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Problema Antropológico. (Parte 2)
1- Kant y el hombre moral.
Kant, se hallaba fascinado por la infinitud del universo y el
lugar que tenía el hombre en él. “Dios cosas llenan el ánimo
de admiración y respeto, siempre y cada vez más grandes
cuanto más reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado
que está sombre mi cabeza y la ley moral que hay en mí”,
escribió.
La contemplación del cielo estrellado por medio de los
sentidos hacia reflexionar a Kant sobre la inmensidad del
universo y sobre los tiempos ilimitados que marcan el
movimiento de los mundos y los sistemas. Al mismo tiempo,
la innumerable multitud de mundos le hacía pensar en la
pequeñez del ser humano, en la insignificante importancia
de esta criatura animal que cuando muere debe devolver su
materia al planeta del cual salió (un planeta que es apenas
un punto en el universo) después de haber consumido
energía por un breve tiempo.
Para Kant, la ley moral es una ley que rige para todos los hombres, y que reconoce la dignidad del
ser terrenal dotado de razón, es decir, del ser humano. La ley moral diferencia a las personas de
los animales y le da un sentido a la existencia, más allá de las condiciones y los límites materiales.
2- Marx y el hombre alienado.
El hombre produce al hombre, as í mismo y al otro hombre
(...) Así como es la sociedad misma la que produce al
hombre en cuanto hombre, así también es producida por él.
(...) Toda la llamada Historia universal no es otra cosa que la
producción del hombre en el trabajo humano. Marx,
Manuscritos
Marx, en oposición a la mayor parte de la tradición filosófica
, concebirá al hombre un ente que se produce a sí mismo
(erezeugend). Y este acto autogenerador del hombre, es, el
trabajo
Para Marx, lo que el hombre es, no puede determinarse a
partir del espíritu ni de la Idea sino a partir del hombre
mismo, de lo que éste es concretamente, el hombre real,
corpóreo, en pie sobre la tierra firme y aspirando y
exhalando todas las fuerzas naturales. El hombre no es un
ser abstracto, fuera del mundo sino que el hombre ES en el
mundo, esto es el Estado y la sociedad.
Esto significa que, en vez de buscar la esencia del hombre como determinación interior, Marx
buscará relaciones 'exteriores' en virtud del intercambio que cada hombre mantiene con la
naturaleza y con los otros hombres: "La esencia humana no es algo abstracto e inherente a cada
individuo, es en realidad, el conjunto de las relaciones sociales".
Las relaciones sociales no son para Marx algo dado o estático, sino la realización del hombre
mismo de manera tal que a partir de un intercambio entre hombre y sociedad, ambos se
constituyen recíprocamente.
Pero la esencia del hombre, es, el trabajo. Este es el medio a partir del cual se realiza y desarrolla
sus posibilidades. A través del trabajo alcanza su satisfacción y la felicidad.
Marx diferencia entre el trabajo de animales y el trabajo humano en tanto éste último está
siempre dirigido por una idea o representación (conciencia). Es además la 'finalidad' una categoría
fundamental del trabajo humano.
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El proceso de autoproducción mediante el trabajo es un salir del sí del hombre, una
exteriorización. El trabajo implica una humanización de la naturaleza en tanto el hombre deja
sobre ella su propia huella... su esencia. Y esto a su vez, repercute sobre el hombre mismo, porque
la transformación que el hombre introduce en la naturaleza, modifica las condiciones de la vida
humana:
La sociedad es pues, la plena unidad del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la
naturaleza, el naturalismo realizado del hombre y el realizado humanismo de la naturaleza Marx
La alienación
El ser del hombre depende entonces de las condiciones concretas del trabajo en cada
circunstancias histórica. En la sociedad que Marx describe, el hombre está alienado puesto que
desconoce su propia esencia. Esta alienación está presente en todos los planos de la naturaleza
humana: social, político, religioso y filosófico.
Y como el trabajo es la actividad propia del hombre pero éste lo ignora, en lugar de significar la
realización espontánea y gozosa de la humanidad, el trabajo paraliza las actividades propiamente
humanas e impide cualquier tipo de satisfacción intrínseca.
El trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una
libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el
trabajador solo siente en sí (como en su propio hogar), fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de
sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así,
voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino
solamente un medio para satisfacer sus necesidades fuera del trabajo.(...) Así él se relaciona con
su actividad como con una actividad no libre, se está relacionado con ella como con la actividad al
servicio de otro, bajo las órdenes, la compulsión y el yugo del otro.
En síntesis, la alienación está dada por:
1. La actividad. El trabajador siente que la actividad que realiza no le pertenece
2. El producto. En el producto está el obrero mismo en tanto en que este es su objetivación, algo
en lo que ha puesto su propia persona, pero sin embargo, este producto, no le pertenece
tampoco.
3. La naturaleza. Porque ésta en vez de convertir se en el 'cuerpo inorgánico del hombre' aparece
como ajeno al trabajador, como propiedad de otro.
Efectivamente, observa Marx que el obrero no puede elegir su trabajo del modo en que él
quisiera, no lo elige libremente sino tal como está prescripto de acuerdo al lugar que ocupe en el
proceso social de producción, lugar que por otra parte, está determinado por el sistema de
producción, la forma de distribución de riqueza y el poder.
3- Concepción marxista de la religión.
Marx siempre estuvo en contra de todas las religiones, y se
puede apreciar en frases y artículos que escribió siempre
oponiéndose a la religión ya que pensaba que el hombre era
el que la había creado para obtener respuestas a lo
desconocido sin tener argumento alguno.
Marx escribió al respecto que el fundamento de la crítica
irreligiosa es: el ser humano hace la religión; la religión no
hace al hombre" y la frase cuyo final se haría célebre:
"La miseria religiosa es, por una parte, la expresión de la
miseria real y, por la otra, la protesta contra la miseria real.
La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón
de un mundo sin corazón, así como es el espíritu de una
situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo
La crítica de la religión no defiende al ateísmo , sino la
crítica de la sociedad que hace necesaria a la religión. Marx
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estaba en desacuerdo con transmitir la religión sin que la
gente pensara por ellos mismos acerca de como podían vivir
su vida, ya que la población solo se basaba en una vida en la
que al final te vas al "cielo" sin que la gente pudiera
reflexionar acerca de este tema y no pudiera luchar por su
vida actual, su mundo actual etc y solo se conformara para
llegar al cielo y alcanzar a Dios. El fundamento filosófico del
rechazo marxista de la religión ha estado vinculado al
desarrollo del materialismo dialéctico por parte de Engels y
Lenin.
Los textos marxistas donde se puede encontrar información sobre la concepción marxista de la
religión son: La ideología alemana de Marx y Engels, y La filosofía como arma de la revolución de
Louis Althusser. Marx describe a la religión como un ente alienador, el cual le pone como meta
alcanzar a Dios, situación imposible para un humano pues Dios es la esencia humana deificada, es
decir: la humanidad le ha dado sus mejores características a Dios. La religión haría conformista al
hombre y lo obligaría a no luchar en este mundo, pues este es solo un preludio del verdadero.
4- El Superhombre de Nietzsche.
El hombre.
Nietzsche trata de comprender al hombre real, el hombre
viviente: por ello, tiene que empezar por deshacer las nociones
falsas de hombre creadas por la filosofía.
a.1. Características del hombre.
Ser miserable: el hombre es un ser miserable, inmundo en
tanto que desprecia la tierra, el cuerpo, la pasión, el instinto.
Animal defectuoso: es como una enfermedad en el universo,
pues es el único animal que no ha llegado a consolidarse. La
vida del hombre comporta un grave riesgo: o se supera a sí
mismo o vuelve a la animalidad primitiva. El grave peligro es
que el hombre se resiste a evolucionar.
Ser a medio hacer: el hombre es un ser a medio hacer, un
puente entre la bestia y el superhombre.
Vuelto al futuro: por eso el hombre es un ser que esta vuelto al
futuro. El hombre en virtud de su espontaneidad, concibe
ideales, metas destinos.
El superhombre: Es la personificación del valor supremo de la vida y su más alta manifestación de
la voluntad de poder y dominio.
b.- El superhombre.
1. Concepto de superhombre.
El superhombre que anuncia Zaratustra es el nuevo hombre. Fundamentalmente, un tipo moral,
Nietzsche no es racista, ni piensa que el superhombre deba aparecer como resultado de la
evolución biológica.
b. 2. Proceso hacia el superhombre.
Cómo aparecerá el superhombre es algo que Nietzsche no explica. Quizá hay que entender que lo
traerá el eterno retorno, y que el superhombre es el hombre primero, el inocente hombre
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primitivo que aún perdura en los presocráticos. Nietzsche presente al superhombre como el fruto
de tres transformaciones.
b. 3. Características del superhombre.
El superhombre posee la inocencia de un niño, es el primer hombre, posee el poder de crear
valores, vive fiel a la tierra. El superhombre no es sino encarnación de todo el mensaje de
Nietzsche. No es un personaje terrible: es un niño.
En la encarnación de todo el mensaje de Nietzsche, es ansia de vivir, deseo de superación,
conciencia de señorío, fidelidad a la vida y a la tierra. No es una nueva raza, sino un nuevo modo
de ser hombre, no una meta sino una orientación, no una realidad sustantiva, sujeto de acciones,
sino un punto de referencia.
La proclamación del superhombre expresa el gran deseo de Nietzsche de ver a los hombres
elevándose sobre sí mismos.
El superhombre reconoce y fomenta en los hombres su capacidad de proyecto, de riesgo, y de
siempre aspirar a más.
Toda referencia al superhombre está acentuando con fuerza la capacidad y la necesidad que tiene
el hombre de valorar, preferir y orientarse hacia la superación propia, la capacidad y la necesidad
que tiene el hombre de superar su situación presente haciendo realidad nuevas, bellas formas de
vida.
5- Yo – Tu de Buber.
El hombre es un ser que sólo puede pensarse en relación con los otros desde el nacimiento hasta
la muerte.
Este establece básicamente dos tipos de relaciones: Yo- Ello y Yo-Tu.
1. Yo-Ello: predomina en las sociedades contemporáneas. El otro aparece como
objeto, como una cosa más en un mundo cosificado. No tiene en cuenta al otro
más que para usarlo, dominarlo.
2. Yo – Tu: designa una relación de persona a persona, relación que supone el
encuentro. En este encuentro cada persona desaparece y lo que importa es la
relación, el lazo que las uno.