Un hombre tenía una pasión por los frijoles fritos, pero dejó de comerlos para casarse. Un día, su auto se descompuso y comió frijoles en el camino a casa, soltando gases. Al llegar, su esposa lo vendó para darle una sorpresa, pero él aprovechó para soltar más gases. Cuando ella regresó, descubrió que había invitados para una fiesta sorpresa.