1. Alfabetización
Digital
Los sueños no se los encuentran, se los construyen
Alvear Corrientes 2009
La alfabetización digital es la clave del desarrollo de la sociedad de la
información y del conocimiento (SIC). Sólo un pueblo que entienda
cabalmente su importancia y en consecuencia, despliegue una
estrategia educativa adecuada de alfabetización y aprendizaje de lo
digital estará en condiciones de desenvolverse con soltura,
flexibilidad y capacidad de liderazgo en la sociedad informacional
del siglo XXI, aprovechando así las ventajas que las TICs nos
ofrecen para alcanzar mayores cotas de desarrollo, progreso y
bienestar .
Introducción a la Sociedad de la información y del Conocimiento
PROVINCIA
DE CORRIENTES
2. Introducción
¿Vivimos en una época de cambios o un cambio de época? ¿Cómo caracterizar a las
profundas transformaciones que vienen con la acelerada introducción en la sociedad
de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación (TI C) ? ¿Se trata de una nueva etapa de la sociedad industrial o
estamos entrando en una nueva era? “Aldea global”, “era tecnotrónica”, “sociedad
postindustrial”, “era o sociedad de la información” y “sociedad del conocimiento”
son algunos de los términos que se han acuñado en el intento por identificar y
entender el alcance de estos cambios. Pero mientras el debate prosigue en el
ámbito teórico, la realidad corre por delante y los medios de comunicación eligen
los nombres que hemos de usar. [1]
Las TIC se conciben como el universo de dos conjuntos, representados por las
tradicionales Tecnologías de la Comunicación (TC) constituidas principalmente por
la radio, la televisión y la telefonía convencional y por las Tecnologías de la
En el marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información CMSI, hay dos
Información (TI) caracterizadas por la digitalización de las tecnologías de registros
términos que han ocupado el escenario: sociedad de la información y sociedad del
de contenidos (informática, de las comunicaciones, telemática y de las
conocimiento, con sus respectivas variantes. Pero, si bien el marco impuso el uso
interfaces).[2]
del primero, desde un inicio provocó disconformidad y ningún término ha logrado
un consenso.[1]
Las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) son las tecnologías que
se necesitan para la gestión y transformación de la información, y muy en particular
el uso de ordenadores y programas que permiten crear, modificar, almacenar,
proteger y recuperar esa información.[2]
Sociedad de la informació n vs. Sociedad del co nocimiento [1]
Es preciso diferenciar aquí aquellas definiciones que apuntan a caracterizar una
realidad existente o emergente de aquellas que expresan una visión o anhelo de
una sociedad potencial. Las dos son relevantes: las primeras por su aporte al
análisis, las segundas porque orientan políticas y acciones.
En la primera categoría nos referiremos a Manuel Castells por ser uno de los
investigadores que más ha desarrollado el tema, además de ser una autoridad
reconocida en la materia. Castells prefiere el término “sociedad informacional”
antes que “sociedad de la información” (haciendo la comparación con la diferencia
entre industria e industrial). Él señala que si bien el conocimiento y la información
son elementos decisivos en todos los modos de desarrollo, “el término informacional
indica el atributo de una forma específica de organización social en la que la
generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en las
fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas
condiciones tecnológicas que surgen en este período histórico”.
Más adelante precisa: “Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el
carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese
conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y
procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación
acumulativo entre la innovación y sus usos”. Y acota: “La difusión de la tecnología
amplifica infinitamente su poder cuando sus usuarios se la apropian y la redefinen.
Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que aplicar, sino
procesos que desarrollar. (...) Por primera vez en la historia, la mente humana es
una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de
producción”.
3. En cuanto a la sociedad del conocimiento, en una publicación posterior señala: “se
trata de una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y
procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una
revolución tecnológica centrada en el procesamiento de información, en la
generación del conocimiento y en las tecnologías de la información ”.
Y Courrier, refiriéndose a Castells, diferencia los dos términos de esta forma:
“sociedad de la información” pone el énfasis en el contenido del trabajo (el proceso
de captar, procesar y comunicar las informaciones necesarias), y “sociedad del
conocimiento” en los agentes económicos, que deben poseer cualificaciones
superiores para el ejercicio de su trabajo.
Con respecto a las visiones, se destacan los documentos que resultaron de la CMSI,
por surgir de un proceso mundial. La Declaración de Principios de Ginebra,
adoptada por los gobiernos con significativos aportes de la sociedad civil, expresa
en su primer artículo:“Nosotros (...) declaramos nuestro deseo y compromiso
comunes de construir una Sociedad de la Información centrada en la persona,
integradora y orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar
y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las
comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la
promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la
base de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y respetando
plenamente y defendiendo la Declaración Universal de Derechos Humanos.”
Por su parte, la Declaración de la Sociedad Civil extiende su visión sobre varios
párrafos, pero lo esencial dice:
“Nos comprometemos a constituir sociedades de la información y la comunicación
centradas en la gente, incluyentes y equitativas. Sociedades en las que todas y
todos puedan crear, utilizar, compartir y diseminar libremente la información y el
conocimiento, así como acceder a éstos, con el fin de que particulares,
comunidades y pueblos sean habilitados y habilitadas para mejorar su calidad de
vida y llevar a la práctica su pleno potencial”. A continuación, esta Declaración
añade los principios de justicia social, política y económica, y de la plena
participación y habilitación de los pueblos; destaca los objetivos de desarrollo
sostenible, democracia e igualdad de género; y evoca sociedades en donde el
desarrollo se enmarque en los derechos humanos fundamentales y esté orientado a
lograr una distribución más equitativa de los recursos.
Cabe destacar que la sociedad del conocimiento no es algo que exista
actualmente, es más bien un ideal o una etapa evolutiva hacia la que se
dirige la humanidad, una etapa posterior a la actual era de la información,
y hacia la que se llegará por medio de las oportunidades que representan
los medios y la humanización de las sociedades actuales, mientras la
información sólo siga siendo una masa de datos indiferenciados (hasta que
todos los habitantes del mundo no gocen de una igualdad de
oportunidades en el ámbito de la educación para tratar la información
disponible con discernimiento y espíritu crítico, analizarla, seleccionar sus
distintos elementos e incorporar los que estimen más interesantes a una
base de conocimientos), entonces seguiremos estando en una sociedad de
Teniendo en cuenta que la sociedad evolucionado hacia lo algo que exista
la información, y no habremos del conocimiento no es que serán las
actualmente, nos referiremos a la sociedad de la información, con la esperanzan de
sociedades del conocimiento. [2]
lograr en futuro cercano la Sociedad del conocimiento. algo que exista
actualmente, es más bien un ideal o una etapa evolutiva hacia la
4. Sign ificado de la exp resión So ciedad de la I nformación [3]
Dada la multiplicidad de significados que se atribuyen a la Sociedad de la
Información, y ya que no se ha impuesto una definición que se pueda reconocer
como aceptada comúnmente, se considera conveniente concretar el significado que
se da a la expresión Sociedad de la Información en el ámbito de este informe:
Sociedad de la Información es un estadio de desarrollo social caracterizado
por la capacidad de su s m iemb ro s (ciudadanos, empresas y adm inistración
pública) para o btener y comparti r cualquier info rmació n,
instantán eam ente, desde cualquier lugar y en la form a qu e se prefiera
Esta nueva etapa de desarrollo social se comprende mejor si se hace referencia a
las que la preceden en la evolución de la sociedad moderna (figura 1). La Sociedad
de la Información se contempla como el efecto de un cambio o desplazamiento de
paradigma en las estructuras industriales y en las relaciones sociales, tal como la
llamada "revolución industrial" modificó, en el último cuarto del siglo XIX, las
sociedades de fundamento esencialmente agrario. De la misma forma que Sociedad
Industrial, la expresión Sociedad de la Información designa una forma nueva de
organización de la economía y de la sociedad.
Figura 1
que se dirige la humanidad, una etapa posterior a la actual era de la información
En la Sociedad Industrial sus miembros tienen acceso no sólo a los bienes que ellos
mismos o su entorno inmediato producen, sino a los producidos por terceros (con
las repercusiones que ello tiene en transportes, especialización de la producción,
libertad de comercio, etc.).
De esta sociedad, que nació a principios del siglo XIX, se ha pasado a una nueva
etapa, denominada Sociedad Postindustrial (que surgió después de la II Guerra
Mundial), cuya característica ha sido el énfasis en el crecimiento de la oferta del
sector terciario.
Como consecuencia, los ciudadanos pueden acceder a gran número de servicios
puestos a su disposición. En esta fase es en la que nos encontramos actualmente.
La etapa siguiente es precisamente la que denominamos Sociedad de la
Información. En ella, a diferencia de las anteriores, además de acceder a los
productos fabricados por otros y de utilizar continuamente los servicios prestados
por otros para cualquier actividad, el factor diferencial es que cada persona u
organización dispone no sólo de sus propios almacenes de información, sino que
tiene también una capacidad casi ilimitada para acceder a la información generada
por los demás. Lo peculiar de la Sociedad de la Información es el precisamente
carácter de ilimitado que en ella tiene el acceso a recursos de información.
5. Este cambio en la capacidad de acceso a la información desencadena un proceso de
transformaciones sociales de tanto alcance como las causadas por la irrupción de
nuevos medios en las ocasiones anteriores (figura 2). A lo largo de la historia, la
disponibilidad de nuevos medios tecnológicos ha actuado como una nueva puerta
que se abre hacia un mundo de posibilidades. De repente, lo que hasta entonces
era impensable se hace posible. Las tecnologías se materializan en nuevas
infraestructuras, es decir, en nuevas herramientas que permiten la ejecución de los
procesos de una forma más conveniente.
Figura 2
Gracias a las nuevas tecnologías, la forma de actuar se modifica. Un ejemplo claro,
en este siglo, lo tenemos en el automóvil. Su nacimiento está directamente
vinculado al desarrollo previo de la tecnología del motor de combustión interna.
Una vez el automóvil ha llegado a ser accesible a toda la población, la forma en que
se hacen ciertas cosas cambia: la forma de comprar, de viajar, de trabajar, el lugar
donde se vive, etc. Cuando muchas formas de actuar, muchos procesos, se han
modificado, la propia forma de ser se ve afectada. Los valores y actitudes llegan a
modificarse y podemos incluso decir que la cultura, la propia sociedad, han
cambiado. La forma que finalmente adquirirá la Sociedad de la Información no es
previsible.
Todavía estamos en la fase inicial de creación de infraestructuras y tan sólo
estamos percibiendo los primeros efectos de su aplicación a los procesos. El
impacto final en los valores y actitudes, además de ser impredecible, no será en
absoluto el resultado de un mecanismo que deba producir inevitablemente un
resultado determinado.
La disponibilidad de infraestructuras que permiten el acceso generalizado a la
información debe considerarse como un elemento meramente posibilitador, un
factor que amplía enormemente las posibilidades de elección. Las tecnologías de la
informática y las comunicaciones son los vehículos que conducirán a las sociedades
humanas allí donde quieran llegar. Y, en el momento presente, el vehículo es
relativamente conocido, mientras que el camino y el destino al que se quiere llegar
son todavía un interrogante.
Muy a grandes rasgos, puede dibujarse el impacto que la disponibilidad
generalizada de estas tecnologías razonablemente producirá en diferentes ámbitos:
En el ámbito econó mico significa:
Una mayor productividad, especialmente en los sectores industriales y de servicios,
gracias a su contribución a la mejora de la eficacia de los procesos de toma de
decisiones, operaciones, administración, gestión y realización de las funciones
auxiliares y administrativas;
La aparición de nuevas formas de actuación empresarial y de numerosas
oportunidades de negocios.
En el ámbito de las forma s de o rganización hu mana significa:
La modificación de las actuales estructuras organizativas, haciéndolas más planas,
flexibles y ágiles;
6. La aparición de nuevas formas de organización, sin limitaciones territoriales o de
distancia, para la colaboración, la cooperación, el trabajo o la participación más
activa en la vida pública.
En el ámbito personal, de los individuos, supone:
La obtención instantánea de cualquier información;
Una mayor facilidad para la obtención de servicios relacionados con la salud, la
educación y adquisición permanente de conocimientos, el entretenimiento, el
acceso a los bienes culturales y la compra de bienes y servicios.
En este ámbito, por fin, la Sociedad de la Información permitirá mayores cotas de
confort y bienestar personal, una mayor libertad en cuanto a los desplazamientos y,
de forma inequívoca, una mayor libertad en la elección del tiempo y la forma en
que se efectúen las comunicaciones interpersonales.
Mo delo de la So ciedad de la I nfo rmació n [3]
Para proseguir el estudio de la Sociedad de la Información, resulta una herramienta
muy útil el disponer, a partir de la definición antes propuesta, de un modelo de la
misma, en la que aparezcan los actores fundamentales y las relaciones entre ellos.
Este modelo o representación no será completamente exacto, ni contendrá todos
los elementos componentes de la Sociedad de la Información con su infinita riqueza
de matices, sino que será una versión simplificada de la realidad, que nos puede
ayudar a entender mejor esta compleja máquina que llamamos Sociedad de la
Información.
El modelo que se propone se representa de forma esquemática en la figura 3.
Figura 3
En la figura aparecen los cuatro grandes elementos que configuran la Sociedad de
la Información:
Usu arios. Son las personas u organizaciones que acceden a los contenidos a través
de las infraestructuras.
7. In fraestructuras. Son los medios técnicos que hacen posible el acceso a distancia
a los contenidos.
Contenido s. Llamamos así a la información, productos o servicios (en el sentido de
sector terciario) a los que se puede acceder sin necesidad de desplazarse
obligatoriamente a un lugar determinado. Puesto que la creación de contenidos
online es una técnica nueva, será imprescindible disponer de un conjunto de
servicios de soporte, para la creación de contenidos, que se representan
explícitamente en el modelo.
Entorno . Son factores o agentes de tipo social y económico, que influyen en
cualquier fenómeno que tenga lugar en la sociedad y que, por lo tanto, también
afectarán poderosamente a la orientación y ritmo de implantación de la Sociedad
de la Información.
Aunque la Sociedad del Conocimiento no es aún una realidad, es claro que se ha
empezado ya a recorrer el camino hacia ella. Muchas de las tecnologías que la
hacen posible ya existen, aunque su adopción por los individuos y las
organizaciones se realiza de forma progresiva.
La cultu ra de la in fo rmación com o in stitución
previa a la sociedad de la información [4 ]
Las economías occidentales se están convirtiendo en economías de la información.
Quizás sea el caso norteamericano el más claro exponente del proceso de
informacionalización de las economías. El discurso tradicional señala a la inversión
en tecnologías de la información como principal causa de este proceso. Sin
embargo, puede que existan factores culturales, como por ejemplo la existencia de
una cultura de la información desarrollada, que expliquen porque la evolución hacia
la sociedad de la información se produce más aceleradamente en algunos países.
Conseguir una economía de la información sería, pues, distinto de alcanzar la
sociedad de la información. La cultura informacional de los ciudadanos sería un
requisito necesario para conseguir este último objetivo. Y la cultura de la
información no puede alcanzarse simplemente mediante el establecimiento de
políticas y acciones, sino que requiere una evolución del orden espontáneo. La
cultura de la información se constituiría, pues, como una institución necesaria en
las sociedades modernas.
¿Qué es la Cultura Info rm acional?
Son las destrezas desarrolladas para la resolución de problemas de información.
Para estar dotado de competencia informacional una persona debe ser capaz de
reconocer cuándo se necesita la info rma ció n y ser capaz de lo calizarla,
evaluarla y usarla con eficacia y efectividad”
8. Im portan cia de la CUL TURA I NFORM ACI ONAL en la sociedad del
co nocimiento
Nos sentimos abrumados con el volumen actual de información que circula a
nuestro alrededor. Necesitamos adquirir habilidades para determinar las mejores
fuentes de información y evaluar contenidos.
Necesitamos manejar fu entes de in fo rmación en distintos formato s (impresos
o electrónicos).
Las habilidades que implican tener una CI son multidisciplinares, aplicables en
cualquier campo. En cualquier momento de nuestra vida estaremos preparados
para u n cambio : la transición será fácil si hemos aprendido a aprender.
De la misma forma que una sociedad moderna no puede permitirse ciudadanos sin
educación (analfabetos o incultos) una sociedad de la información no puede
permitirse ciudadanos informacionalmente incultos.
Para aumentar la cultura informacional de los ciudadanos, se debe desarrollar una
cultura social del aprendizaje. De ello se pretende que la gente entienda que
aprender permanentemente es fundamental, tanto para la mejora o mantenimiento
del estatus social de cada uno, como para asegurar las óptimas condiciones de
bienestar en la sociedad. El “gasto” educativo debe verse como “inversión”
educativa, tanto en el ámbito personal, organizacional, como nacional.
Es como si fuera necesario un nuevo tipo de civismo informacional: todos
comprometidos en generar mejor información, facilitar su localización, enseñar a
entenderla, ser exigentes en cuanto a su calidad, etc. La sociedad comprometida
con el conocimiento, y éste como valor social.
Todos tenemos una responsabilidad. Si queremos que nuestra ciudad esté limpia no
hay que esperar a que pasen los barrenderos: hemos de empezar por recoger los
papeles con que nos tropezamos. De la misma forma que la limpieza es cosa de
todos, el respeto por el conocimiento como valor personal y económico también lo
será muy pronto
La vida cotidiana y la Sociedad del Conocimiento
Las TIC, ocupan hoy un espacio transversal en la vida cotidiana de las personas y
se afirma que su uso está cambiando dramáticamente la forma en que las personas
estudian, trabajan, Se comunican y se organizan en la Sociedad de la Información.
Sin embargo, donde se vislumbra que su impacto puede ser muy grande es en el
ámbito del desarrollo de los países y sus sociedades. Así, si el futuro tiene el sello
de la Sociedad de la Información, las tareas de desarrollo tienen el signo de las TIC.
La vida cotidiana es el espacio en el que las personas construyen su subjetividad
y la identidad social. Cada uno de los ámbitos que integran ese espacio puede ser
modificado ante los estímulos que provienen del contexto sociocultural. La
evolución del desarrollo tecnológico producido en las últimas décadas, y en
particular en la Argentina a partir del año 1990 y en adelante, impactó en la
construcción de la cotidianidad y posibilitó establecer nuevos modos de
interacción social.
9. En la sociedad informacional, el conocimiento y la información son los ejes
fundamentales de la productividad y el poder. Las instituciones educativas deben
responder a los requerimientos que plantea una sociedad con profundos cambios
tecnológicos, culturales y sociales, estableciendo nuevas estrategias de
aprendizaje, incorporando contenidos teóricos y dinamizando el sistema educativo
en general. El conocimiento deja de ser acumulativo y su distribución puede
lograrse a través de diversas vías que no sólo incluyen los libros impresos o
cursos en una dimensión cara a cara sino también deben considerarse otros
mecanismos como las comunidades virtuales, los portales de Internet, el
hipertexto, entre otros.
La inclusión de la vida cotidiana, como categoría de análisis, permite acceder al
conocimiento de los microespacios sociales y conocer y analizar cuál ha sido el
impacto de las TIC en la construcción de las relaciones interpersonales y en la
subjetividad de los usuarios.
Desde la mirada histórica que realiza Alvin Goulder, pasando por los escritos de
autores marxistas como Lefebvre, Lukács y Kosic, el concepto de vida cotidiana
fue adquiriendo importancia en el análisis científico, pero el estudio que realizó
Agnes Heller (1987) marcó una instancia fundamental, al colocar el concepto en
cuestión como el centro de la historia y señalar que “el hombre participa en la
vida cotidiana con todos los aspectos de su individualidad, de su personalidad”.
En esta investigación se define a la vida cotidiana como un espacio que
atravesado por variables externas e internas, es la esfera donde el hombre
construye su subjetividad y la identidad social (Castro, G: 1997). Una de sus
características esenciales se refiere al dinamismo en su construcción y a la
influencia que tienen aspectos que provienen de condiciones externas al individuo:
factores socioeconómicos, políticos y culturales. En ese espacio el hombre
conforma su subjetividad, esto es, el proceso de construcción del propio yo, que
según Castoriadis (1990) es un proyecto social histórico que implica una creación
incesante de significaciones del mundo y de la sociedad y sobrepasa la
intersubjetividad: pone en juego la autonomía psíquica de la persona y la
existencia de pluralidades sociales con las normas y valores que son reflejo de
cada etapa histórica. La subjetividad debe ser creada y mantenida habitualmente
por el individuo.
La identidad social se entiende como los modos de responder y actuar que se
construyen a partir de las instituciones dominantes y que el individuo incorpora
como propios. Las instituciones dominantes son sistemas abstractos que se
objetivan en determinadas organizaciones familia, educacionales, religiosas y
son atravesadas por las normas, valores y representaciones que derivan de
aquellas, y dejan su sello en los modos de actuar y pensar de cada hombre. Estas
estructuras sociales internalizadas constituyen el habitus. Esta categoría se define
como el producto de la historia colectiva que se deposita en los cuerpos y las
cosas, manifestándose a través de los modos de pensar, sentir, percibir, valorar y
actuar; en él se generan las prácticas sociales y las percepciones propias y de los
demás. El habitus es al mismo tiempo historia individual y colectiva (Gutiérrez, A.
1995)
Ambas instancias, la subjetividad y la identidad social, comparten una esfera
común de construcción: la vida cotidiana que se manifiesta en los siguientes
ámbitos de heterogeneidad: a) laboral; b) familiar; c) cultural; d) sociedad civil;
e) personal (Castro, G.1997) Estos ámbitos se interrelacionan, de modo que una
alteración o modificación en alguno de ellos impactará en la organización y
desarrollo de los otros.
10. La introducción de las tecnologías de información y comunicación plantea nuevos
modos de relación que inciden en la forma que las personas sienten y piensan,
como así también en la construcción de la vida cotidiana.
En cuanto a los modos de relación se señalan dos instancias: a) la relación de la
persona con su computadora y con las redes sostenidas por la tecnología
informática; b) las relaciones interpersonales. Respecto a lo primero es
pertinente la afirmación de Sherry Turkle (1997): “Los ordenadores no sólo hacen
cosas para nosotros, sino que hacen cosas con nosotros, incluyendo a nuestros
modos de pensar sobre nosotros mismos y otras personas” y referido al segundo
punto, también recurriendo a la citada cientista: “...Muchas de las instituciones
que solían reunir a las personas –la calle principal, el vestíbulo de un sindicato, un
encuentro popular ya no funcionan como antes. Muchas personas pasan la mayor
parte del día solas ante la pantalla de un televisor o de un ordenador".
La incorporación de la cultura informática en la cotidianidad permite analizar el
vínculo que la persona puede establecer con la computadora. Apelando una vez
más a Sherry Turkle, se diferencian tres tipos de vínculos o ligazones que median
la relación “personacomputadora”: a) como herramienta; b) como un espejo y c)
como una fuga a un mundo a través de la pantalla.
En esta investigación cada uno de los tres tipos de vínculos se entiende de la
siguiente manera:
a) Como h erramienta: Se establece una relación práctica
con la computadora; el interés no está en la preocupación por la tecnología sino
por las aplicaciones de los recursos en la cotidianidad del usuario.
b) Como u n espejo : Los recursos tecnológicos son
interpretados como un reflejo de lo humano y se proyecta sobre ellos las
características, los intereses y motivaciones del propio yo.
c) Como fuga a u n mundo a través de la pantalla : A
través de la computadora las personas pueden explorar juegos de simulación o
conectarse a comunidades donde encuentra relaciones virtuales; en esta ligazón
con los recursos tecnológicos se buscan situaciones que cambien los modos de
pensar o influyan en la vida de relación de las personas.
¿Cómo incide la incorporación de estas nuevas tecnologías en las relaciones
sociales? Susana Finquelievich (1998) señala: “A medida que la red electrónica
crece, mientras más redes tejemos en la ciudad “virtual” así como en la ciudad
física, se redefinen categorías como el espacio, la identidad personal y la
subjetividad”.
El tiempo y el espacio
Las dimensiones fundamentales de la vida humana son el espacio y el tiempo. A
lo largo de la historia de la humanidad estas dimensiones afectaron la manera de
construir la cotidianidad. En la sociedad de la información, el espacio y el tiempo
presentan características diferentes: lo local se desprende del significado
geográfico y el tiempo no se articula de modo lineal ni cronológico.
Una de las características de la cultura de la sociedad de la información es que las
relaciones sociales se despegan de sus ámbitos de interacción locales; esto
plantea una reinterpretación de la noción de lugar antropológico que supere un
límite territorial determinado. En la última década, los nuevos recursos
tecnológicos han incorporado otras características en las prácticas sociales y el
espacio, al superar el enclave geográfico, también afecta las relaciones
interpersonales, tornándolas más impersonales o más intimistas. En cuanto al
11. tiempo, tanto el pasado, como el presente y el futuro pueden reprogramarse e
interactuar mutuamente. Las tecnologías de comunicación permiten superar las
barreras temporales y geográficas proporcionando inmediatez en las
comunicaciones. Cada espectador/ interactor puede dentro de un mismo canal de
comunicación, mezclar los tiempos a partir de sus necesidades e intereses. De
esta manera los cimientos materiales de la nueva cultura se basan en el espacio
de los flujos y el tiempo atemporal (Castells, M:1999)
Al igual que el espacio de los flujos el tiempo atemporal no deja de lado la
experiencia temporal en la sociedad. La mayoría de las personas sigue
organizando sus actividades alrededor del tiempo biológico y cronológico. Sin
embargo, tanto las actividades dominantes como los grupos sociales dominantes
tienden a evolucionar alrededor del tiempo atemporal, que resulta de la
combinación entre la comprensión del tiempo y la secuencia de las prácticas
sociales (Castells, M: 2000) El tiempo atemporal es la forma dominante en que
emerge el tiempo social en la sociedad red y una estructura social basada en
redes es un sistema dinámico y abierto capaz de innovarse sin amenazar el
equilibrio. La sociedad red significa un cambio cualitativo en la experiencia
humana (Castells, M: 1999) Junto a la globalización de las actividades
económicas, la sociedad red se caracteriza por una cultura de la virtualidad real y
una transformación de los aspectos esenciales de la vida humana: el espacio y el
tiempo. Los actores sociales deben construir la subjetividad y la identidad social
en un contexto marcado por relaciones socioculturales diferentes. El otro, cuya
ausencia física es habitual, ¿cómo influirá en la construcción de los elementos
centrales de la vida cotidiana?
Elemento s constitutivo s de la s relaciones s ociales
La noción de intersubjetividad como categoría teórica se refiere a los aspectos
que provienen de un mundo compartido, experimentado e interpretado por otros
y que actúan en la construcción de la vida cotidiana: ¿de dónde surge la
interpretación de los aspectos que integran la realidad social? Dos conceptos
teóricos ayudan a la explicación: la institución y el imaginario.
El hombre sólo existe en la sociedad y por la sociedad. Lo que mantiene unida a la
sociedad es la institución , que en sentido amplio es definida como el conjunto de
"normas, valores, lenguajes, herramientas, procedimientos y métodos de hacer
frente a las cosas y de hacer las cosas" ( Castoriadis, C: 1994)
La institución de la sociedad está conformada por múltiples instituciones
particulares que funcionan como un todo coherente. Hay una unidad en la
institución de la sociedad que corresponde a la urdimbre de significaciones
imaginarias sociales: "Llamo imaginarias a estas significaciones porque no
corresponden a elementos "racionales" o "reales" y no quedan agotadas por
referencia a dichos elementos, sino que están dadas por creación, y las llamo
sociales porque sólo existen estando instituidos y siendo objeto de participación
de un ente colectivo impersonal y anónimo" (Castoriadis, C: 1994) En esa
urdimbre de significaciones se incluyen desde los dioses, nación, estado,
ciudadano, mercancía, capital hombre, mujer, hijo, etc. Por consiguiente la
sociedad es una construcción y su identidad es el mundo que ella crea.
Desde el comienzo el hombre vive un mundo intersubjetivo donde comparte con
sus semejantes el mundo de la vida, el que en términos de la teoría schütziana
significa que "nace en un mundo social, se encuentra con sus congéneres y da por
sentada la existencia de éstos, sin cuestionarla, así como da por sentada la
existencia de los objetos naturales que encuentra" (Schütz, A: 1993) En la vida
cotidiana es importante tener en cuenta si la experiencia de los otros se realiza de
modo directo o indirecto. En las relaciones cara a cara, el otro es vivenciado de
12. manera directa: esto permite percibir la acción y las conductas no verbales que
expresan las intenciones subjetivas del otro. La experiencia indirecta, por su
parte, hace referencia a la relación que en términos schützianos corresponde a
los contemporáneos. En la situación cara a cara el otro asume la condición de
total realidad. Si bien las relaciones cara a cara son sumamente flexibles, en ellas
inciden esquemas tipificadores que intervienen en la construcción de la percepción
del otro.
Las expresiones humanas pueden objetivarse, expresarse en productos de la
actividad humana, sirviendo como indicadores de procesos subjetivos. La
producción humana de signos es un caso especial de objetivación, accesibles de
modo objetivo más allá de las intenciones subjetivas. El lenguaje es el sistema de
signos más importante de la sociedad humana. Aunque el lenguaje se origina en
la relación cara a cara, se puede separar de ella transmitiéndose los significados a
través de la escritura que se transforma en un sistema de signos de segundo
grado y permite superar la situación cara a cara. A través de estos signos el
lenguaje puede transformarse en depósito objetivo de significados y experiencias,
preservarse a través del tiempo y transmitirse a otras generaciones (Berger, P;
Luckmann, T: 1991) Con el paso de los años se fueron incorporando otros
lenguajes a la comunicación: la imagen y los sonidos agregaron elementos que al
tiempo que brindaban mayor información, también determinaron perfiles de los
receptores de la comunicación.
Las relaciones sociales que se instauran en las instituciones de la modernidad
reclaman la confianza como mediación esencial. Para confiar en el otro se debe
partir de lograr la confianza individual, que se origina en el sentimiento de
confianza básica que es la condición primordial para la elaboración de la identidad
del yo como de la identidad de las demás personas. Mientras se crea que el otro
continuará siendo el mismo ya sea real o ficticio, pero sin variación será posible
la continuidad del vínculo. Se debe comenzar por demostrar el compromiso de
asomarse con rasgos que correspondan a una identidad reconocible para el otro.
En el centro de ese vínculo está la confianza como elemento movilizador de las
relaciones sociales. En esta investigación se define a la confianza como la actitud
de un individuo o grupo que permite establecer vinculaciones sociales sin que la
ausencia física del interlocutor genere angustia o temor. Cada uno de los
participantes del vínculo social, a partir de las propias características de
personalidad, influye y es influido por el comportamiento del otro. El análisis de la
intersubjetividad permite analizar el papel del otro y su incidencia en la
construcción de la identidad social.
Analizar cuáles son los elementos psicosociales que se ponen en juego en la
relación personacomputadora, implica considerar el papel de la percepción social
y las actitudes. El concepto de percepción social se puede entender de tres
modos: a) los efectos del medio sobre la percepción; b) la percepción de las
personas; c) la percepción del medio ambiente. En la psicología social se
distinguen las diferencias entre la percepción de los objetos y la percepción
interpersonal. El medio ambiente físico y social influye sobre la selección y
conceptualización de los estímulos. La percepción de la persona supone
mecanismos particulares, tanto en la recepción como en el procesamiento de la
información, al intervenir el mecanismo de interpretación cognoscitiva y la
consecuente asignación de atributos a los objetos perceptuales.
Las actitudes son otro elemento incluido en el análisis psicosocial. Este tema ha
sido central en el marco conceptual de la psicología social y su definición
comprende el conjunto de respuestas que personas y grupos desarrollan frente a
estímulos o situaciones. Las respuestas difieren a partir de la influencia del
sistema de valores aprendidos en una cultura, como también de las características
que presenta el campo cognitivo de cada persona. Desde la teoría psicosocial se
acepta que las actitudes tienen tres componentes: a)cognitivo; b) afectivo; c)
13. reaccional o volitivo. (Rosenberg: 1956; Katz: 1960) El primero hace referencia a
los conocimientos que se tengan acerca del objeto actitudinal. El componente
afectivo se refiere a la ligazón emocional que vincula la persona con el objeto.
Finalmente, el componente reaccional supone la tendencia a actuar de
determinada forma frente al objeto. De la multiplicidad de estímulos a los que se
ve enfrentada la persona en su ambiente físico y social, sólo algunos se
transforman en objetos actitudinales. La razón de la determinación y selección del
objeto está vinculada con la relevancia que el estímulo puede tener para la
persona en un momento particular de la relación.
Con la incorporación de las TIC en la vida cotidiana de las personas, los
recursos tecnológicos son percibidos de modo diferente a otros objetos, ya que
se le incorporan a ellas connotaciones simbólicas. La computadora no es un
objeto más; no se trata sólo de la integración entre hardware y software. Los
recursos tecnológicos son utilizados como un reflejo de lo humano, y más allá
de las diferentes respuestas que brindan los usuarios en cuanto a los modos
de percibir a las TIC y que resultan de las características individuales, es
evidente el papel que juega la subjetividad en ese vínculo. "Los ordenadores
no sólo hacen cosas para nosotros, sino que hacen cosas con nosotros,
incluyendo a nuestros modos de pensar sobre nosotros mismos y otras
personas" (Sherry Turkle 1997)
Bibliografía
[1]. Este texto es un extracto del libro P alabras en J uego : Enfoques
Multiculturales sobre las Sociedades de la Información. Este libro, coordinado por
Alain Ambrosi, Valérie Peugeot y Daniel Pimienta, fue publicado el 5 de noviembre
de 2005 por C & F Éditions.
[2].Wikipedia la enciclopedia libre
[3]. Manuel Castells, La era de la información, Alianza Editorial, 1998
[4] Alfons Cornella ESADE Barcelona
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