hace milagros El tercer modo de vivir es ―la vida de fe‖, como indica Jesús: ―Tengan fe en Dios. Si uno dijera a este monte ‗levántate y échate en el mar‘, sin dudar en su corazón, pero creyendo que cuanto dice va a suceder, eso sucederá. Todo lo que pedirán en la oración, tengan fe en que lo obtendrán y sucederá‘. Sucederá precisamente lo que nosotros pedimos con fe‖: ―Es el estilo de vida de la fe. ‗Padre, ¿qué debo hacer por esto?‘; ‗Pero pídele al Señor que te ayude a hacer cosas buenas, pero con fe. Sólo a una condición: cuando ustedes se pondrán a rezar pidiendo esto, si tienen algo contra alguien, perdonen. Es la única condición, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus culpas‘. Éste es el tercer estilo de vida. La fe, la fe para ayudar a los demás, para acercarse a Dios. Esta fe que hace milagros‖. La oración conclusiva del Papa Francisco fue: ―Pidamos hoy al Señor que nos enseñe este estilo de vida de fe y que nos ayude a no caer jamás, a nosotros, a cada uno de nosotros, a la Iglesia, en la esterilidad y la especulación‖. (María Fernanda Bernasconi - RV). “El amor de Cristo, nos impulsa a defender la vida de los más frágiles de la sociedad”, el Papa a la Asociación Ciencia y Vida 2015-05-30 Radio Vaticana
  • 7. (RV).- ―Cristo es la luz que ilumina el camino para que la ciencia esté siempre al servicio de la vida‖, exhortación del Obispo de Roma a los participantes en el Encuentro promovido por la Asociación Ciencia y Vida, a quienes recibió en Audiencia en la Sala Clementina del Vaticano. El congreso organizado por la Asociación Ciencia y Vida con ocasión del 10° Aniversario de fundación, tiene por objetivo reflexionar sobre los ―principios antropológicos y científicos de la bioética, con el fin de tutelar y promover la vida humana‖. Los descubrimientos de las investigaciones en ámbito de la tecno-ciencia, ponen el desafío de algunas cuestiones en relación a la vida humana – el nacimiento, la discapacidad, las enfermedades, la muerte – como objeto de reflexión y de interacción entre la filosofía, la ética y la ciencia. En sus saludos, el Santo Padre resaltó el servicio que viene realizando esta Asociación en favor de la promoción de la vida humana y los animó a seguir practicando las actitudes de ―apertura, atención y proximidad al hombre en cada situación concreta‖. En este sentido subrayó el Papa, es importante ―salir para encontrar y encontrar para sostener‖. El amor de Cristo, dijo el Pontífice, nos impulsa a ser servidores de los pequeños y de los ancianos, de todo hombre y mujer, a quienes se debe reconocer y tutelar el derecho primordial a la vida. ―La existencia de la persona humana, a la cual ustedes se dedican con solicitud, es su principio constitutivo; es la vida en su insondable profundidad que origina y acompaña todo el camino científico; es el milagro de la vida que siempre pone en crisis toda forma de presunción científica, restituyendo el primado a la maravilla y a la belleza‖. En este sentido, afirmó Francisco, es Cristo la luz que ilumina el camino para que la ciencia esté siempre al servicio de la vida. ―Cuando disminuye esta luz, cuando el saber se olvida del contacto con la vida, se hace estéril. Por eso, los invito a tener siempre en alto la mirada sobre la sacralidad de toda persona humana, para que la ciencia este verdaderamente al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ciencia‖. Por ello, es importante reconocer el valor inestimable de la vida humana subrayó el Obispo de Roma, ya que la vida es ante todo un don de Dios, que genera esperanza y futuro para el hombre y la sociedad. ―El grado de progreso de una civilización se mide por la capacidad de proteger la vida, sobre todo en sus fases más frágiles, más que por la difusión de instrumentos tecnológicos. Cuando hablamos del hombre no nos olvidemos jamás de todos los atentados contra la sacralidad de la vida humana. Es un atentado contra la vida el flagelo del aborto. Es un atentado contra la vida dejar morir a nuestros hermanos en los barcos en el Canal de Sicilia. Es un atentado contra la vida la muerte en los centros laborales porque no se respetan las condiciones mínimas de seguridad. Es un atentado contra la vida la muerte por desnutrición. Es un atentado contra la vida el terrorismo, la guerra, la violencia; también la eutanasia. Amar la vida es siempre tener cuidado del otro, quererlo bien, cultivar y respetar su dignidad trascendente‖. (RM - RV) «Dejar morir a nuestros hermanos en las pateras es un atentado contra la vida»
  • 8. Migrantes Lo dijo el Papa durante una reunión con la asociación Ciencia & Vida. Después insistió: «Una sociedad justa reconoce como primario el derecho a la vida desde su concepción hasta su fin natural». Vegliò: «El sistema de las “cuotas” para los migrantes no es humano» Mauro Pianta Roma «Es atentado contra la vida la plaga del aborto. Es atentado contra la vida dejar morir a nuestros hermanos en las pateras en el canal de Sicilia. Es atentado contra la vida la muerte en el trabajo porque no se respetan las mínimas condiciones de seguridad». El Papa volvió a defender la sacralidad de la existencia y de la dignidad de las personas. Lo hizo reuniéndose con la asociación Ciencia & Vida, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. El Pontífice pidió a esta asociación (que engloba diferentes grupos católicos que se habían comprometido a favor de la abstención en el referéndum sobre la fecundación asistida en Italia) que amplíe su campo de acción hacia una defensa de la vida en las diferentes situaciones en las que está bajo ataque. «El grado de progreso de una civilización se mide justamente con la capacidad de defender la vida, sobre todo en sus fases más frágiles, más que con la difusión de instrumentos tecnológicos. Cuando hablemos del hombre –advirtió Papa Francisco– no olvidemos nunca todos los atentados contra la sacralidad de la vida humana». «Es atentado contra la vida la muerte por desnutrición. Es atentado contra la vida el terrorismo, la guerra, la violencia y también la eutanasia». «Amar la vida –recordó el Pontífice argentino– es siempre cuidar al otro, querer su bien, cultivar y respetar su dignidad trascendente». El Papa animó a «volver a impulsar una renovada cultura de la vida, que sepa instaurar redes de confianza recíproca y que sepa ofrecer horizontes de paz, de misericordia y e comunión». Francisco recordó que la ciencia siempre debe ser «un saber al servicio de la vida», porque «cuando falta esta luz, cuando el saber olvida el contacto con la vida, se vuelve estéril». Por ello su invitación «a mantener elevada la mirada sobre la sacralidad de cada persona humana, para que la ciencia esté verdaderamente al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ciencia». Francisco también insistió en un concepto fundamental de la visión católica: «Una sociedad justa reconoce como primario el derecho a la vida desde su concepción hasta su fin natural». Mientras tanto, el cardenal Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, reprobó la reciente decisión de Europa en materia de flujos migratorios: «El sistema de las ―cuotas‖ para los migrantes no es humano». «Europa –dijo a la Radio Vaticana– nunca ha tenido un programa. Siempre ha estado ahí tamponeando las urgencias». Y ahora, indicó, «hicieron las ―cuotas‖ para los refugiados, y yo creo que esta decisión es verdaderamente poco humana y poco cristiana». Según el Presidente del Pontificio Consejo de los migrantes, «la inmigración es un problema que hay que afrontar no en la emergencia: hay que tener antes un programa. Esta es, efectivamente, una realidad que existe y que existirá cada vez más. ¿Cuáles son las causas de las migraciones y las causas de los refugiados? Para las migraciones, la pobreza; para los refugiados, las guerras. Hasta que haya pobreza y guerras no cambiará nada». Por el contrario, «la Iglesia siempre ha tenido en si ser Iglesia la atención por los más pobres, por los más desheredados, por los más abandonados y estos son los más pobres, los más desheredados, los más abandonados. Entonces está en línea con la misión de la Iglesia asistir a los que están peor. Si la Iglesia no hiciera estas cosas, traicionaría verdaderamente su misión».
  • 9. Asia Bibi y la extenuante espera de un nuevo proceso Asia Bibi Nuevas pruebas grabadas podrían constituir una base válidad para demostrar la inocencia de la mujer cristiana paquistaní. Pero el caso en la Suprema Corte no avanza Paolo Affatato roma «Vivimos en la extenuante espera de que el caso de Asia Bibi sea examinado por la Suprema Corte. En dos ocasiones nuestras instancias para pedir que se calendarizara la audienca fueron rechazadas. Los abogados la enviaron nuevamente pero todavía no tenemos respuesta. Lo que pedimos es que se nule el proceso de primer grado, que concluyó con la condena a muerte». Joseph Nadem, responsable de la Renaissance Education Foundation de Lahore (que se ocupa de la familia de Asia Bibi y de su asistencia legal) resumió de esta manera la situación del caso de Asia Bibi, la madre cristiana condenada a muerte por presunta blasfemia, en una conversación con Vatican Insider. Nadeem acaba de volver a Paquistán, después de haber acompañado al esposo de Asia, Ashiq Masih, y a una de sus hijas en una gira europea para sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública. Se reunieron incluso con Papa Francisco. «Fuimos a ver a Asia a la cárcel de Multán el jueves pasado. Está bastante bien, pero está muy débil. Le contamos de nuestro viaje y le llevamos la bendición del Papa. Asia estaba conmovida y feliz. Sigue esperando, con fe, su liberación»,i indicó Nadeem. Volviendo a las cuestiones legales, el hombre subrayó: «El proceso de Asia fue viciado por irregularidades evidentes. Asia fue condenada con base en testimonios indirectos. De cualquier manera, si la Corte acoge nuestra petición, significaría que el proceso tendrá que comenzar desde el principio. Es cierto que se podrían extender los tiempso de esta manera, pero también es cierto que la Suprema Corte tiene la autoridad y el poder para asignarlo a un Tribunal de la Corte y pedir que sea justo y veloz». La mujer, efectivamente, no tuvo un proceso justo, como siempre ha afirmado el prestigioso Instituto Jinnah, con sede en Karachi, dedicado al fundador de Paquistán, Alí Jinnah. Ahora, para reforzar esta
  • 10. convicción, existen y circulan pruebas evidentes. Los dos principales acusadores admiten explícitamente, en un video( http://citizengo.org/en/freedom-asia-bibi-new-evidence), difundido por la asociación CitizenGo, que «nunca escucharon pronunciar frases blasfemas directamente», sino que había escuchado lo que habían declarado otras dos mujeres. El el video, Mohammed Idris (el propietario del terreno en el que Asia habría cometido la blasfemia) y Mohammed Salim (el imán local) afirman sin medias tintas que no escucharon a Asia Bibi pronunciar ninguna blasfemia. Y esto contradice las deposiciones que ofrecieron en el tribunal: durante el proceso, ambos figuran como «testigos oculares» y son los principales elementos con los que cuentan los acusadores, que resultaron determinantes para la condena. «Estas nuevas pruebas podrían tener un gran valor en el tribunal y constituir una base válidad para definir la inocencia de Asia Bibi y salvar su vida», comentó a Vatican Insider el padre Bonnie Méndez, sacerdote católico de la diócesis de Faisalabad. «La Suprema Corte de Paquistán debe reconocer este video como prueba aplastante de la inocencia de Asia Bibi», indica CitizenGo. Otra vía que se podría recorrer es la de demostrar que Asia no habría tenido intención de pronunciar la presunta blasfemia. EL gobierno paquistaní está pensando en la introducción de una reforma al procedimiento para la aplicación de la ley, con el objetivo de limitar su abuso. La nueva propuesta de ley, que podría ser presentada al Parlamento, además de establecer penas severas para los que formulen falsas acusaciones, indica la voluntariedad del delito (que hasta ahora no está presente) como ―conditio sine qua non‖ para la acusación. Esta podría ser otra arma de defensa para los abogados de Asia Bibi, que es una campesina analfabeta. Pero Joseph Nadeem, y otros observadores, se demuestra cauto: «En cuanto al posible proyecto de ley que modificaría la ley de la blasfemia, no creo que el gobierno haga nada. Las presiones de los grupos islámicos radicales todavía son muy fuertes y el gobierno no querrá arriesgarse a la impopularidad». El título de la nueva encíclica podría ser «Laudato sii» Una imagen de San Francisco Según lo que indicó la agencia italiana Ansa, lo habría revelado don Giuseppe Costa, director de la Libreria Editrice Vaticana
  • 11. Redacción Roma La nueva encíclica de Papa Francisco sobre la ecología podría llamarse ―Laudatio sii‖. La indicación llegó, según la agencia italiana de noticias Ansa, del director de la Libreria Editrice Vaticana (Lev), don Giuseppe Costa, que hoy se encuentra en Nápoles para retirar un premio dedicado al cardenal Micehel Giordano. El libro premiado de la Lev es el del arquitecto Paolo Portoghesi sobre la defensa de la Creación. Y, al respecto, don Costa recordó la próxima encíclica del Papa sobre el ambiente, que debería estar lista a mediados de junio. También refirió el posible título de la encíclica el blog italiano ―Il Sismografo‖, sitio de información vaticana cercano a la Santa Sede. «Laudato sii» es la frase con la que comienza el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, que es considerado el texto más antiguo de la literatura italiana. Vivir la muerte La muerte y el morir Madoz Jáuregui, Vicente Colección: Surcos ISBN:978-84-9073-121-5 Código EVD:1700114 Edición:1 Reimpresión:2 Páginas:224 Tamaño:120 x 190 mm Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada mate con solapas Precio sin IVA: 14,42 €
  • 12. PVP: 15,00 € Añadir a la cesta Versión digital: Precio: 6,99 € ¿Por qué?, fue la pregunta, sin respuesta, incontestable, testaruda, constantemente reiterada en boca de aquel padre, mientras su mirada acechaba, incrédula, el rostro lívido de su hija, dieciocho años, recién fallecida de forma absurda e imprevista. Su eco, flotando en el ambiente, conmocionó al autor de este libro, hace más de cincuenta años, y alumbró en él su vocación por entender el misterio de la muerte. Vivir la muerte garantiza saborear la vida. Resulta absurdo soslayarla. Hay que asumirla como parte esencial de la existencia, con sus contrastes, con sus miedos, también, muchas veces, con la sencilla felicidad de lo natural y cotidiano. Es necesario preverla, prepararla y acogerla. También, lograr que su duelo sea humano y enriquecedor. Es muy probable que leas esta invitación con prejuicios y con temor. Sacúdetelos: este texto te ayudará a ser feliz. Ignorar la muerte empobrece y reduce las ganas de vivir. Hojear Las experiencias religiosas y el templo de Jerusalén García-Huidobro Rivas, Tomás En el año 70, el ejército romano comandado por Tito arrasó el templo de Jerusalén. La destrucción del templo significó uno de los momentos más dramáticos en la historia de Israel. Y es que el santuario era el lugar de culto por excelencia en Judea, además de ser su centro político y económico. Más importante aún, el santuario se erigía como un lugar altamente simbólico. El templo de Jerusalén era un lugar teológico que trascendía en mucho sus impresionantes características materiales. A través de una rigurosa y clara argumentación, basada en el análisis de textos de diversas procedencias, el autor logra demostrar de qué modo el templo de Jerusalén, como lugar simbólico, sobrevivió durante siglos a la gran debacle. Hojear Colección: Estudios Bíblicos ISBN:978-84-9073-118-5 Código EVD:1000054 Edición:1 Páginas:144 Tamaño:160 x 240 mm Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada mate con solapas Precio sin IVA: 14,42 €
  • 13. PVP: 15,00 € Versión digital: Precio: 6,99 € La vida mancha El País | Manuel Cruz Fui a ver la película de Enrique Urbizu La vida mancha cuando se estrenó, hace ya algo más de una década. Confieso que lo hice por algo que, con un alto grado de autoindulgencia, me atrevería a denominar deformación profesional, pero que en realidad no pasa de ser una superstición íntima. Con ese título, me dije sin el menor fundamente in re, resulta imposible que sea una mala película. Sin embargo, no pretendo hablarles de la película en cuanto tal, sino de algo, relacionado precisamente con su título, que me sucedió el día que acudí a verla, unos minutos antes de entrar en la sala. Cuando estaba esperando en la cola para adquirir la entrada, delante de mí tuvo lugar un diálogo que con el paso del tiempo ha vuelto de manera recurrente a mi memoria. La persona que me precedía, un cincuentón solitario de aspecto melancólico, en el momento en el que le llegó el turno se acercó a la taquilla, deslizó un billete y le dijo a la joven y risueña muchacha que despachaba: ―Una para la sala 2‖. Imagino que para evitar cualquier malentendido, la taquillera, de forma amable y rutinaria, preguntó: ―¿La vida mancha?”, a lo que el tipo respondió, sin la menor vacilación: ―Mucho‖. La muchacha se rió, le dio la entrada y el cambio, y puso cara de querer añadir ―tenga la amabilidad de hacerse a un lado para que pueda atender al siguiente‖. En realidad, el diálogo llamó mi atención en el momento en el que terminó, concretamente cuando aquel hombre se dio la vuelta y pude verle de frente, porque entonces percibí un detalle que me hizo considerar aquel cruce de frases bajo otra luz. Lo que de veras me sorprendió fue que no había en su cara el menor rastro de una sonrisa (ese residuo en forma de mueca que permanece unos segundos colgado de nuestros labios cuando dejamos de sonreír y que tan certeramente describía Sartre en La náusea). Me dejó
  • 14. intrigado ser incapaz de adivinar en qué debía andar pensando cuando emitió tan rotundo juicio sobre la vida, comparable al del poeta cuando proclamaba que llega un momento en que se descubre que la vida ―iba en serio‖. En todo caso, afirmar que la vida mancha no es lo mismo que sostener que no hay forma de alcanzar la plena felicidad en ella, que carece de sentido o cosas parecidas. Equivale, más bien, a decir que nos daña, que nos envilece, que nos convierte en peores de lo que éramos antes de que empezara todo. Aquel hombre podría haber respondido a la taquillera cosas tales como ―qué me va a decir a mí‖, ―si yo le contara‖, o haber hecho referencia a cuánto se ha endurecido la vida en nuestra sociedad, al grado de desconfianza, recelo e insolidaridad que ha generado la atmósfera de competitividad e individualismo feroz en que estamos sumergidos. O podría haberse adelantado en el tiempo y haberle advertido de su temor de que todas esas zancadillas y trapacerías por ascender socialmente, que algunos juzgaban con benevolencia en aquel momento, porque estábamos en una supuesta época de vacas gordas y se decía que había para todos, se transformarían en un brutal y descarnado sálvese quien pueda, cuando vinieran mal dadas. No hizo nada de eso y ahora, más de una década después, el escenario ya no es del todo el mismo, y no precisamente porque haya mejorado. Aquel cine (Casablanca era su evocador nombre) cerró; la joven habrá dejado de serlo y probablemente también haya perdido, algo cansada de trabajos precarios que le exigían buena presencia y amabilidad permanente, la condición alegre y risueña de entonces. Es probable que los efectos de la crisis la hayan golpeado en más de un sentido y, por qué no, tal vez alguna noche, en la desazón del duermevela, agobiada por la espesa telaraña de problemas, contradicciones y renuncias en que se ha convertido su vida cotidiana, regrese a su memoria (al igual que a la mía en estos momentos) aquel extraño espectador de aspecto melancólico que, sin proponérselo, le hizo sonreír, y crea entender por fin el sentido de sus enigmáticas palabras. Tal vez en ese momento, con una década de retraso, se le hiele la sonrisa en el rostro, como al personaje de la novela sartreana, y experimente un profundo sentimiento de vergüenza. Manuel Cruz es catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona. La hora del lector El Mundo | Juan Bonilla Preguntarse por cómo serán las cosas en el futuro es sólo el deporte favorito de la impaciencia. No sólo porque el futuro no va a llegar nunca, (¿y, además, de qué futuro hablamos?: ¿de 2050 o de 2120? ¿de 2430 o del 5320?: se habla siempre del futuro como si fuera una estación de destino, y no una estación de paso hacia otra estación, también futura), sino también porque si miras al pasado y le preguntas a él si alguien en algún momento consiguió acertar de pleno cuando se puso a imaginar en cómo serían las cosas hoy, obtienes como respuesta: nadie. En esto es bueno no ponerse estupendos y adoptar la precaución del meteorólogo: sabe que como mucho podrá predecir el tiempo que hará de aquí a tres días, para intuir qué pasará en el cuarto ya tiene que jugar a las adivinanzas con la sola seguridad de que va a equivocarse, y predecir qué tiempo va a hacer el 28 de mayo de 2019 es de idiotas. Así pues, en la puja entre libro digital y libro de papel, que primero hizo decir a tanto gurú que sería un combate de un asalto en el que el libro digital iba a terminar con el de papel de dos uppercuts y luego hizo reaccionar a otros asegurando que el combate estaba ganado por el papel -que iba a durar 100 años y que iría noqueando a cuanto artefacto se le pusiera enfrente-, lo mejor es acogerse a la evidencia: ni siquiera hay combate. No sólo porque los hinchas de uno y otro soporte no pertenecen a hinchadas rivales sino también, o sobre todo, porque un mismo lector puede serlo en soportes diferentes sin sentir que traiciona a unos colores. Es cierto que aquí, entre nosotros, el soporte digital facilita mucho las tareas de los piratas, esos exquisitos que consideran que todo escritor -y no te digo ya un editor- es un ladrón por querer cobrar por lo que, según ellos, a todos pertenece pero que no se consideran ellos mismos ladrones por apropiarse de algo. Pero ese problema ya estaba instalado en Latinoamérica, donde se piratean los libros en papel (hace poco, en Lima, compré un ejemplar de la edición pirata de una novela mía y el amable vendedor me la rebajó unos soles por ser el autor, asegurándome que era «el original de la copia», o sea la primera edición de la edición pirata). Pude entrar en un taller donde hacían las ediciones piratas, y esos piratas al menos se daban el trabajo de cambiar el formato del libro -ensanchaban y alargaban la caja para que diese
  • 15. menos páginas de grosor y abaratar el coste del papel-, ir a Wikipedia a copiar la entrada dedicada al autor del volumen si el original no traía esa información, buscar una foto para la contracubierta… ULISES Pero siendo la piratería un problema, no es ni de lejos el gran problema de la literatura. Los editores harán sus cálculos y seguro que podrán aportar pruebas fidedignas de cuánto dinero se fuga por culpa de ese problema… pero aún así, el problema en este vertiginoso presente nuestro viene de otro lado. Los mismos políticos que aparecen en escena con sus grandilocuencias banales y sus buenas intenciones decrépitas, las mismas autoridades que se visten de gala para asistir a un almuerzo con escritores y darle un premio a un anciano por toda su carrera, los mismos que firman las bases del año que viene de galardones aquí o allá y aprueban partidas para financiar actos y simposios, o no se pierden la inauguración de los grandes espectáculos que de vez en cuando organiza la Literatura -por decirlo así, pero ya me entienden, la Feria del Libro de Madrid es el más evidente-, esos mismos parecen encantados de hacer todo lo posible por apuñalar a la literatura para que se vaya desangrando de a poco, para que vaya sumiéndose en la insignificancia. Porque para que haya una literatura potente, tiene que haber una potencia de lectores. Los lectores son, en fin, responsables de la calidad y eficiencia de lo que una literatura produzca. Sus exigencias son las que hacen crecer y fortalecerse a una literatura. Y los lectores no nacen por combustión espontánea. Si la Literatura tiene más que ver con leer que con escribir (y es evidente que sí, aunque sólo sea porque leer sólo se puede leer en presente, mientras que escribir puede ser sólo pasado, aunque sólo sea en fin porque leer es la estación de destino y escribir la de partida), parece evidente que la base fundamental para alcanzar cierta dignidad en la potencia de nuestros lectores es el sistema educativo. ¿Y qué se ha hecho de la literatura en los últimos planes del sistema educativo? El papel ancilar que ahora ocupa y que sigue encogiéndose plan tras plan (plan para hoy, hambre para mañana), parece demostrar a las claras que todo el interés que las autoridades parecen destinar a la literatura cuando se trata de ponerse un vestido de gala, se desmaya en cuanto ésta pierde el oropel y se queda en asignatura débil de bachillerato, donde es más difícil conseguir buenas fotos con autores venerables que puedan ser reproducida aquí o allá. Por otra parte es paradójica la posición de la literatura en una sociedad como la nuestra: se diría que se le concede espacio e importancia allá donde no puede hacer daño alguno, donde sus efectos estarán siempre controlados por su impacto minoritario. Es cierto que se gasta dinero público en enviar a escritores a recorrer mundo y que los beneficios de ese coste están por evaluar (o más bien son fáciles de evaluar: muy parcos). Y es cierto que los periódicos mantienen vivos suplementos dedicados a la literatura cuya incidencia en la masa de lectores -ni siquiera por efecto de su incidencia en los mediadores: los libreros- es cada vez más superfluo por no decir insignificante. Es cierto que la literatura sigue siendo una disciplina santificada en los grandes galardones que reconocen largas carreras (el premio Cervantes, el Princesa de Asturias, el Reina Sofía…) y que su posible incidencia en la realidad se ha dejado en manos de su batallón de vanguardia, los columnistas, que también son representantes de la Literatura por mucho que en manuales y academias se siga considerando la columna un género chico. Casi dan ganas de celebrar que, a pesar de las evidencias de que el derrumbe de las Humanidades no podía sino traer consigo la pérdida de peso específico de la literatura (que tampoco fue mucho entre nosotros, nunca, sería ingenuo engañarse a este respecto), la literatura mantenga esos guetos exquisitos donde satisfacer a una comunidad de lectores que, a juzgar por el número de libros que se publican, no tiene más remedio que haberse incrementado, por dispersado que esté. Pero sería conformarse con un papel decorativo -por no decir higiénico- que es precisamente el papel que parecen querer las autoridades darle a la literatura. Los tentáculos de ésta, sin embargo, son -o deberían ser, no lo sé- más poderosos: pueden colarse sin permiso allá donde puedan alcanzar. Y la explosión de la era digital reformará sus escenarios, como todos los demás escenarios, la obligará a cambiar sus formas, sí, seguro que sí, pero no acabará con ella si no consigue acabar con los únicos capacitados para mantenerla viva: los lectores. Hace más de medio siglo, el crítico José Mª Castellet publicó La hora del lector, un volumen en el que, repasando las estrategias narrativas de la modernidad, avisaba de que llegábamos a un tiempo en el que el papel del lector se reforzaba por, precisamente, la paulatina desaparición del autor. No podía estar más equivocado, desde luego: primero porque la supuesta pasividad de los lectores es sólo eso, una suposición, que no se aviene con la importancia fundamental de esa figura en todo el curso de la historia, y segundo porque los nuevos tiempos lo que parecen haber propiciado es, precisamente, la presencia constante de los autores, interpretándose a sí mismos, vueltos mercancía, obligados a la exposición que exige la época. Por eso me gusta mucho una imagen del poeta Antonio Taravillo cuando imagina la feria del libro del futuro: en ella serán los autores los que hagan cola ante las casetas donde firmarán sus libros los lectores.
  • 16. Los autores acudiremos llenos de ilusión a tratar de conseguir en cualquier ejemplar de nuestras obras, la firma de nuestro lector, alguien consciente por fin de que él es el encargado esencial de que una literatura tenga fuerza, presencia y potencia, y eso lo hace responsable principal de lo que pase con la literatura. Ojalá una buena parte de los miles de visitantes de la Feria del Libro que ahora comienza en Madrid pudiera convencerse de que no va sola: cada uno de ellos lleva consigo la responsabilidad del presente de nuestra literatura. Si sus exigencias, sus expectativas y su criterio se vienen abajo, la literatura se vendrá abajo. La historia está llena de ejemplos que lo probarían, y el futuro, que no es más que un farsante, también lo estará cuando deje de ser futuro. Juan Bonilla es escritor. El lugar de la utopía en el siglo XXI El País | Olivia Muñoz-Rojas Hace una década el sociólogo Zygmunt Bauman constataba con sorpresa que la palabra utopía en Google daba 4,4 millones de entradas. Hoy la misma búsqueda resulta en más de 63 millones, pero su impopularidad sigue siendo la misma. Utopía y utópico sirven ante todo para descalificar una propuesta por su impracticabilidad y a su defensor por su falta de realismo. Si nos preguntaran cómo imaginamos en concreto la sociedad en la que nos gustaría vivir es probable que no supiéramos responder. Estamos más acostumbrados a examinar críticamente la sociedad en la que vivimos y a exigir o plantear medidas inmediatas para resolver los problemas que detectamos en ella que a tratar de imaginar cómo sería nuestra sociedad ideal, nuestra utopía. Tras el aparente fracaso de los grandes proyectos transformadores del siglo XIX y XX, hablar de utopía puede parecer fútil e ingenuo, incluso peligroso. La mayoría de los ciudadanos de hoy desean propuestas políticas realistas y realizables y cuando perciben que ni estas llegan a cumplirse, es comprensible que todo aquello que parezca difícil de materializar genere escepticismo y rechazo. El peso de nuestra historia reciente, el miedo a un futuro incierto y nuestra consiguiente dificultad para imaginar mundos mejores son palpables al observar la proliferación de distopías en la literatura y el cine contemporáneos. Libros y películas nos presentan sistemáticamente una sociedad futura en la que nuestros recursos naturales se han agotado, no podemos reproducirnos, triunfan toda suerte de dictaduras o la inteligencia artificial se ha impuesto sobre la humana, es decir, sociedades en las que no nos gustaría vivir. Sin embargo, ¿no resultaría útil tener una imagen de nuestra sociedad ideal a la hora de valorar, por ejemplo, los diferentes programas electorales que se nos ofrecen, una especie hoja de ruta con la que contrastarlos? Por ejemplo, ¿cómo imaginamos una sociedad ecológicamente sostenible? ¿O una ciudad inteligente? ¿O las familias del futuro? EVA VÁZQUEZ La tradición utópica está íntimamente ligada a los orígenes del pensamiento de izquierdas. Varias generaciones de pensadores y escritores contribuyeron al utopismo con obras literarias y proyectos reales a pequeña escala: desde los míticos Saint-Simon y Fourier hasta Cabet y William Morris. Para las incipientes ciencias sociales, el concepto de utopía se convirtió en el equivalente del laboratorio para las ciencias naturales. El género literario utópico sirvió para ensayar nuevos principios sociales con gran lujo de detalles —desde la emancipación de la mujer (Charlotte P. Gilman) hasta una economía colectivizada (Edward Bellamy). Algunos de esos principios, como el sufragio femenino, la abolición del trabajo infantil o la educación universal, pertenecieron en su momento al género utópico. Hoy, sin embargo, son realidad en un buen número de países del mundo. Lo que caracteriza a la tradición utópica es, precisamente, su realismo. Esto la diferencia tanto del pensamiento premoderno como del religioso. La tradición utópica atribuye al ser humano la capacidad de actuar sobre su entorno y cambiarlo. Desde sus orígenes, explica el sociólogo Krishan Kumar, el género utópico ha demostrado sobriedad, un deseo de no distanciarse de la realidad presente. Aunque busca pensar más allá de los límites convencionales del pensamiento social y político y dibujar la imagen de una sociedad buena, incluso perfecta, lo hace dentro del margen de lo posible, esto es, partiendo de las realidades psicológicas, sociales y tecnológicas existentes. Hasta que no existieron bocetos de máquinas para volar, por ejemplo, la literatura no imaginó la posibilidad de viajar a la luna. Fueron Marx y Engels quienes calificaron de utópicos a Saint-Simon y otros socialistas decimonónicos
  • 17. por su falta de realismo al no identificar la lucha de clases como motor del cambio social y creer en la transformación de la sociedad por medios pacíficos. El enorme potencial explicativo del socialismo científico impulsado por Marx relegó rápidamente al socialismo utópico a un segundo plano. Han sido numerosos los pensadores que desde entonces, y aun reconociendo el valor explicativo (incluso predictivo) de la teoría marxista, acusan su falta de imaginación a la hora de concebir cómo sería esa sociedad ideal que seguiría a la abolición de las clases sociales y la desaparición del Estado. Es legítimo preguntarse hasta qué punto la izquierda actual sigue batallando con esa ausencia de imaginación. Desde los medios y la academia se incide cada vez más en la necesidad para la izquierda de hacer gala de creatividad y audacia política para abordar los grandes retos contemporáneos, desde la crisis económica hasta la migración y el cambio climático. ¿Es posible para la izquierda imaginar una utopía, una sociedad ideal del siglo XXI, que sirva de referente e inspiración para políticos y ciudadanos, asumiendo que es inalcanzable? En otras palabras, ¿es posible conjugar un proyecto utópico con un programa político de aplicación más inmediata? Si al pensamiento político le faltan herramientas para ello, la literatura, el cine y otras artes han demostrado ser poderosos medios para imaginar sociedades futuras o alternativas, hacerlas tangibles e inspirar con ello la conciencia y acción política. La última gran generación de obras utópicas pertenece a los años 1970, coincidiendo con la emergencia del ecologismo (véase, por ejemplo, Ecotopia de Ernest Callenbach). Desde entonces, el género literario utópico se ha visto desplazado más y más por obras distópicas, a veces en un movimiento dialéctico, como las novelas de Aldous Huxley (no es casual el hecho de que la distópica Un mundo feliz sea mucho más conocida que la utópica La isla). En la charla que Bauman daba en 2005 con el título Living in utopia (Vivir en la utopía), y en la que se sorprendía del volumen de entradas asociadas a esta palabra en Google, planteaba que utopía se entiende hoy de un modo distinto a antaño. En lugar de meta ideal, compartida y, en principio, inalcanzable, la utopía hoy sería una huida hacia adelante sin meta definida; una huida en la que el individuo busca evadir la incertidumbre y alcanzar una felicidad más permanente con el solo hecho de comprarse ropa nueva o irse de vacaciones. ¿Significa eso que estamos ya en el mejor de los mundos y no es posible imaginar uno mejor? Para Bauman y probablemente la mayor parte de los ciudadanos la respuesta es no. Significa, eso sí, que la utopía, como intento de imaginar una sociedad mejor o ideal, no está de moda. Salvo excepciones, el imaginario utópico vive sus horas bajas. Poner de moda la utopía es reconocer que sin la imaginación humana no se hubiera producido ninguno o muy pocos de los avances sociales, políticos y tecnológicos que hoy conocemos. La historia demuestra que los sueños de hoy pueden ser las realidades de mañana. Olivia Muñoz-Rojas es doctora en Sociología por la London School of Economics e investigadora independiente. Caudal de intimidad MJ / 1 día ago Desde Palencia, nos llega esta crónica de los actos que se ha celebrado para conmemorar el traslado fundacional en esa ciudad, en el marco del V Centenario del nacimiento de santa Teresa. Aparece publicado en Diario Palentino: CAUDAL DE INTIMIDAD La conmemoración del traslado fundacional cierra el segundo bloque de actos del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa R.D./J.L/ Palencia El Segundo Ciclo de Conferencias en el Salón del Centro Cultural de la Diputación en la Plaza de Abilio Calderón, con motivo del V Centenario del Nacimiento de Teresa de Jesús, organizado por el Ayuntamiento de Palencia en colaboración con la Diputación de Palencia bajo el título Teresa de Jesús: Una mujer excepcional, ha realizado un profundo estudio de la figura de esta polifacética santa. La
  • 18. primera conferencia el 22 de mayo a las 20 h con el título “Teresa de Jesús: Amistad, humanismo y libertad”, fue a cargo del Rvdo. P. Juan Antonio Marcos, OCD, presentado por la técnico adscrita al servicio de Cultura del Ayuntamiento de Palencia, Carmen López. Desde el año 2011, Juan Antonio Marcos, es docente en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas, donde se licenció en Teología Dogmática. Estudió Teología en la UPSA y en la UVA se licenció en Filología Hispánica con doctorado en Filología Española (Lingüística), con premio extraordinario. Secretario de la Revista Estudios Eclesiásticos, imparte cursos desde el año 2005, en el Master de Mística y CC. HH. CITeS de Ávila. Posee una amplia lista de publicaciones y gran experiencia dentro del campo de la docencia e investigación con una activa participación en congresos, conferencias y cursos varios sobre la espiritualidad carmelitana. En la conferencia se presentó un viaje espiritual propuesto por esa arquitecta de interiores que es Teresa de Jesús, que no tiene otra finalidad sino aprender a construir la vida humana sobre ‗roca‘ (y no sobre arena). Un ‗viaje divino‘ (C 21,1) al que Dios ‗convida a todos‘ (C 19,15), y cuya meta es la ‗libertad‘ (C 19,4). Eso es Camino de Perfección. Eso es la vida humana. Y es ‗viaje‘ porque implica un proceso, una búsqueda, un tiempo, un aprendizaje, como la vida misma. La humanidad del Dios-hombre, del Jesús de los evangelios, hace que aflore en nosotros lo divino de la vida humana, lo humano verdadero. Pero Camino de perfección es, ante todo, un ‗viaje a la plenitud‘. Y las personas, en sentido metafórico, somos ‗recipientes‘, que podemos sentirnos tanto llenos como vacíos. ‗Plenitud‘ viene de ‗pleno‘, que etimológicamente es lo mismo que ‗lleno‘. Pues bien, la propia oración teresiana está planteada como un camino hacia la ‗plenitud‘ de lo humano. Esto y mucho más es Camino de Perfección: un ‗viaje‘ interior; una ‗casa‘ a construir; un ‗recipiente‘ a llenar. El protagonista de este viaje hoy, es cada uno de nosotros. Y nosotros somos la casa, y somos el recipiente. Coincidiendo con la conmemoración del Traslado Fundacional, de la fundación palentina un 26 de mayo de 1581, la segunda conferencia el día 26 de mayo a las 20 h, abría los actos programados para ese día, con el título “Santa Teresa en Palencia a través de sus cartas” a cargo del Rvdo. P. Salvador Ros, OCD, presentado por Mª del Rosario Diez, miembro de la Comisión Cultural del Ayuntamiento de Palencia Huellas Teresa de Jesús. Invitado especial a la mesa de ponencia por el contenido desarrollado de algunas de las cartas tratadas fue Antonio Gómez Cantero, Administrador Diocesano. El P. Salvador Ros estudió Teología en la UPSA, se especializó en Teología Espiritual, y concretamente en Santa Teresa, en el Teresianum de Roma. Desde 1986 hasta 1999 ejerció como profesor en el Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista de Ávila y actualmente está vinculado con el Centro de Espiritualidad de San Juan de la Cruz en Segovia. Ha impartido numerosos cursos en España y América; ha organizado varios congresos internacionales sobre los místicos carmelitas, y ha publicado también sobre ellos abundantes trabajos (artículos, estudios) en revistas especializadas. Teresa es presentada en su estancia en Palencia como escritora irreprimible, que le gustaba escribir de su puño y letra cuando podía, dedicaba con pasión horas y horas, sobre todo de la noche o con ayuda de su secretaria la beata Ana de San Bartolomé. Escribió cartas como libros. En ellas se retrata con más autenticidad que ninguno de sus escritos. En ellas vuelca un caudal de intimidad que las hacen inconfundibles. Para Teresa, era el vehiculo más espontáneo, más adecuado, para encauzar tres ingredientes: Doctrina, noticias e intimidad compartida. Así lo vió el P. Gracián, que en el año 1584, a dos años de muerta la Santa, manifestó el deseo de editarlas al completo, por la doctrina, avisos, y el provecho y deleite que daría. No son muchos los lectores familiarizados con ellas, y eso que la mitad de las obras completas son cartas, (sólo se han conservado unas quinientas cartas, de las muchísimas que debió escribir). Son un documento de primer orden las 27 cartas escritas desde Palencia para ver la vida de la iglesia y la historia palentina de la época. Entre las cartas tratadas, se encuentran las dirigidas al padre Jerónimo Gracián en Alcalá, con fechas entre mediados y finales de febrero 1581, recordando el más fausto acontecimiento de la familia teresiana en esos días, el Capítulo de Alcalá, que decide la erección de provincia aparte para los Descalzos. La Santa había participado intensamente en su preparación, primero con el envío de mensajeros a Roma para tramitarlo, y luego recogiendo y enviando un memorial de cada Carmelo para información de los capitulares, y multiplicando ella misma las sugerencias y recomendaciones a Gracián, que resultaría elegido provincial. Otra Carta escrita el 25 de mayo de 1581, ocupó parte de la ponencia ya que Teresa de Jesús informa del próximo traslado fundacional, con estas palabras: ―… Vamos de aquí a San Lázaro… Creo entraremos por Santa Clara, que está en el camino…”. La última Relación o Cuenta de Conciencia, escrita por Teresa en Palencia en 1581 es el último testimonio documentado de la experiencia trinitaria culminante sobre la vida intratrinitaria de las Divinas Personas que lo escribe apenas un año antes de su muerte. Teresa es un profeta del Misterio de la Trinidad en nosotros, ella ha logrado introducir el dato revelado en el corazón mismo de la vida cristiana. El broche final de los Actos Conmemorativos del Traslado Fundacional del monasterio de San José y de Nuestra Señora de la Calle, en un 26 de mayo de 1581, se celebró a las 22:00 horas con una procesión de
  • 19. luz y una imagen de Santa Teresa portada en andas por cofrades de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Palencia, desde la parroquia de San Lázaro hasta el convento de las Claras, donde acto seguido comenzó la Vigilia de Oración dirigida por Antonio Gómez Cantero, Administrador Diocesano, con la lectura de textos de Santa Teresa por una cofrade de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia de Palencia y un hermano de la Salle, intercalados con la actuación de una solista de la Escolanía Niños de Coro de la S. I. Catedral de Palencia y la Adoración al Santísimo Sacramento ante la presencia de numerosos fieles palentinos congregados, religiosos, sacerdotes, representación de la Hermandad de Cofradías Palentina y cofrades de la Cofradía del Santísimo de Autilla del Pino, acompañados por las RR. MM. Clarisas que desde el Coro Bajo siguieron los actos programados. Al igual que en su día, “Todo se hizo con mucha solemnidad …” como nos dice la misma Teresa de Jesús en el Capítulo 29 del Libro de las Fundaciones (F 29,29). Palencia, Diario Palentino: Mª del Rosario Diez y Jorge Liébana El „extremismo‟ de Teresa de Jesús MJ / 2 días ago “No existe Dios”. Esta frase la podemos leer en la Biblia, concretamente, en el Salmo 53, 1, pero está claro que no responde al punto de vista del autor bíblico. De hecho, el versículo continúa citando al responsable de esa negación: ―Dice el necio en su corazón‖. Sin embargo, alguien podría hacerla circular, incluso con su referencia al texto bíblico, con la excusa de que aparece escrita en él. Comienzo con este ejemplo tan claro para introducir algo que en los estudios lingüísticos es comúnmente aceptado: a veces, el enunciador (la voz que escuchamos o leemos en un texto) cede la palabra a otros locutores, a través de citas directas o indirectas, a través de alusiones al discurso de otros. Es lo que se conoce como polifonía discursiva. A lo largo de este tiempo del V Centenario, asistimos a una masiva puesta en circulación de citas de santa Teresa de Jesús, frecuentísimas en las redes sociales. Unas son auténticas, otras son falsas atribuciones. Lo comentábamos en una publicación de este blog del año pasado. Estos días, sin ir más lejos, en la red social Twitter, se compartía una de esas supuestas citas teresianas. No era la primera vez que la veía resaltada así, naturalmente, pero la vi citada una y otra vez, contagiados unos usuarios de otros, y ello me ha animado a escribir estas líneas aclaratorias. Esta es la frase en cuestión: “No son buenos los extremos, aunque sea en virtud” Aparentemente, su contenido se podría corresponder con el estilo teresiano de humanismo, libertad, tolerancia, apertura mental, antidogmatismo…Y quizá por eso no nos choque cuando la leemos atribuida a ella. Sobre todo, porque, de hecho, la frase aparece escrita en un libro suyo, su obra cumbre: las Moradas. Este es el contexto en el que aparece la frase en cuestión, tomada de las primeras Moradas, capítulo segundo: 10….metidos siempre en la miseria de nuestra tierra, nunca la corriente saldrá de cieno de temores, de pusilanimidad y cobardía: de mirar si me miran, no me miran; si, yendo por este camino, me sucederá mal; si osaré comenzar aquella obra, si será soberbia; si es bien que una persona tan miserable trate de cosa tan alta como la oración; si me tendrán por mejor si no voy por el camino de todos; que no son buenos los extremos, aunque sea en virtud; que, como soy tan pecadora, será caer de
  • 20. más alto; quizá no iré adelante y haré daño a los buenos; que una como yo no ha menester particularidades. 11.¡Oh válgame Dios, hijas, qué de almas debe el demonio de haber hecho perder mucho por aquí! Que todo esto les parece humildad, y otras muchas cosas que pudiera decir, y viene de no acabar de entendernos; tuerce el propio conocimiento y, si nunca salimos de nosotros mismos, no me espanto, que esto y más se puede temer. Por eso digo, hijas, que pongamos los ojos en Cristo, nuestro bien (1M 2, 10- 11). Como se puede observar, en el párrafo 10 hay toda una cascada de expresiones que Teresa escucha y que ella considera excusas para no avanzar en el camino espiritual, para no adentrarse en el castillo interior y alcanzar la cumbre del amor, en la última estancia, donde mora Dios. Teresa ridiculiza esos miedos que, aunque aparecen bajo capa de humildad, nada tienen que ver con esta. Por eso, Teresa se referirá con frecuencia a la ―verdadera humildad‖ (C 4,4), frente a la falsa, fuente de autoengaño. En efecto, esa supuesta humildad lleva a la persona a creer que no está hecha para grandes conquistas, que se debe contentar con hacer lo que hace la mayoría, porque, si se cae desde más arriba, el golpe y el escándalo es mayor. En medio de esas frases, escudos protectores y paralizantes, aparece la que nos ocupa: “…que no son buenos los extremos, aunque sea en virtud”. Teresa de Jesús no es quien pronuncia esta frase, ni está de acuerdo con ella. Se trata de una cita irónica. La Madre introduce unas palabras que manifiestan un punto de vista distinto del suyo, del que se disocia y se burla implícitamente. Por eso sostengo que la cita está incorrectamente atribuida a ella, aunque aparezca en una obra suya. Entonces –cabría pensar– ¿es que Teresa de Jesús está a favor del ―extremismo‖? No se trata de eso, ni mucho menos. Bien lo atestiguan su vida y su obra. En muchas ocasiones le tocó lidiar contra el rigorismo y defender con fuerza la virtud frente a las penitencias fanáticas que comenzaron a proliferar en la naciente descalcez, sobre todo entre los varones. Pero Teresa es una mujer de grandes deseos («en esto de deseos siempre los tuve grandes» V 13, 6), y esa frase, en cambio, la invoca quien, en lugar de volar como águila, se contenta con andar como ―pollo trabado‖ (V 39, 12). Supongo que la cita seguirá divulgándose así, atribuida a ella. Pero he querido poner mi granito de arena para contribuir a un mejor entendimiento de la enseñanza de esta extraordinaria maestra de vida espiritual, primera doctora de la Iglesia. Maria José Pérez, ocd CARTA ABIERTA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES EMMA MARTÍNEZ OCAÑA, emmaocana@gmail.com MADRID. ECLESALIA, 29/05/15.- Lo primero que quiero expresar es la alegría por el clima de normalidad democrática con la que la ciudadanía española hemos salido a votar. Me hubiera gustado una participación mayor, siento que aún no hemos tomado suficientemente en cuenta lo importante que es decir con el voto nuestra palabra. Es cierto que un número muy grande de españoles fuera de nuestro país no han podido votar, negándoles con ello un derecho fundamental, sólo espero que eso se pueda subsanar para las elecciones generales.
  • 21. Me estoy quedando perpleja y escandalizada de las afirmaciones de algunas personas como Esperanza Aguirre, Barcina, Hernando, Rita Barberá, nuestro ministro de Interior… personas que en principio no tendría por qué negarles su condición de demócratas pero, visto lo visto, ya lo estoy dudando seriamente. Entiendo que les cueste asumir el fracaso rotundo y el descalabro en estas elecciones, que sólo el PP negaba y parecía ignorar, en la calle el tema estaba muy claro. Entiendo su desconcierto porque no estaban en la realidad sino en sus fantasías. El miedo es libre, no seré yo quien demonice el miedo, pero sí protesto y denuncio que se utilice el miedo, con acusaciones falsas, con claras calumnias y mentiras, con verdades a medias, con el fantasma del miedo… para intentar torcer la voluntad de una ciudadanía que ha votado libremente. Puedo entender el miedo de quienes han utilizado el poder para enriquecerse, para privatizar y ayudar a sus familiares y amigos (todos ellos muy patriotas) a llevarse sus millones fuera del país para no pagar aquí los impuestos; el miedo a que se vayan acabando las amnistías y los paraísos fiscales, que se acaban ―los sobres de sobresueldo‖, tarjetas de libre disposición, comisiones múltiples, comilones a cuenta del erario público… ¡claro que entiendo eso miedo! Pero me alegro que todo eso se acabe, porque es un escándalo y un robo que ha arruinado al país. ¿Miedo a quienes llaman “antisistema”? No entiendo muy bien qué quieren decir con eso. Si con eso quieren decir que los que han ganado están contra este sistema neoliberal, capitalismo de casino, donde predomina el terrorismo financiero, un sistema que el Papa Francisco ha nombrado como sistema ―criminal‖ ―que provoca miles de muertos‖, ―millones de sobrantes‖…yo también soy anti-este-sistema. Y me cuesta creer que haya cristianos que apoyan un sistema así. Si algo ha sido esencial en el proyecto de Jesús fue la defensa de los excluidos, marginados, explotados y su denuncia de las causas de estas situaciones. Por eso lo mataron, por luchar por la justicia, por lo mismo que mataron a Monseñor Romero y a tantas personas que han dado su vida por defenderla. ¿Dónde está lo peligroso de querer parar los desahucios mientras no haya una alternativa habitacional; que se quiera proponer una renta mínima para poder vivir con una mínima dignidad; que se quiera subir el salario mínimo porque es uno de los más bajos de Europa; que se prohíba cortar la luz y el gas cuando la situación económica no permite poder pagarlo; que se suban los impuestos a las rentas más ricas al nivel europeo? ¿A qué peligro de desestabilización pueden llevar esas medidas cuando se ha malgastado nuestro dinero, se ha robado a espuertas, se han hecho obras faraónicas que no han servido para nada más que para traer ruina, paro, pobreza, injusticia? ¿Dónde está lo peligroso de que los cargos de Podemos y la misma Ada Colau quiera bajarse su sueldo, renunciar a las dietas, a los coches oficiales, a todos los privilegios? Claro, lo peligroso es que la ciudadanía podamos comparar estas conductas con las de quienes, no sólo no hacen esto, sino que utilizan el cargo público para enriquecerse mientras están en él y después a través de las puertas giratorias se pasan a empresas privadas, que deberían estar al servicio de la gente y no sólo no lo están sino que dan unos sueldazos a quienes en el poder les han favorecido. Desde aquí hago una llamada a quienes quieran escucharme: BASTA YA. Basta ya de asustar, de mentir, de calumniar, de actitudes antidemocráticas que sólo conducen a la violencia, al odio, al rencor, a alimentar viejas heridas y fantasmas. ¿Es eso lo que se busca en el fondo? Quiero creer que no. ―Algo nuevo está naciendo, no lo veis‖ decía el profeta Isaías, dejémoslo crecer y ―por sus frutos los conoceréis‖ como decía el profeta de Nazaret. Lo que es intolerable es querer abortar la vida que en estos tiempos nuevos está naciendo. Hay muchas maneras de abortar… no lo olvidemos. Yo al cambio que vislumbro no le tengo miedo, sí me daría mucho miedo que todo siguiera igual, que la impunidad, el pillaje, el sálvese el que pueda, la corrupción, los desahucios, el hambre, la desnutrición de nuestros niños, la privatización de los servicios públicos, la desigualdad creciente (tal como acaba de confirmar el INE) continuase para beneficio de unos pocos.
  • 22. Felicito a todos los partidos ganadores, a cada una de las personas que limpiamente han conseguido ganar, felicito sobre todo a aquellos partidos, colectivos, mareas que con muy poco dinero han mostrado que se puede hacer campaña de otra manera: con ilusión, creatividad, trabajo en común, colaboración. Si han sabido hacer campaña de una manera distinta, también espero que puedan gobernar de otra manera. Yo les doy mi voto de confianza, el tiempo dirá si estaba o no equivocada, pero me doy derecho a equivocarme a favor de la vida, de quienes defienden una mayor justicia social, denuncian la corrupción, se bajan el sueldo para crear una asociación para impulsar proyectos de emprendedores con incidencia social… ¡Suerte amigas y amigos! Yo estoy contenta con el resultado de estas elecciones y os felicito (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia). RUTILIO DESPUÉS DE ROMERO. En noviembre llega a Roma la causa de beatificación del sacerdote asesinado tres años antes que el nuevo beato Una salvadoreña invocando al nuevo beato | Foto: Francisco Rubio por Alver Metalli San Salvador Del beato Romero a Rutilio Grande sin solución de continuidad. Dos días después de la ceremonia en la plaza Salvador del Mundo, cuando todavía no se han desmontado las pantallas gigantes en las calles céntricas de San Salvador y una legión de periodistas e invitados peregrina a los lugares romerianos, Rafael Urrutia está en su pequeña oficina del arzobispado, a pocos metros del seminario San José de la Montaña. Allí también se encuentran la sede del semanario Orientación y la idea de resucitar Radio Ysax, los dos medios de comunicación que en una época estuvieron dirigidos por el beato Romero. El escritorio de Urrutia parece sorprendentemente limpio, no hay carpetas ni legajos ni volúmenes, todas las cosas que serían de esperar en el lugar donde se estudiaron los documentos de monseñor Romero durante tantos años. Y la tarea no ha terminado. Una vez más Urrutia estará a cargo de la postulación de Rutilio Grande, el jesuita salvadoreño asesinado tres años antes que su amigo arzobispo y que marcó de manera decisiva su futuro y probablemente también su destino. ―Es imposible comprender a Romero sin comprender a Rutilio Grande‖, afirmó monseñor Vincenzo Paglia, obispo postulador romano de la causa, el mismo día que anunció la beatificación en la sala de prensa del Vaticano. Rutilio Grande García fue asesinado el 12 de marzo de 1977 cuando se dirigía a su parroquia para celebrar misa. Junto con él murieron un anciano y un adolescente, acribillados por un grupo de hombres que les tendieron una emboscada. Se ocultaron a ambos lados de la ruta polvorienta que lleva a la casa parroquial de Aguilares,
  • 23. en el pueblo natal del padre Rutilio, El Paisnal. Rutilio Grande tenía en ese momento 48 años y sus acompañantes, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, 72 y 16 respectivamente. Fue Romero, un Romero lleno de dolor, quien veló su cadáver y presidió la ceremonia fúnebre. Suspendió las misas en toda la arquidiócesis en protesta por el crimen, para reemplazarlas por una sola celebración litúrgica en la catedral. Hubo algunos que criticaron la decisión, pero a la convocatoria respondieron 150 sacerdotes concelebrantes y más de cien mil personas, según las estimaciones de los diarios de la época. Frente a la enorme y solemne multitud Romero recordó que ―en los momentos más importantes de mi vida él estuvo muy cerca, y esos gestos no se olvidan nunca‖. La muerte de Rutilio Grande marcará profundamente los últimos tres años de vida de Romero y la dirección de los pasos sucesivos. ―Estamos introduciendo el proceso de beatificación de Rutilio Grande y sus compañeros mártires, Nelson Rutilio y Manuel Solórzano‖, confirma Rafael Urrutia. El postulador, con anteojos y una pequeña barba blanca, trabajará junto con el padre Edwin Henríquez, de la diócesis de San Salvador, quien será el vice de la causa. Urrutia está convencido de que los tiempos del proceso diocesano pueden ser breves. El trabajo, da a entender sin decirlo explícitamente, está bastante avanzado. Después anticipa a Tierras de América: ―Esperamos terminar para el mes de noviembre‖. Uno demora en comprender que no está hablando de 2016, sino de este mismo año. ―Queremos llevar todo a Roma el primero de noviembre, que fue el día en que terminamos de preparar la causa de Romero‖. Para hacer el anuncio no necesita ser adivino. Considera que el beato Romero es un buen protector y no solo para el jesuita salvadoreño. ―Facilitará el camino de Rutilio‖, admite Urrutia. ―Creo que la historia de Romero ha dejado una huella profunda en Roma‖. Y después de Rutilio ―todos los demás‖, agrega. ―Una sola causa para todos‖, seminaristas, sacerdotes, catequistas asesinados antes y después que Romero. Pero en ―todos los demás‖ no están incluidos los seis jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Ellacuría y sus compañeros, asesinados el 16 de noviembre de 1989. ―Para ellos probablemente habrá una causa aparte‖, aclara Urrutia. Y eso no es todo. Nombra al predecesor inmediato de Romero, monseñor Luis Chávez y González, tercer arzobispo de San Salvador –―un hombre santo‖- y a Arturo Rivera y Damas, salesiano, quien tomó el lugar de Romero cuando murió, ―un verdadero confesor‖. Arturo Rivera y Damas colaboró activamente con Romero y mantuvo con él una relación de amistad personal. En las votaciones internas de la Conferencia Episcopal se alineaba siempre con él. Apoyó también el trabajo de Rutilio Grande en las zonas rurales de la arquidiócesis, de las que era obispo auxiliar. Un mes después del asesinato de Romero, en abril de 1980, Juan Pablo II lo nombró administrador apostólico de la arquidiócesis de San Salvador y más tarde lo confirmó como obispo el 28 de febrero de 1983. Participó en las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla e inició la causa de beatificación de Romero. Durante los años de su gobierno se produjo la masacre de los jesuitas de la UCA, hasta que un infarto terminó su vida el 26 de noviembre de 1994. ―Trabajaría con inmenso placer en la causa de Rivera y Damas, a quien quiero muchísimo‖, declara Urrutia. Él hubiera querido que las dos figuras, la de Romero y la de Rivera y Damas, estuvieran más unidas en estos días de memoria y celebración. ―Es una cuestión de justicia y una manera de agradecer como corresponde a este obispo extraordinario‖. En cuanto a Romero y su futura canonización, Rafael Urrutia desmiente que haya algo ―fuerte‖, ―algo de peso, algo sólido‖ que merezca ser profundizado desde el punto de vista médico-científico. Durante la beatificación de Romero se hablaba de manera no oficial del caso de un joven salvadoreño de veinte años, emigrado a Milán, y de una religiosa costarricense; el primero había caído del décimo piso del edificio donde trabajaba y la segunda gravemente enferma. Los dos casos ya fueron ―estudiados‖, aseguraba la fuente, que en su momento estuvo relacionada con la causa de Romero pero deseaba permanecer anónima. ―Ambos se deben a la intercesión de Romero y ambos resultaron inexplicablemente ilesos cuando fueron sometidos a los estudios médicos‖. Pero Urrutia no lo confirma, solo concede un ―todavía‖ que deja abierta la posibilidad. ―Todavía no nos han enviado nada‖. Un milagro extraordinario, sobrenatural‖, agrega, ―no tenemos‖. La lista de las gracias recibidas está pegada en la pared frente a la capilla de la Divina Providencia y sigue creciendo todos los días. Trabajos conseguidos, curaciones, nacimientos, reunificaciones familiares, nada extraordinario según los parámetros que maneja la Congregación para los Santos. ―En los próximos días haremos un llamamiento al pueblo a través de nuestro periódico Orientación‖, anticipa Urrutia. ―Para que cualquier persona que haya obtenido una gracia invocando a Romero nos avise sobre del caso‖. Sin embargo, hay algo que no figura en la multitud de crónicas de estos días. Los restos de Romero fueron sepultados en la cripta de la catedral de San Salvador y son la meta de una peregrinación prácticamente ininterrumpida. Las vísceras, en cambio, fueron sepultadas en el jardín de la casa donde
  • 24. vivía Romero, el hospitalito, a pocos metros de la capilla donde celebraba misa y donde fue asesinado. Las hermanas que se ocupaban de atenderlo las pidieron y les fueron entregadas cuando embalsamaron el cuerpo. En 1993, en ocasión del segundo viaje de Juan Pablo II a El Salvador y previendo una visita al lugar del martirio, las religiosas construyeron una gruta colocando en ella una imagen de la Virgen de Lourdes y desenterraron los restos que custodiaban para que el ilustre visitante pudiera venerarlos. Se comprobó –atestiguado por un acta notarial, pericias y fotografías- que al cabo de 13 años no habían sufrido el natural proceso de corrupción, sobre todo tratándose de tejidos internos del cuerpo humano. Las vísceras fueron colocadas nuevamente en la urna y se las volvió a enterrar en la base de la gruta. San Romero de las Américas Asesinato-arzobispo-Oscar-Romero Se cumple hoy justamente una semana desde que San Romero de las Américas fue institucionalmente beatificado en El Salvador. Más importante que hablar de él es hablar como él. Por eso pienso que es bueno engastar nuestro recuerdo de San Romero, con una memoria refrescada de algunas de las palabras identificadoras de su ejercicio concreto de santidad. Helas a continuación: ―A mí me toca ir recogiendo atropellos, cadáveres y todo eso que va dejando la persecución de la Iglesia‖. (Aguilares, 19 de junio de 1977). ―He comprendido una vez más que mi vida no me pertenece a mí sino a ustedes‖. (Al celebrar sus 60 años, 24 de julio de 1977). ―Yo sé que he caído mal a mucha gente, pero sé que he caído muy bien a todos aquellos que buscan sinceramente la conversión de la iglesia que somos todos‖. (21 de agosto de 1977). ―Queremos ser la voz de los que no tienen voz, para gritar contra tanto atropello contra los derechos humanos‖. (28 de agosto de 1977). ―Jamás me he creído líder de ningún pueblo, porque no hay más que un líder, Cristo Jesús. Jesús es el centro de la esperanza‖. (28 de agosto de 1977). ―Les confieso mi emoción al ser recibido por ustedes con ese cariño tan propio de nuestro pueblo‖. (Huizúcar, 29 de septiembre de 1977). ―Todos necesitamos convertirnos. Yo, que les estoy predicando, soy el primero que necesita conversión‖. (23 de octubre de 1977). ―El pastor tiene que estar donde está el sufrimiento a llevar la palabra de consuelo a los que sufren‖. (30 de octubre de 1977). ―Esta semana se me horrorizó el corazón cuando vi a la esposa con sus nueve niñitos pequeños que venían a informarme. Según ella encontraron a su esposo con señales de tortura y muerte. Yo creo que el que comete un crimen de esa categoría está obligado a la restitución. Es necesario que tantos hogares que han quedado desamparados como este reciban la ayuda. El criminal que desampara un hogar tiene obligación en conciencia de ayudar a sostener ese hogar‖. (Dulce Nombre de María, 20 de noviembre de 1977). ―predicación que no denuncia el pecado, no es predicación del evangelio‖ (Homilía 2/01/1978). ―la ley es como una culebra, solo muerde a los que andan descalzos‖ (Homilía 5/02/1978); No ser ―cómplices de esa máquina que está haciendo cada vez más gente pobre, marginada e indigente‖ (Homilía 16/12/1979).
  • 25. ―Los pobres han marcado el verdadero caminar de la Iglesia. Una Iglesia que no se une a los pobres para denunciar desde los pobres las injusticias que con ellos se cometen, no es verdadera Iglesia de Jesucristo‖ (17/2/1980). ―Les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios y de este sufrido pueblo, cese la represión‖ (Homilía 23/03/1980). ―Un Dios que está allá en los cielos y que ha dejado la tierra a los hombres, no es exacto‖ (Mons. Romero, marzo de 1980). ―Así concreto mi consagración al corazón de Jesús que fue siempre fuente de inspiración y alegría cristiana en mi vida. Así también pongo bajo su providencia amorosa toda mi vida y acepto con fe en Él mi muerte por más difícil que sea. Ni quiero darle una intención como lo quisiera por la paz de mi país y por el florecimiento de nuestra iglesia, porque el corazón de Cristo sabrá dar el destino que quiera. Me basta para estar feliz y confiado saber con seguridad que en Él está mi vida y mi muerte; que a pesar de mis pecados en Él he puesto mi confianza y no quedaré confundido y otros proseguirán con más sabiduría y santidad los trabajos de la Iglesia y de la Patria‖ (1980, un mes antes de ser asesinado). ―Una iglesia que no provoca crisis, un Evangelio que no inquieta, una palabra de Dios que no levanta roncha como decimos vulgarmente, una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad en que está anunciándose, ¿qué Evangelio es ése?‖ ―El pueblo es mi profeta‖, y como recuerda Miguel Cavada, decía: ―no se aparten del pueblo‖. ―Cada uno de ustedes debe ser un micrófono de Dios‖. ―El mundo de los pobres son características sociales y políticas bien concretas, nos enseña dónde debe encarnarse la iglesia para evitar la falsa universalización que termina siempre en convivencia con los poderosos‖. ―Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello contra los derechos humanos. Que se haga justicia, que no queden impunes tantos crímenes manchando a la patria, al ejército. Que se reconozca quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a las familias que quedan desamparadas‖. ―Mi otro temor es acerca de los riesgos de mi vida. Me cuesta aceptar una muerte violenta que en estas circunstancias es muy posible, incluso el Sr. Nuncio de Costa Rica me avisó de peligros inminentes para esta semana. El padre me animó diciéndome que mi disposición debe ser dar mi vida por Dios cualquiera que sea el fin de mi vida. Las circunstancias desconocidas se vivirán con la gracia de Dios. Él asistió a los mártires y si es necesario, lo sentiré muy cerca al entregarle el último suspiro. Pero que más valioso que el momento de morir es entregarle toda la vida y vivir para Él‖. ―Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño‖. ―el Papa no ha hablado sobre la cuestión social, el Papa ha hablado sobre esto, esto y esto‖. ―el Magisterio de la Iglesia es mi criterio de actuación‖. ―Señor, Tú eres todo y yo soy nada, pero con tu todo y mi nada vamos a hacer mucho‖. ―En el corazón de cada persona hay una pequeña celda donde Dios para y baja a conversar con el hombre y tenemos audiencia con Dios cada vez que queramos‖. Y luego da una definición de oración que a mí me gusta mucho. Dice: ―la oración es la cumbre de la perfección humana‖. Cerramos este brevísimo recuento de citas de San Romero con otras dos, referidas a él, del también mártir Ignacio Ellacuría: ―Con Monseñor Romero Dios pasó por El Salvador‖,
  • 26. ―Típico del hombre nuevo movido por el espíritu es que su motor no es el odio sino la misericordia y el amor, porque ve en todos a hijos de Dios y no a enemigos por destruir‖ Txelis. Karrantza Harana, 30 de mayo de 2015 Como Patio de Colegio Puede ser que esto que viene sea sacar las cosas, al menos algo de su quicio. Pero cuando ayer mismo atravesé el patio de un colegio, se me vino a la mente ese patio de medio millón de kilómetros cuadrados que es España, con muchos de nuestros políticos en corros cambiando sus cromos, haciendo acuerdos de pandillas y queriendo ganar lo que sea a toda costa en el intercambio. Puede ser que sea inevitable a la vista del reparto de votos. El domingo pasado anunciaba yo de madrugada que, a la vista de los resultados, los ganadores de votos iban a ser los perdedores de poder y los menos votados iban a ser los más decisivos en el reparto. Así se explica el revuelo en este patio gigantesco de ayuntamientos y autonomías. Y este juego me parece democrático y lógico si las alianzas se hacen por el bien de los ciudadanos; hasta me resultaría altamente ejemplar si un partido cede a cambio de nada. Pero en general la práctica es justamente la contraria, de forma que en estos días, como si fuera un panorama normal y homologado, se esparcen por el patio político los odios y las presiones, los amagos y las amenazas, el hambre de poder y la sed de cargos públicos, el olvido de las ideas y de la gente y el ansia de cualquier puesto, banco, banqueta, bancada, sillón, silla, sillín o silletín…, que todo vale para sentarse y asentarse. Por este vaivén de manipulaciones la Asamblea griega, a base de “óstraka”, aquellas tejuelas con el voto inscrito, acabó votando el ostracismo, o sea el destierro, de Alcibíades por diez años. Era el siglo V antes de Cristo y era el Alcibíades, negociador de lo que fuera y se terciara, que, sin que tenga nada que ver, escandalizó a la sociedad ateniense al ser el primero en pasear por el ágora con un perro atado. A este perro alude el dicho “el perro de Alcibíades‖ que se aplica en política a toda cortina de humo que se suelta para distraer a la gente del problema principal. Todavía hoy sigue sucediendo. Y al volver al artículo (¿habrá un día en que pueda escribir un articulillo como éste de un golpe y por derecho?), vengo con una información que acabo de escuchar con el corazón encogido: está a punto de ser cerrado por Kenia (razones políticas y económicas) el campamento de refugiados de Dadaab, el mayor de África con medio millón de personas al borde de nada; Fatuma (parece rigurosa y real la noticia) con sus catorce años de muerte y sed a cuestas aguanta cada día más de 10 horas con un bidón en sus manos a la orilla de una carretera de tierra esperando que algún camión que pase junto al campamento pare y le dé unos litros de agua. Y así todos los días… Ahora a vagar y morir por los duros campos de Kenia sin el mínimo refugio del campamento. Que muera pronto y en paz. Y ahora me digo, entre esto y aquello, que estamos locos. Ah, volviendo a aquello comunico a mis amigos y conocidos que he comprado, a bajo precio, una especie de etiqueta, bien visible y reciclable, que pone SOCIALDEMÓCRATA, así en mayúsculas para que todo el mundo lo sepa. Me dijo el vendedor que entre mayo y junio espera hacer su agosto. ¡Y esto pasa cuando estaba anunciado desde hace años el crepúsculo de las ideologías!
  • 27. Y sigo pensando que estamos bastante locos… Siempre es posible corregirse y volver a empezar Leonardo Boff, 30-Mayo-2015 No toda crisis, ni todo caos son necesariamente malos. La crisis acrisola, funciona como un crisol que purifica el oro de las gangas y lo libera para un nuevo uso. El caos no es solo caótico; también puede ser generativo. Es caótico porque destruye cierto orden que no atiende las demandas de un pueblo; es generativo porque a partir de un nuevo reajuste de los factores, inaugura un nuevo orden que hace mejor la vida del pueblo. Dicen algunos cosmólogos que la vida surgió del caos. Este organizó internamente los elementos de alta complejidad y de esta complejidad hizo surgir la vida en la Tierra y más tarde nuestra vida consciente (Prigogine, Swimme, Morin y otros). La actual crisis política y el caos social obedecen a la lógica descrita arriba. Ofrecen una oportunidad de refundación del orden social a partir del caos social y de los elementos depurados de la crisis. Como en Brasil hacemos todo a medias y no concluimos casi ningún proyecto (independencia, abolición de la esclavitud, la república, la democracia representativa, la nueva democracia post dictadura militar, la amnistía) existe el riesgo de que perdamos nuevamente la oportunidad de hacer algo realmente profundo y cabal, o continuaremos con la ilusión acostumbrada de que poniendo esparadrapos curamos la herida que gangrena la vida social desde hace tanto tiempo. Antes de cualquier iniciativa nueva, el PT, que hegemonizó el proceso nuevo en la política brasilera, debe hacer lo que hasta ahora no ha hecho: una autocrítica pública y humilde de los errores cometidos, de no haber sabido usar el poder realmente como instrumento de cambios y no de ventajas corporativas y de haber perdido la conexión orgánica con los movimientos sociales. Necesita hacer su mea-culpa porque algunos con poder traicionaron a millones de afiliados al haber manchado y rasgado su principal bandera: la moralidad pública y la transparencia en todo lo que hicieran. Aquel pequeño puñado de corruptos y de ladrones del dinero público dentro de Petrobras que traicionaron a más de un millón de afiliados al PT y avergonzaron a la nación, deberán ser borrados de la memoria. Cito a frei Betto que estuvo dentro del poder central y que ideó Hambre Cero. Al darse cuenta de los desvíos, dejó el gobierno comentando: «El PT en 12 años no promovió ninguna reforma de la estructura, ni agraria, ni tributaria, ni política. ¿Había alternativa para el PT? Sí, si no hubiese arrojado su
  • 28. garantía de gobernabilidad en los brazos del mercado y del Congreso; si hubiese promovido la reforma agraria, para hacer a Brasil menos dependiente de la exportación de materias primas, y favorecido más el mercado interno; si osase hacer la reforma tributaria recomendada por Piketty, priorizando la producción y no la especulación; si hubiese, en fin, asegurado la gobernabilidad prioritariamente mediante el apoyo de los movimientos sociales, como hizo Evo Morales en Bolivia… Si el gobierno no vuelve a beber en su fuente de origen –los movimientos sociales y las propuestas originales del PT– las fuerzas conservadoras volverán a ocupar Planalto». Y ahora concluyo yo: hemos echado a perder la revolución pacífica y popular hecha a partir de 2003 cuando ocurrió no un cambio de poder sino el cambio de la base social que sustenta el Estado: el pueblo organizado, antes al margen y ahora puesto en el centro. El PT puede soportar el rechazo de los poderosos. Lo que no puede es defraudar al pueblo y a los humildes que tanta confianza y esperanza pusieron en él. Y muchos, como frei Betto y yo, que nunca nos inscribimos en el PT (preferimos el todo y no la parte que es el partido), pero siempre apoyamos su causa, por verla justa y afín a las propuestas sociales de la Iglesia de la Liberación, sentimos abatimiento y decepción. No tenía por qué ser así. Y lo fue por inmoralidad, por falta de amor al pueblo y por la ausencia de conexión orgánica con los movimientos sociales. No por eso desistiremos. En el espectro político actual no vislumbramos ningún proyecto que huya de la sumisión al capitalismo neoliberal, que haga a la sociedad menos malvada y que presente líderes confiables que mejoren la vida del pueblo. La vida nos enseña y las Escrituras cristianas no se cansan de repetir: quien cayó siempre puede levantarse; quien pecó siempre puede redimirse después de una clara conversión al primer amor. Hasta se dice que quien estaba muerto puede ser resucitado, como Lázaro y el joven de Naín. El PT tiene que volver a comenzar desde allá abajo, humilde y abierto a aprender de los errores y de la sabiduría del pueblo trabajador. Son válidos todavía los ideales primeros: inclusión social de millones de marginados, desarrollo social con distribución de la renta y redistribución de la riqueza nacional, cuidado de la naturaleza con sus bienes y servicios amenazados y la siempre ansiada justicia social. Pero todo esto no podrá sostenerse si no viene acompañado de una reforma política, tributaria y fuerte inversión en la agroecología, dada la imposibilidad actual de hacer la reforma agraria. Para que eso ocurra, necesitamos creer en lo justo de esta causa; fortalecerse frente a la batalla que será entablada contra el PT por aquellos que viven batiendo ollas llenas, que nunca quieren cambios por miedo a perder beneficios; pero sin usar jamás las armas que ellos usan –mentiras y distorsiones– sino las que ellos no pueden usar: la verdad, la transparencia, la humildad de reconocer los errores y la voluntad de mejorar día a día, de querer un Brasil soberano y un pueblo feliz porque es lo justo, no más destinado a penar en las periferias existenciales sino a brillar. Sigue siendo válido lo que Don Quijote sentenciaba: «no hay que aceptar las derrotas sin dar antes todas las batallas». Leonardo Boff es teólogo, ecólogo y escritor, vea La Gran Transformación, Madrid, Nueva Utopía 2014. Leer los signos de los tiempos Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - Lunes, 25 de mayo de 2015 Existe una historia que se cuenta acerca de Anna Akhmatova, poetisa rusa, que solía ir cada sábado por la mañana y hacer cola fuera de una prisión de San Petersburgo, donde, junto con otras mujeres, confiaba dejar cartas y paquetes para los seres queridos que habían sido arrestados durante las purgas de Stalin. Las colas eran interminablemente largas, las mujeres eran cruelmente tratadas por los guardias y ni siquiera sabían si sus seres queridos estaban aún vivos o si las cartas y paquetes que dejaban serían entregados en alguna ocasión. Su espera era un ejercicio de frustración. Un sábado, esperando de esa manera, Akhmatova fue reconocida por otra mujer. Ésta se le acercó y dijo: ―Tú eres una poetisa, ¿puedes describir lo que está pasando aquí?‖ Respondió: ―Sí, puedo.‖ Entonces, ellas dos se cruzaron una sonrisa cómplice. ¿Qué había sucedido aquí? ¿Qué pasó entre estas mujeres en esa cómplice sonrisa? Hay algo muy importante en poner nombre a las cosas. Poder nombrar y describir algo es un acto político,