Accionar el capital emocional a favor de la empresa pasa por fomentar actitudes; pero las actitudes dependen de la percepción que cada persona tenga, por lo que motivar comportamientos requiere inspirar visiones. Éste es un asunto verdaderamente crucial para las empresas que significa trabajar, al menos, en cuatro planos: Cultura de Empresa, Comunicación Interna, Gestión de Personas y Responsabilidad Social Corporativa.