2. Las religiones del Imperio situaban a sus dioses en el Olimpo, lejos de las personas, indiferentes a las miserias de los pobres. Siempre a favor de los poderosos
3. - Jesús, en cambio, nace pobre, de padres pobres. - Los hace destinatarios de su Reino. Los llama bienaven- turados. Se dedica es pecialmente a los más despreciados. - Anuncia Buenas Nuevas a los pobres. - Es visitado en primer lugar por los más pobres.
4. Jesús es Dios encarnado en la vida de los pobres. Anda de pueblo en pueblo, a la orilla del lago, por los campos, atravesando el lago. Entra en las casas y en las sinagogas. Se detiene para hablar a las multitudes, que lo buscan continuamente y se aprietan en torno a él para escucharlo.
5. El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha enviado para traer Buenas Nuevas a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor. Hoy se cumplen estas profecías... 4,18-21
6.
7. Yo te bendigo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y se la has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido eso bien. 10,21
8. Los despreciados querían sentarse cerca de él porque se sentían comprendidos y queridos. Lograba que las personas se sintieran a gusto: expresan con sinceridad sus sentimientos y emociones, sus clamores y dolores. Todos querían tocar a Jesús, porque de él salía una fuerza que los curaba. Ponía sus manos sobre cada uno de ellos… Su presencia transmitía confianza y energías.
9. Jesús pasaba mucho tiempo compartiendo con ellos Las multitudes esperaban y buscaban a Jesús, continuamente. El pueblo se quedaba fascinado cuando hablaba. Se alegraban por las maravillas que hacía y alababan por ello a Dios. Eran, en su mayoría, gente hambrienta, enferma y excluida.
10. Eran indefensos y perseguidos, gentes sin poder y a merced de los poderosos, que sólo podían poner su confianza en Dios. Sólo el tercer evangelio nos ha conservado el dicho de la ternura de Jesús hacia los pobres: “ No temas, pequeño rebaño, porque al Padre le ha parecido bien darles el Reino“ (12,32).
11. y el peligro de la riqueza, que puede llevar a la mayor necedad (Lc 16,19ss). El Jesús de Lucas no es adorado por los ricos magos (Mt 2,1-12), sino por los pobres pastores (Lc 2,8ss). Ningún evangelista destaca tanto como Lucas el elogio del pobre (Lc 21,1-4)
12. El hecho de que el Padre haya revelado sus designios a los pequeños es para Jesús motivo de gran gozo (10,21).
13. El Magníficat es también el cántico de la comu nidad cristiana . El cántico de la Virgen María anuncia liberación de la opresión, vuelco de condiciones sociales, hartura para los pobres (1,51-53) Dios ha mirado hacia su pequeña, y su espíritu se alegra en ello.
14. El Cristo confesado en la comunidad lucana es El liberador de los oprimidos La curación de endemoniados (4,31-37; 9,37-43), leprosos (5,12-16; 17,11-19), mujeres (8,42-48; 13,10-13); el hijo único de una viuda (7,11), nos hablan de un salvador que trabaja ante todo en la marginalidad.
15. Los primeros llamados a su seguimiento son unos pescadores de “Galilea de los gentiles” (Lc 5,1-11) Le siguen despreciadas mujeres (8,2-3); y odiados pecadores (5,27s; 19,9). Jesús realiza su programa desde los despreciados Son los “ pobres, lisiados, ciegos y rengos”, que andan por “caminos y cercas” los que responden a su invitac ión (14,21-23).
16. En Lucas Jesús destruye todo tipo de barreras : su corazón es universal Promete el paraíso al buen ladrón (23,43) Simeón ve a Jesús como luz para todas las naciones (Lc 2,32). Jesús alaba la fe de los paganos (7,9) y cura sus males (8,26ss). Tiene especial predilección por los samaritanos, y los presenta como modelo (10,25-37). Integra a las mujeres en su seguimiento (8, 2-3; 10,38-42). Rehabilita a los pecadores públicos (5,27; 7,50).
17. Para el Jesús de Lucas es más importante curar al hombre de la mano seca (Lc 6,6ss.) o a la anciana encorvada (13,16) que observar el reposo sabático.
18. La contraposición entre religión mal entendida y amor concreto queda patente en la parábola del Buen Samaritano (10,25ss). La fe en Jesús debe llevar a compartir lo que se tiene (Hch 2,45; 4,32; 11,29ss). Al sacerdote y al levita la observancia de su pureza ritual les impidió acercarse al necesitado. No así al “hereje” samaritano.
19. Pequeñez, providencia, gozo agradecido Son tres actitudes inseparables en Lucas. Al "pequeño rebaño" quiere el Padre darle el Reino; por lo cual debe vivir confiado, alegre, sin ansiedad (12,22-34). Jesús invita constante a ser el menor, el último, el servidor de todos (Lc 9,46ss; 14,11; 22,27). La situación de la comunidad lleva al evangelista a subrayar estas preferencias.
20. Los pequeños y despreciados de hoy ¿son objeto de nuestras prioridades? ¿En qué nos dejamos interpelar por ellos? ¿Quiénes son hoy los más despreciados y marginados? ¿Los conocemos? ¿Nos acercamos a ellos? ¿Los queremos como Jesús?