Este documento presenta los mapas corporales como una estrategia metodológica para producir conocimiento sobre el valor simbólico del cuerpo y sus discursos de género a través de una aproximación autobiográfica. Se expone un caso centrado en las tensiones de poder entre madres e hijas para comprender cómo se encarnan las normas sociales y discursos de poder en los cuerpos. Los mapas corporales facilitan la expresión de transgresiones o disidencias a las ideologías de género vigentes, plasmando procesos
Bodily Maps, A Method To Study Body Language And Gender
1. 1
APORTES METODOLOGICOS PARA EL ESTUDIO DE LOS LENGUAJES
DEL CUERPO Y EL GENERO: MAPAS CORPORALES1.
Jimena Silva2 , Paulina Salinas3
Resumen
En este artículo, se presentan los mapas corporales como una estrategia metodológica para la
producción de conocimientos sobre el valor simbólico del cuerpo y sus discursos de género,
bajo la modalidad autobiográfica. Se expone un caso, centrado en las tensiones de poder entre
hijas y madres, para comprender como se encarnan en los cuerpos las normativas del orden
social y los discursos de poder. Los mapas corporales, facilitan la expresión de transgresiones o
disidencias a las ideologías de género vigentes, plasmando en ellos procesos de emancipación
de los sujetos.
Palabras claves: Cuerpo, género, poder, discurso.
Bodily Maps, Methodological Strategy About The Study Body Symbolic Value And Its
Discourses.
Abstract
I hereby present a methodological strategy to produce insight into the symbolic value of the
body and its inferences, through an autobiographical approach. I present a case centered on the
power tensions between young and older women, to understand how the discourses flowing
between daughters and mothers are incarnated in their bodies. The maps facilitate the
expression of transgressions to or dissidences from current ideological gender models , and
young women’s search for emancipation.
Key words: Body, gender, power, discourses.
1
Este trabajo forma parte de la Tesis “Relaciones de poder entre mujeres chilenas de dos generaciones. Alianzas,
transgresiones, disidencias, oposiciones entre madres e hijas”. Beca Conicyt 2006-2009. Aprobada en 2009 por el
Programa de Doctorado en Antropología Sociocultural Universidad Católica del Norte, Antofagasta/Universidad de
Tarapacá, Arica.
2
Psicóloga, Doctora en Antropología. Docente investigadora de la Escuela de Psicología, Universidad Católica del
Norte, Antofagasta, Chile. jsilva@ucn.cl
3
Doctora en Ciencias Sociales, asesora metodológica, Escuela de Periodismo, Universidad Católica del Norte.
psalinas@ucn.cl
2. 2
I. Introducción: Método biográfico y su aplicación en el estudio del cuerpo
La revitalización del método biográfico en estos últimos treinta años, forma parte de la
necesidad de las ciencias sociales, de visibilizar a los actores. Pujadas (2002[1992]) sostiene
que el uso de fuentes orales y narrativas biográficas entre los sectores populares o subalternos
con fines de reconstrucción histórica permiten, especialmente, abrir las exclusiones de los
sujetos postergados.
Desde esta perspectiva, con las posibilidades de abordaje que posee este método, lo utilizamos
como fundamento en la organización de la estrategia investigativa, como herramienta
facilitadora a las biografías de las participantes. Para ello, proponemos emplear la trayectoria
vital, porque posibilita acceder a eventos individuales, familiares y a contextos históricos en
los que se desarrollan conexiones con el tiempo y con el espacio (Elder, 1994; Sautu, 2004;
Barbieri, 2008).
Este enfoque se encuentra vinculado a los estudios longitudinales, en el sentido de la
importancia que tiene el proceso cronológico en el curso vital. A su vez, poseen la
particularidad de contribuir a diversificar la fase narrativa, concibiéndolas no sólo como una
descripción de sucesos, sino una selección y evaluación de la realidad (Lomsky-Feder 1995;
Sautú, 2004). Es útil aclarar estos aspectos, por la frecuente simplificación que encierra las
distinciones entre una u otra corriente epistemológica: cuantitativa o cualitativa, que no siempre
son claramente explicitadas por los (as) investigadores, un ejemplo de aquellos son los trabajos
anglosajones, desde donde proviene parte importante de las enseñanzas de este método: “ni
Hareven & Masaoka , (1988), ni Elder (1994), ni el mismo Bertaux (1984) en Europa hacen una
continua profesión de fe metodológica cuando explican sus procedimientos o cuando analizan
sus resultados” nos señala Sautú, (2004:25).
La diversidad de autores que han trabajado con este método, ya sea en estudios de cursos de
vida, relatos, historias de vida o autobiografías, se evidencian las múltiples opciones que tienen
los (as) investigadores(as) para amalgamar posiciones epistemológicas y/o teóricas, procurando
resguardar con rigor la coherencia con los objetivos propuestos y las técnicas seleccionadas.
Desde esta perspectiva, nos adscribimos a las propuestas que promueven la combinación de
enfoques, para lograr la profundización esperada (Bertaux y Kholi, 1984; Bertaux, 1999;
Salinas, 2001, Sautú 2004; Silva, 2008, Salinas y Cárdenas, 2009). Además, a través del
discurso que este método recupera, accedemos a prácticas familiares, políticas e históricas en
tiempos y contextos socioculturales diversos, que exigen amplitud en su tratamiento. En
3. 3
coherencia con lo propuesto por Mantilla (2008) respecto a que la posición como
investigadores en el campo, las relaciones que establecemos con los informantes, la influencia
de nuestras identidades genéricas en el acceso a la información y la problemática de la distancia
y cercanía con el universo estudiado, condicionan la construcción de los resultados de la
investigación.
En los últimos 15 años, hemos aplicado este método en contextos tanto urbanos como rurales,
aprendiendo sobre sus ventajas y dificultades4. Precisamente es su versatilidad se encuentra la
motivación para innovar, creando junto a las protagonistas, los mapas corporales recogiendo,
con especial atención, el valor simbólico que encierra el cuerpo en la experiencia biográfica.
Los trabajos bajo estas estrategias metodológicas “imponen la transformación no sólo de
aquellos cuyas vidas se articulan a través del diálogo, sino también de aquellos que registran y
leen los testimonios” (Guerra y Shewes, 1999:2).
Particularmente, en América Latina5, este enfoque ha tenido gran aceptación y validez en las
investigaciones sociales, en que se privilegian narraciones, relatos de vida y autobiografías, por
ejemplo los estudios de Oscar Lewis (1961, 1976) en México que abrieron una forma de
producir conocimiento sobre comunidades campesinas. El trabajo de Miguel Barnet (1986) en
Cuba, con relatos de vida de familias afrocubana, que fue publicado por primera vez en 1966 6.
Luego hacia finales de la década de los 80´s, se producen giros en su aplicación, especialmente
en la recuperación de la memoria, en países que han sufrido violencia política, migraciones
masivas, exilios, desintegraciones familiares entre otros fenómenos sociales (Sharim, 1999;
Jelin et al., 1999; Magrassi, et al.,1980).
La forma de aplicar las técnicas en este trabajo, concuerda con lo planteado por Bertaux (1999)
quién expresa que no debemos pretender acceder a las experiencias biográficas en su totalidad,
ni a verdades absolutas, sino a segmentos, a recorridos parciales de los sujetos vinculados con
la preocupación sustantiva de su construcción subjetiva, en espacios y tiempos específicos. Así
con las participantes del estudio, se accedió a distintas partes y formas de lenguajes generados
bajo el método biográfico, como se observa en el esquema N° 1.
4
Jimena Silva ha aplicado variaciones del método con población originaria quechua parlante (1993), mujeres
familiares de detenidos desaparecidos (2000), jóvenes trabajadores no escolarizados (1991), mujeres encarceladas
(1992), trabajadoras sexuales (1993, 1998, 2008) entre otras aplicaciones que se pueden encontrar en artículos, libros,
tesis de grado y post grado, en Bibliotecas de Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia, Universidad
de Chile, Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Universidad de Tarapacá Arica. Paulina Salinas, ha realizado
estudios Biográficos con personajes de la zona norte y en estudios académicos en Antofagasta (1999; 2008).
5
En 1976 Lewis publicó los relatos de una familia que dará origen a los Hijos de Sánchez, esta fue seleccionada
entre setenta y una del mismo paraje. Se la eligió puesto que el investigador consideró que era representativa de la
situación de pobreza que vivían millones de personas en México, su forma de trabajar y exponer la historia, marcó
una forma de situarse como investigador/a en el terreno y de usar el método, lo que ha levantado desde entonces
críticas y adscripciones. Otro texto que sobresale, por su aporte en cuanto a de sistematización de las formas clásicas
de aplicación del método en A. Latina es La Historia de vida de Guillermo Magrassi y Manuel Roca en 1980.
6
Un clásico latinoamericano, Biografía de un Cimarrón que en 1986 contaba ya treinta y seis ediciones.
4. 4
Esquema N° 1
El uso de lenguajes: escritura, dibujo y oralidad sobre el cuerpo
A través del lenguaje, el ser alcanza sentido y significación. Se adquiere existencia, al ser
nombrado y ubicado en un espacio en el orden normativo, como primeras marcas que
disciplinan el cuerpo, como el nombre y el sexo. A partir de estos actos se elaboran mensajes,
gestos, actitudes y símbolos, como vías por donde circulan códigos culturales socializadores.
Estos lenguajes, se incorporan en las pautas de educación formal e informal, otorgando por una
parte valoración a la obediencia y docilidad de los sujetos frente a estos roles asignados, y por
otra sanción física o simbólica, cuando hay rechazo o distanciamiento a estas normas.
Además, en este proceso de disciplinamiento, el cuerpo construye subjetividad, produce formas
especiales de vincularse con el mundo, con los otros y genera conocimiento (Butler, 2005).
Para Foucault, el cuerpo se encuentra sumergido en un campo político en donde establece
relaciones de poder, “las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo
marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas
ceremonias y exigen de él…” (1992: 32). El cuerpo se ha visto enmarcado bajo numerosos
dispositivos de control que se imponen en la vida social con la finalidad de enmascarar
determinados comportamiento, en los distintos espacios en los que los sujetos se desenvuelven:
en la casa, en la escuela, en las iglesias, en los trabajos, en las empresas, en los hospitales, en las
cárceles, entre otros.
5. 5
Así el cuerpo se constituye en protagonista de agencias hacia la liberación en tanto posee una
representación individual y colectiva. Es una construcción simbólica socio-cultural donde se
encarnan las diferencias y desigualdades de género, estás son permanentemente recreadas y/o
sostenidas, puesto que las construcción conllevan siempre cambios o transformaciones (Butler,
2005). En consecuencia, problematizar la corporeidad implica, también, comprender vivencias,
deseos, malestares y tensiones.
Particularmente, en este trabajo, el análisis se ha focalizado en abordar las posiciones de poder
que las hijas identifican en relación a sus madres, con especial atención, en aquellos aspectos
que se asocian a los sistemas ideológicos de género.
En este nudo de complejidades, el lenguaje con que se nombran los cuerpos y sus acciones,
ocupa un lugar central como campo de prácticas colectivas en el cual las identidades sexuales,
de clase y de género se constituyen (Facio, 1994; Muraro, 1994; Butler; 2001; Montecino,
2007).
A través de distintas formas de expresión (escritas, orales o dibujadas), se han revelado las
interacciones entre mujeres como sujetos históricos, generando procesos de autorepresentación,
que tienen un alto valor simbólico. Tanto Muraro (1994) como Butler (2001) teorizan sobre
estos aspectos y le otorgan sentido al sujeto desde la agencia, como un ser abierto, inacabado,
múltiple, y cambiante. Respecto, al orden simbólico, lo conciben como una estructura profunda
y modificable que modelan la realidad humana, lo que induce a afirmar que, estos procesos
facilitarían la elaboración de un nuevo orden que nos permita reconstruirnos con otras
experiencias.
En síntesis, el lenguaje en sus distintas representaciones se amalgama en la constitución
subjetiva del cuerpo, quedando visible como un dispositivo primordial en la construcción de los
significados, que son vividos en las relaciones de poder, por ejemplo en el caso de las mujeres.
Kristeva (1981), afirma que, ante todo, el lenguaje visto desde el exterior, reviste un carácter
material: es una cadena de sonidos articulados, pero también es una red de marcas escritas, y un
juego de gestos. A su vez, el lenguaje nos pone frente a una materialidad del pensamiento, en
cualquiera de sus manifestaciones, produce y expresa ideas: es su única forma de ser, es su
realidad y su realización. El lenguaje, es también, el elemento mismo de la comunicación social.
No hay sociedad sin lenguaje, éste se produce para ser comunicado en el intercambio social.
II. Estado del arte
6. 6
Como ya se expuso, es importante señalar, que las posibilidades de aplicación de esta
metodología son amplias, ya sea desde el campo de la clínica psicológica individual. 7 Girardi y
Pool (2006) lo han aplicado y perfeccionado para labores periciales en caso de abuso sexual en
niños/as. Así también en la articulación arte- biografía, para el trabajo de recuperación de
memorias patrimoniales, se destaca la neoyorkina Carissa Rodríguez (2010), artista, galerista y
escritora. Ella ha preparado una serie de esculturas/escritorios/muebles construidos a base de
madera con melaninas impresas con nombres y trozos de imágenes de diversos artistas,
convirtiéndolas en piezas autobiográficas. En esa misma línea, El mexicano Jorge Satorre
(2010) ha focalizado el trabajo de sus últimos años, en una revisión histórica in situ que traslada
a su experiencia personal, plasmándola en dibujo utilizado como documento narrativo y
herramienta de recuperación de la memoria. Su manera de aproximación, con estos lugares
históricos está ligada al land art y al documental científico.8 Desde la antropología9 se
encuentran múltiples aplicaciones, (Lahitte, 1970; Grau, 2002; Garavaglia, 2004 ) tanto en
comunidades como en grupos urbanos, tomando en cuenta que las relaciones humanas se hacen
posibles a través del contacto de los cuerpos y sus valores simbólicos. Por ejemplo, en la
experiencia de investigación con niños/as en Colombia, Pinilla (2006: 143) explica que los
dibujos se proponen como una aplicación por parte del investigador, para propiciar la
construcción de imágenes a partir del uso de herramientas materiales básicas como: lápices,
papel, colores y elementos conceptuales (…), para representar, evocar e interpretar una realidad
determinada a partir de la construcción de la imagen, dejando entrever, la posición
sociocultural de quién construye la imagen como miembro de una comunidad determinada.
Habiendo situado los lineamientos teóricos desde donde se sostiene la propuesta metodológica,
se exponen los pasos para su aplicación.
7
El test de Rorschach es el instrumento objetivo para el psicodiagnóstico, más poderoso y popular que se conoce, es
considerado a nivel forense como el más fiable, válido y efectivo a nivel internacional, basado en la interpretación de
dibujos y manchas de tinta. En los diagnóstico basados en dibujos de figuras humanas, familias, escenas y figuras
geométricas, los autores más conocidos son Machover (1957); Portuondo (1979); Kopptiz (1982); Burns y Kauffman
(1995); Peterson y Harding (1997); Hammer (1999). En 2005, un grupo de mujeres con VIH-positivo en India,
Kenya, y Tailandia usaron la técnica de mapas corporales para compartir métodos nuevos y creativos de permanecer
sanas, tratar la enfermedad, y mantener viva la esperanza. Ver en http://imaginingourselves.imow.org/pb/Story.aspx?
id=95&lang=3&g=0.
En Chile, se conocen algunas experiencias clínicas y en terapias alternativas, por ejemplo el trabajo terapéutico para
las disfunciones sexuales, realizado por el psiquiatra Luis Tapia, junto las psicólogas, María Elisa Molina y Gianella
Poulsen de la Universidad Católica. Ver en http://psicologia.udd.cl/utp/2010/07/27/taller-dibujo-consensuales-y-
mapas-corporales-en-el-tratamiento-de-parejas-con-dificultades-sexuales/entre otros.
8
En 2010 el Centro Cultural Montehermoso Kulturunea de Vitoria-Gasteiz presentó en sus salas las exposiciones
producto de la convocatoria “Arte e Investigación 2009”. Artistas becados de distintos puntos del mundo fueron
Leonor Antunes, Erika Arzt & Juan Linares, Nadia Barkate & Marion Cruza, Niamh O’Malley, Paloma Polo, Carissa
Rodríguez, Jorge Satorre y Azucena Vieites. La mayoría propone para la recuperación de memoria y biografías en sus
instalaciones, dibujos y aplicaciones plásticas.
9
En antropología el uso de las imágenes fotográficas data de la segunda mitad del siglo XIX, T.Wright (1992) en su
ensayo sobre el conocimiento visual que ofrecen las imágenes, otorga gran valor a experiencias antiguas que dan
fundamento a la fotografía. Es decir, las forma de ver y registrar pre-fotográficas, (Galasi, 1981) identificadas en las
crónicas ilustradas de los grandes viajes, las que han sido consideradas como producciones de conocimientos,
separados del arte, un ejemplo destacado es el trabajo de Guaman Poma de Ayala (1615).
7. 7
III. Procedimiento metodológico
Puesto que, uno de los objetivos del estudio fue analizar las relaciones de poder de las hijas
respecto a su madre, a través de la construcción de los mapas corporales, se desarrolló el
siguiente procedimiento metodológico:
1) Escrituras autobiográficas: en base a una primera producción de líneas de vida, se trabajó con
la escritura de autobiografías y sus autointerpretaciones. Proceso con el que se logró un nivel de
profundidad que facilitó la comprensión, desde un enfoque micro social, relacionado con las
relaciones de género, de las construcciones de las protagonistas. Esta fase se alcanzó en un
periodo de cinco meses, ciclo en el que se recuperaron y ordenaron las experiencias más
relevantes, que otorgaban sustento a los relatos. En este procedimiento, cada participante eligió
los episodios de su vida libremente, podía rehacer o “borrar” los segmentos seleccionados,
dependiendo de las posibilidades que tenía para encarar las distintas etapas de su biografía.
2) Relatar lo escrito: luego, cada narración dió cuenta de entradas horizontales, verticales,
sinuosas o circulares a experiencias vividas y representadas una y otra vez en la memoria,
formando parte de las prácticas humanas (Ferraroti, 1981; De Villers, 1999). Esta parte del
procedimiento es un proceso de mayor espontaneidad, implica un esfuerzo por dar sentido al
pasado, al presente y a los contenidos asociados al proyecto vital o a lo que implica su
reformulación o relanzamiento.
Es relevante que durante toda la fase, las jóvenes, en el caso de esta aplicación, interiorizaron
una postura, ya sea de autoreconocimiento como de autointerpretación, en la escritura de sus
trayectorias vitales, en la construcción de sus mapas corporales y en la elección de los
segmentos, con los que fueron narrando el proceso de reconocer sus cuerpos. Es decir, las
protagonistas se empoderan de su historia, adoptando una actitud reflexiva que evoca la
memoria.
El rol de los/as que acompañan en esta fase, como monitores o guías, es de zu hören, es decir
escucha activa, facilitando la manifestación de la experiencias vitales. Todo el proceso gatilló
que la memoria se transformara en acción. Como lo dice Valdés, (1988:64): “En la constitución
de esta conciencia reflexiva se produce el esfuerzo del significado”. Una estrategia privilegiada
que revela significados, se logra con las representaciones gráficas de los mapas, como se verá a
continuación.
3) Mapas corporales: como tercera etapa, se elaboran los mapas, estos se caracterizan por: a)
poseer un valor narrativo seleccionado por su creadora, ya que han sido elaborados por sujetos
capaces de procesar y comunicar el valor simbólico que le otorgan a cada segmento biográfico,
que se proyecta en el mapa, b) un valor proyectivo, porque registran la vida emocional, a través
8. 8
de los guiones socializadores de cada participante y c) un valor expresivo que se registra en la
dimensión gráfica plasmada en líneas, texturas, colores, aplicaciones, posturas u omisiones,
entre otras.
Para su producción material se trabaja por etapas orientando el inicio con una consigna, como:
plasma tus experiencias corporales de mayor significación –positivas y negativas- rescatadas
en tu autobiografía, identificando malestares y satisfacciones. Luego, a) se prepara el papel
bond o craft del tamaño real del cuerpo de la persona, se deja libre la creatividad en cuanto al
uso de colores y materiales para las aplicaciones o texturas, b) se organizan en pareja recostadas
en el suelo y se dibuja el contorno del cuerpo en la posición elegida, c) luego se consignan los
elementos simbólicos de la experiencia con el cuerpo, por ejemplo características de la
autoimagen, rasgos, y aspectos distintivos. Igualmente, en otro nivel de representación, se
registran en los mismos mapas, distintos discursos (soy gorda), creencias (mi nariz es grande) y
pautas de comportamiento (soy enojona), que expresan inscripciones culturales encarnadas, 4)
finalmente, esta fase culmina con el conglomerado de las diferentes expresiones en el mapa,
para iniciar, de esta manera, el cierre del proceso. Esta última etapa, es un trabajo
intersubjetivo, donde las participantes generan nuevas oportunidades de reconstruirse y hacer un
relanzamiento de su proyecto vital. Dialogan bajo una modalidad grupal sobre sus hallazgos,
discuten, se interpelan, se destacan o borronean, se pintan o remarcan, distintas dimensiones
que se hacen conscientes en el proceso de verbalización, desencadenándose la auto-
interpretación. Como Canales (2002) advierte, la conversación se constituye en un recurso de
desarrollo y facilita la deconstrucción de ataduras, miedos, inseguridades, entre algunos de los
obstáculos que se deben saltar en estos procesos. “En todas las formas en que el sentido común
se desestabiliza o se graba a la fuerza, la única modalidad de regenerarlo o reinterpretarlo, es
conversándolo. Poniendo entre dichos el entendimiento común” (Canales, 2002: 7)
En síntesis, los mapas destacan las experiencias socializadoras: discursos y prácticas sobre
educación, estética corporal, sexualidad-seducción y violencias que se ubican en la base de la
construcción de autoimagen e imagen social. Entre los relatos de estas jóvenes, se descubrieron
diversas metáforas que revelan conexiones dialógicas entre mundo interior y exterior. En
palabras de Foucault el cuerpo es considerado un espacio de investimiento del poder y es
entendido como lugar de dominación, control y escenario para el ejercicio de la opresión. El
autor dirá que “el poder se ha introducido en el cuerpo, se encuentra expuesto en el cuerpo
mismo” (1992: 104).
Además, es significativo considerar los mapas corporales dibujados, como construcciones
emergentes de la experiencia personal, y como parte de una lectura múltiple de discursos
anclados. Así también, como representación iconográfica, nos proporcionan información acerca
9. 9
de la comunidad cultural donde fueron producidos, por lo tanto, al igual que con las narrativas
orales solo toman significado y pueden ser comprendidas en el escenario donde se producen
(Rosaldo, 1989).
Cabe destacar, que el procedimiento de reinterpretación del material producido, se realizó bajo
los lineamientos del análisis crítico de discursos, que incorpora las problemáticas
socioculturales, como las desigualdades de género, clase, edad, entre otras y sus tensiones de
poder, generando procesos de reflexión y emancipación en quienes participan (Van Dijk, 1993;
Alonso, 1998, Salinas, 2007) En la selección de microtextos, (De Villers, 1999; Lindon, 1999;
Van Dijk, 2002; Silva, 2008; Silva 2009) exige decisiones personales, utilizando trayectos que
circulan desde la oralidad hacia la escritura o viceversa, conjugando todos los elementos del
dibujo: forma, color y textura. (Ver Esquema N° 2).
Unidad de análisis: las protagonistas
La selección de las participantes respondió a los siguientes criterios de inclusión: a) capacidad
de las participantes de profundizar en la recuperación de eventos y disposición al trabajo
autobiográfico, b) continuidad y sistematicidad para participar en todas las sesiones y d) la
firma de un consentimiento informado para el uso de autobiografía, mapa corporal y relatos en
el proceso investigativo.
Con estos aspectos se seleccionaron 22 mujeres pertenecientes a dos generaciones, estudiantes
universitarias entre 22 y 30 años, todas se encuentran ejerciendo su rol de hijas. Y una segunda
generación, entre 50 y 64 años, las cuales han sido madres en su totalidad.
Ambos grupos, pertenecen a un nivel socioeconómico medio y residen en Antofagasta. El grupo
de mujeres jóvenes, en su mayoría son las primeras estudiantes universitarias en sus familias.
En cambio, en el grupo de mayores participaron profesionales, técnicas, dueñas de casa y otras
con distintos oficios.
Todas las participantes fueron contactadas individualmente en talleres y grupos de trabajo en
ámbitos universitarios. A cada una de ellas, se le solicitó la firma de un consentimiento
informado para el uso y publicación de los resultados, el que también garantizó el resguardo de
sus identidades asignándoles un seudónimo.
Para este artículo, se ha seleccionado el caso de una joven de 23 años a modo de ejemplificar,
las aplicaciones, modos de sistematización y validación de esta metodología (mapas
corporales).
Criterios de validación
10. 10
En la realización del estudio se aplicaron los siguientes criterios de validación: a) triangulación
de técnicas, estableciendo semejanzas, diferencias, contradicciones u otros, entre los relatos
autobiográfícos y los mapas corporales, b) exhaustividad, lo que se realizó a través del relato,
transcripción y registro de cada una de las etapas del proceso investigativo, en la elaboración
de líneas de vida; producción de autobiografías; diálogos grupales sobre eventos significativos
y en el proceso de cierre con exposición de mapas corporales, y c) saturación, directamente
relacionado con el criterio anterior, se logró en un proceso de comparación constante (Strauss y
Corbin, 2002), retroalimentando los distintos episodios biográfico. Este criterio además, se
alcanzó, a nivel individual, al interior de cada relato, cuando hubo redundancia en cada uno de
los tópicos analizados se cerró el proceso.
Esquema N° 2. Síntesis del proceso de selección, análisis y re interpretación.
2 MOMENTOS
PROCESO DE SELECCIÓN Y ANÁLISIS
AMALGAMA ENTRE LO CRONOLÓGICO Y ARTICULACIÓN y REINTERPRETACIÓN
LO TEMÁTICO
6
TRATAMIENTO DE LA PRODUCCIÓN
REI INTERPRETACIÓN DE DISCURSOS
6 ETAPAS
1
REORDENAMIENTO DE LOS PRODUCTOS DE VALOR SIMBOLICO
(selección y montaje de microtextos , fragmentos líneas de vida,
relatos y dibujos de mapas, colores, formas, texturas)
5
2 ORGANIZACIÓN DE
SERIES TEMPORALES, A CONTRAPUNTO EN TRES
PARTIR DE UNIDADES DE VOCES: PROTAGONISTAS,
VIDA INVESTIGADORA Y TEORIAS
4
3 ELABORACIÓN DE GRILLAS SISTEMATIZACION DE
DE ANÁLISIS ARTICULANDO HALLAZGOS EN GRILLAS
CON INTERROGANTES Y
OBJETIVOS INICIALES
Silva, J. (2009)
11. 11
IV. Resultados: síntesis de la vida de camelia
Camelia en la hija mayor de una pareja separada de los sectores medios de la sociedad. Nació en
la zona sur de Chile, y ha pasado parte de su vida juvenil en la zona norte. La madre trabaja, es
una mujer joven atractiva y preocupada de su cuidado personal, de estilo más bien formal, en
contraste con el padrastro, más grueso y de estilo informal. Camelia como hija creció con el
padrastro, una hermana y un hermano a los que ella siente, haber cuidado en lo cotidiano. Se
declara católica, en su infancia y primera juventud estuvo vinculada fuertemente a actividades
de pastorales tanto de colegio como en la Universidad. Le da mucha importancia a la función
cuidadora que debe ejercer una madre en el ámbito privado. Valora ampliamente su libertad, los
placeres emanados de la vivencia corporal y sexual, es expresiva, de trato suave y alegre en la
relación con pares y otros adultos/as. Durante la investigación tenía 23 años y estaba en la parte
final de su formación académica, la que desarrolló en el periodo planificado sin mayores
tropiezos, período en el que mantuvo una relación de pareja. Su aspecto se caracteriza por
poseer un cuerpo fornido y armónico, potencia un estilo alternativo-artesanal de telas livianas y
delicadas, pelo castaño largo y liso, similar en textura al de su madre, lo usa suelto y platinado.
En el esquema N° 3 se encuentra una síntesis de información sobre Camelia.
Esquema N°3
Aplicación de la propuesta: el cuerpo de Camelia y sus discursos
Con Camelia, (ver fragmento mapa N° 1 y fragmento autobiografía grilla N° 2 en grillas)
encontramos la expresión de la vitalidad seductora, en la interpretación que realiza sobre la
autoimagen de su estética corporal. Construye una idea infantilizada de ninfa etérea y a la vez
12. 12
trae consigo la evocación del deseo y el peligro. Omite los ojos, como huyendo en sus fantasías,
el mundo que le rodea se le presenta algo hostil. Sin embargo su cuerpo resulta muy presente y
protagonista: pubis, pechos y cabello cubierto de pequeñas flores en relieve, las líneas de
contornos de trazo sutil, sin relleno de colores, sombreadas de celestre muy tenue. Luego la
expresión de ingenuidad-sabia y provocadora de la “ninfula”, se densifica con un relato que
puede ser interpretado en la línea del atractivo escolar de “Lolita” 10. La forma de narrar, provoca
conectarla con las hadas de los cuentos de Nabokov, adorables e irresistibles, como mariposas
crueles. Las líneas que siguen el trazo de su vivencia con el color y textura de pelo, la sonrisa, la
mirada, los gestos, el detalle con que se describe su experiencia con el sonido, hasta la
representación de la piel que recubre la oreja, deja en el relato el carácter apasionado de su
vivencia corporal y a su vez la potencia que adquiere su autoimagen de sensualidad. Cualquier
estímulo es susceptible de llamar a las puertas de ese deseo latente al asociar desde un nivel
intrapsíquico una similitud con nuestro canon de atracción.
“Mi pelo es largo, castaño, liso, suave, tiene brillo y vida, a mí me gusta el viento y me
gusta cómo se mueve mi pelo, tiene como sensación de libertad sé que mi pelo es algo
muy característico de mi vida, yo soy mi pelo, simple, suave, lindo”. (…) Es
impresionante la cantidad de placer auditivo que canalizan las orejas, es un buen canal
para llegar al alma, como los ojos y las manos. La música y letras, las palabras, los
susurros, penetran de manera romántica, espiritual, sexual y sensual (…) Los lóbulos son
carnosos, acariciables, besables. Mata pasiones la lengua en la oreja. [Las orejas]Son
también accesorios, me encantan los aros grandes, son sensuales, como de diosas
egipcias” (Camelia, 23 años, fragmento relato mapa corporal).
Mapa completo Camelia
La representación que elabora, sobre el oír, el órgano y el adorno de la oreja, asociado al
placer, resulta interesante, ya que el discurso de
poder sobre el acceso o restricción en torno a la
sexualidad, se recoge o se obstruye por lo
simbólico del lenguaje. El lenguaje también
podríamos aquí referirlo al producir palabras, dejar
oír y acoger diálogos susurrantes que alimenten el
deseo. Así también la metáfora que elabora sobre
la lengua en la oreja, “matando las pasiones” se
llama a lo real del órgano, pero también enciende
la pasión con el calor del aliento. Se puede ligar
tanto con el advertir, invitar, como con el silenciar.
Si estas pasiones se vinculan con la práctica de la
sexualidad, se las llevaría al plano de la
10
Referido a la novela de Vladimir Nabokov, Lolita publicada por primera vez en 1955
13. 13
materialidad concreta. Estas expresiones remiten inevitablemente a Baudrillard, quien afirma
que la práctica “del sexo es la forma abolida y desencantada de la seducción; del mismo modo
que lo real es la forma abolida y desencantada del mundo” donde lo real pocas veces ha
interesado a nadie. Lo real suele ser el lugar del desencanto” (1994: 27). Quizá por esto resulta
interesante, lo que evoca el relato de Camelia, la importancia de la seducción, de la fascinación
del erotismo, de la sensualidad oculta en la palabra que se susurra al oído. Provocar no sólo la
razón y el entendimiento como el deseo. Provocar el deseo por el deseo. Provocar el deseo por
un objeto del deseo: un cuerpo amado, la idea del placer. Simplemente la palabra oída, En su
relato, más que nada se encuentra, lo que Baudrillard define como “estrategia de
desplazamiento (se-ducere: llevar aparte, desviar de su vía), de desviación de la verdad del sexo:
jugar no es gozar. Ahí hay una especie de soberanía de la seducción, que es una pasión y un
juego del orden del signo, y es quien gana a largo plazo porque es un orden reversible e
indeterminado"(1994:28).
“Mi boca, para los alimentos, hablas, besas, muerdes, juegas, acaricias. Es roja, como el
deseo, es sensual los labios míos son generosos, suaves, me gusta tocarlos y morderlos,
me gusta besar y me gusta mucho. Los besos largos, tiernos, húmedos, ¡los adoro!. Mi
sonrisa es otra cosa que adoro de mí, es muy característica de mí.(…) Caricias suaves es
muy relajante y con un poco de mayos intensidad y humedad es muy excitante. El cuello
y hombros son muy estéticos así que los escotes y cuello descubiertos, me gusta mostrar”
(Camelia, 23 años, fragmento relato sobre mapa corporal).
Desde otro lugar de su realidad, Camelia, a los 23 años, se relaciona con una madre joven,
establecen una pugna por el ejercicio de cuotas de poder en el campo de la seducción y el
atractivo físico. El principal conflicto, queda explícito en el plano del control de la vida
cotidiana. Camelia interpreta que su madre no asume el rol tradicional. En su adhesión a los
discursos institucionales hegemónicos, Camelia elabora una velada crítica a la madre por la
facilidad con que reconstruye su vida de pareja. Si bien admira el resurgimiento de ella como
mujer, este mismo desata celos por el sentimiento de exclusión en la hija, y el abandono de la
función de cuidadora, en el plano del mundo privado y doméstico. Se adhiere a la sanción
cultural propia de un contexto de control normativo que se encuentra en el núcleo de esta
relación madre-hija. La sociedad acepta fácilmente que posterior a una separación la mujer
desvastada se refugie en la crianza de sus hijos y el hombre reorganice su vida familiar en
menos tiempo. Camelia no menciona la responsabilidad del padrastro, o del padre biológico, en
esta fase.
En el imaginario de esta hija, la madre suele anteponer sus necesidades como mujer por sobre su
función de cuidadora abnegada de los hijos, ideada por la tradición mariana del ser mujer, y
14. 14
adecuadas a la imagen social que posee mayor adhesión, sobre el rol de las mujeres en la
sociedad chilena.
“Cuando mis papás (padrastro) se separaron (2006, 19 años), mi mamá no tardó ni dos
semanas en encontrar pareja. Yo estaba feliz por ella, se merecía ser feliz, además le
cambió el genio, estaba simpática, hasta se veía más linda, más joven (…) pero me seguía
sintiendo desplazada” (…)“La actitud poco maternal de mi madre, es lo que tendría que
cambiar. Si ella hiciera lo que tiene que hacer en vez de hacerse la loca y desentenderse,
yo no sería lo amargada que soy en mi casa. (…) Lo que me molesta es que a veces se
crea mamá cuando tiene que ser siempre, porque cuando quiere imponerse no es creíble,
ni mis hermanos la respetan. (…)Me es difícil y me contradigo en la forma de pensar y
sentir como debe ser una mujer, creo que por la relación que llevo con mi mamá. He
criticado la forma de ser madre de mi madre, por eso, cuando me proyecto en cómo voy a
ser madre, digo que es una cosa que debo priorizar” (Camelia, 23 años, fragmento
autobiografía).
En otro punto neurálgico, con la madre es la desconfianza y a su vez los afectos que se juegan
en torno al hombre (padrastro) que hace de visagra entre ellas en el relato. Esta situación se
torna compleja si se articula con el despliegue de su sensualidad juvenil: la conciencia de la
voluptuosidad de su cuerpo y los beneficios que trae como fuente de placer. En ese escenario, es
donde surge el discurso materno que la pone frente a un real; un alerta sobre los riesgos a los
que se expone, fluctuando entre la sospecha sobre los hombres que se filtra en las palabras y
cierta tensión por la sexualidad emergente en la hija. Como hija y como mujer, Camelia
reacciona exacerbada, rechazando con violencia a la madre, atribuyendo su actitud a una
reacción de celos o envidia. En la representación de la hija esta advertencia es significada como
una acusación inmerecida, interpretada por ella como producto del morbo materno. Lo que
parece estar en disputa es una competencia por la cercanía del objeto de deseo de ambas
mujeres. Pero también el temor por la emergencia de la sexualidad juvenil.
“Mi papá (ex pareja de la madre, padre de crianza desde los 5 años) vivía en una pensión,
era una pieza y dormí con él (2004, 17 años). Mi mamá me llamó todo el viaje
preguntándome cómo estaba. Y después me preguntó cómo habíamos dormido, yo lo
encontré extrañísimo. Me dijo que tenía que tener cuidado, porque yo estaba más grande
y mi papá era hombre. ¡Eso me hizo explotar!, haciéndome sentir que su mente de verdad
era sucia y retorcida para pensar eso. La detesté con repudio. No sé si era su desconfianza
por los hombres, por lo que le pasó (violación) o eran los celos de que a mí me gustaba
estar con mi papá”. (Camelia, 23 años, fragmento autobiografía)
Camelia relata escenas de violencia en la relación con su madre. Siente en su mirada de
cuidadora, una amenazada a su intimidad en un escenario donde se filtran, una serie de
contradiscursos que han distorsionado el tejido de la relación: por ejemplo, se le otorga
responsabilidades de adulta –como reemplazo de la madre en el cuidado y administración del
hogar y los hijos- y se le restringe las prácticas sexuales como a una niña que debe resguardar su
15. 15
reputación y prestigio sexual en el adentro de la casa materna. En la interpelación que dirige
hacia su madre como defensa entra en el mismo circuito discursivo denigrador de la sexualidad
femenina. En la lucha por la autonomía y ambas reproducen en el lenguaje el discurso
normativo sobre la sexualidad femenina ella se defiende de no ser “maraca”11, siguiendo un
continum con la forma discursiva de la madre y utiliza agresiones verbales contra ella, que es
precisamente lo que tensiona su relación, no llegando a romper la cadena de poder intragénero
en la que ambas se encuentran enlazadas.
“Mi mamá me ofendía con palabras vulgares. Cuando yo me quedaba a dormir en la casa
de mi pareja (2008, 18 años). Diciéndome que el poto es mío y que yo puedo hacer lo que
quiera con él, pero tengo que llegar a mí casa. Que si quiero culiar con él que lo haga, me
vista y me venga a la casa. (…) Me parece insólito, y por cierto me duele mucho, no soy
cualquier maraca de por ahí, soy su hija y merezco respeto” (Camelia, 23 años, fragmento
autobiografía).
La estética como valor simbólico en la cultura
Como en muchos de los relatos, el sentimiento de inadecuación, dolor, se hace presente, en la
forma en que las jóvenes del estudio experimentan su cuerpo, tanto el cuerpo visto a nivel
simbólico, como el que aparece como corporalidad externa a nivel de la belleza y la estética.
“Soy una gorda asumida y además tengo otros kilos de cualidades y cosas más
trascendentales, nunca he tenido mucho rollos con el cuerpo a mí me gusta en general,
me gusta andar en pelotas en mi casa, me gusta quedarme en pelotas después del
sexo”(Camelia, 23 años, fragmento relato sobre mapa corporal).
Estos sentimientos que al verbalizar el peso corporal, parecieran exorcizar un malestar, y
transformarlo en una cualidad asumida, se pueden articulan con la discursiva sociocultural,
sobre la estética del cuerpo de mujer, y que articulan la construcción de la autoimagen de la
belleza, con los estereotipos difundidos por los medios de comunicación, y su circulación en el
mercado de la moda. Éstos profundamente arraigados en la sociedad chilena, forman parte de la
socialización de género y se filtran en algunos casos, dolorosamente hacia la vivencia de la
sexualidad. Son pocas las que como Camelia, asumen en el discurso, su estética corporal con
soltura, disfrutando plenamente del placer que emana de su cuerpo, alejada de las inhibiciones
provenientes de las convenciones culturales, dirigidas al recato del cuerpo femenino. En este
sentido, su autointerpretación, en este plano, rompe con el orden normativo e género, que
reclama por una recuperación del recato para la juventud.
V. CONCLUSIÓN
11
En el lenguaje juvenil chileno, maraca es sinónimo de prostituta.
16. 16
A través del método biográfico se despliegan autobiografías, relatos y mapas corporales y es
posible trabajar con los cuerpos, desde sus distintas interpretaciones, como ha quedado
ejemplificado en el caso de Camelia.
Los mapas facilitan acceder al cuerpo, a su producción y protagonismo y al valor simbólico que
tienen, de manera de dar cuenta, -dependiendo de las búsquedas del /la investigador/a- cómo la
corporalidad, poco a poco se ha ido convirtiendo en las distintas sociedades, en objeto
consumo, asignándole valor económico, social y cultural.
En estos procesos somos interpelados como sujetos y los mapas corporales, resultan
significativos, como expresiones de la cultura, ya que el cuerpo observado, no es experimentado
de la misma forma que el cuerpo vivenciado (Esteban, 2004). En este sentido, ofrece
estrategias de comprensión biográficas y del tipo de protagonismo que adquiere en cada sujeto
anclado, a un conjunto de normativas de la sociedad actual (Butler, 2001).
Además, los mapas corporales como metodología, abren una opción de renovar diálogos
transdisciplinarios entre antropología, sociología, psicología y psicoanálisis. Esto implica que
al escuchar el lenguaje del cuerpo, encontramos una vía riquísima de interpretación, al articular
las pautas socioculturales inscritas en la subjetividad.
En síntesis, a través de la producción de esta metodología, se logra producir conocimiento de
gran valor simbólico, que habitualmente no emergería de otra manera, contribuyendo a
desmantelar las distinciones artificiales que suele hacerse entre los procesos intrapsíquicos y la
corporalidad; muchas veces al servicio de una comprensión sesgada del sujeto, donde se
enfatizan las diferencias que como investigadores muchas veces hacemos y que son
separaciones aparentes.
Desde esta perspectiva, nos parece claro que el lenguaje del cuerpo puede efectivamente hablar
a través de distintas expresiones, y los mapas corporales se muestran como herramientas para
actuar como potenciales vía de emancipación al orden social establecido.
17. 17
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22. Fragmento Grilla N°2 reinterpretación autobiografía Camelia: Eje: Mujeres-Hijas. Sentidos y significaciones que las mujeres-hijas otorgan a las
relaciones con sus madres. Nudos problemáticos : implicancias de los discursos y prácticas de género del contexto socializador, en la construcción del ser
sujetos autónomos o restrictivos.
Categorías Personas Narración 22
Reinterpretación
Etapa en la Involucradas
trayectoria
biográfica Nudos
Fragmento grilla N°1 cuerpo: Camelia
Problemáticos
Discurso autointerpretativo del mapa Conflictos Mapa corporal Línea del curso de la vida
o convocantes o consecuencias
Cabeza: El cerebro, Valor simbólicole da mucha importancia, pero es feo,
Primera 7.- es raro (…) se Madre, padre, hija. Mi madre tenía 19 años, (…) cuando la violaron, yo La violación posee un lugar en la cultura desde
baboso, gelatinoso, arrugado articulado
juventud del cuerpo y responsable Experiencias queviolencia y El
de todo esto de somos (…). tenía como 13 años cuando me contó lo de la el inicio de las sociedades. Las mujeres y los
mío es más grande porque soy cabezona, y está lleno de madre.
con prácticas y abuso sexual de la pensamiento violación, sin muchos detalles, más que nada para que niños/as, cuerpos que se simbolizan
flotantes, estáticos, caóticos, saltarines, alegres, depresivos, artísticos,
discursos sobre la me cuidara de andar sola (…) y me contó que ella vulnerables y susceptibles a ser penetrados: a
altruistas, malditos, y todo vuela y da vueltas, me gusta pensar y saber que
sexualidad (educación quería llegar virgen al matrimonio, no por moral, (…) través de la seducción, fuerza, culpa,
soy más inteligente, de alguna o otra forma, muchos de los que me rodean
sexual, mandatos, más bien por un deseo personal. Después de la amenazas provenientes de otros, en su mayoría
admiran eso de mí. restricciones, violación ya no tenía mucho sentido “cuidarse” así masculinos que representan autoridad,
Pelo: Vitalidad seductora. La seducción como núcleo de la estética, ubicado
relaciones de género que comenzó a tener relaciones con mi papá, después dominio, admiración.
en las representaciones de lapor el
marcadas belleza. de cuatro años de pololeo. Además estaba sola en otra
Ojos: Mis ojillos poder) poco rasgados, chinitos, me gustan porque cuando
son un ciudad, tenía más libertades.
me río, se achinan, cuando tengo sueño, o se me pasan las copas también.
Son muy característicos de mi familia, además la gente dice que en conjunto
Camelia, Cura. Mujeres jóvenes afectivamente carentes, en
con el resto de mis rasgos me dan un aire polinésico, como belleza exótica y
Experiencia de inicio en Me enamoré del cura que estaba a cargo: él de 28 procesos afectivo sexuales plenos de energía,
eso me gusta
juegos sexuales con un años y yo de 17 observadas como presas disponibles a ser
Orejas: Lo que oye, llega al mundo a través de las palabras-asociadas del
hombre simbolizado como (…) Me fue a dejar a mi pieza, insistió. (…) Entró, captadas por una sexualidad masculina
placer sexual. Las orejas, son raras, son un pedazo de cartílago arrugado, es
inaccesible. Abuso de poder nos sentamos en la cama, (…) nos recostamos y me simbolizada como desbordada, sin más tope
impresionante la cantidad de placer auditivo que canalizan las orejas, es un
de un varón que representa hizo cariño en el pelo, en la guata, en la espalda, se que sus cuerpos juveniles.
buen canal para llegar al alma, como los ojos y las manos. La música y
una institución de alta carga fijó que andaba sin sostén. (…) Me dijo (…) que es Actos de abuso de poder donde ambos
letras, las palabras, los susurros, penetran de manera romántica, espiritual,
de poder simbólico y un degenerado, y sabía que sus pensamientos no iban traspasan lo límites de lo prohibido.
sexual y sensual.
jerarquía. a ser precisamente tiernos. (…) Que si fuera por él me Las carencias y los vacíos de autoestima
Boca: Oralidad-erotizada. Que también debe reprimir-silenciar. Deseo de
lamería los pechos. (…) Que me pusiera el vestido debilitan la vida afectiva, confundiendo las
control.
que a él le gustaba. (…) En un último abrazó me pide emociones y vulnerabilizando las
La boca es también estúpida, sobre todo si padece de verborrea crónica. Por
si puede ver por última vez mis pechos y le digo que posibilidades de autocuidado y protección.
la boca muere el pez y la Camelia (ella) es experta en cagarla; hablar de más
si, los descubre con cuidado y torpeza, los mira y
y meter la pata. Pero esta boquita nunca es capaz de ser hiriente. Sí, de
acaricia
cagarla sin querer queriendo.
Voz: El tono y ritmo representación propia de elementos de contacto.
Actualidad Representación del amor El tenía 23 y yo 19. Comencé a descubrir mi cuerpo. Se remarca el discurso sobre la inocencia
Valorización de aspectos positivos que le permiten individualizarse y lograr
Adulta - Joven romántico como ideal para sí (…) Yo lo quería y quería tener relaciones. (…) como un valor que otorga prestigio en la
autonomía. Quiebres afectivos.
en el inicio sexual. Teníamos condones, (…) esa fue mi primera presentación de su ser frente al que escucha o
Cuello-hombros: Espacios territoriales, erogenizados, por las caricias y
experiencia sexual penetrativa. Me dolió, pero fue al que ve.
representación de la carga cotidiana. Se expresa la tensión.
muy cuidadoso y tierno. (…) Primero nos besamos
Pechos: Flores-eróticas, escotes, expresión-exhibición “tetas al aire”.
mucho y nos acariciamos. Nunca había visto ni Experiencia gratificante en el inicio de la
Oposición irreverente de lo que puedan desear/mostrar; lo que provoca el
tocado un pene y tenía mucha curiosidad y ganas sexualidad y en la exploración corporal
deseo, atracción. Las quiero tanto a mis pechugas, son lindas, redondas,
también. reforzada por el autocuidado y la afectividad
suaves, las quiero tal cual son, con estrías, y nódulos raros (…) Me gustan
inscritas en el guión sexual elaborado con
cuando acarician mi escote, es más sensual que ir directo a los pezones
elementos del discurso materno.
Cuerpo: Voluptuoso-provocador de la atracción libre de expresión. Peso,
Práctica de juegos sexuales
como problema en el discurso materno, más no en el de ella. Yo estoy A fin de año (2007, 3º universidad), me dedique a Expresiones de la seducción y el erotismo
consciente de mi sobrepeso y mis rollos, soy una gordadescubrir su además
orientados a asumida y puro poncear. Me dejé querer. (…) Con un chico como juegos en los cuales se sitúa con
capacidad erótica.
tengo otros kilos de cualidades y cosas más trascendentales, empezamos un juego. Él decía cosas y yo escuchaba, mayores cuotas de poder: para iniciarlo o para
Vagina: Por favor ¡bésame! ¿a quién no le puede gustar su vagina?, Y le (…) de mi escote, mi boca y otras casas, que me hacía finalizarlo.
haría una oda, desde que la descubrí nos hicimos amigas, es un poco la ingenua. (…) Y empezamos a pinchar, solo besos y
introvertida, aún no me cuenta todos sus secretos. A veces me confunde, cuando yo quería. (…) Seguimos hasta que me aburrí.
Infancia y de forma Relación Hija- es linda. El conocer como base del
reacciones 8.- inesperada, pero Prevalencia de discursos Mi mamá me acompañó al doctor y le sugirió que me Interacción establecida de manera horizontal
juventudy el placer.
disfrute Madre sobre el autocuidado del recomendará los anticonceptivos, cuando pololeaba que favorece el diálogo abierto sobre la
cuerpo, desde la socialización
Pies planos: En contacto activo con el piso que me sostiene. Como signo (1º de universidad). (…) Siempre tuvo un discurso sexualidad de otras mujeres. Actitudes que
de mi familia paterna. materna. muy liberal en cuanto al sexo y el cuerpo. Le facilitan el autocuidado y la prevención.
conversaba de mis amigas que ya habían tenido
relaciones y le decía que yo nunca todavía. Ella decía Diálogo que ubica a madre e hija en un
muy relajada que era bueno, pero todo a su tiempo y momento de armonía contrapuesto a la tensión
con amor. Siempre dejó espacio para el placer, pero y la violencia discursiva relatada en otros
dentro de una pareja. Hablábamos de sida, episodios de su trayectoria vital.
enfermedades, métodos anticonceptivos.
Infancia Distanciamiento en la La relación con mi madre era normal, como cualquier Idealización de las jerarquías asociadas a
relación hija-madre en mamá con una hijita, cercana, cariñosa, preocupada. ideologías tradicionales de género: madre
periodo de la salida de la Jugaba, nos cantaba cuando nos íbamos a acostar, abnegada y sacrificada por los hijos. Resultado
madre al espacio público ayudaba a hacer las tareas. No hacía grandes de discursos socializadores que magnifican el
laboral y de sus conflictos distinciones entre sus hijos/as. (…) Nunca fue una modelo mariano (abuela materna)
matrimoniales. mala mamá, negligente ni nada por el estilo, pero
empezó a tener problemas con mi papá, junto con los Interpelación de la hija a la madre porque
problemas económicos. Comenzó a ensimismarse y ocupe un su lugar en el espacio privado,
(…) el tiempo para los hijos se fue disminuyendo de a priorizando el cuidado de los hijos/as.
poco. Recriminación que cae sobre la madre por
(…) Según mi mamá, mi discurso sobre ella es ubicarse en el mundo público y rehacer su vida
machista, que le echo la culpa a ella porque entró a de pareja.
trabajar, dejó a sus hijos botados por realizarse ella
como mujer. (…) puede que en cierta manera yo sea
machista, (…) pero son mis necesidades de hija.
Actualidad Relaciones de convivencia (Mi mamá) se comporta a la defensiva, agresiva, Hijidad construida en una relación de lucha de
madre-hija marcada por dañina, con una mente sucia. Con eso me refiero a poderes, donde los límites y las distinciones
acusaciones mutuas. que perdió un poco la inocencia. Me duele por que madre-hija son difusas. Interacciones
ella no es así, es muy dulce cuando quiere, sensible, sostenidas en base a descalificaciones mutuas
cariñosa. Mi relación con ella es tan ambivalente. y una búsqueda de proteger su individuación.
(…)Yo se que soy hiriente y sarcástica, ella odia el
sarcasmo, pero si no lo uso cómo me defiendo. Nunca
empiezo, mi ira es siempre reactiva. (…) Mi relación
con ella es tan dañina.
9.- Valores y Oscilación entre valores Siempre (…) he querido tener muchos hijos, (…) Representación idealizada de la maternidad,
creencias sobre la simbólicos tradicional sobre deseo férreamente tener hijos y dedicarme a la crianza donde intenta suplir los vacíos de su
maternidad. cuerpo-maternidad. Diálogo de esos seres, (…) entregarles todo el amor del experiencia como hija en su proyección de
discursivo entre valor mundo, que sientan que me tienen, a pesar de todo lo madre.