Este documento describe el uso de listas electrónicas y portafolios electrónicos para promover habilidades de composición textual en estudiantes universitarios. Las listas electrónicas permiten que los estudiantes guarden y organicen sus producciones escritas de manera cronológica. Los portafolios electrónicos soportados por listas electrónicas permiten el seguimiento del proceso de escritura de cada estudiante y la mejora de sus habilidades gramaticales y discursivas.
1. Electronic portfolios and lists, and promoting
skills for textual composition in college
students
Jhobana Herrera Díaz
Abstract: The paper deals with an outline of
instructional approach in which values the use
of electronic portfolios supported by a lists-e to
promote scriptural skills, especially those
related to discourse and grammar skills, from
the presentation of a brief theoretical and
conceptual guidelines around: lists-e, electronic
portfolios and textual composition process.
Keywords: Lists-e, Electronic portfolios,
Scriptural Skills, Grammatical Competence
and Discourse Competence.
I. INTRODUCCIÓN
on gran frecuencia, los profesores
universitarios de los niveles iniciales de
diferentes carreras advierten con suma
preocupación la pobreza en la expresión escrita de
sus estudiantes. Quienes parecen estar muy
alejados del hábito de la lectura, padecen de un
amplio desconocimiento en materia de cultura
general y carecen, por lo tanto, de la capacidad de
abstracción y de comprensión de textos escritos de
mediana dificultad. Se trata de un fenómeno muy
generalizado en el mundo contemporáneo, un
mundo que da prioridad a la comunicación oral e
informal a través de los medios audiovisuales,
aunque resulta más ostensible en los países del
tercer mundo.
Una amplia población académica está de acuerdo
en afirmar que existen serias dificultades en la
escritura de los estudiantes universitarios y esto
está influyendo poderosamente en la baja calidad
académica. La competencia para escribir es tan
importante como la competencia de abstracción, la
competencia para la investigación, para aprender y
actualizarse, etc., que son comunes a todas o a
casi todas las titulaciones: “en una sociedad en
transformación, donde las demandas se están
reformulando constantemente, estas competencias
genéricas se vuelven muy importantes” (Tuning
América Latina, 2007, p. 37).
Frente a lo que se observa y se lee en la literatura
especializada sobre las dificultades que presentan
los estudiantes universitarios a nivel de
competencias gramatical y discursiva y, ante la
imperiosa necesidad de hallar soluciones, esta
investigación recurre al escrutinio de nuevos
medios instruccionales basados en las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC) para
explorar estrategias instruccionales que
promuevan las competencias comunicativas de
escritura en estudiantes universitarios.
Las Tecnologías de la Información y la
Comunicación están teniendo una gran capacidad
para penetrar en todos los ámbitos de la actividad
humana. En la mutua interacción entre sociedad y
tecnología, se observa sin duda alguna la inserción
de las TIC en la educación, y muy especialmente
en la educación superior.
En este sentido las universidades deben dar
ejemplo en el aprovechamiento del potencial y las
ventajas que ofrecen las TIC en los diferentes
campos de la actividad académica, como dicen
Valverde y Garrido (1999) quienes afirman que
“si se utilizan correctamente, pueden convertirse
en importantes apoyos para el desarrollo de
procesos de aprendizaje y de enseñanza de gran
calidad”. (p. 2)
Las listas de discusión electrónicas por ejemplo,
constituyen uno de los recursos de la Internet que
se presenta como una vía potencialmente aplicable
para el tratamiento de las situaciones
mencionadas. Al respecto, autores como Malbrán
y Pérez (2004) y Arango (2003), afirman que las
listas electrónicas de discusión brindan la
oportunidad para expresar ideas y sustentarlas,
lograr elaboraciones coherentes de los
argumentos, fundamentar el punto de vista, la
construcción de lenguajes coherentes, etc.
C
2. Las listas electrónicas cuentan con la posibilidad
tecnológica de crear carpetas de manera individual
y/o grupal. Cada estudiante puede “colgar” o
guardar sus archivos en cualquier formato en esas
carpetas. El sistema ordena el registro del ingreso
de los archivos de manera cronológica,
permitiendo que el estudiante lleve un control de
las producciones textuales, convirtiendo a las
listas en espacios ideales para desarrollar
competencias comunicativas en escritura.
II. LAS LISTAS DE DISCUSIÓN COMO
MEDIO INSTRUCCIONAL
Entre las definiciones sobre lo que es una lista
electrónica, está la de Merlo (1999), quien dice
que es una agrupación de usuarios de correo
electrónico que basa su trabajo en un software de
envío simultáneo de mensajes, de modo que todos
los suscriptores de un grupo reciben cada mensaje
remitido por los participantes al servidor en el que
se encuentra instalado este programa. En
consecuencia, en las listas electrónicas intervienen
cuatro agentes: los suscriptores, la tecnología del
correo electrónico, el programa de distribución de
mensajes y el servidor al que llegan y del que
salen los mensajes enviados por los miembros de
una lista.
Son varios los autores que han investigado
alrededor de las listas electrónicas de discusión
como recursos o herramientas que pueden
emplearse a favor de los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Muchos coinciden en que a través de
este recurso de Internet, se favorecen entornos de
enseñanza más dinámicos y significativos para los
estudiantes, Arango (2003) afirma:
En el ámbito educativo, el ejercicio
asincrónico propio de los foros virtuales
permite a los estudiantes articular sus
ideas y opiniones desde distintas fuentes
de discusión, promoviendo el aprendizaje
a través de varias formas de interacción
distribuidas en espacios y tiempos
diferentes (p. 3).
Los foros o listas de discusión son el lugar idóneo
para la confrontación de ideas, teorías y opiniones,
aparte de servir a otros fines como el intercambio
de experiencias.
Al respecto, Malbrán y Pérez (2004) afirman que
las listas de discusión abren la posibilidad de
generar proyectos colaborativos. De igual forma,
declaran que las listas de discusión permiten:
La participación horizontal en una atmósfera
amigable.
La oportunidad para expresar ideas y
sustentarlas.
El aprendizaje colaborativo.
La selección de temas y problemas que
ameritan análisis cuidadoso.
Advertir aspectos novedosos en la información
circulante.
Detectar errores, falacias y dificultades de
interpretación.
El enriquecimiento de la información
disponible.
La responsabilidad de los participantes por su
propio progreso.
Aumentar la cantidad y calidad de los
intercambios.
El aprovechamiento de las capacidades y
talentos de los participantes.
La evaluación formativa del curso.
Ampliar los roles de los docentes y de los
pares como moderadores o tutores.
Distribuir de modo más equitativo las
responsabilidades de enseñar y aprender.
Descubrir las habilidades y disposiciones de
aquellos participantes a quienes no se les
habían sido detectadas.
Las listas electrónicas de discusión como medio
instruccional promueven variadas posibilidades no
sólo a nivel intelectual, sino también a nivel
afectivo. Son sin duda un espacio para el
intercambio virtual de conocimientos, habilidades
y valores. Al respecto, investigadoras como
Malbrán y Pérez (2004) ratifican que este tipo de
medios ayuda a favorecer la profundización del
contenido, el despliegue de habilidades cognitivas
de nivel superior y el estímulo de procesos
motivacionales en un escenario de discusión
virtual ya que disminuye la reticencia de algunas
personas a participar en los intercambios cara a
cara proveyendo la ocasión para un conocimiento
que involucre a un mayor número de actores
educativos.
III. LAS LISTAS-E Y EL PORTAFOLIO
ELECTRÓNICO
Entre las Tecnologías de la Información y la
Comunicación, se hallan las listas electrónicas
como uno de los tantos recursos que ofrece
Internet y que pueden ser utilizadas para la
formación y la investigación. En la actualidad, las
redes de comunicación y las nuevas tecnologías
introducen cambios en el contexto pedagógico y
3. exigen modificaciones en los modelos educativos,
al igual que en los escenarios donde ocurre el
aprendizaje, lo mismo que en la forma de
planificar y desarrollar los procesos de enseñanza
y aprendizaje que promuevan la participación
sincrónica y asincrónica de cada uno de los
actores de estas dinámicas.
Con respecto a la participación asincrónica se
viene observando que cada día es más notorio el
incremento del uso de las listas de discusión, tanto
en la modalidad de la educación formal como no
formal e informal. En la educación superior, por
ejemplo, éstas se vienen incorporando cada vez
más, gracias a las utilidades que brindan, tal y
como lo afirman Malbrán y Pérez (2004):
Las listas de discusión brindan la
oportunidad de expresar ideas y
sustentarlas, seleccionar temas y problemas
para analizarlos, fundamentar el punto de
vista. Estas requieren, a su vez, un usuario
que reflexione sobre el contenido y precise
respuestas, que plantee cuestiones
atendiendo al núcleo de un concepto, que
organice ideas alrededor de un tema, entre
otras condiciones (p.3).
Las listas electrónicas cuentan con la posibilidad
tecnológica de crear carpetas de manera individual
y/o grupal. Cada estudiante puede “colgar” o
guardar sus archivos en cualquier formato en esas
carpetas. El sistema ordena el registro del ingreso
de los archivos de manera cronológica,
permitiendo que el estudiante lleve un control de
las producciones textuales, convirtiendo a las
listas en espacios ideales para desarrollar
competencias comunicativas en escritura.
La estrategia de trabajo por portafolios soportados
en listas electrónicas, constituye una alternativa
valiosa para el trabajo instruccional porque no
sólo resulta atractiva por la integración de
múltiples posibilidades de interacción que ofrece
el ciberespacio para favorecer la escritura como
los foros, redes sociales, creación de archivos en
línea, distribución colectiva de información de
interés general, acceso a material Web de
consulta, etc., sino también porque resulta ser una
estrategia evaluativa para los propios estudiantes y
para el docente.
El acceso personalizado que los docentes tienen
de cada una de las carpetas alojadas en la lista, le
permite hacer un seguimiento del proceso
escritural que está llevando el estudiante. De igual
manera, los estudiantes tienen acceso no sólo a su
propia carpeta, sino también a la de los demás. Lo
anterior les permite ver y reflexionar sobre las
estrategias escriturales que han empleado los
compañeros para producir los textos, las fuentes
bibliográficas consultadas, los errores
gramaticales y discursivos, etc., que se convierten
en los puntos de referencia para mejorar el nivel
escritural que poseen. Sin embargo, se debe
aclarar que aunque la literatura especializada
expone que las listas y los portafolios promueven
competencias comunicativas en escritura, la
eficiencia y eficacia de estos recursos dependerá
en gran medida de las estrategias instruccionales
que diseñe y plantee el docente. Es así que sólo
atendiendo minuciosamente al proceso que lleva
el estudiante, se podrán hacer intervenciones para
mejorar la instrucción, emprender actividades de
corrección y encaminar al estudiante hacia el
logro de los objetivos planteados a nivel de las
competencias gramatical y discursiva.
El portafolio electrónico es cada vez más utilizado
en la educación por su versatilidad para llevar a
cabo el seguimiento del proceso de avance de los
estudiantes de una manera sencilla y cómoda. Al
encontrarse los portafolios en formato electrónico,
se posibilita la gestión y la actualización del
material que vayan desarrollando los actores
involucrados en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
Hoy por hoy, los portafolios están presentes en
todas las etapas educativas y en el desarrollo
profesional, tanto en el aprendizaje como en la
promoción y la evaluación. Un trabajo de
portafolios puede usarse para el desarrollo y
valoración del conocimiento de una asignatura y
para la adquisición de habilidades de auto-
aprendizaje y prácticas reflexivas.
El portafolio responde a dos aspectos esenciales
del proceso de enseñanza y de aprendizaje:
implica toda una metodología de trabajo y de
estrategias didácticas en la interacción entre
docente y estudiante. Por otro lado, es un método
de evaluación que permite unir y coordinar un
conjunto de evidencias para emitir una valoración
lo más ajustada a la realidad que es difícil de
adquirir con otros instrumentos de evaluación más
tradicionales.
Al respecto, Hernández, M (2006) dice:
Es un método de enseñanza,
aprendizaje y evaluación que
consiste en la aportación de
producciones de diferente
índole por parte del estudiante a
través de las cuáles se pueden
juzgar sus capacidades en el
marco de una disciplina o
4. materia de estudio. Estas
producciones informan del
proceso personal seguido por el
estudiante, permitiéndole a él y
los demás ver sus esfuerzos y
logros, en relación a los
objetivos de aprendizaje y
criterios de evaluación
establecidos previamente (p. 1).
Son muchas las utilidades que se pueden obtener
al emplear los portafolios electrónicos como
estrategia de instrucción y/o de evaluación. Entre
las utilidades que menciona Hernández, M (2006)
están:
Ofrece información amplia sobre el
aprendizaje.
Admite el uso de la evaluación continua para
el proceso de aprendizaje.
Tiene un carácter cooperativo, implica a
profesor y estudiante en la organización y
desarrollo de la tarea.
El estudiante al desarrollar esta estrategia
proyecta la diversidad de aprendizajes que ha
interiorizado.
Se detectan los aprendizajes positivos, las
situaciones problema, las estrategias utilizadas
en la ejecución de tareas, etc.
Se pueden compartir los resultados con otros
compañeros y con otros profesores.
Promociona la autonomía del estudiante y el
pensamiento crítico reflexivo que por una
parte asegura el aprendizaje mínimo y por otra
aquél que cada uno desea adquirir y
profundizar.
Proporciona buenos hábitos cognitivos y
sociales al estudiante.
Tiene un gran componente motivador y de
estímulo para los estudiantes al tratarse de un
trabajo continuado donde se van comprobando
rápidamente los esfuerzos y resultados
conseguidos.
Cuenta desde el principio con los criterios con
los que serán evaluados los estudiantes.
El portafolio es un producto personalizado, por
lo que no hay dos iguales.
Igualmente este autor destaca que a través del
empleo de portafolios se estimula a los estudiantes
para que no se conformen con los primeros
resultados, sino que se preocupen de su proceso de
aprendizaje. De igual forma destaca que ayuda a
resaltar lo que un estudiante sabe de sí mismo y
con relación al curso y a desarrollar la capacidad
para localizar información, para formular, analizar
y resolver problemas.
La evaluación que se plantea para acompañar el
proceso de instrucción mediado por la lista de
discusión electrónica, debe estar centrada en el
desempeño del estudiante a través de diversas
situaciones de aprendizaje significativas y
evaluaciones que le permitan al estudiante
universitario adoptar un papel activo de manera
que pudiera ejercer sus conocimientos,
habilidades y conductas de manera práctica.
Tabla Nº 1
Rúbrica diseñada para evaluar los portafolios de
los estudiantes
El siguiente instrumento adopta juicios de evaluación formativa
y sumativa del portafolio escritural que los estudiantes han
estructurado a lo largo del lapso académico.
Criterios:
Presencia: MB. Muy Bien (3); B. Bien (2); A: Aceptable (1)
No presencia: 0
Nombre:
Curso:
Sección:
Lapso:
Criterios Tópicos
Presencia
Sí No
MB
3
B
2
A
1 0
Cantidad
Ha producido
todos los
textos que se
han
establecido
Ha tomado la
iniciativa de
escribir
espontáneame
nte
Ha elaborado
producciones
intermedias
Ha escrito de
manera
continua
durante el
lapso
Ha realizado
actividades de
escritura libre
Ha
suministrado
documentos
en la carpeta
grupal
Calidad
Utiliza
espontáneame
nte técnicas
de
composición
escrita
Colabora con
sus
compañeros
5. para
planificar y
revisar textos
Hace caso de
las
sugerencias
que le hace el
docente
Consulta
manuales de
referencia
como
diccionarios y
gramáticas
Usa
Tecnología
informática
(procesadores
de texto) para
la revisión de
los escritos
Hace un
compendio de
fuentes
bibliográficas
empleadas
para redactar
sus textos
Lleva una
organización
cronológica
de sus
escritos
Progresión
Autoevalúa
su proceso de
composición
escrita con
objetividad
Mejora la
calidad
gramatical y
discursiva de
los escritos
Incrementa la
cantidad de
producciones
intermedias
para un solo
texto
Se interesa
por elaborar
ayudar para
redactar
mejor
Se convierte
en evaluador
de los textos
de sus
compañeros
Comentarios y/u observaciones:
Por ser el proceso de composición textual, un
proceso eminentemente recursivo, se hace
necesario evidenciar el nivel de progreso que
pueda alcanzar el estudiante a partir del desarrollo
de variados ejercicios de aplicación que puede ir
sistematizando en el portafolio. Cada uno de los
textos guarda las versiones del proceso de
composición textual de acuerdo con los
lineamientos que sobre ello establece Cassany
(1997).
La posibilidad que tienen los portafolios ubicados
en la lista electrónica es que los compañeros de
clase pueden acceder a cada uno de los escritos
producidos para revisar las estrategias empleadas,
los estilos escriturales y cada uno de los bocetos
escriturales empleados por cada estudiante durante
la composición textual. Así que los procesos de
planificación, textualización y revisión podrán ser
evidenciables en el portafolio de manera
cronológica a lo largo del semestre si se cuenta
para ello con otras rúbricas de seguimiento tipo
formativas o sumativas, tal y como se observa en
la siguiente tabla:
Tabla Nº 2
Rúbrica para autoevaluar el proceso de
composición escrita
Proceso Indicador Sí No
Planificación
Genera ideas a través de
estrategias como lluvia de
ideas, escritura libre,
dibujos, palabras clave, etc.
Organiza ideas a través de
un mapa de ideas, flechas,
enumeración de las ideas a
tratar en el texto.
Al organizar el texto revela
la estructura del mismo
(ideas principales y
secundarias por párrafos)
Enuncia claramente los
objetivos del texto.
Expone claramente la
intencionalidad del escrito.
Expresa claramente la
audiencia a la cual va
dirigido el escrito.
Analiza el contexto
comunicativo en el cual se
inscribirá el texto.
Explora el tema del texto a
través de variadas fuentes
de consulta.
Textualización
Ejecuta el plan elaborado.
Emplea referencias
bibliográficas impresas y/o
electrónicas.
Realiza varios borradores
del texto.
Presenta en el borrador una
introducción, un cuerpo y
una conclusión.
Escribe párrafos,
6. Revisión
presentando en ellos
concordancia entre verbo y
sujeto, sustantivo y
adjetivo, pronombre y
sustantivo
Elabora una idea principal
en cada párrafo.
Agrega nuevas ideas a las
generadas en la
planificación.
Elimina ideas generadas en
la planificación.
Realiza correcciones en las
ideas organizadas.
Agrega nuevos argumentos
o ejemplos a las ideas
expuestas en el borrador.
Corrige la ortografía y
cambia los vocablos.
Muestra correspondencia
entre las ideas y los
párrafos elaborados.
Elimina las ideas que se
repiten.
Corrige las ideas que
resultan contradictorias.
Expresa una relación entre
el título y el contenido.
Acomoda adecuadamente
los conectores.
Ajusta los signos de
puntuación
adecuadamente.
Verifica que los
pronombres se estén
empleando correctamente.
Adecua los tiempos
verbales.
Adecua el registro al
contexto donde va a
circular el texto.
Evita el empleo de giros
dialectales o coloquiales.
REFERENCIAS
[1] Arango, M. (2003). Foros virtuales como
estrategia de aprendizaje. LIDIE: Laboratorio de
Investigación y Desarrollo sobre informática en
Educación. Universidad de los Andes. Bogotá.
[2] Cassany, D. (1997). Describir el escribir.
Cómo se aprende a escribir. Editorial Paidós:
Barcelona, España.
[3] Hernández, M. (2006). El portafolio del
estudiante. Ficha Metodológica. Portal GV:
Generalitat Valenciana. Disponible en:
http://www.recursoseees.uji.es/fichas/fm4.pdf
[4] Malbrán, M. & Pérez, V. (2004). La lista
electrónica de discusión y su utilización en el
ámbito universitario. Revista de Informática
Educativa y Medios Audiovisuales. Buenos Aires.
[5] Merlo, J. (1999). Las listas de distribución
como herramienta profesional. Revista Métodos
de información. Vol. 31. Universidad de
Salamanca, España.