1. Más estado social
La influencia y la repercusión intelectual del sociólogo francés Pierre
Bourdieu fallecido en 2002 aumentan con el paso del tiempo, porque
sus ideas aportan directrices y orientación para el presente. Se mostró
combativo contra el orden neoliberal, ya que no admitía que el
funcionamiento de las sociedades se subordine a la lógica del mercado.
Algo en lo que también está de acuerdo Habermas que escribió sobre
las negativas consecuencias de la aplicación de las políticas neoliberales
en todo el mundo desde 1990. Es lógico que Bourdieu afirme que: «La
crítica epistemológica no va sin la compañía de una crítica social». En
efecto, el estado no debe estar al servicio de los intereses económicos de
los más fuertes, porque el bienestar económico es un derecho de todos,
y no de una minoría privilegiada. El civismo se contrapone a la
corrupción siendo necesario un estado que controle lo más
eficientemente posible el funcionamiento de la economía del país, de
acuerdo con las leyes. La desigualdad y la injusticia social a escala
planetaria fueron objeto de análisis y críticas por Bourdieu en sus
obras. Los derechos humanos y los universales éticos, jurídicos,
científicos que son patrimonio teórico de todos los hombres y mujeres
deben de ser efectivos, y no simplemente teóricos en gran medida.
Aunque Bourdieu critica a Habermas por considerar que el acceso a
los universales es general, la actitud más reciente de este pensador
germano se está aproximando a posiciones críticas con la política de la
Unión Europea, y especialmente con las decisiones del gobierno
alemán. El posmarxismo kantiano de Habermas le impulsa muy
coherentemente, a mi juicio, a una actitud de crítica de la política
económica de la Unión Europea en relación con el Euro, y con
desajustes que son la negación de la solidaridad y el bienestar social.
De hecho en una entrevista muy reciente Habermas dice: «Alemania se
sitúa de nuevo con respecto a Europa en aquella posición
semihegemónica que nos condujo a las dos guerras mundiales». Y
también advierte de la autocomplacencia alemana, y de su falta de
interés o indiferencia por el resto de países europeos.
La sociología es, en realidad, una critica de la razón, y es una disciplina
que valora las condiciones históricas, económicas e institucionales de
las sociedades de los distintos países. El poder y la desigualdad forman
la trama de nuestras sociedades, y esto se puede reformar o cambiar
con un enfoque igualitario y humanizador. Y los conflictos políticos
pacíficos, y las propuestas racionales constructivas en el ámbito del
poder pueden hacer progresar los intereses universales.
Considero que en nuestro país existen líneas rojas respecto a los
derechos sociales que establece la Constitución y que, en mi opinión,
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2. han sido sobrepasadas. Por ejemplo, el copago de medicamentos es
claramente injusto por muchas razones, aunque disminuya el gasto
sanitario. La mínima subida anual de las pensiones es otra muestra
más, la creación de empleo de calidad, etc. La atención a la
dependencia es otro de los problemas que precisan más recursos
económicos. El estado del bienestar no se logra con austeridad a toda
costa, incluso por encima de algunos de los derechos sociales de los
ciudadanos. Debe haber más inversión pública en España. La política
económica de Obama no se ciñe a las políticas de recorte de gastos,
sino que impulsa el crecimiento y la expansión de un modo enérgico y
decidido. Y esa es la línea económica que conviene a Europa, aunque
Estados Unidos sea una federación política claramente distinta de la
Unión Europea.
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