1. TRABAJO PRACTICO: LA MONEDA ARGENTINA
INDICE
PAGINA 2 A 4 INTRODUCCION
PAGINA 4 A 18 DESARROLLO
PAGINA 19 A 20 IMÁGENES
PAGINAS 21 A 24 CONCLUSIONES
PAGINA 25 BIBLIOGRAFIA
2. INTRODUCCION
El primer billete en territorio nacional empezó a circular el 1º de mayo de
1823 emitido por el Banco de Descuentos o Banco de Buenos Aires, fundado
el año anterior con capitales de origen inglés y que garantizaba con su capital
la convertibilidad fija con el oro; fue utilizado para diversos negocios de los
mismos socios hasta que el aumento de las importaciones produjo una salida
de oro y la imposibilidad de cumplir sus obligaciones; en 1826 se convirtió en
el llamado “Banco Nacional” y el Estado provincial tuvo que garantizar las
emisiones realizadas, suspendiéndose la convertibilidad. En 1836 el banco
pasó a ser la Casa de la Moneda hasta 1854, en que con esa base se creó el
Banco de la Provincia de Buenos Aires, de capital estatal. En 1867 el gobierno
de Buenos Aires encargó a la Oficina de Cambio del Banco de la Provincia la
emisión de una moneda de papel convertible en oro, con el monopolio para
hacerlo en todo el territorio provincial; para financiarla contrató
cinco empréstitos externos cotizados en libras esterlinas. Luego de la unidad
nacional se había acordado que la moneda emitida por Buenos Aires fuera
aceptada por todas las aduanas de todo el país, lo que le daba –hasta cierto
punto- el carácter de curso legal nacional; este beneficio por el señoreaje que
quedaba en poder de la Provincia le generó un conflicto latente con Nación.
Esta convertibilidad duró poco: en 1873 la moneda provincial sufrió una
corrida bancaria que obligó a suspenderla.
En 1872, con el fin de competir con el poder monetario de Buenos Aires, el
presidente Sarmiento creó el Banco Nacional, mixto, autorizado a emitir
moneda de curso legal en todo el territorio nacional. Pero en 1876 el
gobierno nacional estaba al borde de la cesación de pagos, lo que fue evitado
mediante un préstamo del Banco Provincia de Buenos Aires a cambio de
impedir que el reciente Banco Nacional emitiera dinero mientras persistiera
la deuda. En 1881 el presidente Roca logró un acuerdo para cambiar la deuda
con el Banco Provincia por bonos de deuda pública interna, con lo que liberó
al Banco Nacional de la prohibición de emisión y, en consecuencia, fue
posible aprobar la Ley 1.130.
3. Patrón bimetálico
La nueva ley estableció un patrón bimetálico: el oro y la plata. El patrón oro
era el usado en el comercio internacional y fue el que defendía Buenos Aires,
mientras que el patrón plata fue una concesión a las provincias del interior,
donde la plata era habitual. Se prohibió la circulación de monedas extranjeras
y se previó la emisión de monedas de oro, de plata y de moneda de papel.
Eran, respectivamente, el peso argentino (8,05 gramos de oro), el patacón
(25 gramos de plata) y el peso moneda nacional. Estaban autorizados a emitir
el Banco Nacional y los bancos de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y
Tucumán. Esta etapa de convertibilidad del peso moneda nacional duró hasta
1885, fecha en que, por escasez de metálico, se declaró la inconvertibilidad.
En 1887 una ley, conocida como de los Bancos Garantidos, autorizó a
cualquier banco a emitir dinero nacional siempre que depositaran una
garantía en oro en las arcas del Estado nacional, quien les daba a cambio
bonos de la deuda nacional que le servían de respaldo a la emisión
monetaria. Esto hizo posible que la circulación monetaria creciera el 250%,
con un paralelo aumento de los precios internos. Todo terminó con la
profunda crisis económica de 1890.
En 1899, estabilizado el modelo de crecimiento hacia afuera, se dictó la ley
que puso en funcionamiento a la Caja de Conversión. La nueva
convertibilidad duró hasta la Primera Guerra Mundial, en que fue
suspendida. Con Alvear en 1927 se volvió a la Caja de Conversión hasta 1929,
fecha en que Yrigoyen, ante la fuga de capitales, declaró la inconvertibilidad
definitiva.
En 1935 se creó el Banco Central, como único emisor de dinero, debiendo
mantener una reserva suficiente para garantizar su valor (el 25% en oro y
reservas, según la ley); además, su función era regular el sistema bancario y
actuar como agente financiero del gobierno.
Los sucesivos pesos
El peso moneda nacional vivió hasta el 31 de diciembre de 1969, alcanzando
4. a cumplir 88 años. Lo sucedió el peso Ley 18.188, que le quitó dos ceros al
anterior. Hay que recordar que fue el año del Cordobazo y de la oposición
generalizada a la dictadura; quizá por esta razón, en una especie de oposición
tácita, la gente no aceptó la nueva moneda sino que siguió pensando y
hablando en términos de moneda nacional; al principio siguieron circulando
los billetes moneda nacional por lo que la confusión era enorme. El peso Ley
duró poco: el 1º de junio de 1983 lo reemplazó el peso argentino, que le sacó
cuatro ceros y que duró muchísimo menos. El 15 de junio de 1985 lo
reemplazó el austral, que le quitó tres ceros. Y el 1 de enero de 1992
apareció el peso, con 4 ceros menos que el austral. Así, la historia de la
moneda se convirtió en la historia de nuestra inflación: un peso actual es
igual a 10.000 australes, ó 10.000.000 de pesos argentinos, ó
100.000.000.000 de pesos Ley 18.188 ó 10.000.000.000.000 (diez billones) de
pesos moneda nacional.
DESARROLLO
En 200 años de historia, la Argentina tuvo muchos cambios económicos y
varias devaluaciones. Pero, curiosamente, sólo cambió 5 veces de moneda de
curso legal.
El primer signo monetario fue el Peso Moneda Nacional (m$n), creado en
1881, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, por la ley 1.130. El fin
fue crear una moneda común para todo el territorio y unificar el sistema
monetario, hasta ese momento bastante caótico: circulaban pesos fuertes,
pesos corrientes, reales y hasta pesos bolivianos.
Para poder emitir el primer signo monetario común a todo el país, se creó en
1880 la Casa de la Moneda de la Nación, que fue la encargada de importar
una tecnología moderna de origen francés que permitió emitir en 1881 los
primeros billetes impresos en el país.
Desde entonces, todas las emisiones monetarias se hacen a través de la Casa
5. de la Moneda. Desde 1810 y hasta que se creó la Casa de la Moneda, existían
tres casas de moneda con un protagonismo regional destacado: en el
noroeste del país, la provincia de La Rioja fue la única que acuñó moneda de
oro y de plata; en el centro, la provincia de Córdoba labró monedas de plata,
y en el litoral ribereño, la provincia de Buenos Aires innovó la circulación de
monedas de cobre.
Los Pesos M/N tuvieron larga vida, ya que perduraron hasta 1969.
Sobrevivieron a dos guerras mundiales, la década infame y la Revolución
Libertadora. Pero no por eso no sufrieron cambios, algunos muy curiosos.
En 1897 se sancionó la ley N° 3.505 que autorizó a la Caja de Conversión (aún
no existía el Banco Central) a modificar los billetes y poner una imagen de la
"Esfigie del Progreso" en lugar de los retratos de los presidentes y
funcionarios de los últimos gobiernos. Estos billetes estuvieron en circulación
hasta 1942, cuando el Banco Central (creado en 1935) decidió emitir sus
primeros billetes propios. Pero todavía no se trataba de billetes totalmente
hechos en el país, ya que la provisión de papel especial y las planchas de
metal grabadas con las ilustraciones alegóricas o de retratos de próceres
argentinos, continuaban elaborándose en Europa.
Recién en 1951 se hizo el primer billete íntegramente impreso en el país. Fue
gracias a la incorporación de técnicos italianos a la Casa de Moneda argentina
que fueron los que formaron una escuela de grabadores que permitieron
confeccionar los diseños del papel moneda sin depender del auxilio
extranjero.
El 1° de enero de 1970 hubo un cambio drástico en el país: apareció el Peso
Ley 18.188 ($ ley). Este nuevo signo monetario vino a reemplazar al peso
moneda nacional, y el cambio golpeó duramente los bolsillos de los
argentinos: 1 pesos ley equivalía a 100 Pesos Moneda Nacional.
El Peso Ley subsistió hasta 1.983. La inflación lo fue devorando. Llegó a
6. emitirse un billete de 1.000.000 de pesos ley. En ese momento se decidió
cambiar nuevamente la moneda, y se creó el Peso Argentino.
El Peso Argentino se creó mediante el Decreto 22.707, durante la presidencia
de facto de Reynaldo Bignone. Otro duro golpe para el bolsillo de la gente:
cada Peso Argentino equivalía a 10.000 pesos ley.
Pero el Peso Argentino fue la moneda nacional que tuvo vida más corta. En
1985 fue reemplazado por el Austral, que llevó el nombre del plan económico
diseñado por Juan Vital Sourrouille, ministro de Economía durante la
presidencia de Raúl Alfonsín.
El Austral (A) se convirtió en la moneda de curso legal el 14 de junio de 1985,
cuando Alfonsín firmó el Decreto 1093 que ponía en marcha el Plan Austral,
que buscó contener la inflación. Cada austral equivalía a 1.000 pesos
argentinos.
Al principio, el Plan Austral parecía exitoso. Pero hacia 1986 la nueva moneda
comenzó a perder valor frente al dólar y nunca más se recuperó. En 1989 el
Austral se depreció 5.000% anual con respecto al dólar. Y hasta se emitieron
billetes de 500.000 Australes.
En 1992, el Austral fue reemplazado por el Peso. Cuando entró en vigencia,
cada Peso equivalía a 10.000 australes. Y era igual a un dólar. La
convertibilidad duró 10 años. Luego vino la devaluación. Y las cuasimonedas
(el Patacón, el Lecop, entre otros, eliminadas en 2003). Pero el mismo Peso
sigue siendo la moneda de curso legal.
El Peso Ley 18.188 (Símbolo: $Ley) fue la moneda vigente en la Argentina en
el período 1970-1983, popularmente conocida como peso ley. Cada peso ley
equivalía a 100 m$n (Peso Moneda Nacional).
Para que el público se fuese acostumbrado a la conversión, se dispuso que
7. mientras se confeccionaran los nuevos billetes con el nuevo diseño, se
continuaran emitiendo los valores existentes pero resellados con los nuevos
valores. Así, por ejemplo, los de 100, 500 y 1.000 (m$n) fueron convertidos a
1, 5 y 10 Pesos Ley respectivamente.
El peso ley, que entró en circulación como tal en 1970, sufrió una elevada
inflación, sobre todo a partir de 1975, y en 1982. En ese año se llegó a emitir
un billete de $ 1.000.000.
El Peso Argentino: (símbolo: $a) fue la moneda vigente en la Argentina en el
período 1983-1985. Fue creada mediante el Decreto 2270 y entró en vigencia
el 1° de junio de 1983.
Cada Peso Argentino equivalía a 10.000 $ (Peso Ley 18.188). A diferencia del
anterior cambio de moneda, esta vez no hubo resellado de billetes.
Sin embargo, la inflación en este periodo siguió en ascenso y en junio de
1985, es reemplazada por una nueva moneda, el Austral.
El Austral: se convirtió en moneda de curso legal de la República Argentina el
14 de junio de 1985, cuando el entonces presidente Raúl Alfonsín firmó el
decreto 1096, anunciando un nuevo plan económico (llamado Plan Austral)
del entonces ministro de Economía Juan Vital Sourrouille para contener una
inflación que venía siendo creciente.
El plan incluyó la creación de una nueva moneda, equivalente a 1.000 $a
(Peso Argentino). En un principio el plan pareció exitoso para contener la
alzada inflacionaria, pero hacia 1986 comenzó a desvalorizarse con respecto
al dólar y nunca más logró reposicionarse. El austral se llegó a depreciar un
5.000% anual con respecto al dólar hacia 1989. En 1992 fue reemplazado por
una nueva unidad monetaria, el Peso convertible, a razón de 10000 australes
por peso.
Originalmente se emitieron monedas por 1/2, 1, 5, 10, 50 Centavos y billetes
por 1, 5, 10, 50 y 100 Australes. Pero a medida que la inflación fue avanzado,
8. se empezaron a emitir valores muchos más grandes. Se llegaron a emitir
monedas de 1.000 australes y billetes de 500.000 australes.
El Decreto del Poder Ejecutivo N° 2.128 del 10 de octubre de 1991 dispuso la
puesta en vigencia, a partir del 1 de enero de 1992, de la LÍNEA PESO. Se
estableció una paridad de un peso ($1) equivalente a diez mil australes (A
10.000). El peso era convertible con el dólar de los Estados Unidos, a una
relación un peso ($1) por cada dólar, paridad ésta que se estableció
continuando con lo legislado por la Ley de Convertibilidad del Austral N°
23.928 del 27 de marzo de 1991. Los billetes emitidos en esa oportunidad
llevaban la leyenda “convertibles de curso legal”.
A cinco años del lanzamiento del Peso Convertible, se efectuaron algunos
cambios en la línea, que incluyeron mejoras en los grabados, papel de un
gramaje superior , marca de agua de molde cilíndrico localizada, que
reproduce el retrato del diseño orientado en el mismo sentido.
La Ley N° 25.561, de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario
del 6 de enero de 2002, en su artículo 3° deroga los artículos 1° y 2° de la
Ley de Convertibilidad del Austral, por lo que se dispuso suprimir el vocablo
"convertibles de curso legal" en los billetes de la línea peso.
Historia económica argentina
La historia económica argentina puede dividirse en 4 periodos a saber:
Anterior a 1880, de 1880 a 1930 conocido como periodo Agroexportador, de
1930 a 1976 conocido como periodo de Sustitución de Importaciones, y de
1976 a 2001 conocido como periodo de Apertura económica. Periodo
anterior a 1880:
Este periodo se caracteriza por un relativo aislamiento de las diferentes
regiones del país, estando la Argentina dividida políticamente en gran parte
de esta etapa. La economía era básicamente ganadera, siendo la principal
actividad para la exportación la producción y el salado de carne vacuna en
saladeros. La elite económica esta formada por dueños de estancia que
9. tenían gran cantidad de ganado y tenían a su cargo a un grupo de gauchos,
en muchos casos organizados militarmente, constituyéndose así los
estancieros en caudillos. Muchas de las luchas internas estaban motivadas
por ver quien controlaba la aduana y el puerto de Buenos Aires por donde
pasaba la mayor parte del comercio exterior. En las primeras etapas vemos el
enfrentamiento entre unitarios y federales, que tenían diferentes
concepciones económicas, siendo los unitarios los mas propensos al libre
comercio. Aunque en algunas etapas las tarifas aduaneras fueron altas,
igualmente por medio del contrabando se infiltraban los productos ingleses
que iban desplazando a las actividades artesanales que se desarrollaban en el
país. Sobre el final de esta etapa se logra la unificación política del país y con
ello comienza una etapa de colonización de nuevas tierras y se crean los
primeros ferrocarriles.
Periodo Agroexportador:
Con la llamada Conquista del desierto se logró integrar al país grandes
extensiones de tierras arrebatadas de las poblaciones aborígenes que fueron
derrotadas. A partir de 1880 el modelo económico pasa a ser el de grandes
estancias productoras de productos exportables como carne y granos. El país
tiene fuertes lazos comerciales con Inglaterra que pasa a ser el principal
financista e inversor en el país, especialmente en los ferrocarriles que se
extienden a casi todas las provincias convergiendo en Buenos Aires y Rosario
que actúan como puertos exportadores de los productos agrarios. La mayoría
de los productos industriales son importados, pero ya se comienzan a formar
algunas industrias livianas que no incorporan demasiada tecnología, sobre
todo en áreas como frigoríficos, alimentos, bebidas, materiales para la
construcción, jabón, tabaco y algunas textiles. La expansión económica
provoco una carencia de mano de obra y en este periodo se produce una
gran afluencia de inmigrantes europeos, sobre todo españoles e italianos que
se concentraron en las zonas del litoral sobre todo. La elite económica estaba
formada por los grandes propietarios de tierras que eran anglófilos y
liberales. Este modelo de económico tenia sus altibajos y se produjeron crisis
como la de 1890 producto de el alto endeudamiento. Estas crisis estallaban
10. cuando había algún deterioro en los términos de intercambio, o cuando el
Banco de Inglaterra incrementaba sus tasas de interés, encareciendo el
financiamiento y provocando un retiro de los capitales invertidos. A
principios del siglo 20 comenzaron a formarse organizaciones sindicales de
extracción anarquista en muchos casos, influenciadas por las ideologías con
las que venían los inmigrantes europeos, aunque estos movimientos fueron
en muchos casos reprimidos en forma sangrienta, estas luchas igualmente
consiguieron algunas reivindicaciones. Durante la primera guerra mundial se
produce un periodo de crecimiento de la industria debido al faltante de
productos importados. En el año 1929 se produce el crack de la bolsa de Wall
Street y con ello se desencadena una crisis ya que cae la demanda de los
productos exportables, y se produce una gran caída económica del país con
alta desocupación, lo que lleva al derrocamiento del gobierno democrático y
plantea la necesidad de un nuevo modelo económico.
Periodo de sustitución de importaciones:
Debido a la crisis económica de 1929 - 30 al país se le cierran las principales
exportaciones y fuentes de divisas. Por ello se hace necesario un cambio del
enfoque, concentrándose en el mercado interno más que en el intercambio
con el exterior. El estado comienza de manera tímida a ejercer un rol más
activo en la economía, interviniendo en los mercados monetarios y de
préstamos, fijando mayores aranceles y cupos a las importaciones, y
actuando como motor de la demanda. También se forman algunas empresas
estatales. Ante estos estímulos se comienzan a canalizar los esfuerzos del
sector privado a la producción de bienes de consumo industriales y
alejándose algo de la inversión agrícola. Con el triunfo del peronismo en 1946
se produce un boom de industrialización, solamente frenado por la necesidad
de generar divisas para la adquisición de bienes de capital para la industria.
Se produce en esta etapa una integración de las clases más bajas al consumo,
debido a la política redistributiva del gobierno de Perón, lo que dinamiza aun
más la actividad industrial. El cuello de botella de este desarrollo fue la
carencia de industrias pesadas y la carencia de recursos energéticos de
manera suficiente, por ello se daban ciclos de crecimiento con aumento del
11. poder adquisitivo del salario, lo que llevaba a una mayor demanda de
insumos importados para la industria, lo cual traía aparejada con el tiempo
una crisis y una ajuste del tipo de cambio lo cual provocaba inflación y caída
del salario real, hasta alcanzarse un nuevo equilibrio y una nueva etapa de
expansión. La influencia de Inglaterra como potencia distribuidora de
capitales disminuye sensiblemente, tomado su lugar Estados Unidos. Las
nuevas industrias se concentraron sobre todo en la zona del litoral por lo que
el estado interviene activamente para desarrollar otras zonas como Córdoba.
Un instrumento de desarrollo y paliativo de la carencia de industria pesada
fue la creación de Fabricaciones Militares que producía insumos básicos
como hierro y acero, ácido sulfúrico, armamentos, etc.. También tenemos el
desarrollo de YPF como productora de Petróleo y como generadora de
negocios para sus proveedores de insumos, aunque no llegaba a colmar las
necesidades energéticas del país. La actividad sindical pasa en la etapa
peronista a ser absorbida por este movimiento con diferentes matices, el
estado pasa a regular las relaciones obrero patronales enmarcándolas en los
convenios colectivos de trabajo que persisten hasta la actualidad, para
asegurar la cooperación mutua. Luego del golpe del 55 el peronismo es
proscripto, y se abre la economía a algunas inversiones extranjeras lo que ya
había comenzado a insinuarse en la segunda presidencia de Perón. En los
años 60 se logra desarrollar los complejos metalmecánicos y petroquímicos
para abastecer a la industria liviana. Estos años son de conflicto debido a la
lucha peronista para poder volver al gobierno, lo cual se consigue en el 73.
Esta es una época signada por la violencia política y además estalla una crisis
petrolera internacional que afecta a la economía mundial. En 1976 se
produce un golpe de estado en Argentina que instaura un nuevo modelo
económico.
Periodo de apertura económica:
Con la llegada del proceso al gobierno se produce un cambio en el modelo
económico. Se abren las importaciones y se flexibilizan a punta de pistola las
relaciones laborales. Además el estado recurre cada vez más al
endeudamiento externo para financiarse, y fija pautas cambiarias que
12. facilitan la entrada de capitales golondrina especulativos, que invierten solo
en negocios financieros. Esto provoca una decadencia de la industria y una
baja del poder adquisitivo de los salarios. El país se concentra en exportar
commodities y cada vez es necesario generar mayores excedentes para pagar
los intereses de la deuda y la fuga de capitales especulativos. El país se
encuentra expuesto cada vez más a los vaivenes de los mercados financieros
internacionales que provocan periódicas crisis y devaluaciones, y alta
inflación. Con el regreso de la democracia en 1983 esta situación no cambia
demasiado, pero en la presidencia de Menem se profundiza aun más la
tendencia con la venta a precio muy bajo de las empresas estatales, de esta
manera el estado pierde su rol en la economía y se limita a ser un mero
recaudador de impuestos que se dedican en gran parte a pagar los intereses
de la deuda externa que sigue aumentando. Con los recursos provenientes
de estas ventas y de un mayor endeudamiento, se logra un breve periodo de
bonanza signado por la paridad peso dólar mediante la ley de convertibilidad,
que ayudo a combatir la inflación, pero a su vez le dio un seguro de cambio a
las inversiones especulativas. Las industrias se concentran en manos de
grandes grupos transnacionales que se dedican a actividades de alta
tecnificación y poca mano de obra, enfocadas al consumo masivo y a la
exportación de commodities muchas de origen agropecuario como los
derivados de la soja. En 1998 comienza una serie de crisis internacionales que
provocan una fuga de capitales y una recesión, la desocupación se generaliza
y llegan a bajar incluso los salarios y jubilaciones de manera real y nominal.
Todo esto finaliza en 2001 con un crack del sistema bancario, se congelan los
depósitos y la economía colapsa. Ante esto estalla el descontento popular
que termina derrocando al gobierno de De la Rúa.
2002 - a nuestros días:
Ante la crisis en el año 2002 se produce una devaluación y un cese al pago de
la deuda externa y un rebote económico ayudado por un clima internacional
cada vez mejor para las exportaciones argentinas, registrándose precios
record en la soja y otros cereales. Además el estado pasa de una situación de
déficit fiscal crónico a un superávit que permite de a poco ir reduciendo la
13. dependencia de los capitales externos. Si esto es parte de un nuevo modelo o
una continuación del anterior con viento a favor es algo que aún resta por
verse.
Historia del Banco Nacion
El organismo rector del sistema financiero nació como consecuencia de la
reforma monetaria y bancaria de 1935, que implantó cambio fundamentales
a través de seis leyes, las que fueron promulgadas el 28 de mayo de ese año
con los números 12.155 a 12.160.
Ese día dejó de existir formalmente la Caja de Conversión vigente desde 1899
y comenzó la existencia del Banco Central de la República Argentina tal como
lo conocemos hoy.
A la vez, los decretos que fijaron las así llamadas operaciones constitutivas y
que dieron por terminadas las funciones de la Caja de conversión, del Crédito
Público y de la Junta Autónoma de Regulación llevan la fecha del 31 de mayo.
Ese mismo día, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina
transfirieron al flamante organismo los fondos provenientes del justiprecio
del oro. Y este día es el que se considera como el del aniversario del Central,
aún cuando éste comenzó a funcionar como tal unos días después, el 6 de
junio de 1935.
El encargado de diseñar el Banco Central fue Raúl Prebisch, primer gerente
general de la institución hasta 1943.
La iniciativa de crear el sistema del Banco Central -con Agustín P. Justo como
presidente de la Nación y Federico Pinedo a cargo de la economía- se basó en
el dictamen emitido en 1933 por una misión encabezada por el perito
británico Otto Niemeyer, que Prebisch elaboró para formular sobre esa base
principios apropiados a la realidad económica nacional. En sus palabras, "una
política monetaria y financiera que responda a las auténticas conveniencias
14. nacionales".
El prestigioso economista -que fundó su esquema en la necesidad de superar
la grave situación monetaria y bancaria creada por la crisis mundial de los
años treinta- soportó luego los embates de la recesión de 1938, que
combatió con un novedosa política anticíclica, y la de 1939, asociada al
estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Con Prebisch, que encarnó en la Argentina las nuevas ideas keynesianas, el
BCRA encaró por primera el cálculo del ingreso nacional anual. También se
inició un programa de capacitación de técnicos del BCRA en Harvard.
El Banco Central inicial, según la Carta Orgánica de 1935, tendió a "promover
la liquidez y el buen funcionamiento del crédito" y prohibió a los bancos
operaciones que comprometieran esa liquidez.
Después de la guerra, comenzó un período de violentos cambios
estructurales que se prolongó hasta la década del noventa, en el que hubo
años en que se sucedieron cuatro presidentes de la Nación, y otros dos con
seis ministros de Economía. Y así como a Ernesto Bosch se lo observa solitario
en su récord de 10 años como presidente del Central, sucede lo mismo con el
ministro Ramón Cereijo, el único en completar un sexenio presidencial al
frente de la cartera económica.
Después de 1970, se aceleró un proceso inflacionario, que llegó a hacer
perder 13 ceros al signo monetario nacional entre principios de siglo y
1991(*). El remedio radical que se implantó fue la Ley de Convertibilidad,
única herramienta disponible para enfrentar la hiperinflación que azotaba el
país.
Casi once años después, ese modelo dejó de existir a través de la Ley de
Emergencia Económica de 2002. Hoy, como en la época de Prebisch,
15. volvemos a estar en un momento fundacional de la Argentina y de la política
monetaria (*).
Peso Moneda nacional:
Emisión 1881-1896
El 3 de noviembre de 1881 se aprueba la Ley Nacional de Monedas Nº 1130,
quedando establecido como unidad monetaria, el peso oro y el peso de
plata, con sus referentes: el argentino oro, valor 5 pesos, el medio argentino,
de 2,50 pesos y el peso plata o "patacón" y piezas menores de 50, 20, 10 y 5
centavos y en cobre de 1 y 2 centavos.
Esta serie fue diseñada por el famoso grabador francés Eugene Oudine.
Argentino de Oro (1881-1896)
En 1881 se sancionó la Ley N° 1130 –de unificación de la amonedación
nacional- la que determinó la convertibilidad de la moneda nacional a oro, y
la emisión de una moneda que se denominó "Argentino" oro.
Esta moneda era equivalente a $m/n 5 (cinco pesos moneda nacional), casi
igual al Soberano Inglés (99,12%).
En 1885 se suspendió la convertibilidad, para retomarse en 1899, con la Ley
N° 3871, la que establecía una paridad de $1 oro igual a $m/n 2,2727.
A partir de 1899 y hasta 1929, el peso moneda nacional se mantuvo en casi
la misma relación con el dólar estadounidense ($m/n 2,35 equivalían a 1
dólar estadounidense), con algunas fluctuaciones a partir de 1914 (donde si
bien se suspendió la convertibilidad, se mantuvieron las "reglas del juego"
del patrón oro) y hasta 1927, donde se restableció legalmente, para ser
abandonada en 1929.
16. Emisión 1896-1942
En 1896, se interrumpen definitivamente las acuñaciones de la Ley 1130,
por antieconómicas; los valores de plata ya habían sido suprimidos en
1884.
Por Ley 3321, del 14 de diciembre de 1895, se encuentra la solución,
disponiéndose la acuñación de monedas de cuproníquel, con una aleación
de: 75 por ciento de cobre y 25 de níquel, en los valores de 5, 10 y 20
centavos.
Los "níqueles", como se los ha llamado, han tenido una duración estimada
en cuarenta años, con algunos lapsos interrumpidos desde 1896 hasta
1942, con cospeles provenientes de Alemania y los Estados Unidos, lo que
ha creado problemas durante las respectivas Guerras Mundiales. La serie
se ha completado en 1941, con el valor de 50 centavos en níquel puro,
durando brevemente.
Emisión 1942-1950
A partir de la Segunda Guerra Mundial, la demanda de níquel se
incrementó, teniendo problemas por ello el Banco Central para acuñar
monedas de este metal, por eso mediante el Decreto 119.976 (15 de
mayo de 1942), y como medida de emergencia, se autorizó a crear
nuevas monedas de 20, 10 y 5 centavos de bronce de aluminio.
Emisión 1950-1956
En 1950 aparece una nueva acuñación, en un principio de cuproníquel, y
luego de acero enchapado, conmemorando el aniversario de la muerte
de José de San Martín. Esta serie de monedas, con valores de 50, 20, 10
y 5 centavos, continuó hasta 1956.
Emisión 1956-1969
17. Valor Periodo Metal Imagen
5 Centavos 1956 Acero revestido en Níquel
10 Centavos 1956-1959 Acero revestido en Níquel
20 Centavos 1956-1961 Acero revestido en Níquel
50 Centavos 1956-1966 Acero revestido en Níquel
1 Peso 1956-1969 Acero revestido en Níquel
18. 5 Pesos 1961-1969 Acero revestido en Níquel
10 Pesos 1962-1969 Acero revestido en Níquel
25 Pesos 1964-1969 Acero revestido en Níquel
Patacón de Oro (1881)
Se trata de una pieza única que nunca fue puesta en circulación. Su
creación se especificada en un apartado de Ley 1130: se acuñará en
oro de los argentinos una pieza correspondiente a la moneda de plata
de $1 del año 1881, la que será obsequiada al Señor Presidente de la
Nación, General Julio Argentino Roca, con un peso de 36,5 grs.
21. CONCLUSION PERSONAL NICOLAS MAROSO
A mi parecer la presente monografía nos da una nueva visión acerca de la
economía y los cambios por los que atravesó nuestra moneda nacional a lo
largo de los años desde su creación hasta la actualidad que atraviesa.
En muchos aspectos, las visiones acerca de la misma son desalentadoras ya
que lamentablemente la inflación y devaluación marcaron una fuerte cicatriz
en el pasado, presente y futuro de nuestra moneda.
Es así, como a pesar de los deplorables intentos por detener la devaluación y
la inflación, existieron momentos en los que el país se recuperó de las crisis
económicas por las que atravesó logrando resultados muy favorables tanto
como para la población, como para su historia económica a través del
tiempo.
Actualmente, el país enfrenta una fuerte inflación sumada al descontento
popular que esta generó y la desconfianza que se refleja en la posibilidad de
mejorar.
A su vez, otro factor muy importante por lo que estuve investigando es la
repercusión en la población y el daño que estos cambios financieros
provocaron. Debido a esto, la desconfianza en los gobernantes. La
desconfianza y el miedo a la inestabilidad económica se volvieron un
panorama cotidiano.
Como puede verse a través de los años, hubo varios tipos de moneda
nacional y muchos conflictos alrededor de los mismos. Desde mi punto de
vista, es normal que en el nacimiento de una Nación haya cambios y en un
principio la estabilidad no va a ser una característica, pero a pesar de este
punto, la economía paso por muchas situaciones contraproducentes.
Luego de tomar en consideración estos puntos, puede llegarse a la
conclusión de que la economía argentina posee una historia deplorable y
trágica en relación al valor de su moneda y la condición económica de sus
habitantes al ser clara la diferencia de distribución de riquezas y como a
través de los años siempre se hicieron notar las desigualdades y conflictos
políticos que dificultaron aún más la resolución de dichos problemas.
También creo que esta monografía fue una buena herramienta para la
22. comprensión de la actual condición nacional y de las razones por las cuales
llegamos a estas instancias. Cabe destacar que a pesar del paso del tiempo,
las situaciones sociales y políticas parecen repetirse para dar a conocer un
marco económico que se repite indefinidamente a lo largo de la historia.
A pesar de los esfuerzos que pudieran llegar a ejercerse o intentarse desde el
sector político, creo que es aún más importante la responsabilidad ciudadana
ante estas situaciones por las que el país ha pasado y su respectiva
concientización y compromiso por cambiar la condición del país desde su
perspectiva económica.
Finalmente, uno de los puntos más importantes que se destaca de la historia
de la economía argentina son las fuertes crisis que el país atravesó y como a
pesar de los intentos de recuperarnos, no se generan cambios profundos
para no volver a nuestras situaciones anteriores.
El actual panorama nos da a entender que sigue sin haber un verdadero
compromiso social dispuesto a cambiar el destino nacional. Seria agradable
ver cambios en un futuro, tanto como se pudo lograr la recuperación de
nuestras peores crisis, estoy segura de que se podría cambiar la inestabilidad
económica que atravesamos en casi todas nuestras épocas históricas luego
de muchos de cambios profundos en la concepción de las personas acerca de
la gravedad de la situación por la que atravesamos y atravesaremos.
CONCLUSION PERSONAL JONATHAN ARACIL
Con esta monografía podemos apreciar la gran cantidad de monedas que
tuvo nuestro país hasta la actualidad. Yo creo que todas estas variaciones de
la moneda no sirvieron para que esta se consolide, ya que dia a dia nuestra
moneda se va devaluando cada vez mas. Sumado a la inflación que existe en
nuestro país, no hace mas que acrecentar el disgusto con las políticas
económicas aplicadas por los gobiernos.
Además casi ningún argentino hoy ahorra en peso, ya que le supone perdidas
y prefieren apostar a una moneda mas fuerte como el dólar.
23. Las incertidumbres a futuro continúan, especialmente el impacto sobre los
precios, ya que la devaluación incide en la importación de insumos y bienes
intermedios necesarios para la producción en el país, tal el caso de
automotores o electrodomésticos entre otros.
Es un dato que las devaluaciones favorecen a los grandes productores y
exportadores y de hecho. La contracara es el perjuicio para quienes perciben
ingresos fijos, los trabajadores, regulares e irregulares, activos o pasivos, a
tiempo completo, flexibilizados o tercerizados, los que reciben planes
sociales e incluso productores y empresarios que asocian sus ventas a este
importante sector de la sociedad. Son pocos los beneficiados, el poder
económico más concentrado, y son millones los que verán afectados su
capacidad de compra. Las devaluaciones no generan equidad, y aun
mejorando competitividad, algo que no es seguro, supone la transferencia de
recursos de los trabajadores a los propietarios concentrados del capital.
En caso de seguir con estas políticas que no benefician a una consolidación
de la moneda ni tampoco a enfrentar la inflación, nadie querra invertir en
nuestro país y las empresas que estén se iran, sumado a que aumentara el
numero de desempleados y la pobreza.
Yo creo que la gente debe informarse mas acerca de las medidas que se
toman para evitar la devaluación e inflación, ya que el ciudadano promedio
no se preocupa por esto, sin embargo dependiendo de las medidas aplicadas
puede afectar a su bolsillo o no.
Esperemos que en un futuro cercano tanto políticos como ciudadanos
estemos unidos, para asi de una buena vez por todas podamos crecer como
país y no estar sufriendo cada diez años por crisis que se generan en el país.
24. CONCLUSION EN CONJUNTO
Nuestra conclusión en conjunto es que se deben aplicar políticas economicas
correctamente y evitar que afecten al ciudadano. Hoy la gente en la calle
pide que se detenga la inflación, ya que llegan con lo justo a fin de mes. A su
vez la brusca devaluación de nuestra moneda hace que el argentino no
quiera invertir en su país, y lo haga en otro o adquiriendo moneda extranjera.
Sin embargo ambos creemos, que en mediano plazo el ciudadano argentino
podrá disfrutar de su sueldo sin tener la sensación de que le estén quitando
dinero de algún lado