Claves Para La Ayuda.

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

Claves para
la Ayuda
En situaciones de discapacidad

José María Olayo 21 diciembre 2009 olayo.blogspot.com


Una conversación acerca
de la ayuda..

... de echar una mano
a quien lo necesita y
cuando lo necesita.



Gracias a los apoyos y
recursos a la movilidad,
las personas en situación
de discapacidad tienen la
oportunidad de acceder
a los mismos servicios y
actividades que los demás.



La ayuda de otras personas
para lograr esa participación
a veces resulta imprescindible
y éstas deben saber en todo
momento de qué manera se
puede ayudar mejor y con
las mejores garantías de
disfrute y seguridad.



Para ayudar lo primero que
hay que manejar con criterio
y eficacia es la comunicación
con la persona a la que
pretendemos ayudar.



La comunicación nos permite
indagar, conocer, informar,
informarnos, transmitir
mensajes, sentimientos, etc.



Gracias a ella, podemos llegar a saber
todo lo que necesita una persona que
nos pide ayuda para desplazarse,
subir una escalera, entrar en
una piscina o un taxi, etc.



Llama a la persona por su
nombre y muéstrate en todo
momento de forma sencilla y natural.



Realiza preguntas abiertas, utiliza
la primera persona, habla mirando
a los ojos de tu interlocutor.



Elije el momento y lugar
adecuados; ponerse en
el lugar del otro ayuda
mucho a comprender
cada situación.



Saber en todo momento
que lo que se comunica
y la forma en que
se hace influye en el
comportamiento del otro.



Utiliza de forma inteligente
y realista las miradas, los
gestos, la postura, la distancia
conversacional, la palabra, etc.



Evita en todo momento actitudes
paternalistas o conmiserativas.



Adopta siempre una actitud positiva
y cercana para indagar y conocer mejor
las necesidades que te transmiten.



Valora cuáles son los canales de
comunicación más adecuados y que
tu interlocutor utiliza de forma habitual.



Escucha con atención y respeto;
no finjas que lo has
entendido si no es así.



Diríjete directamente a la persona
que pretendes ayudar y no
a sus acompañantes.



Si no te entiende, intenta decirlo con
otras palabras; y no olvides que hay
personas que necesitan leer tus labios.



No te limites a repetirlo todo
subiendo más el tono de
tu voz. Elevar de forma poco
natural la voz ayuda muy
poco a mejorar la relación.



Claves para
la Ayuda



Consulta siempre primero
si la persona necesita o
requiere ayuda.



En caso de que te pidan
ayuda, pregunta cómo
puedes ayudar mejor.



Si la persona utiliza silla
de ruedas, colócate frente
a ella y a su altura para
evitarle posiciones
forzadas o incómodas.



Si utiliza bastones o
muletas, dale el tiempo
necesario en los
desplazamientos, sin
agobiar ni meter prisas.



Si utiliza sillas de ruedas
anfibia para entrar en el agua,
pregunta si necesita algún tipo
de fijación a la misma.



Si vas a empujar una silla de
ruedas, hazlo de forma suave,
sin realizar giros bruscos ni
golpear la silla contra el suelo...



Evita desniveles y agujeros
en el suelo por pequeños que
sean; comprueba en todo
momento que la persona está
segura y confiada con tu ayuda.



Pregúntale cómo quiere
ser conducido con su silla;
adecua la velocidad a sus
características y necesidades...



Si puede y quiere propulsar por
sí mismo la silla, colócate a su
lado y camina junto a él sin tocar
la silla ni entorpecer su marcha.



Si necesitas bajar escalones:

1. Colócate frente a los escalones.

2. Inclina la silla hacia atrás hasta que logres el
punto de equilibrio estable.

3. Desplaza la silla suavemente hasta el borde
del escalón.

4. Desliza suavemente la silla hacia el
siguiente escalón, con las piernas
flexionadas para aguantar el peso y evitar
lesiones en la espalda.



Si necesitas bajar escalones:

5. Hazlo muy suave para evitar golpear la
silla hasta apoyar las ruedas en el siguiente
escalón.

6. Cuando hayas llegado al final de los
escalones, apoya de forma lenta las ruedas
delanteras sobre la superficie.

7. Asegúrate siempre de que las ruedas se
apoyen de forma simultánea en los peldaños.



Si necesitas subir escalones:

1. Colócate de espalda a los escalones.

2. No comiences la maniobra sin avisar
previamente a su ocupante.

3. Inclina la silla hacia atrás hasta conseguir el
punto de equilibrio estable y seguro.

4. Comienza a tirar hacia arriba de forma suave,
deslizando las ruedas de la silla hasta apoyar
la silla en el siguiente escalón.

5. En cada escalón parar y repetir de nuevo
la operación.



Si necesitas subir escalones:

6. No pierdas en ningún momento el punto de
equilibrio de la silla; así te será más fácil
la maniobra.

7. Si cuentas con ayuda y no estás solo, coloca
a dos personas, una a cada lado de la silla,
sujetando la misma agarradas a la estructura
inmóvil de la silla (no a los reposa-pies ni
reposa-brazos, que podrían desprenderse
en el esfuerzo).

8. Asegúrate siempre de que las ruedas se
apoyen de forma simultánea en los peldaños.



Si necesitas transferir a una persona de
una silla a otro lugar:

1. Primero pregunta cómo prefiere transferirse a
otra silla o lugar.

2. No comiences la maniobra sin avisar
previamente.

3. Actúa con delicadeza y suavidad pues la
maniobra puede resultar incómoda o dolorosa.

4. Si dispones de tabla de transferencia,
asegúrate de que está en perfectas
condiciones y que cuentas con la ayuda
necesaria para optimizar su utilización.



Si necesitas transferir a una persona de
una silla a otro lugar:

5. Valora en todo momento las posibilidades de
movilidad de la persona a transferir y si tiene
fuerza en brazos y piernas.

6. Pregunta en todo momento cómo se siente la
persona transferida y si desea interrumpir o
variar la maniobra.

7. Busca el mejor sitio posible y las mejores
condiciones para facilitar la transferencia.

8. No olvides que la imaginación es la mejor
herramienta en caso de no contar con una tabla
de transferencia (usa una toalla enrollada,
una manta, las manos entrelazadas con otra
persona, un objeto plano, etc.).



Si la persona es ciega:

1. Para acompañarlo, ofrece tu brazo, sin coger el
suyo, sin arrastrarle ni empujarle; simplemente
camina a su lado un poco por delante.

2. Para ayudarlo a subir o bajar escalones, basta
que pongas su mano en la barandilla e indicarle los
escalones que tienen por delante. Si no hay
barandilla, ofrece tu brazo y camina por delante
indicándole los escalones que faltan.

3. Si le ayudas a entrar en un vehículo, indícale dónde
está la parte delantera del coche y colócale la mano
en el reborde superior de la puerta por donde debe
acceder al mismo.



Si la persona es ciega:

4. Si le ofreces un asiento, coloca su mano en el
respaldo de la silla o en el brazo del sillón,
indicándole siempre su posición respecto al asiento.

5. Si ayudas a una persona ciega que utiliza perro-
guía, colócate al otro lado donde está el perro; no le
ofrezcas golosinas o alimentos, no le toques,
acaricies ni distraigas en ningún momento, está
trabajando.

6. Es muy importante no variar la situación de los
objetos que constituyen su entorno habitual sin
comunicárselo previamente.



Principios básicos para la ayuda.

 1. No ayudar si no lo pide.
 2. Preguntar qué tipo de ayuda desea que se le ofrezca.
 3. Tratar a la persona con discapacidad con respeto y delicadeza.
 4. Evitar actitudes paternalistas y conmiserativas.
 5. Inspirar confianza y seguridad con la forma de hablar y
manifestarse.
 6. Permanecer alertas a posibles e inesperadas contingencias.
 7. Utilizar un lenguaje claro, comprensible, con frases cortas.
 8. Identificar y eliminar las interferencias o dificultades que puedan
entorpecer una comunicación adecuada.
 9. El objetivo primordial es que la persona con discapacidad disfrute
la máxima posibilidad de autonomía personal.
 10. Ofrecer al usuario un entorno seguro y una ayuda eficaz.


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