La energía geotérmica proviene del calor interno de la Tierra y puede aprovecharse de bajas, medias o altas temperaturas. Ofrece ventajas como la independencia energética y bajos impactos ambientales, pero también inconvenientes como la emisión de gases y la contaminación térmica. Islandia obtiene gran parte de su energía de fuentes geotérmicas debido a su actividad volcánica.