El documento trata sobre cómo a menudo cuando alguien está triste, llorando, preocupado o deprimido, los demás no se dan cuenta de sus emociones, pero sí notan actos embarazosos como eructar, sonarse la nariz o rascarse, aunque sean discretos. Insta al lector a probar esto último para comprobar que otros sí prestan atención a dichas acciones, aunque pretendan pasar desapercibidas.