El lenguaje como dispositivo que apoya la síntesis en educ popular
1. UNIVERSIDAD DEL CAUCA
FACULTAD: CIENCIAS NATURALES, EXACTAS Y
DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO: EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA
PROGRAMA: LICENCIATURA EN EDUCACIÓN
BÁSICA
ÉNFASIS: CIENCIAS NATURALES Y
EDUCACIÓN AMBIENTAL
UNIDAD TEMÁT.: LENGUAJE DE LAS CIENCIAS.
SEMESTRE: IV
3. DISPOSITIVO:
“…Todo elemento que hace posible
que el conocimiento y el
empoderamiento, es decir, la
producción de significados y sentidos,
sea una producción social…”
[Mejía y Awad, 2004:173]
4. 1. El acto educativo es un trueque de lenguaje donde cada
uno utiliza sus términos y asume otros nuevos desde su
horizonte cultural. Esto supone que las palabras no tienen el
mismo significado para los diferentes grupos sociales, razón
por la cual – en la práctica de la educación popular – se
debe variar el lenguaje de acuerdo con el grupo con el cual
se trabaje, readecuando términos de tal manera que el
lenguaje utilizado sea explícito, preciso y claro. Esto debe
ser una preocupación permanente para todo educador
popular, ya que la polisemia del lenguaje puede [llegar a]
desviar completamente el sentido del trabajo e impedir el
logro de los objetivos propuestos.
5. 2.
Así mismo, es importante utilizar un lenguaje sencillo que llegue
a la totalidad de las personas con las que trabajamos, pero no
por esto debemos dejar de reconocer que, [incluso] las
categorías básicas de nuestra propuesta, son parte del lenguaje
elaborado que es necesario trabajar. No podemos asumir la
actitud populista de negarnos o de negar nuestro lenguaje. Él es
parte de nuestra subjetividad. No se trata de hacer el ejercicio
mecánico de cambiarlo sino de ganar en la capacidad para
negociarlo.
6. 3.
La educación popular trabaja en pos de la comunión de lo
diverso y, en esa medida, impulsa el reconocimiento y el
encuentro de los diferentes saberes. Se trata de empezar a
utilizar nuevos términos y de aclarar lo que significan para que
puedan ser aprehendidos por las personas que participan de los
distintos procesos, aportándoles a su aprendizaje o negociación.
Además, la educación popular debe dejar de ser el lugar para
entronizar el saber espontáneo y caminar hacia su construcción
como un saber organizado y tematizado.
7. 4.
Para los grupos populares que inician su acercamiento a los
proceso de la educación popular, es recomendable no hacer uso
de términos abstractos o de universales propios de las diferentes
disciplinas sobre los que no tienen referentes claros.
Recordemos que, en muchas oportunidades, sobre esos
universales se cubren aquellas personas acostumbradas a
discursos generales, llenos de verdades que pontifican, crenado
a su alrededor un halo de “sabiduría” sostenida en el
desconocimiento que de ellos tienen los demás.
8. 5.
Sin lugar a dudas, el lenguaje es una poderosa arma para la
manipulación, siendo uno de los elementos constitutivos del
saber/poder. Con frecuencia se tiene la falsa percepción de que
quien más habla o quien utilizar los términos más elaborados es
quien más sabe. Para el educador popular es una tarea romper
este mito y acercar la posibilidad de “decir” y “saber” a todos
aquellos con quienes trabaja. Ese es el sentido de las
sistematizaciones que construyen un nivel de lenguaje para ser
trabajadas por grupos de pares.
9. 6.
No olvidemos que procedemos de una tradición
fundamentalmente oral y, por tanto, nuestro lenguaje se
caracteriza por ser coloquial. A este respecto, siempre será válido
diseñar dispositivos que propongan el uso del lenguaje coloquial
para grupos populares. Desde ese acercamiento es posible
avanzar hacia otras formas de lenguaje con estructuras
narrativas más complejas.
10. BIBLIOGRAFÍA:
Tomado de: Mejía J., M.R.; Awad G., M.I. (2004).
Educación popular hoy. En tiempos de globalización.
Bogotá: Aurora. Cap. III. Págs: 200 -201.