2. VENTAJAS
- Los alumnos pueden trabajar con mayor autonomía,
de manera individual y en grupo.
- Posibilidad que los alumnos estén más activos en la
clase.
- Mayor atención y motivación por el aprendizaje.
- Aumenta las posibilidades de la interacción del alumno
con los medios que le rodean para aprender y con el
profesor.
- Los alumnos necesitan menos tiempo para realizar los
ejercicios.
- Para los alumnos las clases en las que se usan TIC se
hacen menos pesadas.
3. VENTAJAS
- Cambios en la motivación del profesorado: mayor
compromiso en la búsqueda de nuevos modos de
presentar cada tema.
- Los contenidos se pueden presentar en formatos más
atractivos y adecuados a lo que el alumnado está
acostumbrado a ver en su vida cotidiana.
- Posibilidad de desarrollar trabajos más cooperativos
con los estudiantes y de organización de las aulas
atendiendo mucho mejor a la diversidad del alumnado
de las mismas.
- El alumnado construye su propio conocimiento a
través de un aprendizaje más activo y colaborativo.
4. INCONVENIENTES
- La docencia con apoyo de las plataformas y las TIC
ocupa mucho tiempo.
- Los profesores inmersos en esta andadura son muy
heterogéneos.
- La escasa formación inicial y permanente del
profesorado. Se requiere formación del profesorado en
TIC, web 2.0, búsquedas en Internet, gestión del tiempo en
las aulas 2.0.
- Es necesario disponer de espacios donde compartir
experiencias y recursos con otros profesores.
- Es necesaria una revisión y actualización de las
metodologías. Hay que aplicar nuevas metodologías que,
entre otras cuestiones, suponen relaciones para los
alumnos y los docentes.
5. REFLEXIÓN FINAL
Es un hecho que el uso de la tecnología en el aula, hoy en
día, se hace necesario para poder lograr la motivación del
alumnado y la identificación del mismo con el tema.
Pero el objetivo final debe ser lograr utilizar dicha
tecnología al servicio de la educación y no la educación
como una justificación para usar la tecnología.
Para ello, el profesor debe ser capaz de conjuntar un buen
dominio de las tecnologías de aprendizaje y conocimiento,
y la utilización de metodologías que promuevan un
aprendizaje más reflexivo, colaborativo, autónomo y auto
evaluador del alumno. Para conseguirlo, el profesor debe
creer en la efectividad de estas nuevas tecnologías y
metodologías, y por lo tanto sentirse suficientemente
motivado como para invertir el tiempo y esfuerzo que
requiere este cambio.