Tenemos una oportunidad de impactar en nuestros interlocutores, por tanto, no la perdamos. Para hacer una buena presentación lo primero es conocer bien lo que hacemos, en qué somos diferentes, quien es nuestro cliente, porque nos compran a nosotros y no a la competencia. Por supuesto conocer a nuestros competidores, sustitutivos, canales de venta, precios…